Sin ti estas ganas se quedan vacías.
Sin ti el resto me parece un paisaje demasiado triste.

Pero, oye, quiero decirte que te quiero. Todavía no sé por qué lo hago si sé que al final voy a terminar como siempre: mordiéndome la conciencia y buscando los primeros auxilios urgentemente para una herida más de esas que duran casi toda la vida. Pero es lo de menos.

Ahora quiero dedicarte mi tiempo, porque sé que lo que suceda después va a valer la pena. Hoy he amanecido con ganas de mirarlo todo por un lado bonito, por eso ahora pienso en ti. Sonríe, porque eres preciosa, y porque es lindo notar que el sol no es lo único que alumbra de día. Sonríe porque voy a estar contigo siempre, tomándote de la mano y demostrándole al mundo que todavía existe el amor romántico.

Hoy no estás aquí pero no me siento solo. Sé que estás leyendo esto y quiero decirte que te ves preciosa cuando lees. Que, estando en silencio, haces que el mundo se detenga, y cuando hablas el tráfico se silencia. Sí, es lo que causas sin darte cuenta. Pero, ¡eh!, sigue leyendo, que todavía tengo algo que decirte: ¿Puedes imaginar lo que pensé cuando te conocí? Que podría jurar que antes no había conocido a otras chicas.

Mira, tú haces que me pregunte dónde has estado toda mi vida, o por qué no te encontré antes. Y ya, ya sé que puedes pensar que es algo común, pero no contigo. No si eres tú la que aparece en mis sueños sin permiso y hace que todo sea más fácil de sobrellevar.

Tú me pareces una puerta de escape que dirige hacia todas las respuestas para las preguntas que tenía. Y mira, al final la ecuación a este problema ha resultado favorable: somos tú y yo, mirando al mundo como se mira a una vida que promete ser única. Ojalá estuvieras aquí para abrazarte. Ojalá algún día se reduzca esta distancia. Mientras tanto no olvides que te quiero y que eres la mejor decisión que he tomado en mi vida. 

(Escrito en una servilleta) 09 de Octubre 2014

A Fer.

D.S.N