El sonido de la música retumba y hace eco en todo el lugar a medida que Mel se abre paso en el gran salón de boliche al cual Liam la invitó esa misma mañana. No quería ser grosera al rechazar su invitación, no después de haberlo rechazado tantas veces consecutivas desde que terminó su relación con Louis.

Liam ha sido muy generoso desde aquella vez que corrió detrás de ella a través del campus y la acompañó en la plaza durante horas después del difícil momento que le tocó vivir en el auditorio, al parecer él también había logrado interpretar la letra de la canción de Harry, y ella estaba muy avergonzada para hablar sobre eso. Desde ese entonces Liam se ha mantenido muy cerca de ella para ayudarla a superar esa dolorosa experiencia, se ha preocupado por su bienestar desde ese día, llevándole desayuno a su habitación y de vez en cuando siguiéndola hasta su salón de clases. Él ha sido todo un caballero, y Mel lo había pasado por alto muchas veces hasta que pudo abrir los ojos y ver todos sus esfuerzos, entonces, finalmente comenzó a valorarlo. Liam ha estado muy pendiente desde antes, incluso la defendió de ese chico la vez que intentó raptarla en la residencia, y tal vez siempre ha tenido un ojo puesto sobre ella desde el primer momento, mucho antes de que su relación con Louis terminara.

Después de pensarlo mucho y darle vueltas al asunto sin descanso durante una semana completa, ha tomado la decisión de levantar la cabeza y seguir adelante con su vida sin negarse ninguna oportunidad de abrir nuevamente su corazón. Tiene mucho por hacer, mucho por vivir, mucho por experimentar, y después de todo, todavía tiene fé en el amor y en la humanidad. Tomará todo con calma a partir de ahora, no tratará de forzar ninguna relación o situación, simplemente se dejará llevar por las circunstancias y lo que le depare el destino, y posiblemente encontrará la felicidad tarde o temprano.

—¡Hey, ya estás aquí! —Un brazo largo se envuelve alrededor de sus hombros y apenas es capaz de reconocer la voz de Liam entre el sonido de la música—. Para ser honesto, no pensé que vendrías.

Ella suspira profundo y gira sobre sus tacones para quedar frente a Liam, sonriendo en cuanto lo ve con su elegante uniforme de trabajo. Un lazo negro alrededor del cuello de su camisa blanca es el centro de atención, sin duda le luce bien con su pantalón negro y zapatos casuales.

—Te ves realmente bien en ese uniforme. —No intenta coquetear, sólo necesitaba ser honesta y decir lo que piensa sobre su impresionante look. No es mentira que se ve muy bien. También su sonrisa es linda en combinación con sus ojos avellanas que siempre brillan al verla.

—Muchas gracias. Agradezco que hayas finalmente aceptado mi invitación, mi turno acabará pronto, puedes estar en la barra conmigo hasta entonces, te serviré el mejor cóctel del lugar. —Demuestra mucho entusiasmo mientras su brazo, que antes sostenía sus hombros, se mueve hacia su cintura para guiarla en dirección a la barra sin esperar una respuesta.

Mel toma asiento frente a la barra y se concentra en Liam, quien se mueve con mucha elegancia y sirve muchos tragos a la vez, atendiendo a todos los clientes que se acercan con una gran sonrisa plasmada en su rostro en todo momento. Él definitivamente nació para atender al público, es muy amigable, muchas de las personas que se acercan lo saludan con cariño, como si lo conocieran por mucho tiempo, seguramente es uno de los empleados más antiguos y queridos. Eso sólo habla muy bien de él, eso significa que su caballerosidad y empatía no sólo es cuestión de coqueteo sino que lo aplica para todo el mundo en su vida rutinaria de forma natural.

—Este es para tí. —La voz de Liam la saca de sus pensamientos, y enseguida sus miradas se encuentran. Mel no puede evitar sonreír al ver la bonita decoración de la copa.

—Gracias.

—Ahora espera. —Liam se da la vuelta antes de tomar otra copa igual y alzarla en su dirección—. Brindaremos porque finalmente no me rechazaste una salida.

Sus mejillas se ruborizan de inmediato, y puede ser a causa de la vergüenza y la pena que le causa haberlo rechazado tantas veces, o simplemente una reacción normal a causa de la picardía que muestra Liam y el guiño que acaba de hacerle.

—Salud por eso. Que sea la primera de muchas. —Dice él mientras choca su copa con cuidado antes de llevarla a sus labios para sorber un poco, sin quitarle la mirada de encima.

