2:Crueles Intenciones
Apartamento de Robin, tres semanas antes de la llegada de Mia a Storybrooke
La conversación ha alcanzado un punto de quiebre. Zelena, sentada cómodamente en el sofá, observa a Regina con una mezcla de burla y desdén, mientras Robin permanece en silencio, dividido entre ambas mujeres. Emma y Lilith observan desde el fondo, listas para intervenir si la situación se sale de control.
Zelena (sonriendo con suficiencia):
"Dime, Gina, ¿qué se siente estar en mi lugar, siendo la perdedora de turno? Una vez más, tú eres la que está sola, sin nada más que tus patéticas amenazas vacías."
Regina (cruzando los brazos, firme):
"¿Perdedora? Si te hace sentir mejor pensar eso, adelante. Pero no he venido aquí para jugar tus estúpidos juegos, Zelena. He venido a ponerle fin a esta farsa de una vez por todas."
Zelena (alzando una ceja, burlona):
"Oh, claro. Porque el gran plan de Regina Mills siempre funciona, ¿verdad? ¿Qué es esta vez? ¿Otra maldición? ¿Un truco barato? Vamos, sorpréndeme."
Regina se queda en silencio por un momento, lo que provoca una sonrisa triunfante en Zelena. Pero antes de que esta pueda decir algo más, Emma interviene.
Emma (dando un paso al frente):
"En realidad, Zelena, Regina no está sola en esto. Y lo que tenemos planeado no es un truco barato, es algo que ni siquiera tú podrás esquivar."
Zelena (riendo suavemente):
"¿De verdad, salvadora? ¿Ahora trabajas de niñera para Regina? Qué adorable."
Regina:Es simple, Zelena. Te quedarás en Storybrooke, exactamente donde perteneces. Y te aseguro que esta vez no tendrás manera de salirte con la tuya."
Regina da un paso al frente, sus ojos ardiendo de indignación mientras apunta un dedo acusador hacia Zelena, quien se reclina tranquilamente en el sofá con una expresión de descarada indiferencia.
Regina (furiosa):
"¡Abusaste de Robin y te aprovechaste de él! ¡Manipulaste sus emociones y jugaste con su mente!"
Zelena, en lugar de amedrentarse, suelta una risa despreocupada y toma un sorbo de su té antes de responder.
Zelena (encogiéndose de hombros):
"Oh, vamos, Gina. ¿De verdad estamos jugando esa carta ahora? ¿'Pobrecito Robin, la víctima'? Vamos, todos sabemos que la salud mental de un hombre no importa en estas historias, ¿cierto? Además..."Nadie se cree eso. Nadie se cree que un hombre pueda ser abusado por una mujer. Es absurdo."
Robin, de pie al otro lado de la habitación, aprieta los puños mientras su rostro refleja una mezcla de vergüenza y confusión.
Regina (dando un paso adelante, temblando de indignación):
"¡Por supuesto que puede! ¡Y tú lo sabes, porque lo usaste en tu favor! Manipulaste su dolor, sus dudas, su vulnerabilidad... ¡y luego te atreviste a usarlo en tu enfermizo juego!"
Zelena arquea una ceja, como si todo le resultara irrelevante, y se encoge de hombros.
Zelena (con malicia):
"¿Manipulación? Qué palabra tan fea para algo tan... natural. Robin no estaba exactamente 'gritando por ayuda'. De hecho, creo que disfrutó mucho nuestra primera 'colaboración'. Lo suficiente como para que naciera una niña perfecta, ¿no crees? La dulce Mia."
Robin levanta la cabeza, claramente herido por las palabras, pero incapaz de responder. Regina lo mira, esperando que diga algo, cualquier cosa, pero el silencio que recibe solo alimenta su rabia.
Regina (mirando a Zelena con desprecio):
"Eres un monstruo. No solo arruinaste su vida, sino que te justificas con la idea de que nadie se pondrá de su lado porque es un hombre. Esa excusa no te salvará de lo que mereces."
Zelena (riendo con desdén):
"Querida, la moralidad nunca ha sido tu fuerte, así que no me vengas con discursos. Además, ¿de verdad importa? Al final, tengo lo que quería. Mi hija, mi venganza, y ahora..."
Zelena dirige una mirada fulminante a Robin, quien da un paso atrás.
Zelena (con una sonrisa malévola):
"Una segunda oportunidad para recordarle al mundo que yo soy la que siempre gana."
Regina da un paso adelante, con la mandíbula apretada. Emma, desde el fondo, interviene.
