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🔺 Parte única 🔺




No era muy difícil por lo que en la imagen se veía.

No, o eso aparentaba. BaekHyun la había visto y creyó que solo requería de sus manos habilidosas para hacerla. Tomó el poco material necesario: foamy diamantado, otro de colores diversos, pegamento, silicón, plumones, tijeras, y como ya tenía los tubos de cartón a la mano, supuso que estaba todo listo.

"¿Esos son para tus Cascanueces hechos a mano?" JongDae le preguntó, mientras él asentía, de acuerdo. No quiso distraerse mucho, enfocado como estaba en cortar esa figurita de flor que había hecho, apenas lo escuchó cuando se puso a su lado. No lo vio, pero él lo estaba haciendo con minuciosidad si le dijo: "¿Y dónde está el Cascanueces ahora?"

Entonces, BaekHyun se detuvo. Al cortar por completo su figurita, miró a su tutor. Inclinado hacia su mesa con una mano sobre esta y otra en la cintura, BaekHyun apretó los labios admitiendo con vergüenza:

"¿No parece un Cascanueces lo que hago?"

JongDae debió saberlo mejor. En cuanto los ojitos de BaekHyun temblaron, llenos de su triste emoción, lo halló recto al incorporarse de la mesa y poner su distancia.

"No, no, sí parece, por supuesto, es todo un Cascanueces lo que estás haciendo, solo..." no había por qué mentirle mucho. BaekHyun sabía de lo que JongDae hablaba, incluso si se quería hacer el tonto y engañarlo con que lo estaba viendo, él no estaba ciego para no entender por qué le dijo eso.

Dejó las tijeras y el foamy que traía entre manos. Pasó estas por su corto cabello negro de lado, se acomodó el flequillo junto su gorro de pico rojo, y al dejarlas una vez más a los costados de su material en la mesa, suspiró.

Después tiró su cabeza sobre la superficie de madera.

"¡BaekHyun!"

Definitivamente el Cascanueces no estaba saliendo como quería.

"¿Por qué no es tan fácil como en la imagen?" Reclamó, con tono amortiguado. Sus materiales se le habían pegado a su gran boca, sus rojos labios pequeños debían estar llenos de diamantina multicolor ahora, mas, no le importó. Triste, decaído y medio frustrado, se quejó entre ellos y pataleó como un niño chiquito que en sus 32 años ya no era. "Se veía tan sencillo, ¿por qué no me está saliendo?"

"BaekHyun, tal vez solo tienes que darle tiempo. Hacer estas manualidades es... uh... ¡tiene un proceso! Sabes que no todo sale de inmediato, y seguramente el tuyo tomará un poco más, ya sabes, ¿no deberías, ah, confiar en el proceso?"

"¿Crees que de verdad vaya a salirme el Cascanueces con lo que ahora llevo?" Preguntó y se levantó de su miseria. Una hoja de foamy diamantado roja se le había pegado a su mejilla; por su pómulo resaltado y piel grasita no se despegó. Aun si la tomaba en cuenta, BaekHyun tampoco le dio mucha importancia de momento. Vio a JongDae a su derecha, y tras notarlo jalar las mangas de su camisa turquesa como si las acomodara bajo el uniforme de capa de rombos coloridos unida por el hilo de doble botón en el cuello doblado que ambos usaban, captó cierta inseguridad, menormente expresada por la sonrisa de puntillas estáticas y ojos alineados a sus cejas rectas. Estaba mintiendo, JongDae no creía mucho en eso, pero a BaekHyun le agradó pensar que al menos su amigo quiso darle alas. "Claro, sí, por supuesto. Solo tengo que... confiar en el proceso. Ya, gracias, JongDae, me siento más confiado ahora."

