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Completamente Amigos

La tarde estaba algo fresca pero en el interior a la cancha de básquet parecían estar viviendo otro clima y es que no sólo los chicos que estaban jugando entraban en calor sino que también el público de las gradas.

_¡Corre, Clement, corre! - Gritaba Jazmine a todo pulmón parada de su asiento - Eso... ¡Anotación! ¡Ese es mi chico!

_Wow... No te hacía tan entusiasta con este tipo de cosas - Juliette le comentó una vez volvió a sentarse en su lugar.

_Eso porque no has visto a Lyla, ella si que es fanática de todo esto - La morena sonrió al recordar a su amiga.

_Es una lastima que no haya podido venir...

_No te preocupes, seguro que se la está pasando de lujo en el cine con Henri, esperaron mucho por el estreno de esa película de acción.

_¡Eso Alex! - Festejó uno de los jóvenes que jugaban.

_¡Si! ¡Triple! - Gritó el susodicho y miró directo hacia Juliette para lanzarle una guiñada de la cual la chica no pudo evitar esbozar una sonrisa y negar con la cabeza.

Ya había pasado un mes desde que la castaña había llegado a la ciudad y por ende al instituto. Su relación de amistad con Alex había crecido a pasos agigantados, realmente se llevaban muy bien. Aunque habían cosas que la joven no podía evitar, cómo sonrojarse cuando él hacía bromas haciéndola pasar por su novia o el hecho de detenerse a apreciar como se reía a carcajadas por un mal chiste. Ella sabía que desde el primer día que lo vio, no la dejó indiferente y ese sentimiento crecía a medida que pasaban mas tiempo juntos o en contacto con él, como en ese preciso momento en el cual no podía evitar observar cada detalle: el cómo se limpiaba con el dorso de la mano el sudor de la frente, cómo sus músculos se contraían y relajaban a causa de la fatiga y ese rostro jovial concentrado que jamás admitiría lo loca que la volvía.

_¿Me oyes Juli? - Preguntó Jazmine extrañada.

_Perdón ¿Que? - Juliette apartó su vista de Alex para mirar a la muchacha.

_Que pronto terminará el partido, ya está oscureciendo ¿Quieres que Clement y yo te llevemos a tu casa?

_¡Ah! Muchas gracias pero Alex me llevará.

_¿Alex? - Preguntó sugerente Jazmine.

_Si... - Juliette sabía a la perfección por donde venían los tiros.

_Ustedes pasan mucho tiempo juntos últimamente ¿No? - Le sonrió socarrona.

"¡Aquí vamos!" Se dijo la castaña.

_Si. Nos entendemos bien, Alex es un buen amigo, necesita de mis consejos para no hacer el ridículo frente a las chicas - Sonrió satisfecha de su acción de rodeo.

_Es verdad que las chicas parecen apreciar mas la compañía Alex... - Mencionó Jazmine con aire pensativo.

_¿Eh? - Juliette la miró con los ojos cómo platos.

_¡Bingo! - Exclamó triunfante la morena - Tranquila, no te preguntaré nada al respecto, aún no somos tan cercanas cómo para que implemente mis métodos de tortura - Bromeó y ambas se rieron - Pero... ¿Henri sabe que son cercanos ustedes dos?

_Estoy segura de que no y no es asunto suyo, Jaz. Todo el mundo sabe que no tenemos trato entre nosotros, él no me cuenta de su vida ni yo de la mía - La determinación en la mirada de la joven limitó a Jazmine simplemente a asentir.

El partido finalizó y luego de unos diez minutos, los chicos salieron cambiados y bañados de los vestuarios.

Clement y Alex divisaron a las chicas no muy lejos de la puerta de la salida.

_¡Hey! ¿Qué les pareció nuestra victoria inminente? - El de ojos castaños preguntó orgulloso de sus hazañas.

_Mmm... Para ser la primera vez que vengo, nada mal, pero ya lo juzgaré con el tiempo - Bromeó Juliette con un falso aire exigente.

_Entonces se puede decir que fue un acierto haberte invitado - Intervino Alex en la conversación.

_En efecto - Le sonrió la castaña.

_Me alegrará tener algo de compañía para estos eventos - Comentó Jazmine.

_¿Acaso Lyla no piensa venir nunca mas? - Interrogó Alex.

