Retazos de lo ocurrido
*Melodía de piano*
Hace siete días que tengo mi alma y mi corazón en pena
Que las noches no son mas que sueños que se repiten.
Siete días de arrepentimientos, siete días temiendo que te vayas...
Es contigo con quien mi existencia ha encontrado razón de ser,
Que las viejas heridas se han curado.
¡Oh! Me gustaría tanto estar cerca de ti,
Olvidarme de mi secreto, amarte como nunca
*Melodía de piano*
Juliette paró de tocar para chequear la partitura.
_Jamás imaginé que sabías esa canción, nunca te había oido cantar - La voz de su hermano sonó a sus espaldas y ella se giró en su dirección.
_No sé cantar y en realidad me pidieron que me la aprenda, la quieren grabar para tu próximo disco y como soy mejor que tú en el piano, seré yo quien la grabe - Fanfarroneó con una sonrisa la joven.
_Eso es cierto, pero eres una tramposa, tu vives con mamá, ella te enseñó mejor - Contestó entre risas el chico.
Henri se sentó al lado de Juliette frente al piano.
_De todas formas, lo que mas me impresiona es que hayas podido componer una canción para piano tu solo - Le sonrió socarrona.
_Estaba viviendo una situación complicada... - Henri hizo sonar unas teclas - Si te sirve de algo, la compuse para piano por mamá y por ti, tómalo como una especie de redención...
_¿Redención? ¿De que? - Juliette lo miró confundida.
_El tiempo te terminó dando la razón en varias cosas, así que por aquel tiempo recordé mucho de ti y decidí componer en piano...
_¿Eso quiere decir que te arrepientes de todas aquellas decisiones? - Lo observó esperanzada.
Henri negó con la cabeza.
_Claro que no, no me arrepiento de nada, solo supe que era tiempo de soltar esa barrera que puse con el mundo - Explicó.
Juliette se levantó de su lugar con el ceño fruncido.
_Entonces no sé en que me diste la razón, Henri - La castaña tomó las partituras - Aún no lo entiendes o tal vez no lo sientes - Sentenció a la par que se alejaba rumbo a las escaleras.
Él la siguió con la mirada hasta que desapareció en la segunda planta.
_Ah... Y yo que pensé que por fin habrían avances entre ustedes dos - Antoine salió de la cocina - Cuando los vi sentados juntos me emocioné - Sonrió melancólico.
_¿Nos estabas espiando? - Henri lo miró mal.
_¡Por favor hijo! Permíteme ese gusto ¿Qué mayor felicidad podrían darme ustedes dos que no sea su reconciliación? - Antoine se acercó a su hijo - Juliette te adoraba, Henri.
_Lo sé, yo... Yo intento mejorar mi relación con ella pero... Pero no sé que es lo que ella pretende de mi - El rubio miró a su padre con preocupación.
_Juliette es una mujer complicada, tiene un carácter fuerte y es difícil saber en que piensa. Debo reconocer que admiro su forma de ser pero lamento que te cueste saber tratarla - Puso su mano sobre el hombro de Henri - Si tu ya la has perdonado es porque su daño fue menor y comprensible, tu mismo acabas de decirle que tenía razón en varias cosas. Pero en cuanto a Juli, ¿Qué tal si su discusión no haya sido todo lo que la ha herido?
_¿Que quieres decir? - Preguntó Henri dubitativo.
_Como ya te dije, ella es mas compleja de lo que crees, es difícil saber en que piensa - Explicó - Conociendo a tu hermana, estoy seguro de que hay mucho mas que un simple intercambio de gritos, recuerda que para cada disgusto hay una razón.
Su conversación con Henri la había dejado de muy mal humor. "¿Como se atrevió a meter el dedo en la yaga así porque si?" se preguntó a la par que daba vueltas por su habitación, como un fiera enjaulada.
Su celular sonó y no dudó en atender, tenía que distraer su ira.
_¡¿Si?! - Exclamó.
_¡Vaya! Alguien está de muy mal genio, creo que fui muy inoportuno - Respondió entre risas el chico al otro lado de la línea.
