Sentida.
Ink trata de encontrar con la vista al esquelto moreno. Estaba a punto de darse por vencido y pagarle el otro mes, hasta que al fin lo vio.
—Error, ruru, mi amor, mi gordo, guapo, mi negro, nene, pasiva, huesitos, mi rey. —le siguió llamando, pero parecía ignorarlo—. ¡¿Por qué no me contestas hijo de tu puta madre?!
Y le siguió ignorando el cabrón.
—¿Qué? ¿Estas así sólo porque te golpee con la chancla con clavos? ¡Ay, por favor! —le sacó el dedo de enmedio—. 'Tá madre, ya te pusiste en plan de “mirame y no me toques”.
—Cállate, pendejo.
—Ya, no seas sentida, mi amor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro