Una vieja tienda de antigüedades de la ultima calle era uno de los pocos locales que quedaba en el lugar. Todavía era muy temprano y los locales aun no abrirían sino hasta dentro de una hora. El dueño de la vieja tienda aun yacía dormido en su habitación.

Un poco confundido, el señor Hiroshi apaga el ensordecedor sonido del despertador y se prepara para empezar el día. Sin embargo algo lo tiene aun sentado en la cama y con la mirada perdida, como cuando todavía no podes dilucidar si todavía estas en el mundo onírico o en el real.

Miriam siempre le había dicho que prestara atención a sus sueños, así lo hizo durante mucho tiempo, ahora todo simplemente se volvia negro o recordaba vestigios de una alguna pesadilla.

Esta vez era distinto. Tenia la frente sudado y sus manos temblaban. No era como el sueño de la fogata ni era una pesadilla, eran imágenes que juraba que podrían haber sido reales. Podia reconocer el auto de su hijo, y su esposa y su nieto. Nada que no haya visto antes, pero los movimientos eran demasiado exactos y coincidian con los destrozos del automóvil a la perfección.

Ya habían pasado casi tres años y nunca nadie supo decirle que había sucedido, su hijo había excedido el limite de velocidad y no había respetado los carriles ocasionando un choque en cadena que se llevo lamentablemente a muchos mas. Pero el siempre había sido buen conductor y respetuoso de la ley.

En su sueño una camioneta negra había sido participe del siniestro. y justamente venia pisandole los talones al auto de su hijo. Su familia tenia una ventaja, tenían algunos trucos bajo la manga que otras personas no. Takeshi se había ganado el odio de unos cuantos por haber defendido siempre la verdad con sus trucos, pero nunca se metió a tal punto de que alguien quisiera asesinarlo. ¿O si?

No quería volver a tocar el tema, pero tendría que volver a hablar con Miriam.

Se levanto de su cama, aun temblando, y se dirige hacia su cocina. Pasa primero por el cuarto de Shion y abre despacio la puerta. Eran las siete de la mañana y el estaba con sus auriculares frente al computador, probablemente no había dormido y se acostaría cerca del mediodía.

Simplemente no podía retarlo. El pequeño niño entusiasmado por aprender trucos de magia había muerto aquel día. Dejo de lado sus viejos libros, y ahora solo se dedicaba a estar frente a su computadora y a sus videojuegos toda la noche. Hiroshi todavía tenia la esperanza de que algún dia volvería a tener interés en las viejas tradiciones de su familia. Ahora no tenia ningún heredero a quien enseñar, y su hija había escogido estudiar medicina como cualquier otro humano normal.

Pero eso no es lo que mas le preocupaba a Hiroshi, el chico solo salia de su cuarto solo para ir a veces a la escuela, y muchas veces decia cosas realmente extrañas. Varias veces lo encontró hablando solo o fijando la mirada bastante tiempo en puntos muertos, y sin razon aparente tampoco quiso volver a usar sus lentes.

Hiroshi se prepara una tostada mientras espera que se haga el café. Estaba realmente preocupado por su nieto. Todo esto había sido tan extraño. Nuevamente recuerda el sueño de esta mañana. Por un lado quería ir a preguntarle a Miriam que significaba, pero tenia miedo. Y no conocía a ningún testigo que pudiera decirle lo que había pasado realmente ese día.

Mientras muerde su tostada, de repente recuerda a LucaGaribaldi.