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El fallo en la discreción

Henri entró por una de las puertas traseras del auto y Juliette tomó su lugar en el asiento del piloto. 

_¡Vamos! Ponlo en marcha, nos tenemos que ir - El rubio le ordenó a su hermana, exaltado a la par que abría su bolso de deportes.

La joven no se hizo esperar y puso el auto rumbo a la calle.

_¿A que dirección voy? - Preguntó nerviosa, con la vista al frente.

_Al teatro... - Respondió Henri.

La castaña rodó los ojos y lo miró por el espejo retrovisor. 

_¿Cual de todos?... ¿Te... Te estas maquillando? - Lo miró extrañada mientras observaba como se deliñaba los ojos.

El rubio cruzó su mirada con la de su hermana por medio del espejo y se sonrojó. 

_¡Concéntrate en el transito! - Le gritó avergonzado - Y conduce hacía el centro, es el teatro que está a la vuelta del centro comercial. 

_¡Bueno! ¡Está bien! - La chica ahogó una risa. 

El viaje no duró demasiado dado la velocidad a la que iban.

_No pares en el estacionamiento del teatro - Avisó el joven.

_¿Entonces donde? - Preguntó exasperada la castaña. 

_Hay unas oficinas un poco mas adelante, estaciona ahí. 

Juliette hizo caso y por fin paró el vehículo. Soltó un sonoro suspiro antes de voltearse a mirar a su hermano, lo cual no esperaba ser tan gracioso.

_Henri, pareces un mapache - Exclamó entre risas. 

_¡Déja de burlarte! Sabes como tiene que lucir Jay - Rodó los ojos.

_Emm... Si, pero realmente pareces un mapache... Creo que esos giros que di mientras te arreglabas no te favorecieron - Respondió entre risas a la par que le pasaba un espejo de mano para que pudiera comprobar lo que decía por si mismo. 

_No puede ser... - El rubio se golpeó la frente con una mano - No puedo salir así y mi cabello tampoco luce bien...

Juliette lo pensó por un momento.

_Hazme lugar ahí atrás - Ordenó mientras intentaba pasar por en medio de los dos asientos delanteros. 

Henri se apresuró a mover sus cosas para cederle lugar a la joven.

_¿Que harás? 

_¿No es obvio? ¡Arreglar el desastre que tienes... Ahí! - Señaló con ambas manos su cara para luego buscar la toalla desmaquillante que borraría el exceso. 

Luego de terminar con sus ojos, Juliette prosiguió a peinar o, mejor dicho, enderezar su cabello empapado en gel.

_¡Listo! - Exclamó ella conforme - Ahora, salgamos que aquí, me estoy asfixiando - Comentó mientras abría la puerta para salir.

_Juli... Gracias - El rubio le sonrió.

_No es nada, comienzo a acostumbrarme a estas cosas - Le devolvió el gesto.


Las preguntas que le llovían por parte de su hermano no paraban de acribillarla. 

_¡Ya basta, Alex! ¡Te dije que no tengo idea de adonde fueron! - Exclamó Lyla exasperada. 

_¡Pero eres su novia!

_¡Y tu el novio de Juliette y tampoco sabes nada! 

Alex abrió la boca para responder pero luego la cerró rápidamente. 

_Él la vino a buscar... - Se defendió.

_ Seguramente fue una emergencia... Ya sabes,  el trabajo de Juli no debe ser fácil...

_¿Crees que haya sido eso? - Alex bajó los pies a Tierra.

_Probablemente... Si hubiera sido algo de vida o muerte, Henri me habría avisado.

_¿Segura? - Preguntó Alex ya mas convencido mientras se dejaba caer sobre la cama de su hermana. 

_Claro que si - Lyla se cruzó de brazos.

El castaño guardó silencio unos instantes. 

Mientras recuperaba el aliento recordaba lo que había acontecido hacía unas horas. 

Juliette le iba a decir algo. Algo muy importante ya que estaba muy nerviosa, lo notaba en como le temblaba la voz, en su inquietante movimiento de manos y en su pálido rostro. Parecía jugarse la vida en su confesión. 

_Lyla... - Alex llamó a su hermana mientras se enderezaba para encararla - Juliette me quería decir algo que parecía primordial antes de que Henri llegara.

Los orbes verdes de la castaña se abrieron de par en par. 

_¿Q-que? - Preguntó incómoda.

_Si... - El joven se levantó de inmediato - ¿Tu sabes algo?  - La miró interrogante.

_N-no... ¡No! ¿Cómo crees? ¿Por qué sabría algo yo de eso? - Lyla retrocedió varios pasos hacia atrás, huidiza de la mirada de Alex.

_Ya te lo he dicho antes pero, hace ya un tiempo sospecho que me escondes algo - El joven la miró acusador.

_¡Basta con eso! ¡No sé de lo que hablas!

_Sabes perfectamente qu... - El sonido de su propio celular lo interrumpió y se apresuró a mirar de quien se trataba.


Henri se sentó rápidamente y comenzó con la firma de autógrafos, mientras saludaba carismáticamente a sus fans. Juliette lo observaba a los lejos con una sonrisa sínica. Mirar a Jay le hacía ver las millas de diferencias que tenía con su hermano Henri, que hacía cinco minutos, en el auto, le había dedicado una cálida sonrisa fraternal, sonrisa de la cual ya no había ni rastro y que ahora era suplantada por una que parecía casi plástica. Sin embargo ese tipo de cambios de personalidad no le molestaban, sentía que el gesto hacia ella había sido totalmente auténtico y entonces comenzó a recordar aquel tiempo donde su hermano había sido totalmente frío e indiferente. 

"Esto era lo que te faltaba hace tres años atrás, hermano. Una sonrisa." Dijo para sí, pensando también en lo diferente que habría sido todo si él no hubiera perdido esa carisma hacia ella.

_Así que... ¿Has podido? - La voz de su padre la sacó de sus pensamientos. 

_¿Que cosa? - Lo miró con extrañeza. 

_Ya sabes... ¿Le contaste a tu novio sobre "esto"? - Reformuló Antoine.

_¡Ah! - Exclamó, sus problemas poco a poco volvían a emerger - No... De hecho, lo iba a hacer cuando Henri me interceptó. Un día menos - La joven se cruzó de brazos, enfurruñada. 

_Aún tienes dos días - El hombre pasó un brazo por los hombros de su hija.

_No. Mañana sin falta, necesita tiempo para asumirlo, aunque sea un día - Sacó su celular.

_¿Que harás? - Antoine le preguntó curioso.

_Lo voy a llamar, mañana a primera hora se lo diré.


_Es Juli - Alex miró a Lyla.

_¿Que esperas? ¡Atiende! - La castaña saltó impaciente y el joven no se hizo esperar.

_Hola ¿Juli? - Contestó él al instante. 

_Hola... - Su chica sonaba tímida al otro lado de la línea, Alex podía deducir por donde venía el motivo de la llamada. 

_Me preocupaste cuando te fuiste así hoy hace unas horas - Comentó con tacto.

_Lo sé, tuve un imprevisto en el trabajo, Henri me trajo - Explicó decidida. 

_Pero ¿Está todo en orden?  

_¡Si! Todo está bien - No la veía pero podía imaginar su sonrisa tranquilizadora. 

_Aún así, nos interrumpieron. Me querías decir algo ¿Cierto? - Alex abordó, finalmente, el tema.

_Sobre eso... ¿Puedes ir al instituto un poco mas temprano mañana? Necesito hablarte de eso cuanto antes.

_Claro que si, pero... ¿Es algo grave? ¿Malo?

_No, nada de eso. Pero es hora decírtelo, es muy importante - Sentenció - Me tengo que ir ahora ¿Si? 

_De acuerdo... - Contestó sereno - Juli...

_Dime

_No importa lo que sea, no tienes de que temer conmigo.

_Lo sé

_Te quiero - Le confesó.

_Yo también - Respondió con sentimiento antes de colgar. 

_¡Awwww! - Exclamó Lyla enternecida mientras su hermano se guardaba el celular.

_¿Que te pasa? - Le preguntó fastidiado.

_"Me tenías preocupado" "Te quiero" ¿Quién eres tu y que has hecho con Alex? - Se burló la joven.

_¡Pero que tonta eres!  - Alex huyó hacia la puerta sonrojado hasta las orejas dejando a su hermana sola en la habitación. 




A la mañana siguiente, Juliette se levantó temprano y mientras desayunaba se encontró con Henri que bajaba las escaleras aún en pijama. 

_Buenos días  -Saludó mientras bostezaba.

_Buenos días - Correspondió. 

Henri se sentó frente a ella y se detuvo a verla detenidamente.

_¿Sales temprano? - Preguntó observando que estaba ya vestida.

_Si, tengo cosas que hacer antes de que inicie la primera clase - Respondió antes de darle un último sorbo a su café y levantarse - Te veo luego.

_Si, que tengas un buen día.

_Igualmente. 

El silencio que tuvo entre la salida de Juliette y el próximo suceso fue prácticamente escaso. Diez minutos después, Antoine bajó las escaleras cual alma que lleva el diablo.

_¡Aquí estás! Fui a tu habitación pero no te encontré - Comentó exaltado. 

_¿Estás bien, papá? - Henri lo miró extrañado, pocas veces había visto a su padre tan alterado.

_Tienes que ver esto... - Antoine puso su tablet sobre la mesa. Henri al ver de que se trataba todo, abrió los ojos de par en par - ¡Tenemos que despertar a Juliette inmediatamente! - Anunció el castaño. 

_¡Juliette ya se fue! - Exclamó Henri alterado a la par que nervioso y espantado. 


La joven repasaba mentalmente todo lo que le diría a Alex dentro de unos minutos. Sabía que él ya la estaba esperando porque le envió un mensaje hacía unos instantes. Ya no tenía tantos nervios como los días anteriores, su llamada con él el día anterior había disipado todo mal estar, solo quedaba confesarlo todo y esperar a que les cosas tomen su curso natural. 

Atravesó la puerta principal del instituto pero de repente el ambiente se sentía pesado. Aún quedando unos quince minutos para el comienzo de la primera clase, había bastante gente en el hall y todos la observaban.

Mientras caminaba se oían comentarios como "Es ella" o "No lo puedo creer ¿Sera verdad?". Juliette no sabía a que se referían pero había algo de lo que estaba segura y era que deseaba encontrar a su novio rápidamente para así refugiarse en su brazos y disipar todo mal estar.

De un momento a otro, la castaña se vio rodeada por un gran grupo de chicas de los cursos inferiores que chillaban y la bombardeaban a preguntas.

_¿Enserio salen juntos?

_¿Que relación tienen? 

_¿Como lo conoces? 

Las preguntas no paraban de llegar y Juliette cada vez entendía menos.

_¿Que? ¿Hablan de Alex? - Preguntó confundida.

_¿Que? - Preguntó una morena con voz chillona - ¡Hablamos de esto! - La joven le extendió el articulo de una revista y Juliette abrió los ojos de par en par.




Alex miraba su reloj. Le parecía raro que su chica aún no llegara al punto de encuentro, así que decidió darse una vuelta por el hall para ver si se topaba con ella.

A medida que iba acercándose a la entrada, los murmullos se volvían cada vez mas insistentes lo cual no era normal a estas horas de la mañana. 

Al llegar se encontró lo que parecía ser casi todo el instituto aglomerado en el hall, con Juliette en es centro del tumulto y supo al instante que eso no podía ser bueno.

_¡¿Que hacen?! - Preguntó en alto, claramente molesto. El rostro aterrado de su novia le preocupaba de sobra manera, sintió el impulso de ir hacía ella y protegerla de lo que sea que estaba ocurriendo en ese instante pero una voz lo interrumpió.

_ Bueno Alex, tal parece que a tu chica le gusta soñar por lo alto - Naomie respondió con humor en medio de un silencio sepulcral.

El castaño giró su vista a un costado para ver a la pelirroja, la cual le extendía el articulo de una revista donde lo que mas sobre salía eran fotos de Juliette con un chico, pero no cualquier chico, sino que, ni mas ni menos, la estrella de renombre mundial Jay. Y con letras enormes, el encabezado se titulaba "¿Quien es la misteriosa chica que acompaña al bombón del momento?".






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