_No, claro que vendrá algunas veces pero, ya sabes como es el amor. Además, Henri es alguien con horarios... saturados, así que es entendible que quieran pasar algo de tiempo a solas - Explicó la morena y Clement asintió confirmando el argumento.

_Wuaa... Saben que yo prefiero mantenerme al margen de todo eso - Alex esbozó una mueca de asco.

_Claro... "Al margen" pero si que andas muy cómodo con su hermana ¿Qué clase de intercambio equivalente hacen? - Sonrió Clement juguetón.

_¿Q-Que? - Intervino Juliette sonrojada - ¡Mi hermano no tiene nada que ver! Alex y yo somos amigos... No se porque eso tendría ver con Henri, él y yo no es cómo si...

_"...Si nos lleváramos muy bien", si Juli, lo sabemos - Le completó Jazmine.

_Exacto ¿Qué mas da? Son hermanos pero Henri es un tema el cual a ninguno de los dos nos interesa - Sonrió Alex.

_Ustedes dos son realmente las fuerzas del mal - Comentó Clement entre risas.


_Gracias por traerme - Le dijo Juliette a Alex, una vez estacionó en a tres casas de la suya.

_No hay de que ¿Estás segura que no quieres que te deje en frente a tu casa? - Preguntó Alex.

_No, está bien así. Henri podría reconocer tu auto y no tengo ganas de explicarle lo que hago con mi vida -Sonrió la joven.

_Es cierto que suele ser metiche y no estoy de humor para aguantarlo - El joven soltó una carcajada.

Y ese era el tipo de momento en el que Juliette lo encontraba particularmente encantador, le resultaba sumamente atractiva su personalidad despreocupada, vivaz y en ciertos momentos inmadura. Desprendía cada rasgo de esa faceta cuando sonreía de esa forma.

La joven lo analizó con mas detenimiento, su cabello estaba húmedo aún y emanaba un suave aroma a shampoo que se mezclaba con el de su desodorante, esa combinación le resultó tan embriagadora a Juliette que sería capaz de asistir a cada partido de básquet sólo con el objetivo de volver a sentirlo.

Los ojos verdes de Alex se posaron en los de ella de un segundo al otro y el interior del auto quedó totalmente en silencio.



Esa mirada y esas mejillas sonrojadas a las cuales le hacían sombra sus larguísimas pestañas "¿Se puede ser mas hermosa? pensó Alex.

Si, lo sabía, "amigos", se lo dejó muy en claro, jamás saldría con un chico con tan poca selectividad en mujeres, por no decir, "tipo que ha coqueteado con medio instituto". Pero hacía ya un tiempo que no le interesaba nadie que no fuera Juliette, Alex sólo le hacía creer que todo seguía igual cuando en realidad todos y cada uno de los consejos que le pedía era para conocer sus gustos y ella sin querer le daba la información que necesitaba.

Los labios de la joven se entreabrieron para comenzar una oración y Alex deseó poder evitarlo con su beso, cosa que por supuesto no hizo. Por primera vez en su vida, quería tomarse su tiempo, hacer las cosas bien "¿Qué diablos había hecho esa chica con él?" Se preguntaba todos los días, pero no extrañaba para nada a su antiguo yo.

_Buena noches, Alex - La castaña se acercó para depositarle un beso en la mejilla, como es de costumbre entre amigos.

_Buenas noches, Juli - Tras esta respuesta, la joven salió del auto y camino hasta su casa, Alex no se marchó hasta que la vio cruzar el umbral de la puerta.


La joven entró a su casa y se encaminó hacia las escaleras para ir rumbo a su habitación.

_¿Estas son horas de llegar? - La voz de su hermano la sobresaltó.

_¿Desde cuando tengo toque de queda? - La castaña se dio vuelta para encarar a su hermano.

_No lo tienes pero tampoco puedes hacer lo que quieras, tienes responsabilidades - Henri se cruzó de brazos y se acercó a ella quien apenas había podido subir dos escalones.

_Si me necesitan, me llaman - Sentenció Juliette.

_No contestabas - Contraatacó Henri.

La chica sacó su celular son una sonrisa burlona, gesto que cambió de inmediato cuando notó la cantidad de llamadas que habían en su buzón: de Henri, de Antoine, de Davis, al menos unas seis de cada uno. Por la hora, todas fueron durante del partido.

_Yo... No las escuché - Miró a su hermano, se sentía culpable.

_¿Donde estabas? - Preguntó serio.