"¿En serio?" JongDae preguntó, se inclinó tanto que hasta su gorro amarillo de pico casi se cayó. A tiempo lo sostuvo, de la misma manera que él se quitó la hoja. Siquiera era roja, los brillitos se confundirían con algo que se hubiera puesto para combinar con su uniforme; diferente al turquesa y amarillo que JongDae usaba como Elfo Superior especializado en Crear Regalos de Santa, su rojo de detalles rosados en mangas y cuello lo delataba como elfo amateur. Otra razón para entender que estaba en lo cierto, era consciente (y mucho) de las habilidades casi nulas que tenía en crear este tipo de cosas, aun si lo estaba intentando. No había ido al Instituto de Preparación como Ayudantes de Santa por siete años para nada: tenía un Máster en Elaboración de Detalles y Curiosidades Mayúsculas, pero claro que de la investigación a la práctica siempre era un gran paso. En cuestión de experiencia, BaekHyun tenía... nada, era como un elfo en entrenamiento. No lo apantallaba saber que JongDae pusiera su trabajo en duda, tampoco su desesperanza. Solo había que confiar, por más ridículo que sonase el consejo, quizá era el más indicado. "Digo, sí, en serio. Eso es justo de lo que hablo. Qué bueno que lo veas de ese modo, BaekHyun. Sigue así, quizá si le pones un poquito más de empeño a tu Cascanueces, puedas..." le dio un vistazo, a ese desastre de recortes, tiras, silicón amontonado, derretido en hilos y marañas de espantosos retazos en su tubo cubierto a la mitad (con un par de agujeros y parches que en ellos le hizo), horrorizado, antes de volver con su sonrisa estática. "Puedas."

"Gracias, compañero," no le dijo más. Al irse y pasar revista por otro de los elfos en la sala que se estaban encargando de hacer su manualidad del día, en la preparación de las próximas semanas que les tocaba crear los regalos para esa Navidad, BaekHyun regresó a lo que tenía.

Estaban a menos de cuatro semanas para Navidad. Ahí, en el taller de Santa, sede Corea del Sur, departamento capital, BaekHyun había entrado un año más para intentar conseguir un puesto permanente para el trabajo de elfo.

Como parte de una comunidad que se encargaba de una de las más grandes fiestas del año, había muchas cosas en las que se podía desarrollar. Los elfos no solo hacían juguetes o los confeccionaban, también debían checar las listas de niñas y niños que ese año recibían regalos (cada día era un poco menos pesado, Corea tenía una tasa bajísima de nacimientos, pero al menos no reducían el personal de elfos en el área), ayudar con las entregas de Santa Claus, conectarse con los otros departamentos de todo el país y el mundo para generar buena organización del evento, leer y recibir cartas, comunicar los deseos a la fábrica de regalos, buscar en tiendas materiales, juguetes, electrónicos—porque ahora los niños eran modernos y querían el nuevo iPhone, como si BaekHyun supiera qué de interesante le veían a esa cosa brillante y escandalosa—, envolver y mucho más si se iba por el área de los renos, el trineo, administración, limpieza, comida y aire festivo.

Era un mundo donde todo tipo de trabajo existía. Los elfos también se enfermaban, había doctores elfos. Los elfos también tenían que declarar impuestos, había contadores elfos. Se enseñaba, cocinaban, hacían la limpieza de su hogar, cuidaban a sus hijas e hijos, construían casas, usaban un transporte público... incluso si no pertenecían a ese mundo allá abajo donde los humanos transitaban, ellos en su propio entorno lleno de magia tenían su propia vida. Los 365 días del año había algo que hacer, además de ayudarle a Santa.

El trabajo más codiciado era ser ayudante de Santa. ¿Qué era ser un elfo si no te tocaba estar entre los afortunados que ayudaban a Santa? Personas en su mundo se podían conformar con tener trabajos que ayudaban en los otros 364 días del año, y no estaba mal, pero trabajar como elfo ayudante de Santa y ser elfo creador de regalos era el máximo deseo de cualquier elfo en su comunidad.

BaekHyun no había sido la excepción.

¿El problema? Bueno, su respuesta radicaba justo en lo que dijo cuando JongDae lo inspiró a continuar con su Cascanueces fatídico. Mientras iba una vez más a pegar esas tiras doradas en el trajecito rojo sobre el tubo de su Cascanueces pequeño, recordar que de la investigación a la práctica era un gran paso pudo con su habilidad.

Luego de haber cumplido su carrera de cuatro años, entrar al máster solicitado para llenar el requisito de ser elfo creador de regalos por otros dos y tener un año más de especialidad, si acaso lo habían galardonado como Mejor Estudiante del Año, Mejor Elfo Investigador, el Mérito Académico de todo el Instituto, no estaba demostrándolo hoy ni en ninguno de los otros seis años que ya había intentado entrar al puesto.

