Melissa ha tratado de comunicarse con Louis durante lo que va de día, pero analizando la situación, su novio ha estado muy desconectado del mundo últimamente, incluso ignora sus mensajes, y ella no sabe qué más hacer para volver a lo que eran antes de llegar a la universidad, aunque está decidida a aclarar las cosas, o aunque sea confesar como la hace sentir tanta indiferencia de su parte.

Después de su pequeña pero interesante conversación con Harry, ha pensado un poco sobre el tema y ha querido comentárselo a Louis porque anteriormente podían hablar de cualquier tema que al otro le pareciera interesante, sin embargo no sabe si podrá incluso tener la dicha de tener alguna cercanía con él. Llevan semanas sin hablar. Esta situación honestamente comienza a incomodarla.

¿Qué había sucedido con su lindo noviazgo? ¿Cómo cambió drásticamente en un mes algo que venía funcionando tan bien? ¿Pasó algo de lo que ella no se había enterado? ¿Por qué Louis se volvió tan frío y distante de repente?

Tiene tantas preguntas y ninguna respuesta, simplemente es frustrante para ella no poder entender en qué momento todo se congeló entre ellos, y en qué momento falló como novia.

Va caminando por los pasillos de la residencia establecida para los chicos -sabiendo que las chicas no tienen permitida la entrada-, tratando de ignorar todos los comentarios misóginos y despectivos que le tiran mientras camina en dirección al dormitorio de Louis sintiéndose bastante incómoda y vulnerable.

Tiene la mirada en el piso para no cruzar miradas con ningún chico que camina frente a ella por el pasillo, hasta que es tomada de la muñeca con fuerza y debe alzar la vista para mirar al chico que la sujeta, a quien nunca había visto en su vida.

El chico comienza a arrastrarla por el pasillo, pero Mel intenta soltarse, sin mucha suerte porque el chico es mucho más fuerte y grande.

—¿Qué haces? ¡Suéltame! —Forcejea con él, pero no logra liberarse.

—Sé exactamente lo que buscan las chicas como tú en las residencias masculinas. ¿Buscabas diversión? Ahora la tendrás. —Su brazo es bruscamente apretado, y ella se queja del dolor mientras intenta con todas sus fuerzas escapar de su agarre, sujetando con su otra mano el brazo del asqueroso hombre.

—¡Ayuda! —Muchos chicos que miran la escena son incapaces de intervenir, incluso viéndola quejarse y llorar de los nervios. Ni siquiera supo en qué momento comenzó a llorar.

—No te hagas la difícil, sabemos que viniste a esto.

—¡No! —Sigue golpeando el brazo del chico, hasta que éste la sujeta por el abdomen, aprisionándola contra su pecho.

Se estremece con terror cuando los brazos de otro chico tratan de apartarla de su raptor, sujetando su brazo hasta finalmente separarla del atacante.

Quiere pensar que se trata de Louis, y que él ha venido a rescatarla, pero al mirar la cara de su salvador, se decepciona un poco porque no era lo que esperaba encontrar, sin embargo se siente aliviada porque alguien la sacó de peligro.

El chico castaño golpea en el rostro a su raptor, y luego vuelve a golpearlo en su ingle haciéndolo caer al suelo mientras se retuerce del dolor.

—¿Estás bien? —Ella deja de mirar al hombre en el piso y levanta la mirada hacia el chico que le habla. Se limpia las mejillas con rapidez para apartar las lágrimas, y asiente con la cabeza.

—S-sí, muchas gracias. —No puede seguir mirándolo porque siente mucha vergüenza en este momento, y seguramente luce muy mal.

—¿Eres la novia de Lou? —Aquella pregunta llama su atención, por lo que vuelve a mirar al chico castaño frente a ella, ignorando las quejas y las maldiciones del chico tirado en el piso en medio del pasillo.

—Sí, lo soy. —Una sonrisa se abre paso en los labios del chico al escuchar su respuesta.

—Yo soy Liam, Louis y yo somos compañeros de habitación. Te llevaré con él si quieres. —Pero ella sacude la cabeza con rapidez, sollozando por lo bajo.

—No, no quiero seguir aquí. Volveré a mi residencia. —Comienza a caminar rápidamente hacia el lado contrario por donde anteriormente fue arrastrada, pero Liam decide seguirla sin pensarlo dos veces.