_ ¿Alex? Lo siento, estoy algo alterada... - Relajó su tono.
_¿Pasó algo?
_Henri, eso pasó - Bufó la joven.
_¿Que te hizo ese idiota? Se que es tu hermano pero te juro que... - La risa de la chica lo interrumpió.
_Tranquilo, no ocurrió nada malo, es solo que... Ya sabes que él y yo no podemos evitar llevarnos así... - Sonrió melancólica.
_Creí que te había dicho algo por lo del viernes o que sé yo - Explicó más calmado.
_¡Claro que no! No sospecha que me emborraché, ni mucho menos que amanecí en tu cama - Comentó provocadora.
_Lo haces sonar todo muy sugerente - Juliette no lo veía pero sabía que estaba sonriendo de lado, lo podía imaginar a la perfección.
_Esa era la idea - Se carcajeó.
_Y... ¿No recuerdas nada aún? - Se percibía algo de nerviosismo en la voz de Alex.
_No, aún nada ¿No puedes darme una pista? - Preguntó suplicante ella.
_Claro que no, será tu castigo por emborracharte - Rio el joven.
_Seré mas cuidadosa la próxima vez - Anunció la castaña - De todas formas, si lo olvidé es porque no habrá sido muy relevante.
_¿Q-que? - Alex comenzó a toser muy fuerte, como sí se hubiera ahogado.
_¿Estás bien? - Preguntó con preocupación ella.
_S-si, si... ¿Cómo decías? - Él se repuso lo mas rápido que pudo.
_Seguramente hice el ridículo, dije cosas inentendibles y todo eso, quizá mi subconsciente lo quiere bloquear de mi memoria - Guardó silencio unos segundos antes de volver a hablar - Pero... Me alegra que me hayas encontrado, no sé cómo me desmayé pero recuerdo un sentimiento de seguridad, probablemente porque tu estabas ahí... Gracias.
_Y-yo... Y-yo no hice gran cosa ¿Sabes? Solo estaba por ahí y bueno... Eso...
_De todas formas, gracias por cuidar de mi... - Sonrió enternecida.
_Lo haré todas las veces que haga falta... - Dijo casi en un susurro.
La joven estaba a punto de responder cuando una voz sonó de fondo al otro lado.
_¡Voy! - Exclamó Alex - ¿Juli? Me llaman, supongo que para cenar.
_Está bien, buenas noches.
_Igual para ti, hasta mañana - Colgó.
Juliette dejó el celular en su mesa de noche y se desplomó sobre la cama.
Sonreía como una tonta y su corazón iba muy de prisa. Alex era tan atento con ella, siempre supo que detrás de esa actitud seductora se escondía una gran persona pero no sabía hasta que punto. Era una combinación perfecta: despreocupado, divertido, algo rebelde y con un carácter intenso pero por otro lado era dulce, sensible y muy caballeroso. Sabía perfectamente que no todos los chicos se hubieran comportado como lo hizo Alex hace dos noches, haber llevado a una chica inconsciente a su casa, acogerla en su propia habitación, en su propia cama y de la manera mas desinteresada, cuidar de ella a la mañana siguiente con todas las atenciones posibles, sin segundas intenciones era una responsabilidad que muy pocos se atreverían a asumir. Sabía que eran amigos, que lo hizo por aprecio pero también sabía que habían otras alternativas.
¿A quien quería engañar? A Juliette le gustaría creer que Alex hizo todo eso por preocupación, porque la quería, que se encargó de ella por interés propio. Pero no se quería engañar, mucho menos ilusionar. Estaba enamorada de Alex, no tenía duda alguna, se atrevería a decir que incluso fue amor a primera vista, desde el primer momento lo supo mas no lo quiso admitir. Él tenía antecedentes de casanova, de un seductor que iba tras de cualquier falda y no quería involucrarse por miedo a salir herida, ser una mas del montón, quedar como una auténtica tonta. Pero Alex jamás intentó nada real con ella, si, es verdad, hacían bromas sugerentes y subidas de tono pero se notaba a la legua que eran solo eso, bromas, producto de la confianza que habían forjado, sin embargo nada enserio. Juliette era una simple amiga para él y eso le era realmente insoportable, mas aún si pones a otras chicas a su alrededor, peor Naomie creyéndose una belleza en frente de él, haciéndole ver que a ella si la mira con otros ojos. "Pero que estúpida es, si supiera que dormí en su cama y usé su ropa, se le borra esa sonrisa fastidiosa. Como si no me diera cuenta que se le arrima sólo para hacerme enfadar, todo el mundo sabe que lo rechazó" Pensó enrabiada.
