Si, Aun la amo.

Soy muy joven para olvidarme de lo que un día fue, no puedes culparme amor, pero si, aun la amo. Aun recuerdo las cicatrices que sus manos dejaron en mi espalda. Aun recuerdo a su cabello interponiéndose en un beso; la recuerdo y con esas imágenes llega el amor que le tuve, y que le tengo, pero no pudo deshacerme de un sentimiento que me calo tan hondo, que aun duele si tratan de acercarse demasiado a las caricias que ella ha dejado incrustadas en mi carne.

Porque un amor tan fugaz, tan corto, tan eterno, tan vivido, tan hiriente; porque un amor tan maldito, tan lleno de plagios, de secretos, de aventuras, de historia; porque un amor tan lleno de espinas, tan cubierto de alcohol, tan ahogado en humo, un amor tan delicado, tan constante, no se olvida con un te quiero ajeno, no se olvida con el calor de otro cuerpo, no se olvida con un par de sonrisas y unos cuantos besos bajo la cintura. Un amor tan cruel e inocente, tan perverso y distante, tan intermitente y tan afilado que corta, que sangra, que quema, que flota y se pierde en el horizonte, que cura y mata; un amor así querida, no puede olvidarse ni con un par de cigarrillos, ni con unas cuantas tazas de café, ni con unas madrugadas intensas, tiernas o divertidas.

Si, aun la amo. Aun veo algunas fotos y me pregunto si esta bien, aun me miro en el espejo y observo aquellos lugares que acostumbraba a morder, aun veo mis manos y en ocasiones siento la suya entrelazándose con la mía, la escucho gritándome cuando dejo de cuidarme, cuando me trasnocho haciéndome el idiota, cuando me descuido, cuando no como, cuando no escribo. ¿Y eso que? Si el pasado es solo un recuerdo vivo que va matando el tiempo, va quemando el presente, se va convirtiendo en cosas que aprender, en experiencia. Y tu, tu perteneces al presente, no me culpes, agradece a ella, que estoy aquí contigo, que me enseño, que gracias a eso que ella me quito, hoy soy el hombre del que te estas enamorando.

Somos marionetas del tiempo, pero las emociones son marionetas de circunstancias, de hechos, de realidades que a veces solo existen en nuestra cabeza, en ocasiones, que solo existen si la compartimos, y tu mujer, esa realidad que compartes conmigo, es la única que existe en este universo tan grande, que podemos alimentar la vista con lo que deseamos, no con lo que fuimos.

Si, la amo, pero no la extraño. La recuerdo pero no la quiero conmigo. La tuve, pero es solo polvo en los labios del viento, y tu eres fuego dentro de este capitulo que escribimos hoy, y seguirá mañana, porque si aprendemos a querernos, y vale la pena el dolor, las lagrimas, los gritos y las tardes,  si vale la pena el presente, mañana cuando ya no estés, mañana cuando estés tan clavada en mi, y yo en ti, cuando haya olvidado lo que hoy recuerdo, tampoco dejare de amarte después de un par de películas, después de unas cuantas canciones, después de unos cuantos poemas.

D.S.N.