—Es muy tarde para que alguien como tú esté sola en las residencias masculinas. No deberías venir a estas horas, ya ves que puede ser muy peligroso. —Liam se cruza de brazos para cubrirse del frío de la noche cuando salen del edificio, pero se detiene cuando la escucha sollozar a su lado—. Oye, ¿te sientes bien?

Ella sacude la cabeza y se cubre el rostro con una mano, deteniéndose a mitad del camino.

—¿Puedo ayudarte? —La ve frotarse los ojos con el reflejo de la luna iluminando sus bellas facciones, y Liam esquiva su mirada cuando ella lo mira a través de sus húmedas pestañas, sintiéndose muy intrusivo.

—Sólo quisiera que Louis estuviera en tu lugar, quisiera ser importante para él, pero últimamente no me siento así, él ni siquiera sabe que estoy aquí porque nunca lee mis mensajes, y tampoco se toma el tiempo de responder mis llamadas. Decidimos estudiar en la misma universidad para estar cerca todo el tiempo y no distanciarnos, pero eso es lo único que hemos hecho desde que llegamos. No lo soporto más, me siento muy infeliz.

Liam no es el mejor consolador, pero no puede soportar ver a la chica llorar de esa manera, se le hace muy duro después de entender un poco la situación de Louis y la confusión que tiene con sus sentimientos.

—Hey, no llores por eso. No lo vale. —Coloca una mano sobre el hombro de la chica, intentando servir de apoyo—. Eres importante, y eres muy valiosa, ningún hombre debe hacerte sentir inferior o menos importante.

Mel asiente con la cabeza, limpiando su nariz con vergüenza al verse en esa situación con un completo extraño.

—Lo siento, soy una tonta. Debo regresar a mi habitación. —Liam no puede detenerla cuando se aleja corriendo por la plaza en dirección a su residencia. Él sólo se mantiene en su posición y la observa fijamente para asegurarse de que llegue bien al edificio.

×××

Louis intenta mantenerse fuerte frente a Zayn mientras su amigo se sienta en su cama frente a él, colocando una mano sobre su rodilla.

—¿Cómo te sientes? —Pregunta el moreno con calma.

Supo que Louis no salió de la habitación en todo el día después de haber tenido la discusión en la mañana, y sabe que es necesario hablar de lo ocurrido para poder dar el siguiente paso.

—Me siento terrible, no quiero seguir estudiando aquí. —Zayn hace una mueca, mirando la expresión nostálgica de su amigo.

—Lou, te entiendo. No tienes que mentirme a mí. Yo jamás te juzgaré, tú me aceptaste como soy cuando nadie más lo hizo. —Louis finalmente lo mira a los ojos, frunciendo un poco el ceño.

—¿Me entiendes?

—Lo hago, pero necesito que tú seas quien me lo diga.

—¿Qué quieres que te diga? Ya lo sabes todo.

—Louis, está bien ser gay. Está perfectamente bien. —Lo ve sacudir la cabeza a la vez que esquiva su mirada.

—No está bien.

—Oye, eras tú quien me repetía que estaba bien ser como soy, tú me dabas fuerza cuando nadie más lo hacía, tú me aceptaste y me defendiste de las personas que me criticaban por mí sexualidad. ¿Lo olvidaste? ¿Olvidaste cómo nos conocimos en la secundaria? —Louis nuevamente sacude la cabeza.

—No lo olvidé.

—¿Por qué pudiste aceptarme pero no puedes aceptarte a tí mismo?

—Es diferente, yo soy diferente... No puedo ser como eres tú. —Zayn no logra entenderlo, pero siente mucha pena por su amigo porque es incapaz de aceptarse.

—¿Lou, te hicieron algo? ¿Qué sucedió para que te niegues a aceptar quien eres? ¿Quién te dijo que no tienes derecho a amar de la manera que yo lo hago? —Louis suspira profundo, haciendo contacto visual con el moreno frente a él.

—Tenía quince años cuando supe que era diferente, cuando supe que estaba enamorado de mi mejor amigo. —Zayn se mantiene en silencio para no interrumpir su historia, finalmente obteniendo una respuesta de su parte—. Harry era lo único bueno en mi vida, era lo más importante para mí. Él era mi mundo.

Louis juega con sus manos al recordar su pasado, sintiendo cómo su corazón se arruga ante el pensamiento.

