Maratón 1/2

"Tienes que salir adelante y ser grandioso, con o sin mí. Tú puedes hacerlo. Eres capaz de todo, Harry, no lo dudes."

Despierta con el rostro humedecido por las lágrimas derramadas en plena madrugada, con el corazón acelerado y una gran tristeza en el pecho. No pudo evitar que las emociones lo invadieran, el sueño se sintió tan real, Louis estaba allí frente a él, sosteniendo sus mejillas y repitiendo esas palabras que siempre le decía para animarlo cuando se sentía insuficiente.

Tenía razón. Harry ha logrado muchas cosas sin él, ha sido capaz de todo lo que alguna vez pensó que sería imposible para alguien como él. Louis ha formado parte de todos sus logros ya que el recuerdo de sus palabras le permiten seguir adelante, él ha sido la razón principal de todos sus esfuerzos. Se ha esforzado tanto para hacerlo sentir orgulloso. Siempre estará agradecido con él por sacar lo mejor de sí. Harry no puede dejarlo ir, simplemente no puede sacarlo de su mente y corazón aunque se lo proponga cada día. Es tan difícil olvidar todos los momentos a su lado, todas las palabras dichas, todas las promesas hechas... Viven dentro de su corazón.

El otro día fue el cumpleaños de su madre, Harry la recuerda con cariño aunque las últimas palabras de Johannah para él no fueron las más correctas. Harry todavía recuerda su canción favorita que sonaba en el radio cada día que iba a visitar a Louis, recuerda el olor de su carro, el cuero limpio de sus asientos mezclado con el olor de su dulce perfume, recuerda cuál es su vestido favorito y cómo lo usaba en cada reunión importante, recuerda el olor a cigarrillo que él y Louis odiaban tanto por razones distintas, recuerda el sabor de su rica pasta napolitana y cómo lo hacía repetir el plato porque sabía lo mucho que a Harry le gustaba. La recuerda con mucho amor, y evita recordar la última vez que la vió porque esa mujer no era Johannah, no actuaba como Johannah, algo estaba mal con ella ese día, no era la misma mujer que los llevaba al parque o a la playa para ver el atardecer y reír de sus travesuras, no era la misma mujer que respondía sus más curiosas e insistentes preguntas, que acariciaba su cabello y besaba su frente con cariño. No era la misma mujer que él consideraba su segunda madre y cuyos brazos eran también su refugio.

No era la misma. Ella se encontraba mal, estaba pasando un mal momento, estaba sufriendo por algo que Harry entendió con el tiempo. Él sabe que no estaba bien, por ese motivo decidió perdonarla y olvidar para siempre las últimas palabras que tuvo para él. Todavía la ama y no le guarda ningún rencor. Espera que ella no haya castigado a Louis por lo que pasó ese día, y que lo haya perdonado también a él.

Anne había hablado con él al volver a casa ese mismo día, algo sobre que los hombres deben amar y besar sólo a las mujeres, luego su padre intervino diciendo que él podía amar a la persona que quisiera sin importar su género, pero Anne lo contradijo diciendo que dos personas del mismo sexo no pueden estar juntas porque es considerado algo terrible, finalmente sus padres dejaron de hablar con él para empezar una discusión la cual él no estaba listo para escuchar. Sus argumentos sólo lo confundieron más, no sabía cuál de los dos tenía la razón. ¿Acaso alguien la tenía?

Harry no lo entendió en ese momento, por primera vez sus padres estaban en desacuerdo, se sintió culpable por haberlos puesto en esa situación, pero luego Gemma lo llevó a su habitación y lo abrazó fuerte tratando de tranquilizarlo, confirmando lo que ya sabía, que el amor es algo muy complicado y difícil de entender, que ni siquiera los adultos sabían su verdadero significado. Las palabras de su hermana habían logrado tranquilizarlo, ella le aclaró qué era la homosexualidad y cómo no estaba bien visto en la sociedad, sin embargo también le dijo que no debía escuchar los malos comentarios y que cualquier cosa que lo hiciera feliz estaría bien para ellos aunque su madre en un principio estuviera en desacuerdo por miedo a la sociedad, que habrá miles de personas en su contra, pero que nunca estaría solo para enfrentarlos, y que jamás debía ocultar quién era porque nadie tenía derecho a juzgarlo.