_Con Jazmine , la acompañé a ver el partido de básquet.

_La próxima vez estate mas atenta del celular, te quieren en el estudio mañana después de clases - La mirada de Henri seguía siendo severa. - Ah... Y llama a papá, aún no ha llegado y debe estar preocupado.

Tras estas palabras la joven siguió hacia su habitación, esta vez sin interrupciones.

_¿Hola? ¿Papá?

_¡Juliette! ¿Dónde estás? Te estuve llamando - La voz de Antoine realmente sonaba preocupada.

_Si, lo sé, perdón... Es la costumbre, te prometo que comenzaré a avisarte y a estar mas pendiente del teléfono. Ya estoy en casa - Le explicó arrepentida.

_Está bien cariño - El hombre ahora sonaba mas calmado - Mañana después de clases tienes que venir al estudio ¿De acuerdo?

_Si, Henri me dijo, allí estaré.

_Excelente, te dejo, llegaré tarde a casa así que pueden cenar sin mi.

_De acuerdo, hasta pronto.

_Hasta pronto, pequeña - Y colgó.

Una vez en silencio, Juliette se dejó caer en su cama.

_Creo que jamás me acostumbraré a esto... - Comentó para sí. Avisar por dónde andaba, a que hora llegaba y estar pendiente de su celular por sí el equipo Jay la contactaba. Cuando vivía en Paris con su madre no se preocupaba por esas cosas. Pese a ser muy unidas, Helene tenía una vida muy ocupada entre semana y no estaba al tanto de los horarios de su hija. Y en cuanto a su trabajo, tenía horarios asignados a lo largo de la semana, como Trent no era una estrella de renombre mundial, no habían cambios de última hora o emergencias, al contrario que con Jay, que claramente era mucho mas exigente, peor aún sí compartía techo con él.



_¡Llegué! - Anunció Alex al entrar a su casa.

_¿Que tal tu día, cariño? - Caroline le preguntó desde el sillón.

_Muy bien, ganamos - Comentó alegre.

_Jazmine me dijo que llevaste a Juliette a su casa... - Ni siquiera había notado la presencia de Lyla en el living también.

_¿Y? - Alex la fulminó con la mirada.

_¿Juliette? ¿Quién es? - Caroline miró a sus hijos con curiosidad.

_Una amiga, mamá... - Explicó el joven malhumorado.

_Claro que si - Comentó sarcástica Lyla.

_¡Que pesada eres! - Exclamó Alex mientras subía las escaleras rumbo a su cuarto.

Ni bien cerró la puerta de su habitación soltó fuerte suspiro. Lyla se estaba vengando por todas y cada una de las veces que él hizo un comentario estúpido sobre Henri, Alex jamás pensó que el karma lo alcanzaría. Su hermana en esos instantes estaría saboreando su victoria pues, había encontrado, o mas bien, había aparecido su punto débil.

Juliette era una tortura que estaba dispuesto a asumir, una chica que no sólo se resiste a él sino que también lo quiere como amigo y para colmo es la hermana del novio de SU hermana. Vaya situación en la que se había metido por consentimiento propio, peor aún, encantado de estar allí. Pero es que fue inevitable y sabía que aunque se hubiera resistido, ella igual seguiría rondando por su mente.

_Esta vez si que estuve a punto de salirme de control... Si ella no hubiera hablado en ese momento creo que la hubiera besado... - Se dijo a si mismo - ¡Diablos, Alex! ¡Contrólate! Pareces un animal y se supone que lo quieres hacer bien...

Amaba tenerla cerca, oírla hablar, replicar y reír. Ya no era algo físico, ahora la conocía, era su amigo y no sabía como comportarse al respecto. Tenía que reconocerlo, jamás había tenido una amiga o por lo menos no una con la que no haya salido, coqueteado o besado antes y eso lo descolocaba, mas cuando sus intenciones con Juliette eran serias, de eso estaba seguro.
¿Qué pasó cuando Naomie lo rechazó? Nada, nada en absoluto. Por mas bonita que fuera, a él no le interesaba nada de ella, ahora eran amigos y le parecía una chica simpática pero hasta ahí Naomie. Alex estaba seguro de que no se recuperaría así de fácil sí Juliette le hiciera lo mismo e inconscientemente, por cobarde, era que permanecía como su amigo, sin intentar nada de nada y se mantendría así hasta que buscara una solución que no le diera un ataque al corazón.







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