Casi cada bendito año desde que salió de su máster a los 26 hasta ahorita. Siempre era lo mismo.

Desde ese día, BaekHyun había entrado como nueva inscripción al Programa de Selección para trabajar de elfo creador de regalos. Lo tenía todo, la carrera, la especialidad, su tesis sobre Cómo la Evolución del Mito de Rodolfo inspiró a un consumismo absoluto del color rojo en la temporada, sin haber la necesidad sabiendo que en realidad el traje de Santa no siempre era de ese color (vaya sorpresa, si los humanos supieran; de cualquier modo, ¿quién se creía que ese ente astral siempre iba a estar usando rojo?), todo había conseguido darle pase directo a la selección.

Nunca se esperó que sus manos no iban a funcionar tan bien como lo hacían cuando escribían un ensayo o leían un artículo que analizar. Ese primer año del programa fue un fracaso, después de la explosión que causó en el taller en su prueba final, le dieron un rotundo no de tomar el trabajo.

No se desanimó. La gente lo decía nadie entra el primer año, es muy difícil conseguir un trabajo del tipo, tienes que esperar, seguro el próximo año te va mejor, ya verás. Oh, sí, el BaekHyun de entonces casi 27 años lo creyó; no obstante, volvieron a lo mismo.

"Está increíble tu currículum, tienes muy buen historial académico."

"¡Gracias!", sí, gracias, pero no, gracias fue todo lo que obtuvo cuando volvió a fallar la prueba de su segunda oportunidad.

La tercera es la vencida. Sí, la tercera, la tercera. Eso se dijo y se preparó, mucho más se preparó al haber empezado un nuevo curso desde casa con beca y todo por su gran desempeño para al menos subsistir de algo en el proceso. Del Curso de Elaboración de Diseños Técnicos de Regalos salió con Excelencia Académica, fue el mejor del país, en realidad. ¿Eso le dio un pase directo para entrar como elfo creador?

No. No, no, no y no.

Fue la tercera negativa. A sus 28 años... BaekHyun había vuelto a fallar, y si alguien le quiso dar esperanzas, lo cierto era que hasta la más mínima ya lo deprimía.

¿Por qué era tan bueno en la carrera, en todo tipo de cursos y solo no podía con sus manos hacer un simple muñeco de plástico? Manos de estómago, alguien lo llamó en su última ocasión de haber entrado al Programa de Selección, y no estuvo equivocado. BaekHyun destruía todo lo que tocaba; si lo ponían a hacer una muñeca, confundía los colores y le pintaba el cabello rojo de verde fosforiloco, dañando el material de tal cabellera, haciendo que el plástico se derritiera y no se dijera más del pintado de la cara. No estaba hecho para nada de eso. Tampoco en los peluches, si iba a quedarle todo el oso parchado. La tecnología... no dijeran más, la explosión en su primer intento no fue por cualquier cosa (de ahí quedó inmediatamente vetado). ¿Cosas de madera? Oh, sí, lo intentó, pero... digamos que la parte de lijar era muy peligrosa... ¿Por qué no hacer patines y patinetas? Claro, era solo pegar rueditas a una tabla... error. ¿Juegos de mesa? Nop, ¿recuerdan esa persona que imprimió en cajas un link subido de tono y tuvieron que sacarla del mercado?, sí, bueno, ya se imaginarán de quién fue la culpa.

Exacto, BaekHyun tenía la peor suerte, manera, habilidad y todo en contra para ser un elfo creador de regalos. Sin importar la cantidad de diplomas, premios y títulos que colgasen sus padres en su casa. Nunca le habían dado el trabajo, y bueno, uno se quiebra después de intentar mucho sin ningún resultado.

A los 28, con la desesperanza de que nunca iba a obtener la oportunidad de ejercer lo estudiado, BaekHyun decidió que no podía más. Se puso el uniforme azul oscuro y se metió en área de administración del taller de Santa.