Emma (interrumpiendo):
"Esto no está a discusión. Zelena, te vas al hospital y con la pulsera de inhibición. No más trucos, no más juegos."
Zelena (alzando las manos con burla):
"Está bien, está bien. No hay necesidad de dramatismos. Aceptaré mi 'castigo'... por ahora. Pero recuerden algo: nadie puede contenerme por mucho tiempo.
"Bueno, entonces... ¿me vas a llevar a tu pueblo de segunda mano, Gina, o vamos a seguir jugando a la moralidad aquí?"
Da un paso hacia Robin, mirándolo con una sonrisa torcida.
Zelena (burlona):
"Y créeme, cuando llegues a conocer a mi linda Mia, tu primera hija, la vas a adorar al instante. Ella es mucho más cruel que yo, Robin... y lo mejor de todo, es que su crueldad no proviene de traumas baratos o de un triste pasado familiar. Lo hace simplemente por diversión."
Zelena se gira con un movimiento dramático y comienza a caminar hacia su cuarto. Antes de entrar, se detiene y murmura para sí misma, lo suficientemente alto como para que Robin lo escuche.
Zelena (murmurando):
"Un hombre abusado, puff, qué tonto. Perfectamente puedo hacer que todos crean que Robin fue quien me violó. Nadie dudaría de una historia como esa, ¿verdad?"
Robin aprieta los puños, su rostro pálido por la mezcla de humillación e impotencia.
Zelena (mirando por encima del hombro con un brillo oscuro en los ojos):
"Ah, y una última cosa, Robin. Si llegas a conocer a tu primera hija, más te vale aceptarla como es. Porque si no..."
Hace una pausa, sonriendo con una crueldad fría.
Zelena (con malicia):
"...siempre puedes hacerle compañía a Marian en la otra vida."
Zelena entra a su cuarto, dejando un silencio sepulcral en el aire. Regina y Emma intercambian miradas preocupadas, mientras Robin permanece inmóvil, procesando las crueles palabras de la mujer que alguna vez creyó conocer
Autopista de Maine al amanecer]
Los rayos del sol comienzan a asomarse por el horizonte, iluminando la autopista desierta. Los dos autos avanzan con rapidez mientras la tensión parece llenar el aire dentro de ambos vehículos.
En el primer auto, Emma Swan conduce con el ceño fruncido, mientras Lilith observa distraída por la ventana y Roland duerme en el asiento trasero.
En el segundo auto, Robin Hood maneja con una expresión agotada, el estrés reflejado en cada uno de sus movimientos. Zelena, sentada en el asiento del pasajero, está profundamente dormida, mientras Regina Mills ocupa el asiento del copiloto, observando con cautela.
Robin (hablando para romper el silencio):
"Esta mierda me supera..."
Hace una pausa, apretando los dientes mientras sus manos se aferran al volante.
Robin (casi para sí mismo):
"Solo sé que fui a Oz una vez. Lo hice para robarle el Elixir del Corazón Herido... para Rumplestiltskin. Esa era mi misión. Me escabullí, lo tomé y me largué. Cuando ella me descubrió, estuve seguro de que no me había seguido. Lo juraría."
Regina (mirándolo atentamente):
"Robin..."
Robin (alzando la voz, desesperado):
"Pero ahora esto. ¡Ella dice que yo... qué hice... eso! ¿De verdad crees que violé a tu hermana, Regina? ¿Crees que sería capaz de algo así?"
Regina lo observa en silencio por unos segundos. Sus ojos reflejan compasión y un leve destello de incertidumbre.
Regina (calmadamente):
"Robin, escucha. Esto no tiene nada que ver con lo que yo crea. Sé quién eres y sé que eso no encaja con el hombre que conozco."
Robin (sacudiendo la cabeza):
"Entonces, ¿por qué no puedo quitármelo de la cabeza? ¿Y si tiene razón? ¿Y si...?"
Regina (interrumpiéndolo, firme):
"¡No tiene razón! Zelena es una maestra de la manipulación. Ella juega con las inseguridades de las personas, y ahora mismo está jugando contigo."
Robin sigue conduciendo, sus ojos fijos en la carretera, pero su mandíbula tensa revela la batalla interna que está enfrentando.
Robin (con voz baja):
"Pero si hay una mínima posibilidad de que sea cierto, Regina... ¿cómo vivo conmigo mismo? ¿Cómo miro a Roland a los ojos, sabiendo que su padre pudo haber...?"
Regina (colocando una mano en su hombro):
"Robin, Zelena te drogó o te engañó. Ella es capaz de cualquier cosa para obtener lo que quiere, y lo sabes tan bien como yo. No permitas que te haga dudar de tu propia humanidad."