—Hasta que un día él sintió curiosidad sobre el amor, y me sentí muy nervioso porque no le había confesado mis sentimientos aún. Yo estaba muy ansioso por decirle, pero tenía miedo de que se apartara de mí, entonces decidí mantenerlo en secreto porque no estaba dispuesto a perder lo único que le daba sentido a mi vida. El sólo pensamiento de perderlo me hacía replantear todos mis sentimientos.

Los recuerdos de ese día lo atormentan tanto como si hubiese sido ayer, y Louis se encuentra muy sensible, odiándose por haberlo hecho, y por todo lo que hizo después.

—Un día lo invité a mi casa para estudiar química, y él me volvió a preguntar sobre el amor. Se veía muy interesado en el tema, él realmente deseaba entender ese extraño sentimiento, y yo deseaba explicarle porque me gustaba resolver todas sus dudas sobre cualquier tema. Recuerdo que me preguntó cómo se sentía el amor... Y entonces quise demostrarle cómo se sentía, algo dentro de mí pensó que podría sentirlo en el corazón al igual que yo, y lo besé para comprobar si efectivamente lograba hacerlo sentir... Pero en medio del beso mi papá apareció en mi habitación y nos vió besándonos. Fue un momento horrible, Harry sólo tenía catorce...

Zayn aprieta su rodilla para darle fuerza al escuchar que su voz se corta al final y sus ojos se cristalizan.

—Nunca hubiese querido eso. Nunca hubiera permitido que mi papá le alzara la voz a Harry por mi culpa. Pero él estaba muy alterado y comenzó a gritarle cosas feas, quería detener el tiempo en ese momento, quería morirme por haberle fallado. Había calculado la hora en que llegaría a casa ese día, pero llegó antes, justo en el momento menos indicado, y logró asustarlo. Él estaba aterrado, y no podía saber si era a causa de mi papá o a causa del beso, pero tampoco quería saberlo. Yo también sentí miedo de perder todo por culpa de una mala decisión. Aún pienso que fue lo peor que hice, porque lo perdí gracias a eso. Ellos lo alejaron de mí después de ese error.

Sus lágrimas se hacen presentes tan pronto como termina de contar los sucesos de ese día, y Zayn se siente terrible de sólo imaginarlo.

—Lo que sucedió después fue que culpé a Harry por lo del beso, pensé que esa era mi única alternativa para salvarme de las consecuencias. Sin embargo no fue así, mi padre me golpeó incontables veces cuando Harry se fue, me golpeó como nunca lo había hecho sólo porque intenté defender a Harry cuando lo llamó de muchas formas groseras... Después de golpearme dijo que no aceptaría un hijo homosexual, y también amenazó a mi mamá. —Louis se rompe, sollozando más fuerte—. Ella estaba tan enojada como él, y yo seguía negando que sentía algo por Harry. Lo negué en todo momento. Mi mamá decidió llevarme a vivir con ella porque mi papá no dejaba de gritarme groserías cada vez que me veía, él me odiaba, ella nunca le contó a nadie sobre los golpes. Luego me llevó a la iglesia para curarme... Todos los domingos me llevaba a escuchar la palabra del señor, y todos los días rezaba conmigo para limpiar mis pecados y sanar mi mente. En la iglesia aprendí que estaba mal, y que me había equivocado.

—¡Pero no es verdad! No estabas equivocado. —Zayn lo interrumpe, completamente incrédulo. Louis sólo lo mira con el ceño levemente fruncido, aún con lágrimas corriendo por sus mejillas.

—Yo te acepté porque me sentí identificado contigo, pero yo no puedo volver a caer en eso, no cuando ya me recompuse.

—Pero no estabas descompuesto.

—Yo tengo novia ahora, estoy iniciando una vida como Dios manda. —Zayn lo mira con indignación.

—No puedo creer esto. —Dice sosteniéndose el puente de la nariz.

—Zayn, no quiero seguir decepcionando a mi mamá. Yo le juré que soy normal.

—Pero eres normal, ser gay no te hace anormal. —Louis sacude la cabeza.

—No soy gay, tuve una confusión cuando era adolescente, pero ya estoy bien.

—¿No entiendes que no se trata de una enfermedad? Eso no tiene cura. Tu sexualidad no te define como persona, siempre me has escuchado decir eso.

