• Luz de Luna •

El Alpha no dice nada, mira mi herida y la vuelve a cubrir.

-¿Ya tienes un nombre?

Su pregunta me toma desprevenida, pero no me impidió responder aunque sea con la cabeza, la moví de un lado al otro, negando a su pregunta.

-Ya veo... - me suelta y fue como sentir que algo en mi quedaba vacío, él se aleja pero yo me levanté.

-¿Cuál es el tuyo?

Se detiene dándome la espalda, yo cerré la boca por un segundo arrepintiéndome de haber hablado, pero al mismo tiempo... no lo hacía.

-¿Cuál es su nombre... ? - aclaré mi pregunta. Voltea para verme en silencio por un tiempo.

-Jace.

Él vuelve a darme la espalda y se alejó hasta la puerta, la abrió y pude escuchar cuando llamó a alguien que se acercó rápidamente. Supe que se trataba de una sirvienta cuando él le pidió que trajera comida, cerró la puerta y regresó hasta donde me encontraba.

-Tengo entendido que no has comido... Enseguida traerán algo, come lo que necesites.

Asentí un par de veces, él agarra la silla de su escritorio y la desliza hasta estar frente a mi para sentarse en ella; tragué con dificultad de nuevo al verlo en aquella pose.

-Vienes de afuera de este lugar, ¿no es así?

-Sí, sí así es...

Vi un destello de curiosidad pasar fugazmente por sus ojos, aunque su expresión seguía siendo la misma. Suspira y se reacomoda en su lugar.

-Háblame de que hay allá afuera.

-Bueno... ¿Qué quiere saber?

-Todo, quiero oírlo todo... - me quedé en silencio sin saber por dónde empezar, él se inclina hacia el frente apoyando sus codos en sus rodillas y juntando las manos -Escuché que afuera hay un lago enorme de agua salada, dijeron que era muy profundo e infinito...

-Pues... sí, se llama océano.

-¿Océano?

-Sí.

No me sorprende que no sepa lo que es, después de todo... Cassia dijo que nació aquí, nació en cautiverio sin poder conocer nada más que este lugar artificial y limitado.

-También hay selvas de todo tipo, con diferentes criaturas, superficies... hay civilizaciones muy avanzadas como también muy nativas.

-¿Ah sí? - parecía sorprendido y aún más curioso.

Su entusiasmo me hizo sonreír, a pesar de su apariencia dominante y autoritaria... era tierno, era como contarle a un niño sobre las maravillas del planeta.

-Sí, hay diferentes especies de todo, hasta de humanos. Existen algunos de color o muy oscuro, o muy blancos. También hay otros que tienen los ojos rasgados, así.

Estiré las esquinas de mis ojos para imitarlos y me pareció ver una sonrisa en él. Pero en ese momento tocan a la puerta y su sonrisa desaparece, él se levanta y va a abrir, vi que la comida había llegado. La mujer que traía el carrito la deja junto a nosotros antes de irse nuevamente, Jace vuelve a sentarse.

-Sigue contando... por favor.

Amplié mi sonrisa y asentí; agarré un poco de comida, porque sí tenía hambre, y le conté todo lo que podía. Desde especies de animales que no hay aquí, hasta que esta de moda de todo tipo de cosas allá afuera. Notaba su creciente interés, me escuchaba con tanta atención y yo hablaba con tanta emoción que me olvidé donde estaba y con quien. Solo... le hablaba a un amigo...

No me di cuenta del transcurso del tiempo cuando la luz de luna alumbró completamente su rostro, ya que yo estaba de espaldas a la ventana. Él me mira y yo a él, sonreí amando la forma en que sus ojos se volvieron más brillantes y azules gracias a la luz de luna.

-Ayla...

-¿Qué? - pregunté confundida.

-Significa "Luz de Luna". - se levanta y me tiende la mano; yo, confundida, lo sostuve y me hizo levantarme, quedando frente a frente -Desde ahora tu nombre será Ayla.

-Aíla... - traté de repetir pero él sonríe, tomándome desprevenida y otra vez al momento en que sujeta mi barbilla.

-A-yla.

-Ayla.

Asiente una vez. Yo amplié mi sonrisa a más no poder y repetí el nombre una y otra vez en mi mente.

-Ayla... me gusta.

-Pues desde ahora ese será tu nombre.

Asentí lentamente, él me suelta y mira hacia la ventana tras de mi, suspira y se aleja.

-Es tarde, será mejor que vayas a dormir.

-Pero... ¿A dónde iré? No tengo nada estando aquí... - mencioné haciendo una expresión de lástima.

-Es por eso que pediré que te preparen una habitación. ¿Estás de acuerdo?

-Si es usted quien me ayuda ¿cómo no estar de acuerdo?

Él vuelve a ocultar una leve sonrisa al escucharme, traga bastante y se aleja hasta la puerta otra vez. Sonreí ampliamente y me senté en la cama de nuevo, bostecé y me acosté en el borde. No tenía planeado dormirme, quería pasar más tiempo despierta junto a Jace, quería... verlo... Mi cuerpo se eriza al sentir el paso de su tacto sobre mi brazo, entreabrí los ojos notando el azul de los suyos. No pude evitarlo, sonreí adormilada y aponé mi mano en la suya a lado de mi cabeza.

-Jace...

Cerré los ojos de nuevo queriendo dormir pero entonces sentí su respiración cerca de mi rostro, haciéndome cosquillas.

-Ayla...

Es lo último que lo escucho decir, pero pude sentir como me sujetaba y me cargaba hasta acomodarme mejor en la cama; me cubre con las mantas y se acomoda a mi lado. Finalmente no soy capaz de percibir nada.