Ese día no durmió. Había recibido tanta información nueva que no pudo asimilar cada cosa al mismo tiempo, estaba perdido, asustado, se sentía raro. Sus padres habían discutido por primera vez, la familia de Louis le había gritado y lo habían sacado de su casa, Louis había mentido por primera vez, había dado su primer beso... Ese día había sido un verdadero caos para él, y su mente no pudo procesar lo que pasaba realmente. No había sido un día tranquilo como normalmente eran, y el cambio drástico le causó migraña. Pasó la noche con fiebre y sus padres no pudieron hacerlo reaccionar ya que su mente se había desconectado por completo. Estaba en otro mundo, algo que no pasaba desde que era un niño, tratando de entender todos los acontecimientos del día.

Fue una pesadilla y no quería reaccionar para encararlo.

En las noches turbulentas como esta, Harry piensa en ese día y cómo todo sería diferente si nada de eso hubiese pasado. ¿Louis se hubiese quedado? ¿Cómo sería su vida con él aquí? ¿Seguiría siendo su amigo?

Sí, también se informó en internet sobre la homosexualidad, pero no le tomó mucha importancia. Para él el género de una persona no significa nada, no importa si son mujeres, hombres, o personas no binarias, Harry entiende que el amor es algo universal y que cualquiera puede sentirlo, no pensó que estuviera mal en un principio, hasta que Gemma le nombró las distintas orientaciones sexuales que existen. A pesar de eso sigue viendo el amor como algo único, sin etiquetas, sólo un sentimiento puro y real.

Sabe que Niall es gay porque siempre habla de los chicos con quienes habla seguido en internet, y también lo ha escuchado hablar de algún chico que llama su atención cuando van caminando en la calle, no habla de chicas y tampoco siente atracción por ellas, sólo por chicos. Respecto a Cora no puede decir lo mismo porque nunca la ha escuchado hablar de ningún chico y tampoco sobre ninguna chica. Él cree que Cora no tiene interés en un género en específico, aunque nunca han hablado sobre ese tema porque Harry protege su privacidad y hablar sobre eso les hará pensar que pueden preguntarle sobre sus intereses, los cuales prefiere ocultar porque no cree que sea importante de todos modos. Odia las preguntas personales.

Él sabe que su corazón está guardado exclusivamente para Louis, y no es necesario explicar sus sentimientos a nadie. Nunca existirá una persona capaz de hacerlo sentir lo mismo que Louis, y no está en discusión.

—Buenos días, bebé. —Su madre entra en su habitación con una sonrisa que es remplazada rápidamente por una expresión de horror al verlo llorar en su cama— ¿Qué sucede, cariño?

Se acerca con rapidez, muy preocupada por la estabilidad emocional de su hijo. Ella pensó que todo había vuelto a la normalidad, pero honestamente Harry sólo ha sabido ocultarlo muy bien.

—¿Por qué lloras? —El chico seca sus lágrimas con brusquedad y la mira fijamente.

—Esa pesadilla de nuevo. —Anne acaricia los rulos de su hijo, haciendo una mueca nostálgica.

—Trata de pensar en otras cosas, ¿sí? Como que faltan sólo dos días para que comiences la universidad, debes estar muy emocionado. ¿Ya tienes todo listo?