"Es un buen trabajo, no tienes por qué sentirte avergonzado de hacerlo," le dijo su papá, obvio, porque él trabajaba en ese mismo puesto. Y no decía que él lo viera de otra forma, lo dijo, había millones de trabajos en la comunidad élfica, todos y cada uno necesarios para la supervivencia de su mundo. Revisar la lista de regalos de los niños en el departamento capital era igual de importante que hacer, envolver o crear uno. Sí, por supuesto.

Pero ya debían saber la frustración que le daba a una persona cuando se había esforzado tanto por cumplir un sueño... cuando estudió, se preparó, hizo todo lo que el supuesto manual de una vida acomodada decía... y solo nada, nada funcionó.

BaekHyun pasó los siguientes tres años trabajando en ese puesto. Sin deseos de ver a los nuevos elfos que entraban y se quedaban después del Programa de Selección, ya sin querer ver cuándo eran las fechas de inscripción o posibles resultados. No iba a participar, ¿qué caso tenía? Él solo trabajó en lo que debía para ganarse la vida.

Y aunque eso le trajo grandes ganancias, con una vida segura, la posibilidad de adaptarse un apartamento, cosas propias para salir de la casa de sus papás, crecer y desarrollarse en la vida adulta de elfo, nada le quitó la frustración del sueño incumplido.

"¿Por qué no intentas inscribirte una vez más en el Programa?" ChanYeol le dijo, un día mientras estaban tomando un poco de vino. Con película puesta en su proyector para verse en la pared contraria de los sillones de su salita, su novio sacó eso con la mayor normalidad como si estuviese hablando del clima. Si fue porque el vino se les subió un poco, y tal vez él había despotricado sobre los estúpidos privilegiados elfos creadores (incluso si su novio era uno) al ver en la película una historia real de un elfo que perdió la mano en la elaboración de juguetes, pero eso no lo detuvo para seguir su sueño, no supo ni cómo contestar.

Miró a ChanYeol, a su hermoso y tierno novio que, por Rodolfo, cuánto amaba, pero en esa sugerencia casi lo odió para matarlo.

A ChanYeol lo había conocido por azares del destino. Más como que fue por el trabajo. Cosas buenas y malas que de este obtuvo, incluso con toda su frustración, ChanYeol le vino como ese regalo de consolación, y más que consolación, fue un auténtico regalo (vaya regalo). Al ser uno de los Elfos Superiores, similar al trabajo de JongDae (que en un rato más regresaríamos), supervisor de la creación de regalos, tuvieron su par de contactos.

BaekHyun desde su cubículo, donde revisaba la lista de regalos, nunca habría conocido a ChanYeol si no hubiera sido porque hubo una ocasión donde el supervisor tuvo que venirle a reclamar cómo había confundido los regalos de niñas y niños, tan enojado.

Entonces, BaekHyun se preocupó muchísimo. Aterrorizado por el trauma que le dejó la Selección de hacer las cosas mal, casi le dio una disculpa de noventa grados a ese alto, grande y fornido elfo (que nunca en su vida había visto, impresionado de que elfos así existieran en el 1,90; ¿no se suponía que casi todos iban del 1,75 para abajo?, como él, de 1,74), como si temiese que esas grandes manos y brazos escondidos bajo su uniforme de capa turquesa amarilla fueran a estrangularlo ahí en la oficina.

Quiso saber cómo podía arreglar el problema, si había alguna sanción, represalia o algo que pudiera hacer o recibir para solucionarlo. El supervisor Park le dijo que no había nada más que hacer, porque la producción ya estaba en proceso, los juguetes confeccionados según la lista (errónea) que mandó se estaban haciendo ahora mismo, y él ardía de la furia tanto para dejar sus grandes orejas puntiagudas despegadas de su rostro circular arder en rojo. Sus ojos grandes y redondos de leve punta casi se le botaban de la cara, su nariz recta se ensanchaba con cada respiración agitada por sus poros, y su boca apretada (que luego descubriría tenía una gran, dentuda y hermosa sonrisa) para rechinar dientes bajo esos labios pomposos no soltaba más que palabras que cualquier niña o niño que recibían sus regalos debía escuchar nunca.