Robin respira profundamente, pero el peso de sus pensamientos sigue colgando sobre él.
Regina (con suavidad):
"Te prometo que descubriremos la verdad, pero tienes que mantenerte firme. No le des el poder de destruirte."
En el asiento del pasajero, Zelena murmura algo en sueños, sin despertar. Robin lanza una mirada breve hacia ella, luego regresa su atención a la carretera.El silencio incómodo en el auto es roto por un fuerte ronquido proveniente de Zelena, quien sigue dormida en el asiento del pasajero. El sonido es tan inesperado y estruendoso que tanto Robin como Regina lanzan miradas de incredulidad hacia ella.
Regina (arqueando una ceja):
"¿Es en serio? Suena como si hubiéramos traído un oso en el auto."
Robin (con un leve suspiro, tratando de no reír):
"Y tú pensabas que yo estaba exagerando cuando decía que compartir espacio con ella era insoportable."
Zelena deja escapar un ronquido aún más fuerte, haciendo que Regina se lleve una mano a la frente en un gesto de frustración.
Regina (murmurando):
"Empiezo a creer que ella nació con el tabique nasal desviado... aunque pensándolo bien, probablemente solo es otra maldición suya que la hace sonar así."
Robin suelta una pequeña risa seca, pero su agotamiento se hace evidente en su postura.
Regina (mirándolo de reojo, preocupada):
"Vamos, Robin. Para en esa gasolinera que viene adelante. Yo conduciré el resto del camino. Te ves demasiado cansado, y lo último que necesitamos es que termines estrellándote con tu 'amada cuñada' en el asiento."
Robin (asintiendo, aliviado):
"Sí, buena idea. Pero te advierto... si empieza a hablar dormida, podría ser peor que los ronquidos."
Regina (sonriendo con ironía):
"No te preocupes. He sobrevivido a discursos enteros de nuestra madre Cora; puedo manejar esto."
Robin desvía el auto hacia la gasolinera más cercana, mientras Zelena sigue roncando, ajena a la incomodidad que genera.Mientras él y Regina intercambian miradas cansadas, un sonido peculiar los detiene. Zelena, aún profundamente dormida en el asiento del pasajero, comienza a murmurar palabras entrecortadas.
Zelena (hablando dormida, con tono dramático):
"Señor Oscuro... tu poder... es mío por derecho... sólo un pequeño trato más... ¡No, Rumple! ¡El elixir no es para ti!"
Regina se gira lentamente hacia Robin, su expresión es una mezcla de incredulidad y disgusto.
Regina (arqueando una ceja):
"¿De verdad? Incluso dormida, sigue obsesionada con los tratos y poder. Es como si no tuviera un 'off'."
Robin (frotándose la sien, agotado):
"¿Ves lo que quiero decir? Esto es mi vida ahora. Entre ronquidos y conversaciones sobre el 'Señor Oscuro', no hay escapatoria."
Zelena se remueve un poco en el asiento, murmurando más frases ininteligibles, pero de pronto alza la voz.
Zelena (gritando en sueños):
"¡Regina, tú siempre fuiste la favorita! Pero yo... yo tendría el control del Oscuro. ¡Todos me respetaran!"
Regina parpadea, claramente ofendida y divertida al mismo tiempo.
Regina (con sarcasmo):
"Bueno, al menos sé que su complejo de inferioridad sigue intacto, incluso en sus sueños."
Robin (riendo bajo, mientras se quita el cinturón de seguridad):
"Por favor, dime que tienes algún hechizo para silenciarla. Si sigue así, despertará a medio Maine."
Regina (sonriendo mientras abre su puerta):
"Déjamelo a mí. Aunque no prometo que será algo 'suave'."
Ambos bajan del auto mientras Zelena sigue murmurando frases incoherentes, mencionando nuevamente al "Señor Oscuro" y lanzando palabras al azar como "poder", "venganza" y "maravilloso té verde".
Robin y Regina están fuera del auto, estirando las piernas mientras Zelena sigue profundamente dormida en el asiento del pasajero. Desde el interior del vehículo, se escuchan más murmullos extraños.
Zelena (hablando dormida, con tono soñador):
"Pagar la escuela de Roland... no es barato, pero alguien tiene que hacerlo..."
Robin se detiene y mira a Regina, confuso.
Robin:
"¿Está hablando sobre la escuela de Roland? ¿Desde cuándo le importa?"
Regina levanta una mano para silenciarlo y escucha más atentamente.