Juliette cerró los ojos y respiró hondo para tranquilizarse.
"¡Idiota! Eres mil veces mas bonita que Naomie" la voz de Alex retumbó en su cabeza y la joven se sentó en su cama alterada.
_¿Que fue eso? - Se preguntó en voz alta confusa.
La mañana siguiente no fue la gran cosa. Juliette no le dirigió la palabra a su hermano y se marchó al instituto un poco mas temprano que de costumbre, con algo de suerte buscaría un lugar tranquilo para repasar la partitura de "Siete Días" y así ganar algo de tiempo.
_Si, estoy aquí, Seb... - Alex caminaba por los pasillos algo vacíos del instituto a la par que hablaba por celular con su mejor amigo - ¿Eres consiente que nos hacen venir a ésta hora sólo por una maldita... - Bostezó - ... Charla de equipo?... Si ... ¡Que si! No tardo.
El chico colgó para apurar el paso. Estaba realmente molesto, era muy temprano como para andar por el instituto a estas horas.
Cruzó rápidamente el patio principal para llegar al área del gimnasio, no pretendía perder el tiempo.
_¡Hey! ¿Qué haces aquí tan pronto? - Una voz que reconoció enseguida lo sobresaltó y se volteó para mirarla.
_¿Y tu? - Alex le sonrió socarrón. Juliette estaba sentada en el suelo con una carpeta de papeles en las manos.
_Estudio - Contestó a la par que se levantaba.
_¿Aquí? - El joven no quitaba su sonrisa burlona.
_Si, es el único lugar en el cual no hay tanto escándalo ¿Puedes creer que la biblioteca está llena? ¿A ésta hora? - Comentó - Ahora tu, no tienes pinta de madrugador - Se le acercó provocadora y le apuntó con un dedo en el pecho.
Alex estaba dispuesto a explicar cuando una alguien lo interrumpió.
_¡Pero mira que tenemos aquí! - Una voz aguda resonó en el pasillo a espaldas de él y la mirada fría de Juliette le confirmaba quien era.
_Hola Naomie - Le dijo mientras se volteaba hacia ella.
_No sabía que eras tan madrugador - Comentó con voz seductora. Fingía ignorar a Juliette pero tampoco podía evitar lanzarle una que otra mirada.
_Yo tampoco lo sabía de ti - Le respondió él.
_Llegué una hora antes para estudiar ¿Sabes? Algunas costumbres nunca cambian - Le sonrió.
_Olvidé por completo que eres todo una nerd - Bromeó Alex.
_Si, y ¿Sabes? Oí que no te está yendo muy bien en inglés, si necesitas ayuda estoy a tu disposición - La joven dijo toda esa frase mirando a Juliette y no a él.
Para ser sinceros, a Alex no le caía para nada mal Naomie. Era una chica bonita e inteligente que en el pasado fue muy tímida y algo simple con su apariencia, por ende tiende a ser muy empática y amigable con los demás. Pero por alguna razón tenía la tendencia a pavonearse delante de él cuando Juliette estaba presente y era algo realmente fastidioso ya que esto ponía de muy mal humor a ésta última.
¿Por qué lo hacía? Alex no lo sabía a ciencia cierta pero seguramente todo era con el objetivo de hacerla sentir menos, lo cual era una señal de que Juliette la intimidaba. Como conclusión, Naomie en el fondo sigue siendo una chica insegura.