—Lo sé, pero yo no soy gay. —Louis se lleva las dos manos a su cabeza, y Zayn suspira profundo incapaz de decir algo más—. Tengo novia.

—¿Entonces no sientes nada por Harry?

—Siento todo por Harry. —Liam abre la puerta de la habitación en ese momento, y se queda de pie mirando fijamente a los dos chicos.

—Yo... Acabo de ver a tu novia, ella... —Cierra la puerta con rapidez y se acerca a ellos—. ¿Todo en orden?

—No. Estamos ocupados en medio de una conversación importante. ¿Podrías irte? —Pregunta el moreno con irritación.

—No. Estuve todo el día ausente, necesito dormir y también es mi habitación. —Arrastra sus pies hasta su cama y se lanza sobre ella, aterrizando en la almohada. Zayn pone los ojos en blanco.

—Hablaremos mejor mañana, Lou. Pero recuerda que no es un error. —Dice levantándose de la cama de su amigo para caminar hacia la suya, más tranquilo después de hablar con Louis y aclarar un poco su mente.

Todavía falta un largo camino por recorrer, pero al menos ya sabe por dónde empezar, y tiene toda la intención de ayudarlo a salir de ese agujero oscuro en el que está sumergido.

×××

Harry observa fijamente la pantalla de su laptop, mirando a Cora y a Fer del otro lado mientras están en vídeo llamada.

—Te dije que no debes hacer lo mismo que veas en las películas. Muchas de esas cosas son imposibles en la vida real, Harry. —La chica lo reprende igual que lo haría su madre, y Harry se siente regañado. No le gusta sentirse así.

—Eso parecía muy eficaz. —Se defiende.

—¡Pero no lo fue! No puedes hacer todo lo que veas en la televisión, todo es ficción y fantasía.

—Pero en las películas románticas no existe la fantasía. —Cora se golpea la frente con una mano, y Fer toma la palabra.

—Tienes toda la razón, Harry.

—No, no la tiene. Deja de confundirlo más. —Las dos comienzan a discutir mientras Harry las observa por la pantalla.

—No soy un niño, Cora. —Se queja, y las dos chicas lo observan con total atención.

—Sé que no lo eres, pero a veces eres muy ingenuo. Las películas románticas también tienen fantasía porque te hacen creer que puedes enamorarte en un día, incluso te hacen pensar que existe el amor a primera vista, cosa que es totalmente imposible. —Harry frunce el ceño al escuchar eso.

—¡No lo es! El amor a primera vista sí existe. —Exclama Fer a su lado, y Cora la mira con mucha molestia, cansada de sus interrupciones.

—¡Lo estás confundiendo!

—No lo estoy confundiendo, sin embargo tú estás ignorando el hecho de que muchas personas pueden enamorarse a primera vista. ¡Eso sí puede pasar, pero te cuesta mucho trabajo creerlo porque nunca lo has sentido! —Exclama la chica rubia a medio vestir. Harry no entiende por qué no usa camisa, pero decide no preguntar.

—¿De qué estás hablando? Joder, trato de explicarle a Harry que no puede hacer todo lo que ve en la televisión, y tú estás empeorando todo.

—Ese es el problema. Deja de decirle lo que tiene que hacer cuando tú no sabes absolutamente nada sobre el amor. —Fer se levanta de la cama y Harry la ve alejarse con confusión.

—¿A dónde va? —Pregunta con curiosidad, pero Cora trata de no mostrarse herida ante las palabras dichas por la chica.

—Debo irme ya, hablamos mañana, Harry. Buenas noches. —A Harry no le da tiempo de despedirse porque ella cuelga la llamada antes de que pueda decir algo.

Al cerrar la laptop ve a Niall desde su cama.

—Así son las chicas, no te preocupes, no eres el único que no las entiende. —Explica con una sonrisa torcida, mirándolo por encima de su teléfono—. ¿Seguirás escribiendo esa canción?

—Sí.

—Oh vamos, ¿qué tan larga puede ser una canción?

—Sólo lo suficiente. —Responde con seriedad antes de tomar su guitarra y su libreta para seguir escribiendo la canción que dejó a medias.

—Apaga la luz cuando termines, buenas noches.

—Buenas noches. —Responde con la mirada fija en su libreta. Niall pone los ojos en blanco antes de colocarse la almohada sobre la cabeza, rezando para que el rizado termine la canción muy pronto y finalmente le permita dormir en paz.

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