Zelena (ahora con voz más decidida):
"A Robin le gusta su café con leche y cacao en polvo... siempre lo mismo, qué básico... Pero bueno, es adorable."
Regina (arqueando una ceja, sarcástica):
"¿Adorable? No sabía que eras su barista personal también."
Zelena (murmurando con entusiasmo):
"El verde es el mejor de los colores... todos lo saben. Nadie se ve mejor en verde que yo."
Robin (con tono exasperado):
"Por supuesto que es su favorito. Es prácticamente su personalidad entera."
Zelena (susurrando con un dejo de resentimiento):
"Mamá es una estúpida... Siempre prefirió a Regina... pero bueno, yo soy una gran actriz... tengo premios, muchos premios... nadie supera mi talento."
Regina (cruzando los brazos, ofendida y divertida):
"Ah, claro, porque ganar premios imaginarios compensa todo lo demás."
Robin (sarcástico, mirando a Regina):
"¿Crees que deberíamos despertarla para agradecerle por ser tan 'altruista' con Roland?"
Regina (negando con la cabeza, sonriendo levemente):
"No, déjala. Esto es lo más tranquila y... tolerable que será en todo el día."
Ambos vuelven al auto, mientras Zelena sigue murmurando cosas sin sentido.
Zelena (último susurro antes de dar un pequeño ronquido):
"Soy fabulosa... ¿cuántos premios dije que tengo? Ah, sí... demasiados para contarlos..."
Robin y Regina se miran y no pueden evitar soltar una risa cansada mientras arrancan nuevamente
Luego de horas finalmente llegan al pueblo, parqueando en la cafetería de la Abuelita,donde esperaban el capitán garfio Killian Jones, los padres de emma , blancanieves y el principe encantador mejor conocidos actualmente como Mary Margaret blanchard y David Nolan y Henry mills de 12 años hijo biológico de emma y adoptivo de regina...en otras palabras su árbol familiar es confuso
En la esquina una mujer rubia de ojos azules quien es Maléfica, finalmente había encontrado a su hija lilith quien fue desterrado por mary y david...emma entrega a lilith de 30 años con su madre..sonríe ligeramente y se retiran dejando al grupo solos...
Henry (al ver a Regina y Emma acercarse):
"¿Tienen a la loca de la familia?"
Emma (suspirando):
"Desafortunadamente."
David (tratando de restar tensión):
"Bueno, al menos estamos todos aquí."
Mary Margaret (mirando con una sonrisa ligera):
"Es un alivio saber que todo ha terminado, por fin."
De repente, los ronquidos de Zelena se oyen aún más fuertes, saliendo del auto mientras Robin, que ya se había alejado del vehículo, se acerca al grupo con un gesto cansado.
Robin (mirando el auto, con tono de frustración):
"¿Es realmente necesario que haga tanto ruido? Parece que un oso está durmiendo ahí dentro."
Regina (molesta pero divertida):
"Lo lamento, no es algo que pueda controlar. Parece que está durmiendo profundamente."
Killian (con una sonrisa burlona):
"Creo que ni una tormenta la despertará."
Regina (con tono serio, pero en voz baja):
"Esto... no está terminado. Hay algo más que debemos hacer."
David (pensativo):
"Lo sabemos. Pero por ahora, al menos tenemos un respiro."
Robin (con tono cansado):
"Sí, pero con Zelena, nunca sabemos si tenemos un respiro verdadero."
En ese momento, un fuerte ronquido más resuena del auto, arrancando una sonrisa incómoda en todos. Regina, agotada, suspira y sacude la cabeza mientras se dirige hacia la puerta de la cafetería.
Regina (en voz baja, hablando consigo misma):
"Un día... un día dejaré de tener que lidiar con todos ellos."
Horas después en La casa de Regina en Storybrooke. El ambiente está tenso. Todos los miembros del grupo se han reunido en la sala principal, sentados alrededor de una mesa mientras Regina comienza a hablar sobre lo que descubrió.
Regina (con tono serio y determinado):
"Necesito que todos escuchen, esto no es fácil para ninguno de nosotros, especialmente para ti, Robin."
Robin (mirando al suelo, incómodo):
"Lo sé, Regina. Todo esto es... complicado."
Regina (respira hondo y continúa):
"Zelena nos dijo que tiene una hija con Robin. Su nombre es Mia. Y si lo que ella dice es cierto... debemos prepararnos para lo que está por venir. Mia no es como Zelena. Según las palabras de mi hermana, es mucho peor."