×××

Cora se reúne con Niall y Harry esa noche en su habitación para terminar un proyecto grupal para la clase de Teoría y Composición. Ha notado que Harry está muy distraído y no le presta atención a la actividad, en lugar de eso tiene la mirada perdida en algún punto de la habitación mientras juega con la pulsera en su muñeca. Observa a Niall en busca de respuestas, pero el rubio se encoge de hombros.

—No deberías volver a faltar a clases, Harry. Jamás lo habías hecho, y está muy mal. —Lo regaña ya que antes no tuvo la oportunidad de hacerlo ahora que difícilmente se ven fuera de clases. Harry inmediatamente la mira, aunque sólo por microsegundos.

—Tenía que ir con Louis, esperé mucho tiempo para que perdiera el miedo y me permitiera acercarme a él. —Explica con la cabeza gacha jugando con sus manos. Cora pone los ojos en blanco.

—¿Y qué ha pasado entre ustedes? ¿Son novios ahora? —Harry alza la mirada para verla sin ninguna expresión, pero sacude la cabeza segundos después.

—No. Somos amigos.

—Amigos que se gustan. —Corrige Niall después de masticar su galleta. Harry lo mira con atención, antes de volver a mirar a Cora, tomando su cuaderno donde escribe sus canciones.

—¿Qué te tiene tan distraído? —Ella pregunta con preocupación, y entonces Harry abre su cuaderno y ojea las páginas con rapidez antes de detenerse en una.

—Louis ha tenido problemas para expresar sus sentimientos cuando estamos juntos, por eso ha comenzado a enviarme notas anónimas y regalos matutinos, lo cual no funciona para mí porque deseo escucharlo de su boca preferiblemente de forma directa y concisa.

Abre su cuaderno con desesperación mientras sus amigos se miran entre sí.

—Hice profundas investigaciones sobre las dificultades que tienen las personas neurotípicas para expresar sentimientos, y encontré muchos resultados de búsquedas en internet. Me leí cada una de ellas para poder ayudar a Louis a confesar sus sentimientos, y no he tenido tiempo para concentrarme en otra cosa porque eso es lo único que me mantiene activo en este momento y no puedo pensar en nada más hasta resolverlo.

Sus amigos lo miran con asombro y curiosidad, pero Harry no hace más que ver la página de su cuaderno donde anotó las cosas más importantes que encontró en internet, deseando poder ayudar a Louis con su problema.

—Harry, las personas neurotípicas no tenemos esa clase de dificultades. —Comienza cora, rascándose la nuca con un poco de incomodidad—. Todo lo que nos impide confesar nuestros sentimientos es el hecho de no ser correspondidos, supongo que es a causa del miedo a ser rechazados, también está ese sentimiento de vergüenza y timidez que nos impide dar ese importante paso. —Explica Cora con un gran vacío en su pecho antes de darse cuenta de todo lo que acaba de decir—. Sí, supongo que es eso.

Niall la mira con curiosidad, sospechando de su actitud porque definitivamente Cora no tiene ninguna experiencia en estos temas del amor, y nunca ha tomado el control cuando se trata de explicarle a Harry cuestiones del amor y todo eso de los sentimientos.

—¿Te gusta alguien? —Niall tiene una sonrisa pícara en su rostro, y Cora se sonroja al instante, mirando rápidamente en otra dirección.

—¿Qué? Claro que no. Ni siquiera tengo claro cuál es mi orientación sexual. —Se cruza de brazos, todavía desviando su mirada.

—Vamos, hablaste como si estuvieras hablando desde tu propia experiencia. —El rubio estudia todas sus expresiones, ladeando la cabeza mientras muerde otra galleta.

—Bueno, tal vez últimamente he experimentado ciertas emociones que nunca había experimentado. —Confiesa con el corazón muy acelerado. Niall sonríe con satisfacción, mientras que Harry sigue muy distraído repasando las cosas que dijo Cora sobre el miedo de ser rechazado. Tal vez Louis tenga eso.

—¡Lo sabía! Te he notado diferente los últimos días, incluso las últimas semanas. No has salido de tu habitación recientemente a menos que sea para asistir a clases, y has estado evadiendo todo tipo de salidas grupales.

—Estoy muy confundida, eso es todo. —Ella se encoge de hombros mientras Niall la observa con mucha atención.

—¿Quién es? Tengo mucha curiosidad y ahora debes decírmelo para que pueda vivir en paz sin esta desesperante incertidumbre. —Cora pone los ojos en blanco, pero sonríe sin poder evitarlo sabiendo que Niall no dejará de insistir hasta saberlo.

