• Felices para siempre •

-Es hora de regresar. - anuncié.

-¡Ay, mamá... !

-¡Pero mamá... !

Con una simple mirada hice que esos dos cerraran la boca, Jace y Casper comienzan a reír a carcajadas pero los dos pequeños fulminan a su hermano mayor.

-¡Tu cállate, Casper!

-Oblígame, enana.

La pequeña Raisa intenta agarrar a su hermano por la cabeza pero este solo tuvo que levantarse y no consiguió alcanzarlo, se molestó con él pero yo le di un leve empujón para que comenzara a caminar. Ella se queja pero me hace caso, los cinco regresamos rápidamente a la manada, la cual había sido terminada hace ya un par de años. Todos nos saludaron e hicieron reverencias cuando nos vieron llegar, pero Raisa se quedó escuchando los relatos de un lobo que contaba una historia a unos cachorros.

-Esta loba tan poderosa tuvo que pasar por diferentes pruebas... se enfrentó a un oso por salvar a un cachorro así como tú o como yo en ese entonces... Cuando nadie veía, también fue atacada por un puma y aún así pudo vencerlo y salir victoriosa... El tiempo pasó y fue enviada a pelear ella sola contra una manada entera, ¿y qué creen que sucedió?

-No pudo haber sobrevivido a eso... ¿una manada contra una sola loba?

-¡Es imposible!

Jace y yo nos miramos sonriendo ligeramente, vimos a Raisa y Kai frente a nosotros moviendo la cola emocionados por escuchar el resto de la historia.

-¿En serio creen que no pudo salvarse? ¿Ni con inteligencia?

-¡No-o!

-Hm... pues están equivocados. Esa loba es más fuerte e inteligente de lo que creen, enterró a la manada en una cueva inestable y así es como cumplió su promesa de regresar con su amado Alpha... y ser felices para siempre...

-¡Que cliché!

-¿Eh?

-Siempre gana el amor, ¿por qué no dicen que simplemente esa loba no pudo contra esa manada? Es una historia común y corriente - miramos a Raisa sorprendidos.

-Porque no es solo una historia... esa loba realmente existió. - el lobo sonríe con ironía.

-¿Cómo lo sabes? Tal vez estés mintiendo.

Me reí y bajé la cabeza hasta Raisa.

-Él fue el cachorro que esa loba salvó del oso, cariño.

Todos miran inmediatamente a ese lobo quien sonríe con algo de nervios pero me mira y su sonrisa se vuelve emocionada y sincera, sabía que aún me agradecía por ese momento.

-¡No puede ser! ¡Dinos más! ¡¿Qué le pasó a esa loba?! ¡¿Y el Alpha?!

-Bueno... si, am... tengo que irme. Nos vemos.

-¡Oye, espera!

Todos los cachorros comienzan a perseguirlos, yo pisé a tiempo la cola lobuna de Raisa cuando intentó ir con él de nuevo.

-¡Mamá!

-Vamos a casa.

Ella gruñe frustrada pero no me ignora y camina hacia el frente.

-Podrías ser un poquito más como la increíble loba de esa historia... - murmura casi inaudible, suspiré y negué riendo un poco.

-Estoy segura que esa loba me apoyaría.

-Sí, claro.

-Raisa, deja de molestar a mamá. - Casper la regaña y ella baja la cabeza y ya no dice nada.

-Mamá... ¿De verdad existió una loba tan fuerte como ella? - me pregunta Kai.

Yo miré a Casper, quien sabía la verdad, y luego a Jace, ambos sonríen y yo me encogí de hombros.

-Tal vez.

Los cinco seguimos caminando hasta llegar a casa donde nos regresamos a nuestra forma humana, los niños se apresuraron a ir a ver la televisión en la sala. Los veía desde la entrada a esta hasta que Jace me abraza por detrás y besa su marca.

-¿"Tal vez"? ¿Por qué no les dices la verdad? Que su madre fue esa increíble loba capaz de vencer a una manada entera para regresar junto a su amado Alpha.

-¿Para qué hacerlo? Ellos lo sabrán en su momento, ahora ni siquiera me creerían.

-Puede ser... Raisa es muy poco romántica.

-No tengo idea de dónde lo sacó.

Me di vuelta y lo abracé enredando mis brazos en su cuello para seguido darle un beso sobre sus labios, jamás me cansaría de esto y menos si era con Jace. Miré a los niños y sonreí ampliamente al verlos, pero después me giré hacia Jace.

-Oye... Casper cuida a los niños... ¿Te gustaría acompañarme a un lugar?

-¿A dónde?

-Ya lo sabrás.

Agarré sus manos y salimos de la casa, saludamos a los demás mientras pasábamos pero salimos de los territorios de la manada y yo lo guié por el bosque. Desde que somos libres nos interesamos más en los planes que teníamos para la manada y los niños, no tuvimos tiempo de explorar ciertas zonas del planeta. Así que por eso traía a Jace a este lugar.

-¿Ayla, qué... ?

-Sopresa.

Nos volvemos humanos y pude ver claramente la expresión de sorpresa en Jace.

-Preparé esto con ayuda, quería mostrártelo ya que hasta el momento no habías venido aquí.

-Es... increíble...

-Ven.

Lo estiré y él metió los pies en la fría arena. Hacia fresco por el atardecer real que podíamos presenciar, el sonido del agua yendo y viniendo por la orilla y las gaviotas... era algo que había extrañado y sorprendía a Jace. Nos acercamos a la manta que había puesto en la arena con unas sillas reclinables a un lado y una canas con comida en una mesa.

-Podemos comer después, vamos al agua.

Me quité la ropa sin pudor ya que tenía un traje de baño por debajo, Jace se me queda mirando un momento pero yo sonreí y me acerqué al agua. Segundos después aparece Jace, agarré su mano y lo llevé hasta adentrarnos en el agua y nos hice caer de espalda en este. Él y yo subimos a la superficie y su expresión extraña me hizo reír.

-Es muy salada...

-Lo sé.

Le salpiqué más de esta, él sonríe y hace lo mismo, me sumergí y comencé a nadar con él persiguiéndome hasta que consiguió atraparme y ambos volvimos a salir a la superficie, me aferré a él y apegamos nuestros cuerpos.

-Esto es increíble... ¿Cómo lo recosraste?

-¿Creíste que lo olvidaría? Jamás podré borrar esa expresión de fascinación que vi en tu rostro cuando te conté sobre el océano.

-Te das cuenta de todos los detalles.

-Sí... Feliz cumpleaños, Jace.

-¿Qué... ?

-Cassia me lo había dicho. Quería que cuando tú lo supieras fuera en un momento maravilloso para que lo recordaras... ¿Qué mejor momento que este?

Su sonrisa se amplía y besa mis labios inmediatamente, correspondí al instante. Nos separamos solo para volver a la orilla y nos acercamos a la manta sobre la arena, Jace vuelve a besarme y entonces nos tumbamos en esta. El beso se intensifica y ambos pasamos la noche juntos, no queríamos separarnos y no lo hicimos hasta la mañana siguiente.

Se podría decir que este es nuestro "Felices para siempre".

Fin