Emma (mirando a Robin con preocupación):
"Robin, ¿realmente crees que... Mia es así? ¿Cómo puedes estar tan seguro?"
Robin (frotándose la cara, angustiado):
"Es difícil. Todo esto es como un remolino, Emma. Cuando conocí a Zelena, no estaba seguro de lo que sucedía, pero ahora, con todo esto... ¿cómo puedo estar seguro de lo que pasó? ¿Realmente la... abusé de ella? ¿O fue al revés?"
David (mirando a Robin con comprensión):
"Robin, no eres el único que está confundido. Todos lo estamos. Pero lo importante es que estamos juntos en esto. Nadie va a juzgarte."
Mary Margaret (tomando la mano de Robin con apoyo):
"Lo que importa ahora es cómo manejarlo. Mia es un factor que no esperábamos, pero no podemos permitir que el pasado dicte nuestras decisiones."
Regina (asintiendo, mirando a todos):
"Exacto. Y Mia... lo que más me preocupa es que Zelena nos dijo que ella podría ser aún más peligrosa que su madre. Si lo que dijo es cierto, no podemos subestimarla."
Emma (con voz firme):
"Entonces tenemos que prepararnos para lo peor. Si Mia es tan peligrosa como dicen, no podemos dejar que nos tome por sorpresa. Primero debemos asegurarnos de que esté bajo control, o de lo contrario, Storybrooke será un lugar diferente."
Robin (con una mezcla de culpabilidad y frustración):
"Mi hija... Mia... Nunca pedí esto. Ni Zelena ni yo queríamos que esto sucediera. Es mi responsabilidad como padre... pero no sé qué más hacer. Zelena y yo... no sé ni qué pensar de lo que pasó entre nosotros."
Regina (tratando de calmar a Robin):
"Robin, esto no es tu culpa. Zelena ha jugado con todos nosotros. Lo que te hizo... si no lo recuerdas, es porque probablemente no fue tu culpa. El punto ahora es cómo lidiamos con Mia. Si ella es realmente tan peligrosa, debemos encontrar una manera de manejarla antes de que cause más daño."
David (mirando a Regina, preocupado):
"Y, ¿qué más sabes de Mia? ¿Qué tipo de persona es ella?"
Regina (pensando por un momento):
"Zelena dijo que Mia es como ella, pero más poderosa y, por lo visto, más cruel. No tengo mucha información, pero si lo que ella dice es cierto, podemos esperar un enfrentamiento en el futuro cercano. Mia podría ser el factor que cambie todo en Storybrooke."
Emma (mirando a Robin, con una expresión suave):
"Robin, lo que ocurrió con Zelena está en el pasado. Lo que importa ahora es cómo proteges a tu familia. Mia es tu hija, pero eso no significa que debas cargar con toda la culpa. Todos estamos aquí para ayudarte."
Robin (asintiendo lentamente, aunque aún dudoso):
"Gracias, Emma. Pero, aún no sé qué hacer... cómo manejar esto..."
Regina (con determinación):
"Lo primero es asegurarnos de que Mia no cause estragos. Debemos investigar más sobre ella y su poder, y prepararnos para lo peor. Si necesitamos confrontarla, lo haremos juntos. Pero no dejaremos que nos venza."
luego de 10 minutos de descanso para discutir un nuevo enfoque. Zelena sigue detenida en el hospital, pero su resistencia a colaborar está retrasando cualquier avance.
Regina (seria, mirando al grupo):
"Bien. Está claro que Zelena no va a darnos información voluntariamente. Está jugando con nosotros, como siempre. Pero no podemos quedarnos sentados esperando a que decida cooperar. Necesitamos respuestas sobre Mia ahora."
Emma (inclinándose hacia adelante):
"¿Entonces cuál es el plan, Regina? No podemos seguir perdiendo el tiempo."
Regina (con una expresión sombría):
"Zelena está embarazada. Eso complica las cosas... aparentemente no podemos ser tan duros como quisiéramos. Pero eso no significa que no podamos usar otros métodos para obligarla a hablar."
David (mirándola con preocupación):
"¿Otros métodos? ¿Qué estás sugiriendo, Regina?"
Regina (con frialdad):
"Si yo no puedo presionarla, alguien más puede hacerlo. Alguien que no tenga que preocuparse por ser 'respetuosa' con su estado."
Emma (cruzándose de brazos):
"¿Y quién exactamente? Porque no creo que nadie aquí quiera cruzar esa línea."
