¡disfruten la lectura florecillas!

🌷🌷🌷

Aarón cortó el teléfono y me bajé de él, sentándome a su lado en la cama. Desvié la mirada, avergonzada. Aún estaba sin camisa y no parecía acomplejado. El punto es que jamás había visto a un chico sin camisa en alguna situación similar, y lo que estaba sintiendo era nuevo.

—Debiste decírmelo. —Dijo mirándome fijamente. No se veía molesto, se veía algo dolido.

—No estoy embarazada. —Solté sin pensarlo. No necesitaba pensar para poder aclarar la situación, algo que debí haber hecho hace mucho tiempo.

—¿Entonces? —Preguntó necesitando una explicación. Se puso de pie y luego la camisa.

—Mi amiga me dio un certificado falso para que el Director Parra no me eche de la academia por haber faltado a los ensayos y el certificado decía que estaba embarazada pero no es cierto. —Solté explicando todo de una vez. Lo miré con los ojos bien abiertos.

Aarón me miró estático y luego comenzó a reír. Yo reí con él pero no pude evitar notar que tapó su boca ocultando su sonrisa como lo había estado haciendo desde que entré a la casa y eso me estaba llamando mucho la atención. Él jamás había hecho eso, siempre se había mostrado confiado de sí mismo.

Tomé mi teléfono de mi suéter y lo apunté hacia él, dispuesta a tomarle una fotografía que quedara guardada por siempre en mi galeria.

—No. —Dijo poniendo su mano frente a la cámara. —No me gustan las fotografías.

—¿Es una broma? —pregunté bajando el teléfono. —Todos se toman fotos, es normal. —-Dije apuntando la cámara Nuevamente hacía él.

—Basta, Alexandra. —Dijo quitandome el teléfono, estaba serio y me sentí frustrada. Era demasiado hermoso y no me dejaba tomarle una maldita fotográfia.

Le quité el teléfono y lo guardé en mi suéter. No podía creer que Aarón jamás se hubiera tomado alguna fotografía, es decir, hasta yo solía tomarme fotografías y ni siquiera mi apariencia física terminaba de convencerme, pero era muy fanática de tomar fotografías. Tomaba fotografías a todo lo que encontraba bello y eso podía significar mis converse contra el pasto.

—¿De verdad jamás te has tomado una selfie? —Pregunté mientras armaba la lasaña.

Habíamos bajado a la cocina. Aarón estaba al lado mío y miraba atento cada movimiento que yo hacía. Eso me agradaba, me agradaba tener su atención y que fuera mi ayudante de cocina. Ya estaba anocheciendo.

—Cuando niño me tomaban fotos, pero una vez que crecí jamás volví a posar frente a una cámara. —Explicó mientras encendía el horno eléctrico.

—¿Y qué subes a instagram? —Pregunté mirándolo seriamente.

—No tengo instagram. —Respondió algo asqueado.

—¿Qué? —Pregunté sorprendida a la vez que reía. —Eso sí no lo creo. ¿Cuántos años tienes, cincuenta?

—No me interesa, Alexandra. —Dijo seriamente mientras pasaba por mí lado y tomaba la lasaña entre sus manos. —Es una perdida de tiempo.

—Es muy divertido, anda créate uno. —Insistí como niña pequeña mientras lo veía meter el envase de vidrio al horno.

Se me hacía agua la boca, la lasaña era mi plato favorito luego de las papas fritas y al parecer a Aarón también le gustaba, porque lo pensó en voz alta y fue ahí cuando le comenté de mis dotes de cocinera. Se pensó y se hizo.

El cielo se veía oscuro afuera y comenzaba a hacer un poco de frío casi innotorio. No debía volver a mi casa tan tarde a pesar de que nadie me estuviera esperando. Increíblemente estaba vistiendo un jean y siempre fueron muy incómodos para mí, ya no soportaba más en ellos.

—Toma —Dijo extendiendo su iphone hacia mí. —Yo no sé cómo crear una cuenta de instagram.

Le sonreí y tomé el celular emocionada. Realmente amaba la aplicación y las cosas que podías hacer allí, tenía una leve obsesión a pesar de haber creado mi cuenta hace cinco años. Me emocionaba pensar que Aarón solo estaba haciendo esto por mi.

—¿Qué usuario quieres? —pregunté concentrada en el aparato.

—Sky of the dark. —Pronunció en un perfecto inglés. Lo miré sorprendida, jamás había sido muy buena en la materia.