_Gracias Naomie - Alex le siguió la corriente, no había necesidad de alargar esto mucho mas.
"La odio, la odio ¡La odio!" Gritó internamente Juliette mientras miraba como la chica seguía su camino hacia la biblioteca.
_¿Juliette? - Alex la distrajo de sus pensamientos.
_¡¿Que?! - Exclamó si querer.
_¡Wow! Relájate - El chico levantó las manos como si lo apuntaran con un arma.
_Perdón - Agachó la cabeza avergonzada - Pero es que esa... esa...
_Si, lo sé, no la soportas - Completó la frase por ella.
_¡Y te quedas corto! - Exclamó - No lo entiendo, ya te rechazó ¿Por que te coquetea?
_No lo hace por mi, lo hace para enfadarte a ti... - Alex revoleó los ojos fastidiado.
_¿Por que usándote a ti? - Preguntó iracunda.
_No lo sé... Debe creer que tenemos algo - La conversación que volvía cada vez mas incómoda.
Juliette se quedó en silencio, recordó esa frase que atormentaba su cabeza desde ayer por la noche. "¡Idiota! Eres mil veces mas bonita que Naomie".
_Bueno, me tengo que ir, los chicos me van a matar - Alex se giró para ir rumbo a la cancha de básquet.
Era ahora o nunca, tenía que saber si en realidad había dicho eso o eran delirios suyos.
_Alex... - El chico se detuvo y volteó a verla - Sigo siendo mil veces mas bonita que ella ¿No?
Los ojos de Alex se abrieron de par en par. Pero la reacción cambió de la sorpresa a la ira rápidamente y cuando quiso acordar, Juliette ya estaba aprisionada contra la pared, con los brazos del chico a cada lado de su cabeza.
_¡¿A que estás jugado, Juliette?! - Le preguntó colérico pero ella no respondió, no se esperaba esa reacción - ¡¿Contesta?!
_Y-yo... Y-yo, no lo sé... - Respondió nerviosa.
_¿Desde cuando recuerdas? O peor aún, nunca lo olvidaste ¿Cierto? - La voz del chico era fría.
_Yo... No, Alex. Solo recuerdo haberte oído decir eso... Solo quería saber si no eran delirios míos... Ya no sé que hacer y quiero recordar lo que pasó, es algo importante, se que por eso insistes en que lo recuerde.
_¿Quieres saber lo que pasó? - La voz de Alex estaba irreconocible, casi daba miedo.
_Si, eso quiero - Juliette le sostuvo la mirada.
_Muy bien - Sin hacerse esperar mas, el joven chocó sus labios contra los de ella. La besaba con furia y frustración, pero se notaba algo mas, una sensación hambrienta y desesperada, como sí hubiera extrañado besarla. En ese momento lo supo, aún no recordaba nada pero se lo imaginaba a la perfección.
Juliette pasó sus manos por el torso de Alex hasta llegar a sus hombros y rodear su cuello para luego acariciar su cabello. Sentía aquello tan familiar, esa sensación debajo de sus manos y en su boca, ahora la entendía, eran retazos de lo ocurrido aquella noche.
Alex se alejó unos milímetros para ver los ojos de la chica, se que abrían lentamente al no sentir sus labios. Pero él no se hizo de rogar, volvió a besarla, ésta vez suave, mas lento, mas romántico. Apartó sus manos de la pared y rodeó delicadamente su cintura, la alzó unos pocos centímetros del suelo para liberarse de esa postura encorvada y ella se aferró aún mas con sus brazos a él, sin interrumpir el beso.
Luego de unos largos segundos, los chicos se apartaron unos milímetros el uno del otro, sin embargo, Alex aún no la dejaba en el suelo.
_¿No te vas a desmayar en mis brazos otra vez? - Le preguntó con semblante burlón. Juliette de nuevo observó esa mirada que hace algunos días no podía descifrar pero ahora entendía a la perfección, era amor y estaba segura que ella lo estaba mirado igual.
La chica negó con la cabeza a su pregunta, mientras le acariciaba una mejilla al joven con una mano.
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