Regina (mirándola directamente):
"Zelena es una experta manipuladora. Si queremos quebrarla, necesitamos a alguien que pueda jugar en su terreno. Alguien que no tenga miedo de usar sus propios métodos... y yo tengo una persona en mente."
Mary Margaret (preocupada):
"¿A quién estás pensando, Regina? Esto suena... peligroso."
Regina (con un leve tono sarcástico):
"Oh, es peligroso, pero necesario. Estoy pensando en alguien que ya tiene suficiente experiencia lidiando con brujas como Zelena. Y que tampoco se detendrá por un embarazo."
Emma (entendiendo de repente, con incredulidad):
"¿Maléfica? ¿Quieres traer a Maléfica para interrogar a Zelena?"
Regina (asintiendo lentamente):
"Exactamente. Maléfica no le debe nada a Zelena. Y después de lo que los Charming le hicieron, tiene suficiente rencor acumulado como para manejar esto... a su manera."
David (mirando a Mary Margaret, incómodo):
"¿Estamos seguros de esto? ¿Dejar que Maléfica se encargue? No sabemos hasta dónde podría llegar."
Regina (con determinación):
"No tenemos otra opción. Zelena nos está ganando tiempo, y cada minuto que perdemos, Mia podría estar planeando algo. Maléfica es nuestra mejor oportunidad para que Zelena hable."
Emma (resoplando, resignada):
"Bien, pero alguien tiene que estar ahí para asegurarse de que esto no se salga de control. No podemos dejar que Maléfica haga lo que quiera."
Regina (con una sonrisa fría):
"No te preocupes, estaré ahí para supervisar. Pero créanme, Zelena no tendrá oportunidad de manipular a Maléfica. Y cuando terminemos, tendremos las respuestas que necesitamos."
Salto Temporal 6 semanas
Un largo tiempo después 6 semanas luego ...al parecer que que cuando el grupo viajó a camelot Para rescatar a Emma de la oscuridad que abandonó el el cuerpo de rumpelstiltskin
, algo de que emma pudo hacer nacido con oscuridad etc, sus padres lo echaron a perder y una que otra cuestión de conflictos Internacionales ...lo que importa es que todos volvieron al pueblo
Regina entra en su oficina, con su acostumbrado porte decidido, pero se detiene en seco al notar que algo está fuera de lugar.La decoración habitual ha sido alterada: hay toques de verde en las cortinas, un jarrón con flores esmeraldas en el escritorio, y un plato lleno de pastelitos cuidadosamente colocados.
Regina (mirando alrededor con el ceño fruncido):
"¿Qué demonios es esto? ¿Quién estuvo aquí?"
De repente, una figura se mueve tras su silla. Alguien está sentado cómodamente, girando lentamente la silla para enfrentarse a Regina. Es una joven mujer, de cabello castaño claro con tonos rojizos, ojos azules brillantes, y una sonrisa que mezcla dulzura con desafío.
Mujer:
"Ah, ahí estás, tía Regina. Te estaba esperando. Espero que no te molesten los pequeños cambios. Quería que te sintieras... bienvenida."
Regina (congelada por un momento, luego recuperando su compostura):
"¿Quién eres tú y qué haces en mi oficina?"
Mujer (se pone de pie lentamente, con gracia, mientras toma uno de los pastelitos y lo muerde con aire casual):
"Soy Mia. Aunque supongo que ya lo sabías, ¿verdad? Zelena me describió muy bien. ¿O prefieres que te llame tía? Vamos, estoy segura de que ella te lo dijo."
Regina (dando un paso adelante, con los ojos entrecerrados):
"Mia... Así que finalmente decidiste mostrar tu rostro. ¿Y qué crees que estás haciendo aquí? ¿Decorando mi oficina como si fuera tu sala de juegos?"
Mia (riendo ligeramente, dejando el pastelito en el escritorio):
"Bueno, técnicamente, estoy aquí porque tú y el resto de tu encantador grupo hicieron que mi madre terminara encerrada en ese hospital. Pensé que sería educado venir a conocerte personalmente, ¿no crees? Después de todo, soy de la familia."
Regina (con sarcasmo):
"Si esto es tu idea de una reunión familiar, estás empezando con el pie equivocado."
Mia (cruzando los brazos, inclinándose ligeramente hacia Regina):
"Oh, tía, no he empezado nada. Solo vine a ver cómo es este lugar, este... Storybrooke. Mi madre hablaba mucho de él, pero déjame decirte, no estoy impresionada. Aunque... eso podría cambiar, dependiendo de cómo sean nuestras interacciones."