—No puedo estar segura de que me gusta, es sólo que cuando estoy a su lado tengo esta extraña taquicardia y también comienzo a sudar descontroladamente. —Juega con sus manos mientras habla—. Siento celos cuando está cerca de otras personas, es un sentimiento muy fuerte y a veces quiero golpear cosas porque no logro entender esas emociones que se apoderan de mí cuando se trata de ella.

—¿Ella? —Niall la mira boquiabierto—. ¿Eso significa que te gusta una chica?

Salta fuera de su posición en el piso, dejándose llevar por un impulso de adrenalina y la incertidumbre de saber quién es la chica que ha despertado tanto interés en su amiga.

—¡¿Quién es ella?! —Niall exclama con euforia. Cora hace una mueca y por un instante se arrepiente de haber nombrado un pronombre para referirse a la persona que probablemente le gusta.

Harry por su parte, está absorto en su propio mundo, incapaz de prestar atención a la conversación de sus amigos ya que no es su principal interés ahora. A cambio está tratando de entender por qué Louis pensaría que no es correspondido después de tantos años y vivencias compartidas. ¿Acaso no ha demostrado su amor por él? ¿No ha sido suficiente con las canciones que le ha dedicado y todos los cambios de rutina que ha implementado para pasar tiempo con él? ¿Eso significa que tiene que demostrar mucho más sus sentimientos? ¿Más de lo que ya lo hace? ¿Es posible que Louis sea amante de las demostraciones excesivas? Eso tal vez sea un problema ya que Harry no es el más expresivo y tampoco es la persona más afectiva del mundo.

Ese pensamiento es aterrador. Va más allá de sus capacidades.

La chica toma una profunda inhalación antes de romper el silencio que enloquece a Niall con cada segundo que pasa.

—Se trata de Fer. Mi compañera de cuarto. —Confiesa Cora finalmente, y la boca de Niall se abre con exagerada sorpresa.

—¡No puede ser! —El rubio se cubre la boca con ambas manos después de gritar para no incomodar a Harry, pero luego comienza a brincar alrededor de toda la habitación con mucha energía, y aunque Cora siente la necesidad de golpearlo y atarlo en el piso, una extraña emoción se apodera de ella, por lo que decide ignorarlo por completo y enfocarse en ese bonito sentimiento de paz después de desahogarse finalmente.

Se siente muy bien decirlo en voz alta después de darle tantas vueltas en su cabeza.

×××

El lunes Louis se despierta mucho más temprano de lo que suele despertarse usualmente, tomando menos tiempo en arreglarse para salir de su habitación con rapidez y dirigirse a la habitación de Harry, deteniéndose justo antes de llegar a su puerta, a mitad del pasillo, escondiéndose detrás de un gran muro de concreto para tener una buena vista de su habitación y atrapar a la persona que deja regalos y notas anónimas en su puerta cada mañana. Lo ha planificado con mucha sutileza para no despertar sospechas en Harry y para proteger su propia integridad.

Después de diez minutos sin ninguna pista comienza a desesperarse. Se frota la cara con frustración, y es entonces cuando ve una silueta acercarse a la puerta del rizado. Es un chico. Louis se acerca un poco más y logra reconocer a ese chico de nombre Fionn, está a punto de correr hacia él para interceptarlo, sin embargo, el chico sólo se acerca a la puerta de Harry y parece retractarse antes de tocar, sacudiendo la cabeza y guardando sus manos en los bolsillos de su pantalón antes de alejarse de la habitación sin dejar ningún regalo o nota.

Todo es mucho más confuso para Louis en este punto. Estaba seguro de que las notas anónimas las había dejado Fionn al ser el único chico interesado sentimentalmente en el rizado además de él, pero ya no sabe qué pensar.

Se pierde en sus pensamientos por un breve minuto, pensando en las posibles personas que pueden molestarlo a través de Harry, y entonces su grupo de ex amigos cruza rápidamente por su mente, causándole una gran preocupación al imaginar que ellos puedan llegar demasiado lejos y quieran lastimar a Harry de verdad para demostrarle hasta dónde puede llegar su homofobia. Louis se odiaría por haberlo puesto en semejante peligro...

Todos esos pensamientos quedan en el olvido cuando una cabellera rubia y familiar aparece en su campo de visión. Louis se sorprende mucho al ver a Mel dejando una canasta pequeña frente a la puerta de Harry. No puede entender lo que está frente a sus ojos, y por ese motivo no duda en acercarse a ella tan pronto como se aleja por el pasillo.

La chica se salta un latido al ver a Louis de pie frente a ella con una expresión bastante confusa. Ninguno de los dos dice nada, mirándose fijamente por un largo segundo hasta que Mel rompe el silencio.

