
Capítulo 12
• Primera prueba •
Las pisadas fuertes me ayudaban a saber que tan cerca estaba mi final, era como esperar a que la parca se acercara con la guadaña para llevarse mi vida. Eran solo segundos pero se sintió una eternidad, estuvo tan cerca pero al tener su sombra cubriéndome fue como sentir el tiempo detenerse y únicamente escuchar la voz de aquel lobo.
-¡Ayla!
¿Qué estaba haciendo? No puedo permitirme morir, no, si muero no podré verlo nunca más. Salté esquivando al oso el cual volvió a golpearse contra la pared, lo miré pero escuché un sonido que llamó mi atención, las rocas, estaban a nada de colapsar.
-¡Huh!
Me llevé otro golpe, me estampé contra la pared y volví a chillar. El oso corre hasta mi y usando todas mis fuerzas me impulsé, salté sobre él y lo usé para llegar hasta las rocas, solo tenía una oportunidad... no debía fallar. Usé mi cuerpo entero para golpear una roca que sujetaba el resto, me quejé del dolor por el impacto y cuando caí de nuevo al suelo ya no pude levantarme.
El oso va hacia mi pero finalmente las rocas caen sobre este cubriéndolo por completo y terminando con esto. El polvo se levantó creando una nueva pantalla reemplazando a la de niebla.
Se hizo el silencio, permanecí allí por mucho tiempo... o al menos eso creí, porque cuando reaccioné fue porque escuché las pisadas apresuradas de los lobos.
-¡Ayla! ¡Responde, Ayla!
-Jace...
Él se detiene de golpe, la pantalla de polvo comenzó a bajar y ambos pudimos encontrarnos. Me levanté chillando y él corre hasta mí, apenas me puse en pie me mareé y caí de nuevo, pero él fue rápido y consiguió sostener mi cabeza con la suya, me ayudó a sostenerme y se aferró a mí.
-Está bien... lo hiciste bien, Ayla. Me sorprendiste.
-Jace... me duele todo...
Sonreí ligeramente al igual que él, frotó su cabeza contra la mía y suspiró profundo.
-Lo puedo imaginar... pero iremos a casa y te sentirás mejor.
-Apenas puedo moverme...
-Igual no tendrás que hacerlo, ¿creíste que te dejaría caminar por ti sola?
-¿Huh?
Escuché el sonido de unas ruedas y cuando nos giramos, vimos a algunos cuantos lobos más, dos de ellos tiraban de una carretilla. Cassia estaba con ellos y me sonrió.
-Supusimos que pasaría algo así, por lo que recomendé traerla.
Le dediqué una pequeña sonrisa cansada, Jace se levanta y me animó a hacer lo mismo pero volví a marearme, mi vista se oscureció por un instante y Jace me tuvo que ayudar. No pude mantener mi forma lobuna por más tiempo, Jace también se vuelve humano y me cargó sin problemas. Me colocaron en la carretilla y Cassia se ocupó de mí en lo que íbamos de regreso al pueblo.
Escuché a todos caminando y ayudándose; me dió curiosidad ver el estado de la manada así que me senté, con ayuda de Cassia, y miré a todos lados. Los demás se detuvieron de lo que hacían para voltear a verme; algunos, al ver mi estado, demostraron su preocupación. No pareciera que estuvieran fingiendo...
-¿Qué les pasa? - murmuré confundida por aquella preocupación repentina por mi.
-Todos escucharon lo que hiciste por ese cachorro, algunos ya están convencidos de que eres buena persona.
Miré a Cassia, no me di cuenta de que me había escuchado pero bueno, no importaba. Asentí en su dirección y volví la mirada a los demás; así como habían algunos preocupados, otros seguían en duda y unos pocos aún no estaban convencidos conmigo. Suspiré y volví a acostarme, solté quejidos de dolor que llamaron la atención de Jace pero resoplé calmada cuando me terminé de acomodar. Gracias a los cuidados de Cassia, mis heridas estaban bien tratadas así que no moriría y pronto estaría mejor.
Abrí los ojos de par en par cuando escuchamos una puerta abierta, motores y gritos de órdenes. Gruñí frustrada mientras que los lobos gruñían en defensa, Jace se preparó para defendernos pero contra los sedantes no podía hacer mucho.
-No otra vez... - murmuré entre quejidos.
Cassia, que seguía a mi lado, me sonríe y no hace nada para cuando los humanos se me acercaron y me volvieron a sujetar para llevarme, me quejé del dolor por la brusquedad con la que me sujetaron, escuché el grito de mandato del líder diciendo que tuvieran más cuidado, así lo hicieron. Me sedaron al instante y nuevamente solo pude ver a los demás como último antes de volver a sumergirme en una negra oscuridad, pero aún podía escuchar.
-Primera prueba: exitosa.
-Aunque por poco... Aún no está a su nivel. No creo que sea buena idea hacer la siguiente prueba nada más termine su recuperación.
-Pero tenemos que terminar las pruebas antes de la primavera, no hay opción; si es la correcta, podrá hacerlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro