Dudas y Confusiones
El murmullo en la planta baja la despertó. Abrir los ojos fue toda una hazaña, los sentía hinchados. Al incorporarse en la cama notó una presión sobre sus sienes y el dolor de espalda producto de la mala posición se hacía cada vez mas evidente.
Decidió ignorar todo síntoma post llanto para poder prestar atención a la conversación de abajo. Lograba distinguir palabras sueltas, así que decidió bajar para ver que acontecía.
A medida que iba descendiendo las escaleras, iba entendiendo mejor la charla entre Henri y su padre.
_Si, es la única forma que hay para que el rumor pare cuanto antes... - Dijo Antoine.
_Lo sé pero ¿Y Juliette? ¿Estará preparada? - Preguntó el rubio.
_ ¿Preparada para que? - Intervino la castaña quien terminaba de bajar.
_¡Oh, Juli! ¿Cómo te encuentras? - Su padre se acercó a ella.
_Fastidiada - Respondió mientras se pasaba una mano por la cara - ¿Y bien? ¿Para que tengo que estar preparada? - Volvió de interrogar y su mirada pasaba de Henri a su padre, repetidamente.
Padre e hijo se miraron entre si, antes de que Antoine tomara la palabra nuevamente.
_Ven, toma asiento - El castaño acompañó a su hija hasta el living. Una vez sentados los tres, Henri comenzó la explicación.
_Como habrás experimentado por ti misma, la noticia fue todo un escándalo. Los de la revisa que sacaría la entrevista están furiosos de que su rival se les haya adelantado. Y los fan clubs cada vez hacen mas especulaciones al respecto. Nuestros asociados mas allegados están como locos, en especial Davis. Al saber de nuestro parentesco, les parece moral y éticamente un desastre... Incluso han sugerido dar a conocer el hecho de que somos hermanos... - Ante esto último, Juliette miró perpleja a su hermano - Sugerencia que hemos rechazado, ya que sería el fin de Jay.
_¿Cual es la solución entonces, genio? - La castaña rodó los ojos molesta.
_Bueno... En éstas últimas horas se han resuelto varias cosas - Antoine, quien estaba junto a ella, intervino - Para empezar, el video musical adelanta su estreno para mañana por la mañana y por ende, la entrevista sale a la luz también.
_ Ajá... - Asintió con la cabeza, sabía que algo mas faltaba.
_Y por la tarde, Jay y tu darán una conferencia de prensa, aclarando el mal entendido - Finalizó.
_ ¡¿Que?! No. No, no, no - Juliette se levantó de inmediato, espantada - Yo jamás he dado una ¿Y que voy a decir? No, no puedo. No lo haré.
_Oh, claro que lo harás, es primordial para salir de ésta estupidez - Dijo Henri autoritario.
_ ¡Pero no quiero! Debe haber otra manera - Exclamó exasperada.
_ ¡Bienvenida al mundo del espectáculo, hermanita! No hay otra forma - Respondió el rubio, sarcástico a la par que se cruzaba de brazos y se dejaba caer en el sillón.
Juliette se volteó a ver a su padre en busca de ayuda.
_Tu hermano tiene razón, no hay otra salida, cariño - El hombre la miró con semblante angustiado - Ya hablamos con el instituto, justificamos la inasistencia que ambos tuvieron hoy y la que tu tendrás mañana - Explicó.
_¿Y él? - Señaló a su hermano con el dedo.
_ Será mejor que asista en la mañana y me salté las clases de la tarde... Será menos sospechoso - Alegó ya mas calmado el rubio.
_Mientras tanto, tu tendrás cita con la vestuarista en la mañana, deben elegir tu ropa para la conferencia y yo te diré lo que tienes que decir en caso que te pregunten - Informó Antoine.
Juliette soltó un largo y sonoro suspiro.
Su inasistencia de mañana complicaba las cosas. Debía hablar y aclarar todo con Alex de inmediato. De solo recordar su rechazo de esa mañana, las lagrimas amenazaban con reemerger una vez mas.
Lyla abrió la puerta de la habitación de Alex como si fuera una exhalación.
_¡Tu! - La castaña lo miró furiosa.
_¡Hey! ¡Fuera de aquí! - Exclamó el joven, mientras se levantaba de su cama ofendido.
_¿Como te atreviste, Alex? - Le preguntó acusadora.
_Ya basta, si viniste a hablar de Juliette te puedes ir - El castaño le señaló la puerta.
_¡No me iré! - Chilló Lyla - Eres un idiota, idiota ¿Te das cuenta como la hiciste sentir?
_¿Te das cuenta de como ella me hizo sentir a mi? - Se defendió.
_¡Ah! ¿Planeas terminar con ella?
_Eh... No, pero... - Su hermana lo interrumpió.
_¿Entonces que? - Lo miró desafiante.
_¡No lo sé, Lyla! ¡No lo sé! - Se pasó la mano por la cara, frustrado - Entiéndelo, me hizo quedar como un idiota, me ocultó algo importante ¡Pasé por una situación que me dejó perplejo! ¡Ella debió habérmelo dicho mucho antes!
_¿A caso no ha intentado decírtelo? - Lyla hizo alusión a la conversación que ambos habían tenido el día anterior - Ella sabía que era momento de decírtelo, no es algo que decides contárselo a cualquiera... Yo opino que ya eres lo suficientemente importante para ella y había decidido contártelo.
Alex se sentó sobre la cama confundido y se pasó ambas manos por el rostro, como intentando despabilarse. Lyla continuó.
_Ahora piensa en como se debe sentir ella - Se sentó al lado de su hermano - Éste es su trabajo mas importante, vino directo desde Paris para trabajar, sabe que es su primer gran debut ¿Y como resultó? En un gran desastre, por culpa de un maldito paparazzi y una estúpida revista que se inventa estupideces. Y el único que puede estar seguro de que Juliette no sale con Jay ¡Porque sale contigo! Eres tú. Y le das la espalda cuando mas necesita de ti, perdona su error, ella lo está pasando peor y está asustada.
Alex miró los ojos de Lyla detenidamente por un instante. Era verdad que el día anterior, Juliette le intentaba hablar de todo esto pero la situación se lo impidió.
No podía evitar sentirse molesto por todo este asunto y con una crisis de celos terrible. Pero su hermana le había hecho abrir los ojos. Se sentía algo desconsiderado por no haberse planteado mejor las cosas y que, talvez, Juliette era la que peor estaba pasando en esos momentos.
_Henri está encamino para aquí ¿Por qué no vas a verla? - Sugirió Lyla.
El castaño se levantó de la cama. Tomó las llaves de su auto y una chaqueta.
_No sé si vaya. Pero algo es seguro, tengo que dar una vuelta para despejar la mente - Dijo antes de cruzar el umbral de la puerta.
Henri se habría ido a casa de Lyla y su padre tenía una reunión con Davis para ponerlo al tanto de la situación.
Juliette estaba en su habitación mirando la televisión. Específico un programa de cocina, lo mas alejado de los informativos y los programas de chimentos en los que ella misma era protagonista. Estaba hecha un ovillo sobre la cama, tapada por una frazada. Eran las siete de la tarde y parecía que ese tedioso día no acabaría jamás. Desde ese horrible momento en el instituto hasta el momento actual, habían pasado tan solo once horas, sin embargo y a parecer de Juliette, parecían haber pasado días. Solo tenía ganas de que todo pasara mas rápido, la conferencia, los chismes y poder hablar con Alex, aunque no sabía si después de todo eso él quisiera habla con ella.
El timbre de la casa sonó.
_Antoine... Te dije que te llevaras las llaves... - Murmuró en voz alta para sí misma.
Su padre había salido antes que Henri, Davis no podía esperar, era necesario y primordial resolver todo cuanto antes. Sin embargo cuando estaba a punto de cruzar por medio de la puerta hacia el exterior, Juliette notó que sus llaves estaban sobre la mas del living. Le avisó que se las estaba olvidando pero su padre le respondió con afán algo así como "No importa, uno de ustedes me abrirá". Henri se fue, unos minutos después, dejándola como única candidata a recibirlo.
Juliette bajó las escaleras de forma desganada. En el proceso, el timbre había sonado por tercera vez.
_Papá, te dije qu... - Comenzó a reprocharle, pero al ver que no era su padre se detuvo - ¿A-alex? - Susurró antes de, inconscientemente, arrojarse a sus brazos.
Esta vez y por fortuna, él le correspondió, aún con duda y algo débil su agarre en su cintura.
El castaño llevaba unos diez minutos dando vueltas al rededor de la cuadra dónde vivía su novia. Dudaba en sí ir a verla o no. Sabía que lo correcto sería afrontar las cosas de inmediato y dejar que le explicara todo, sin embargo, aún persistían los estragos del shock que provocó la noticia. Lógico, solo habían pasado una horas de eso.
Luego de un par de vueltas mas, decidió estacionar para pensarlo un poco mas. Finalmente decidió bajarse del auto para tocar el timbre de la casa, no lo dudó dos veces, después de todo, ya estaba ahí parado.
Hizo sonar el timbre unas tres veces antes de que alguien se dignara a abrir.
_¿A-alex? - Juliette abrió la puerta, estaba claro que no lo esperaba ahí.
Cabello desordenado, pálida, con bolsas en los ojos y en pijama a estas horas de la tarde, aunque no le quitara el encanto, odiaba darle la razón a Lyla en que claramente ella lo estaba pasando mucho peor que él.
Alex dudó en si abrazarla, besarla o no hacer nada, pero Juliette tomó la decisión por él y se arrojó a sus brazos, abrazo que correspondió ya que no había nada mas fuerte que los sentimientos que ella le provocaba aunque quisiera reprimirlos.
La joven se separó de él unos segundos mas tarde, algo tímida, probablemente creyendo en lo impulsiva que había sido.
Alex pudo observar un poco mas de color es sus mejillas, puesto que ahora estaba sonrojada y esos ojos que lucían opacos cuando abrió la puerta ahora estaban brillantes. Se alegró de que al menos su simple presencia la hiciera sentirse mejor y estaba tan hermosa que podría perdonarla con solo mirarla. Reprimió con todas sus fuerzas las ganas de besarla, debía hacerle entender que esta clase de situaciones no se podían volver a repetir.
_Tenemos que hablar, lo sabes ¿Cierto? - Rompió el silencio con la voz mas neutral que le salió.
_Si, pasa... Estoy sola, nadie nos interrumpirá esta vez - Ella se apartó para dejarlo pasar.
Lo llevó hasta el sillón y lo invitó a sentarse, también le ofreció algo de beber pero lo rechazo.
_Yo... Lo siento mucho... - Confesó Juliette una vez se sentó junto a él.
Alex soltó un fuerte suspiro.
_Si te refieres a tu primera plana con Jay, se que no es tu culpa - La miró fijo a los ojos.
_Está claro que eso no es mi culpa - Se cruzó de brazos y a Alex le hizo especial gracia que ante ninguna situación perdiera su carácter - Me refiero a que no tenias forma de enfrentarte a todo esto... Mi mayor miedo era justo lo que ocurrió hoy, que una mañana te despertaras y me vieras en la tapa de una revista...
_Pues si... Si tuviera que elegir, hubiera preferido haber estado al tanto antes de... De verte con Jay... - Pronunció el nombre con desagrado.
_Si te sirve de consuelo a mi me desagrada todavía mas...
_¿Me seguirás sosteniendo que no te agrada Jay? - EL reprochó.
_Si. Porque es cierto - Juliette lo encaró con determinación.
_¡Oh, vamos! ¡Trabajas para él! - Alex alzó un poco la voz, le enojaba que le quisiera negar algo obvio.
_¿Y? - Ella también alzó la voz pero luego se dio cuenta de que no tenía fuerzas para discutir - Escucha... No trabajo para Jay por decisión propia, me despidieron del equipo del idiota para el que tocaba, el guitarrista de Jay se quebró un brazo y mi padre me recomendó para sustituirlo, me negué pero no tenía opción, mi madre tuvo que viajar a Londres por trabajo y me obligaron a venir aquí - Tomó aire - Y ahora no me arrepiento porque eso fue lo que hizo que te conociera, por mas que eso signifique que tenga que soportar a Jay.
_¿Por qué lo odias? O sea, yo tengo mis motivos, sin contar que ahora todo el mundo cree que sale contigo pero ¿Y tu?