BaekHyun quiso llorar ese día. Estaba seguro de que iba a ser despedido, y adiós a su vida de adulto responsable independiente que hasta ahora había logrado afianzar, adiós al orgullo que le daba a su papá (mismo que vio todo de primera mano al trabajar en esa oficina), adiós a creer que podía lograr tener un buen lugar en esta sociedad tan complicada...

"Oh, espera, esto no era..." adiós... hasta que ChanYeol hizo una segunda revisión. Traída la lista que BaekHyun mandó (errónea), ChanYeol recibió de una voz contraria algo a su oreja. Ahí, el pobre BaekHyun casi al borde del llanto, lo vio todo. Cuando ChanYeol regresó completamente colorado, lo vio carraspear antes de dirigirle la palabra. "Mis disculpas, señor Byun, parece que hemos cometido un error en su denuncia."

"¿Cómo?"

"Bueno... yo he cometido un error. No está... no estaba mal la lista que nos ha mandado, todo está en el lugar correcto, solo..." frunció el ceño, sin saber qué estaba pasando y sin comprender hasta que ChanYeol mismo se lo dijo: "Los juguetes están en el lugar que debían. Hice un mal juicio al creer que un niño no podía recibir una muñeca, y que una niña no podía recibir una pista de carritos."

Él parpadeó. Entretanto, ChanYeol se rascó una oreja, completamente avergonzado ya que notaba en ella todo su enrojecimiento.

"Oh."

"Sí, ah... lo siento, creo que eso fue demasiado prejuicioso. Yo no debería..."

"Sí, no debería," atinó a contestar y los elfos a su alrededor ahogaron un grito, como si se impactaran de saber que el subordinado se iba a poner al tú por tú con el supervisor. No tenía por qué no hacerlo, si al final le habían hecho pasar el peor momento de su vida para resultar que no fue así y el error no fue suyo. Lo puso en evidencia. "¿Acaso pensó en los estereotipos de género?"

"Señor Byun..."

"¿Una niña no puede usar azul porque el color es para niños? ¿O un niño no puede usar maquillaje porque eso es para niñas? ¿Es así como nuestro supervisor piensa?"

"Déjeme recompensarlo por el mal trago que le he hecho pasar."

"¿Con qué piensa recompensarme, señor Park?"

"¿Le gustaría que le pague una cena?"

No fue algo... esperado, si lo podía nombrar. Los elfos en la oficina obviamente se vieron dubitativos, BaekHyun mismo lo hizo, pero...

"Sí, claro, ¿por qué no?"

¿Quién se negaba a comida gratis hoy en día? BaekHyun no lo hizo. Si esperó que Park solo pagara por su comida una noche en algún buen restaurante, donde él podía embutirse con todo lo que el presupuesto le permitiera, en eso no incluyó que el mismo Park se iba a involucrar. Llegado al lugar donde le dijo que sería, lo vio a él ya esperándolo en una mesa para dos... y todo lo demás fue historia.

O bueno, eso dijo. Claro que hubo sus desperfectos. BaekHyun no fue un buen comensal en esa primera cena, peor si sabía del enojo que aún le provocaba recordar ese momento, además de que ChanYeol tenía ese estereotipo de los niños no deben o las niñas no, porque..., que encapsulaba el género femenino y masculino de una manera tan retrógrada (como si aparte no existieran más de dos géneros en el mundo), no fue fácil que le diese la palabra o se abriera a compartir algo a su lado.

A ChanYeol no le importó. Tras otra disculpa que dijo cuán avergonzado estaba por ese prejuicio, y justificado porque era inusual, pero no extraño, BaekHyun le dio el beneficio de la duda, y después de esa cena, lo invitó a otra porque...

"Quisiera oírlo decir más que solo lo siento y no fue mi intención, en serio no es así como pienso toda la noche, Park. Quizá si me habla más de usted y de su vida, podría juzgarlo de verdad sobre esas palabras."

ChanYeol fue sinceramente la cosa que menos esperaba en su vida. Traído de una terrible circunstancia, en vista de su peor situación actual, jamás se imaginó que encontraría el amor de esa forma. Mas, lo hizo. ChanYeol demostró con creces que su pensar era muy distinto, y aunque su orientación no quitaba un posible pensar prejuicioso, descubrió que no era su caso. Fue toda una confusión que le dio para bromear y burlarse en ocasiones posteriores a lo que pronto fueron sus citas, y que calló cuando ChanYeol lo besó en el marco de su puerta.