Regina (dura):
"Déjate de juegos. Sí estás aquí para causar problemas, te advierto que no me importa quién seas o de dónde vengas. Te detendré igual que a tu madre."
Mia (sonriendo con calma, pero con un brillo frío en los ojos):
"Lo dudo mucho. Yo no soy Zelena. Y a diferencia de mi madre, no dejo cabos sueltos. Además, no estoy aquí para pelear... todavía. Solo quería que supieras que estoy aquí. Y que me verás más seguido de lo que te gustaría."
Regina (cruzándose de brazos, firme):
"¿Eso es una amenaza?"
Mia (sonriendo, mientras se dirige hacia la puerta):
"Es un recordatorio, querida tía. No subestimes a la 'sobrina nueva'. Porque, créeme, eso sería un gran error."
Mia sale de la oficina con calma, dejando a Regina mirando el desorden verde en su espacio y el plato de pastelitos. Regina aprieta los puños, sabiendo que la llegada de Mia solo puede significar una cosa: problemas mayores están por venir.
Regina aún está procesando la conversación con Mia cuando esta última regresa de nuevo, ahora sentada cómodamente en el sillón de la oficina, saca una foto de un hombre apuesto, de mirada intensa y cabello oscuro. A su lado, cinco figuras familiares, aunque desconocidas para Regina, completan la imagen. Mia sonríe de manera perturbadoramente dulce mientras extiende la foto hacia Regina.
Mia:
"¿Ves? Este es Finn Mikaelson. Mi novio... y algún día, futuro esposo."
Regina (tomando la foto con el ceño fruncido):
"¿Quiénes son ellos? Y, más importante, ¿qué tienen que ver con Storybrooke o conmigo?"
Mia (con desdén): "Sus hermanos. Klaus, el psicópata controlador que cree que el mundo gira a su alrededor. Elijah, siempre tan noble y aburrido. Kol, el niño eterno que nunca creció. Y las hermanitas... Freya, la bruja controladora, y Rebekah, la princesa dramática. Todos un desastre."
Regina (dejando la foto en el escritorio):
"Y tu plan es... ¿qué? ¿Eliminar a toda esta familia solo para quedarte con él?"
Mia (encogiéndose de hombros con una sonrisa venenosa):
"Algo así. Ellos son una carga. Finn nunca podrá ser libre mientras ellos existan. Y yo no comparto lo que es mío."
Regina (cruzándose de brazos):
"¿Estás consciente de lo loca que suenan? Incluso Zelena no llegó a tanto."
Mia (riendo suavemente):
"Mi madre carecía de visión. Yo, en cambio, veo el panorama completo. Y sé cómo jugar el juego.Digamos que Finn merece algo mejor. Es tan perfecto, tan centrado, y lo único que lo retiene son esos... parásitos que llaman familia. Klaus y su obsesión con el poder, Elijah y su estúpido sentido del honor, Kol y su inmadurez eterna, y no hablemos de las hermanitas. Freya siempre está intentando controlar todo, y Rebekah... bueno, digamos que no me interesa que ella esté cerca."
Regina (cruzándose de brazos):
"Entonces, ¿tu plan es venir aquí, causar estragos, y de paso... qué? ¿Eliminar a la familia de este hombre?"
Mia (sonriendo ampliamente, sus ojos brillando con malicia):
"Exactamente. Pero no te preocupes, tía Regina. No me ensuciaré las manos... demasiado. Solo haré que se destruyan entre ellos. Y cuando eso pase, Finn será libre. Seremos libres."
Regina (mirando a Mia con una mezcla de asombro y desdén):
"Sabes, estás tan desequilibrada como Zelena. Y eso ya es mucho decir."
Mia (riendo suavemente, levantándose del sillón y acercándose a Regina):
"Oh, tía, no soy como mi madre. Ella era un desastre emocional. Yo, en cambio, soy práctica. Y sé exactamente cómo jugar este juego. Finn será mío, y cualquiera que se interponga... bueno, digamos que no durará mucho."
Regina (con firmeza):
"Te advierto algo, Mia. No importa quién seas o lo que quieras. No permitiré que conviertas este pueblo en tu tablero de juegos."
Mia (riendo suavemente, dándole una palmada en el hombro a Regina):
"Ya veremos, tía. Ya veremos."
Mia, sentada cómodamente en el escritorio de Regina, cruza las piernas mientras deja caer la revelación, disfrutando del impacto que causa.
Mia (con una sonrisa maliciosa):
"Además, me gustaría conocer finalmente a mi padre biológico, Robin Hood. Creo que es lo justo... aunque no lo creas, tengo como 48 años, a pesar de verme de 24."