Harry asiente con la cabeza, intentando no pensar en ese día. Su madre no habla de él sobre eso, ella evita ese tema por completo porque perder la amistad de Johannah también fue duro para ella, no habla con la mujer desde que la contactó para avisar que se mudaría de ciudad junto con su hijo. Desde ese momento no sabe nada de ella o de Louis, tampoco quiere mencionar lo del beso frente a Harry porque fue algo muy vergonzoso para ella, ese es un tema delicado que prefiere no recordar. Se ofendió mucho después de que Johannah insinuase que Harry es gay sólo por haberle dado un beso a su hijo una vez. Anne no piensa que por un beso se deba definir la sexualidad de una persona, mucho menos en la etapa adolescente donde todo es incierto, definitivamente no va a permitir que llamen a su hijo de esa forma cuando el chico todavía no ha mostrado interés en descubrir su sexualidad, no que ella sepa.

—Sí, está todo listo. —Responde él con tranquilidad. Anne acaricia su mejilla con adoración.

—Te voy a extrañar muchísimo. —Traga el nudo en su garganta para no explotar en llanto. Harry ha sido su mundo entero, le ha dedicado los últimos diecisiete años de su vida, tiene miedo de lo que pueda esperarle en el mundo exterior—. Puedes volver a casa si algo sale mal, ¿lo sabes verdad?

—Lo sé, mamá. No volveré, estoy decidido a iniciar mi propia vida como una persona normal.

—Eres una persona normal, Harry. Te lo he dicho muchas veces. —El menor no muestra ninguna expresión, pero Anne sabe las veces que le ha repetido lo mismo. Odia que su hijo se menosprecie tanto, él no debe sentirse menos que nadie—. Vas a triunfar en lo que hagas, lo sé.

—Gracias mamá. —Envolviendo sus brazos alrededor de su madre suspira con alivio porque definitivamente sus brazos son el lugar más seguro que tiene para refugiarse. Ha funcionado durante los últimos años y Harry está muy agradecido con ella por nunca abandonarlo en los peores momentos.

—Te amo, bebé. —Su voz es increíblemente amorosa, Harry apoya su cabeza en su hombro y respira su aroma para mantenerlo grabado en su cabeza por siempre.

—Lo sé.

×××

Cora llega al lugar pautado por Niall, más temprano de lo acordado porque deseaba escapar de su casa lo más pronto posible y no pensó que llegar temprano fuese un problema mayor. Las cosas en su casa no están del todo bien, y ella sólo desea que sea domingo para mudarse a la universidad y no tener que dar explicaciones a sus padres de nada de lo que pasa en su vida. Está cansada de dar explicaciones y de las putas apariencias que le quieren imponer.

Podría decirse que sus padres son de clase alta, ella lo ha tenido todo desde que nació, en su vida no ha tenido que trabajar por nada, aunque ella desearía que fuese diferente, tal vez un poco menos... Controlada.

En unos meses cumplirá la mayoría de edad, y lo primero que hará será buscar un trabajo tiempo completo para independizarse y volar de la jaula de sus padres. No está de más decir que tiene una mala relación con sus progenitores por no ser como ellos desean que sea. No es la chica más femenina, ni la más lista, ni la más agraciada, tampoco la más educada... No es nada de lo que se espera de una chica de clase alta con un apellido sobrevalorado y millones en el banco.

Y tampoco quiere serlo.

Se adentra en el restaurante, el cual se considera uno de los más cotizados de la ciudad, y busca al rubio con la mirada recorriendo todas las mesas hasta hallarlo finalmente sentado solo en una mesa muy grande con más de cuatro sillas. Frunce el ceño antes de caminar hacia él con rapidez, preguntándose la razón de porqué están en un restaurante con ropa elegante un sábado por la noche. Espera que Niall tenga una buena explicación para todo esto.

—Hola nena, ¿qué me cuentas? —Saluda el rubio de forma casual. Va vestido de forma muy sencilla, pero se ve limpio, algo que no suele pasar con frecuencia, y también se ha peinado, sin duda algo importante pasará esta noche.

