Bien, déjenme decirles que lo siguiente que leerán NO es mío. Fue escrito por un amigo (ejem, senpai), que quiere unirse al desmadre de la escritura, pero a lo pendejo ¿¿¿.

Esto pueden considerarse como un especial, extra, etc., o lo que ustedes quieran.

Yo NO lo escribí, solamente haré la narración, los diálogos fueron hechos por mi senpai, el cual, escribirá TODO. Supongo que las actualizaciones serán entre semana,  puesto que él lo hará los fines de semana.

Así que prácticamente le prestaré a mis lectores, pero ustedes son míos >:v míos de mí UwUr

¿Algo qué decir senpai?

Pablo: Soy un pendejo asi que ... No se que decir al respecto solo me llego como pensamiento de aburrimiento ,soy  compañero de ella.y. code morse
.____._._.___.._..._._____...____..__.._._...__.._._.___.....

¿Sólo?

Pablo:.code morse. .__._..

Pues, ya qué :'v

Repito, los diálogos NO son míos, sólo la narración.

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Aquél esqueleto dormía en un profundo sueño, bastante raro. Hacía muecas y gestos extraños, se movía en la cama varias veces.

¿Qué estará soñando aquel ser estúpido? ¡Veamos!

—Ahg... ¿Qué pasa? —preguntó el esqueleto, observando a sus alrededores.

Escuchó unas pisadas fuertes que se aproximaban hacía él y se puso alerta. Una especie de soldado era, con una expresión preocupada.

—¡Aquiles, despierta! Han capturado a la princesa. —vociferó.

—¿Que la vieja de quién qué?

—Los troyanos la han secuestrado y ensucian su nombre con que ella fue por su voluntad. —mencionó el gran hombre, con suma seriedad.

Ink lo miró confundido, o sea, ¿qué pedo?

—Ok, wey. ¿Pero a mí eso qué?

—Vamonos. —dijo firme, ignorando al albino.

El soldado iba a retirarse, hasta que el esqueleto se levantó (pues estaba tirado en el suelo) y gritó:

—¡No! No mames, déjame dam... —cuando se puso de pie, sintió algo diferente, observó su vestimenta, y era totalmente diferente a la que traía antes, pues ahora portaba una especie de túnica o bata blanca—. ¡¿Qué pedos con mi ropa?! ¿Desde cuándo duermo con una toalla?

El soldado siguió ignorando los extraños comentarios del menor. Lo miró fijamente.

—Vámonos, señor. —ordenó, y le hizo una seña al esqueleto para que lo siguiera.

Ink suspiró. —Ok, haber si así dejas de chingar la madre. —murmuró entre dientes. Él sólo quería dormir *inserte corazoncito roto*.

Para el albino fue un trayecto largo, aunque no era la gran cosa. Aún así no estaba acostumbrado a correr, salvo si Error le quitara sus pinceles y dibujos, ahí sí se emputaba bien gacho.

Ambos se adentraron a, según Ink, un tipo de castillo gigantesco. Estaba cubierto de oro completamente, sin exagerar. Aunque el pasivo y pendejo de Ink ni cuenta se dio hasta que lo observó bien.

—¡Asopotamdre desde cuando todo es de oro! —gritó asombrado el pintor.

Iba a preguntarle al soldado sobre por qué el castillo estaba cubierto de aquel elemento tan exótico y difícil de encontrar, pero se dio cuenta de que este ya no estaba. Suspiro decepcionado y cuando quería inspeccionar el sitio sintió como alguien le agarraba su húmero.

—Aquiles, debes ir a Troya a derrumbar su súper-muro y rescatar a mi hija.

—Ok, wey... —masculló, pensando el supuesto “Aquiles”. Hasta que se le alumbró el foco—. Solamente hay una explicación... ¡LOS GRINGOS!

Las demás personas lo miraron con rareza, otros le restaron importancia al comentario.

—Ehh... ¿Qué? —dijeron, extrañamente, al mismo tiempo.

—¡Sí! El Trump hizo el muro y secuestró a la hija del Peña y yo debo ir por ella. —estableció.

El emperador, sin comprender le dio unas armas que beto-a-saber dónde las sacó y se las dio al dizque Aquiles. Él las agarró.

—Bien, como tú le entiendas pero vas. —mandó el mayor.

—Sí.

Oh, pinche Ink pendejo, ¿en qué pendejada te has metido?

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Bueno, eso sería todo, cachorros <333

Si mi senpai no actualiza esta pendejada, échenle la culpa a él >:v

Bai, los amo ❀