—¿Cómo estás? —Louis frunce el ceño ante la inesperada pregunta, para ser honesto era lo menos que esperaba después de descubrirla en esa situación.

—Has dejado notas anónimas en la puerta de Harry últimamente. —La acusa, deseando una explicación. Mel desvía su mirada con rapidez al verse expuesta, sin embargo, no tiene nada que lamentar.

—Harry me comentó sobre tu miedo, y sobre lo mucho que te cuesta aceptar lo que eres. —Un nudo se instala en la garganta de Louis al escuchar esa confesión—. Sólo intentaba acercarlos, no tenía malas intenciones. Los he visto juntos un par de veces, y he notado la tensión que hay entre ustedes y la muralla invisible que los separa. Sé que sigues teniendo miedo y que tal vez no le has dicho todo lo que quieres decirle. Por ese motivo comencé a escribir las notas, para romper la tensión entre ustedes.

Francamente Louis no esperaba escuchar esa confesión, mucho menos le había pasado por la cabeza que Mel sería la responsable de aquellas cartas.

—Yo... No sé qué decir. —Se aclara la garganta con vergüenza. Mel sonríe, tomando una de sus manos.

—No tienes que decir nada, fue mi idea ayudarlos. Tal vez no fue la mejor idea que tuve, pero lo intenté. No tiene que ser difícil confesar tus sentimientos, no te quedes con las cosas que quieres decir. La vida es una sola, y se va con un parpadear, debes aprovechar cada segundo. —Se acerca para dejar un beso cálido en su mejilla antes de alejarse con una sonrisa—. Mucha suerte.

Una vez que Mel se ha ido, Louis reacciona como si un balde de agua fría hubiese caído sobre él, y entonces corre rápidamente hacia la habitación del rizado esperando que no sea demasiado tarde para ofrecerle una explicación.

Al estar frente a su puerta, se inclina para tomar la tarjeta que está sobre la canasta, y en lugar de leerla, la esconde en su bolsillo al momento en que Harry abre la puerta, encontrándose de frente con él sin mostrarse sorprendido.

—Uhmm, buenos días. —Louis tartamudea un poco, sintiendo cómo sus mejillas se calientan. El rizado lo mira sin ninguna expresión y luego observa la canasta en el suelo, esta vez sin una tarjeta anónima. Sonríe sin ser consciente antes de volver a mirar a Louis.

—Buenos días. —Responde dejando de sonreír para volver a su expresión seria. Louis se muerde el labio inferior, armándose de valor para decir todo lo que ha guardado en su corazón desde hace muchos años.

—Yo... —Agacha la cabeza sintiéndose muy inútil e inseguro de sí mismo.

—Louis... —Harry da un paso al frente, y Louis vuelve a levantar la cabeza. No quiere volver a decepcionarlo. Está dispuesto a confesar todo. Justo ahora.

Aleja todos los malos pensamientos y deja el miedo a un lado antes de abrir la boca.

—Yo te amo, Harry, y estoy perdidamente enamorado de tí. Estoy listo para pasar al siguiente nivel, sólo si tú estás de acuerdo, claro. —Suelta todo el aire que estaba reteniendo, sintiendo cómo su corazón está muy acelerado mientras espera una respuesta del menor.

Harry asiente con la cabeza, acercándose mucho más hasta romper toda distancia entre ellos.

—Sí, yo te correspondo, Louis. También estoy enamorado de tí. —Louis suspira con alivio y una grata sensación en el estómago, sonriendo con adoración antes de acercar su mano a su mejilla para acariciar su suave piel.

El menor siente cómo su cuerpo se tensa ante el contacto de la mano de Louis, sin embargo, de nuevo no se aparta de su toque, se mantiene en el mismo lugar respirando con mucha dificultad mientras Louis lo acaricia. La sonrisa en su rostro es todo lo que necesita para saber lo mucho que Louis disfruta ese tipo de contacto.

—Por favor, no te enojes conmigo. —Harry está a punto de responder algo cuando de pronto los labios de Louis se presionan contra sus labios sin darle oportunidad de decir nada.

Louis mantiene sus labios presionados sin realizar ningún movimiento, y la mano sobre su mejilla para evitar que Harry pueda apartarse, disfrutando el momento como si fuera la primera vez que sus labios se unen, esperando y rezando para recibir una buena reacción de su parte esta vez.

Por favor, que sea buena. Por favor, que sea buena.

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Espero que les haya gustado este capítulo tanto como a mí 🥺💓

¿Cuál fue su parte favorita? (No se vale todo)

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