Regina (arqueando una ceja, desconcertada):
"¿48 años? ¿Cómo es eso posible? Tú... ni siquiera deberías existir en este mundo. ¿Qué estás planeando, Mia?"
Mia (con un aire despreocupado):
"Bueno, querida tía, la magia y los milagros genéticos pueden hacer maravillas. ¿De verdad no te sorprende? Después de todo, soy hija de la Bruja del Oeste. Pero, dejando eso de lado... creo que merezco al menos un momento con mi querido padre. ¿No crees?"
Regina (tensa, con una mirada dura):
"Robin no tiene idea de quién eres. Esto no es algo que puedas simplemente soltarle."
Mia (con una risa fría):
"Oh, no voy a correr hacia él gritando '¡Papá!' como si fuera una niña en un drama barato. No soy tan cursi. Solo quiero... verlo. Entender por qué Zelena siempre hablaba de él con esa mezcla de odio y admiración. Y quién sabe, tal vez me divierta un poco mientras tanto."
Regina (dando un paso al frente, apuntando con un dedo):
"Escúchame bien, Mia. Si planeas usar esto para causar caos, te detendré antes de que lo intentes. Robin ya ha pasado por suficiente con Zelena."
Mia (sonriendo con dulzura falsa):
"¿Caos? ¿Yo? Oh, Regina, no seas tan melodramática. Quiero decir, ¿qué podría hacer una simple chica de 24—perdón, 48—aquí, en este pequeño y encantador pueblo?"
Regina (con el ceño fruncido):
"Eso es lo que me preocupa."
Mia (fingiendo una expresión herida, colocando una mano dramáticamente en su pecho):
"¿O sea que me rechazas como familia, Regina? Qué cruel. Yo, solo una sobrina perdida, buscando un poco de calor familiar después de décadas de abandono. ¿Es esto lo que significa ser una Mills?"
Regina (cruzando los brazos, con una mirada dura):
"No se trata de rechazo, Mia. Se trata de que conozco tu reputación. Si vienes aquí buscando destrozar vidas, no esperes que te reciba con los brazos abiertos. No voy a permitir que uses a Robin o a este pueblo como tus juguetes personales."
Mia (sonriendo con un toque de burla):
"Oh, vamos. ¿Crees que soy Zelena 2.0? Qué ofensivo. Tengo mis propias ideas, tía. Solo porque mi madre es una loca obsesionada con vengarse de todo el mundo no significa que yo lo sea. Yo prefiero enfoques más... sutiles."
Regina (levantando una ceja):
"¿Sutil? Entraste a mi oficina, redecoraste y básicamente declaraste que quieres deshacerte de la familia de tu novio. Eso no grita 'sutil', Mia."
Mia (riendo suavemente):
"Tienes razón. No puedo evitarlo. Tengo el drama en la sangre. Pero no estoy aquí para causar un desastre... todavía. Sólo quiero establecerme, ver cómo son las cosas. Tal vez incluso arreglar lo que queda de este lío que llamamos familia. Y, por supuesto, encontrar a mi padre. ¿Es eso mucho pedir?"
Regina (suspirando, claramente frustrada):
"Si realmente quieres una oportunidad, entonces demuestra que no estás aquí para causar problemas. Pero te advierto, Mia, si lastimas a alguien que me importa, especialmente a Robin, no tendrás a dónde esconderte."
Mia (sonriendo dulcemente, pero con un brillo de malicia en los ojos):
"Prometo portarme bien, tía Regina. Por ahora e independientemente de lo que pase aquí y sus asuntos ni me involucró...pero si ocupas ayuda me avisas
mia desaparece en un enjambre de mariposas que la rodean
Regina (mirando el lugar donde Mia desapareció, con una mezcla de irritación y curiosidad):
"Genial. Otra persona dramática con poderes exagerados. Justo lo que este pueblo necesita."
Regina se sienta en su escritorio, observando los restos de mariposas que se desvanecen en el aire, mientras cruza los brazos, pensativa.
"Si dice la verdad, y no está aquí para involucrarse en mis asuntos, mejor que lo cumpla. Pero algo me dice que esa chica es igual de impredecible que su madre."
Regina observa el pastelito que Mia dejó en el escritorio, lo toma con cuidado y lo examina. Suspira antes de dejarlo a un lado.
"Definitivamente no confío en los postres de una hija de Zelena."
Mientras tanto, afuera de la oficina, una ráfaga de viento trae el susurro de risas suaves, como si Mía aún estuviera observando desde lejos.
FIN
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