—Es muy largo, di otro. —Dije volviendo mi vista al teléfono.

—Aarón Beckett. —soltó encogiéndose de hombros inexpresivo. Rodé los ojos y milagrosamente nadie más tenía ese usuario.

—Mira aquí debes buscar a las personas. —Apunté mostrándole la pantalla mientras escribía mi usuario. —Esta soy yo, ¿ves? Ahora me estás siguiendo.

—Tienes más de mil seguidores. —Soltó sorprendido. No sonó a pregunta así que no respondí nada, solo tenía esos seguidores porque eran cinco años publicando imágenes de paisajes.

—Tienes que subir una foto o nadie va a seguirte. —Comenté apenada mientras apuntaba la pantalla en donde se leía claramente "0 followers".

—¿Y para qué quiero seguidores? —Preguntó y el horno sonó indicando que la cena ya estaba lista.

—No jodas, Aarón. De eso se trata. —Dije obvia mientras lo veía tomar un mantel y sacar la lasaña.

Aproveché que estaba distraído para entrar a ver su galería. Sabía que era algo privado, pero no podía creer que no tuviera ni una foto teniendo la cámara de un Iphone. Increíblemente la galería estaba vacía, solo habían algunas fotos recibidas de whatsapp y algunos memes.

—¿preparo la mesa? —Pregunté dejando el teléfono a un lado. Aarón estaba cortando la lasaña y le tomé una foto sin que se diera cuenta.

—¿Te incomodaría comer arriba? —Preguntó mientras servía dos platos. —Podemos ver algo en netflix si quieres, es que no me gusta comer en la mesa.

Fruncí el ceño leves segundos pero asentí, un poco sorprendida de los traumas que Aarón tenía. No había que ser experto para darse cuenta de que no se sentía cómodo en la mesa porque jamás había tenido alguna experiencia familiar en ella.

—Claro, no hay problema. —Dije en una sonrisa comprensiva. —Voy a lavar esto por mientras. —Finalicé apuntando los utencilios sucios.

Aarón asintió y comenzó a preparar una bandeja en donde puso ambos platos. Mientras lavaba la loza no pude evitar mirarlo de reojo. Abría y cerraba muebles y me sentía especial al verlo preparar todo para dos. Podría estar así toda la vida.

Dejamos todo limpio y apagado en el primer piso. Aarón insistió en cargar la bandeja porque según él tenía peso, pero yo tenía miedo de que se cayera con bandeja y todo. Su cuerpo no estaba recuperado del todo.

—¿y qué pasó con tu moto? —Pregunté mientras comíamos. Estábamos sentados en la cama y tuve que quitarme las converse para no ensuciar las sábanas blancas aunque Aarón insistió en que no importaba.

—Es historia. —Soltó en una risa mientras buscaba algo en netflix.

Realmente se veía tan sexy sin siquiera quererlo y eso era lo mejor. Me quedé viéndo su perfil unos segundos. Tenía el ceño levemente fruncido, el plato de lasaña en su regazo y el control remoto en la mano.

—¿pasa algo? —preguntó encontrando nuestras miradas.

Sí, pasa que me encantas.

—Eh, no, nada. —Solté nerviosa mientras desviaba la mirada. —¿entonces no volverás a tener moto?

—Claro que sí. —Dijo centrando toda su atención en mí. —Voy a comprar una nueva.

—Ah ya, tú vas a comprar una nueva. —Repetí incrédula mientras reía. —¿Y trabajas al menos?

—No necesito trabajar. —Sonrió achinando los ojos. —De algo que me sirva la "madre" que tengo.

Lo miré impresionada por su declaración. Sabía que su madre no estaba del todo lejos, pero no pensé que le depositaba dinero. ¿por qué lo dejó si no fue por necesidad económica? No podía entenderlo.

—Al parecer tu madre tiene dinero. —Comenté luego de tragar.

—Ella no, su amante sí. —Comentó encogiendose de hombros como restándole Importancia. —13 reasons why se ve interesante.

—Ya la ví —Solté mirando la televisión frente a nosotros mientras bebía de la lata de gaseosa.

—Yo igual. —Soltó Aarón en un susurro luego de unos segundos. Desvié mi mirada hacia él confundida, se veía sorprendido. —Recordé algo, Alexandra.

—¡¿Recordaste?! —Pregunté emocionada hacia él. Lo abracé impulsivamente y derramé en la cama la poca lasaña que quedaba en mi plato.