_Jay... - Sonrió melancólica - Jay es plástico, lo único verdadero en el es su talento y sus canciones. No soporto a quienes se esconden atrás de una máscara para proteger su ridículo corazón del mundo exterior, crea a una persona que constantemente está desconfiando de todos y a la larga lastima a sus mas allegados... Hasta que se dan cuenta que pasaron toda su vida mintiendo y compitiendo con su alter ego por el cariño de los demás y olvidan a los que siempre los admiraron y amaron, por lo que realmente son.
_¿Quieres decir que Jay tiene una doble identidad? - Preguntó confundido Alex y Juliette se tuvo que morder la lengua, había dicho demasiado.
_¡No! - Exclamó de inmediato - Solo digo que es muy falso, parece un robot.
_Bueno eso es cierto, nadie puede estar con cinco kilos de gel en el pelo y sonreír como un idiota, como si no pasara nada - Confirmó - Pero críticas algo que tu misma has hecho ¿Hasta cuando tenías planeado seguir ocultándome esto?
_Te lo intenté decir y varias veces quise que lo supieras cuanto antes. Pero tenía mucho miedo, de como te lo tomaras, que no pudieras soportar estar con alguien que pronto sería una figura publica... Que me vieras de otra manera... - Confesó y Alex se quedó callado escuchándola, no podía negar que, por mas estúpido que sonara todo lo que decía, eran inseguridades comprensibles. Sin embargo le parecía que ella olvidaba de el hecho de que él la amaba y jamás iba a abandonar sus sentimientos por algo como eso - Luego llegó esa noticia y supe que no me quedaba mas tiempo, te lo tenía que decir, si o si. He intente pero ¡Todo el maldito mundo se las arregló para interrumpir!
_Espera... ¿Qué noticia? - Preguntó Alex con extrañeza.
_Mañana... Bueno, hace una horas era dentro de dos días pero por obvias razones se adelantó, saldrá un video musical de Jay en el que saldré y también una entrevista que me hicieron para una revista. Sería mi verdadero debut pero... No fue así - Explicó.
_Juliette ¿Tenía que aparecer un suceso en el que no ibas a pasar desapercibida para decírmelo? - Se levantó del sofá alterado - ¿Y si tu debut era el próximo mes o el próximo año o jamás? ¡¿Hasta cuando me ibas a ocultar todo esto?! - Preguntó enfadado pero mas que nada dolido.
_No, Alex yo... - Juliette se levantó para intentar explicárselo.
_ ¿Tus motivos para contármelo eran estos? ¡¿Que diablos soy para ti, Juliette? ¿No se te ocurrió que talvez tus razones deben ser que soy tu novio y que si seguías así ibas a construir una relación en base a mentiras? ¡¿No pensaste que tus razones deberían ser que tienes sentimientos por mi y no podías seguir ocultando algo como esto?! - Su voz sonó quebrada a lo último.
_Alex... Lo siento mucho, tienes razón, tuve que haberlo hecho antes y no porque se me acabara el tiempo - Juliette comenzaba nuevamente a llorar - Fui tan tonta... Pero tenía tanto miedo de perderte...
_Juliette, te amo... Pero creo que tu no a mi... - Confesó él.
_No, eso no es cierto... - Lo miró desamparada.
_Piénsalo en frio, talvez me des la razón - Le habló un poco mas suave - Mientras tanto creo que tu y yo... - Juliette alzó la vista aterrada y ante esa mirada, él no pudo terminar su frase como lo tenía planeado pero, la amaba tanto que no podía soportar terminar con ella - Creo nos tenemos que tomar un tiempo... Pon en orden tus ideas y yo haré lo mismo con las mías... Esto será lo mejor mas para ti que para mi... - Se acercó a ella y le deposito un beso en la frente antes de irse.
Juliette quedó con el impacto de todo lo ocurrido, hasta que finalmente acabó por derrumbarse y llorar.
El frio del invierno le había pegado de lleno en la cara a Alex pero eso no enfriaba lo que acababa de pasar. Tenía ganas de gritar muy fuerte, descargarse de alguna forma, sin embargo terminó por desquitarse con un árbol que estaba no muy lejos cuyas astillas en sus nudillos serían un problema mas tarde.
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