—Quiero que tú seas el que me cuente qué ocurre y por qué nos has citado aquí. —El chico sólo sonríe de forma inmediata y señala la decoración de la mesa. Todo luce impecable, pero ella no está convencida.

—Una ocasión especial, por supuesto.

—Sé que te has bañado por una ocasión especial, Niall, pero todavía no sé qué estamos celebrando exactamente.

—El fin de una era y el comienzo de otra, claro está. —Cora observa las seis sillas alrededor de la mesa y algo muy malo viene a su mente de inmediato.

—¿Por qué escogiste la mesa de seis? Sólo somos tres. Siempre somos tres.

—¡No debiste llegar antes de la hora pautada! —Exclama en manera de susurro para que sólo ella escuche.

—¡Responde mi puta pregunta, necio! —Niall se retuerce un poco en el asiento, evitando su mirada cargada de furia. Ella siempre tiene esa mirada para Niall, no importa lo que haga, siempre logra hacerla molestar y sacar lo peor de ella.

—¡De acuerdo! Decidí que nuestra última noche antes de comenzar la universidad podríamos liberarnos de la tensión. Ya sabes como habíamos hablado de que ninguno de los tres ha tenido su primera cita todavía, pensé que sería lindo tener nuestra primera cita al mismo tiempo. ¡Una cita a ciegas!

Cora aprieta sus puños y trata de evitar que todos sus demonios salgan de la peor manera en un lugar como este donde todas las personas son refinadas y tal vez conozcan a sus padres de alguna u otra forma. Ella no puede armar un escándalo y perder su glamour ahora, no en este lugar, no frente a estas personas. Debe controlar su ira si no quiere ser expulsada y tachada para siempre del restaurante.

Niall le sonríe como si fuese la mejor idea que ha tenido en la vida y eso sólo incrementa su molestia y sus deseos de golpearlo. Se inclina hacia él de forma discreta, sonriendo falsamente hasta quedar muy cerca de su rostro.

—¿Pero qué se te ha metido en la cabeza? ¿Una cita a ciegas? ¿En qué estabas pensando? —Niall traga saliva y se aleja un poco inclinándose hacia atrás hasta pegar la espalda de la silla.

—Una cita de seis, de hecho.

—¡Eso no lo hace mejor! —Niall hace una mueca antes de fruncir el ceño.

—Oye, no me ataques. Es una buena forma de comenzar esta etapa de nuestras vidas.

—¿Cómo se te ocurre que tendremos una cita con alguien desconocido? ¿Y Harry? ¿Has pensado en lo mucho que esto lo va a incomodar? ¿Por qué tienes que ser tan impulsivo y hacer cosas como estas? Joder, Niall.

—Lo siento, sabes que no puedo controlar mis impulsos. Lo hice por una buena causa, no pensé que te molestarías tanto.

—¡Todo sobre esto me molesta! —El rubio se pone de pie, intentando calmar a su amiga, pero Cora está muy alterada para escuchar algo de lo que tiene que decir.

¿Alguna vez piensa lo que hace? Definitivamente no. Niall actúa por impulso sin tomar en cuenta cómo se pueden sentir los demás con esas decisiones. Cora sólo desea que Harry pueda soportar la noche completa sin presentar ninguna crisis de pánico o arranques emocionales. Ella intenta no poner tanta presión sobre él mientras que Niall le coloca tanta presión como es posible. Es tan inconsciente y tosco.

—¿Cómo son?

—Es un chico para mí, un chico para ti, y una chica para Harry. —Cora esquiva su mirada, mirando en cualquier otra dirección lejos de su cara porque posiblemente está en su peor momento ahora y no quiere provocar un accidente en un restaurante. Podría golpearlo hasta el cansancio, pero esperará llegar a casa.

—Harry ni siquiera ha hablado sobre querer salir con alguien. Ni siquiera sabemos si le interesan las mujeres. —Comenta con irritación.