Rompí el abrazo al ver el desastre que había ocasionado, sabía que comer en la cama no sería buena idea. No para alguien tan torpe como yo.

—No te preocupes. —Dijo poniéndose de pie e hice lo mismo.

—Lo siento. —Insistí mirando la mancha naranja en las sábanas blancas. —Esto no va a salir con la lavadora. —Finalicé mordiendo mi labio inferior.

Aarón se movió lentamente hasta llegar a su closet y sacó un par de sábanas limpias. ¿Todas sus sábanas eran blancas? Me pregunté mientras lo ayudaba a cambiarlas. Una vez que terminamos de ordenar la cama por completo, tomé la bandeja y salí de la habitación antes de que Aarón no me permitiera hacerlo. Me dirigí a la cocina y dejé la bandeja allí.

Me había comenzado a sentir nerviosa y no entendía por qué. Quería acercarme a Aarón y a la vez quería salir corriendo por todo lo que estaba sintiendo. Era nuevo y extraño, pero muy placentero a la vez.

—Creo que ya debo irme. —Dije abriendo la puerta de su habitación. Aarón estaba sin camisa y de espaldas a mí. Los colores subieron a mi cara.

—¿No veremos la serie? —Preguntó volteándose mientras se ponía una camisa negra a juego con sus pantalones de pijama.

—Dijiste que ya la habías visto. —Solté acercándome. A través de su camisa se podía notar su cuerpo trabajado. —Además, estoy muy incómoda con estos pantalones. —Confesé.

—Si quieres te presto unos —Comentó emocionado. Tenía los ojos vidriosos y se veía realmente alegre. —O una camisa, de todas formas ya has usado mi ropa antes.

Mis ojos brillaron y lo miré fijamente. Si era lo que yo estaba pensando, quería llorar.

—¿Recordaste todo? —Pregunté expectante.

—No. —Respondió negando con la cabeza mientras se acercaba a mí. De pronto estaba demasiado cerca. —Solo fragmentos de momentos específicos, pero es un avance.

—Me alegro mucho por tí. —Hablé en voz baja. Cerré mis ojos cuando se acercó a besarme, pero el beso jamás llegó.

Aarón apoyó su frente contra la mía y tomó mis manos. Lo miré estática cuando comenzó a elevar mi mano derecha, aún traía el anillo que Matthew me había regalado la última vez que lo vi. Aarón pasó por alto el objeto y comenzó a mover mi suéter, intenté alejarme cuando adiviné sus intenciones pero no me dejó.

Lo miré en silencio. Tenía miedo pero lo dejé, dejé que lo hiciera. Entonces corrió hacia atrás mi suéter dejando a la vista mis cicatrices, entre ellas las más recientes. Desvié mi mirada cuando la suya se vio sorprendida. Aún mirando la pared, sentí algo cálido sobre mis cicatrices y lo sabía pero no lo entendí. No podía entender qué había hecho para merecer a alguien como Aarón Beckett.

Lo miré con los ojos llorosos. Aarón besaba mis cicatrices, una a una. Extendió sus suaves labios por cada herida en mis muñecas, en mis brazos.

—Quédate conmigo esta noche. —Susurró contra mis labios. Yo sentía que iba a delirar en cualquier momento. —No me rechaces esta vez.

Su voz había sonado más grave de lo normal y el hecho de que lo haya susurrado hizo que mi nerviosismo aumentara. Mi corazón latía rápido y solamente pude lanzarme a sus labios como si mi vida dependiera de ello.

🌷🌷🌷

Quédate hasta el final de la nota, hay algo importante.

¡Florecillas! Lamento la tardanza, pero en recompensa traigo una entrevista que me hicieron de -BeautyArmy

Solo deben pinchar en el nombre, buscar el libro que dice "entrevistas" y buscar la 085 donde dice mi usuario.

Solo hice la entrevista con el fin de  poder conocernos más y tener más confianza entre nosotros. (yo-ustedes)

En la entrevista hablo un poco del origen de Aarón Beckett y mi inspiración al escribirla. Ojalá les guste.

Ahora sí, tengo una pregunta importante.
¿Quieren detalles +18 en Alexandra? Si/no

Necesito saberlo para escribir el siguiente capítulo. No quiero incomodar a mis🌷

No olvides votar si te gusta la historia, lo agradezco mucho.

Abrazos