—Oye, sólo es una cita de una noche, no deben casarse con ellos por obligación ni nada. No es un compromiso. Vamos a divertirnos y a conocer a estas personas, eso es todo.

—¿Pero cómo...?

—Coloqué una foto de ambos en Tinder, y descubrí que están solteros porque quieren. ¡Tienen más solicitudes que yo! —Cora inhala profundo, ignorando el hecho de que ha colocado sus datos personales en una aplicación de citas y ha invitado a un chico para ella. Niall sonríe con orgullo, sin imaginar todo lo que pasa por su cabeza ahora mismo.

—Eso no te correspondía, y claro que estamos solteros porque queremos, de lo contrario ya habríamos buscado la manera de conocer a alguien, grandísimo idiota.

Ella camina directo hacia el baño, demasiado furiosa como para seguirle viendo la cara después de todo lo que planeó sin su permiso. Jamás tuvo una cita en su vida porque definitivamente nadie ha capturado su atención, no tiene en claro cuáles son sus intereses sexuales y eso es algo de lo cual no quiere hablar con nadie porque siente un poco de vergüenza. No quiere verse obligada a salir con chicos que nunca ha visto en su vida, primero quiere asegurarse y descubrir cuáles son sus verdaderos intereses, sin sentirse presionada al respecto.

Al llegar al restaurante Harry se detiene en la entrada y frunce el ceño porque lo único que es capaz de escuchar son murmullos procedentes de cada mesa, haciéndose jodidamente difícil de ignorar. Se le dificulta mucho concentrarse y buscar a sus amigos con todo el alboroto del restaurante, hasta que siente una mano cerrarse en su brazo y no pasa ni un segundo cuando se sacude el agarre con fuerza.

—Tranquilo, soy yo. —Dice Cora a su lado, levantando las manos para acercarse con lentitud.

—Hay mucho ruido.

—Sí, pediré que pongan música clásica. ¿Te encuentras bien? —Harry niega con la cabeza.

—No. Fue un mal día, tuve una mala noche y no logré descansar bien. —Quiere golpear a Niall con más fuerza ahora.

—Lamento escuchar eso... Hay unos amigos nuevos esta noche. —Harry la mira con confusión.

—¿Amigos nuevos?

—Sí, a Niall se le olvidó avisarnos. —Intenta restarle importancia para no alarmar a Harry.

—No salimos con amigos nuevos.

—Lo sé, pero seremos amables sólo por esta noche, ¿puedes? Niall no lo hizo con mala intención.

—¿Por qué siempre que hacen algo malo dicen eso? —Cora le sonríe con cariño.

Le tiene mucho amor a Harry, lo considera su hermano menor desde que se conocieron en la secundaria, desde ese momento se ha encargado de protegerlo de cualquier persona o peligro inminente. No quiere causarle preocupaciones o crearle dudas sobre las citas y las relaciones a esta edad, no quiere que se sienta fracasado en el amor por no haber tenido su primera cita, por eso evita el tema por completo en su presencia. Él debe estar igual de confundido que ella sin saber cuáles son sus intereses, por esa razón lo entiende, no quiere poner presión sobre él, justo lo que está haciendo Niall en este momento tal vez sin darse cuenta.

—A veces las cosas salen mal pero no significa que hayan sido planificadas para que salgan de esa manera. No fue la intención que tuvo, él pensó que sería una buena idea invitar amigos nuevos a comer hoy par celebrar nuestra nueva etapa adulta.

—De acuerdo. Ha sido una terrible idea, pero me esforzaré. —Dice con voz neutral, hallando la mesa donde se encuentra su amigo.

—Gracias Harry. Voy a pedir que cambien la música. —Se aleja, dejándolo solo en medio del restaurante. Respira profundo y se arma de valor, caminando hasta la mesa donde visualiza a Niall junto con otras personas desconocidas.

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