Fue el inicio de algo hermoso. Que todo eso se le viniera abajo cuando ChanYeol decidió sugerir volverlo a intentar con lo del Programa de Selección le recordó cómo la vida podía ser así y más espontánea.

"¿Qué has dicho?"

"Volverlo a intentar," ChanYeol confirmó, ahí sentado a su lado en el sillón. Traía en una mano su copa de tinto, la otra rodeaba su hombro, en ese acomodo que él estaba deshaciendo al incorporarse de su pecho y al verlo de ceño junto por lo que suponía. "Ya sabes, volver al Programa de Selección para elfos creadores de regalos."

"¿Por qué me estás diciendo esto?" Preguntó ahora, tan inquieto, más por lo supuesto. "Si sabes cómo te he contado lo mal que la pasé intentándolo, si sabes las veces que lo hice y cómo eso me rompió, tú solo... ¿me estás diciendo que vuelva a hacerlo?"

"BaekHyun..."

"¡No es tan fácil como piensas! No todos podemos ser habilidosos como tú, como JongDae o tus compañeros," mencionó en señal de conocer algunas amistades del trabajo de su novio. JongDae era otro supervisor, no directo de BaekHyun, sí amigo de ChanYeol. Con la posible pelea iniciada, ChanYeol detuvo la película y miró con incomodidad a BaekHyun, más por su alza de tono. "¿Crees que no lo habría intentado ya si supiera que podría?"

"BaekHyun..."

"Lo intenté, ChanYeol, en serio lo he hecho. Lo hice por tres años consecutivos, y cada año... el no que he recibido ha sido más duro. No puedo, no creo poder si vuelvo a recibir otra negación, es tan... desmotivador, en serio pienso que me derrumbaría si vuelvo a hacerlo," ChanYeol hizo lo mejor esa noche cuando decidió no decirle más y solo abrazarlo. En ese consuelo que lo trajo de vuelta a su pecho, se envolvió y dejó caer su molestia de antiguos fracasos.

¿Cómo llegó ahí al taller del Programa de Selección si todo esto ocurrió?, se preguntaban. Bueno, tenía una respuesta muy sencilla.

"Van a dejar entrar a todo elfo que haga el regalo más alegre, feliz y auténtico este año," dijo tan solo al día siguiente, cuando puso su desayuno sobre la mesa en su lugar y en el de ChanYeol. Aunque no vivían juntos, en ocasiones (como la noche anterior) pasaban uno más tiempo en la casa del otro, se quedaban a dormir por hacer planes nocturnos. ChanYeol, al estar leyendo un libro de superación personal—como tanto le gustaban a su novio, ugh—, apenas esperó ese inicio de conversación, más al estar tomando la mitad de su taza de chocolate caliente mañanera. Claro que él no sabía que después de su antigua plática que incomodó su noche pasada para no mencionar más activó una espinita de curiosidad en BaekHyun, y al investigar por sus propios medios la nueva ronda del Programa de Selección, solo vino con eso. Ahí, junto a su tenedor que clavó en sus huevos revueltos, antes de embutirse un bocado y seguirle explicando. "El Programa de Selección está pidiendo que este año se haga un solo deleite auténtico en la evaluación final para ingresar al puesto."

"¿Y cuál es la razón por la que me lo cuentas...?"

"¿Tú sabías de este tipo de evaluación actual?" Cuestionó en su lugar, antes de decir ninguna otra cosa. ChanYeol bajó su libro y miró a BaekHyun, atento. BaekHyun lo leyó mejor de esa forma. "Lo sabías. Por eso me dijiste anoche que por qué no lo intentaba de nuevo. Por eso me lo has propuesto."

"No es tan difícil si lo piensas. A diferencia de los otros años que te evaluaban por distintas pruebas, con muchos desafíos de juguetes que debías crear, o ese año que pidieron hacer un nuevo juguete que revolucionara el mercado, creo que esta ocasión han ido por algo mucho más sencillo, y tal vez podrías..."

"¿Me estás considerando poder entrar al puesto de elfo creador solo porque la evaluación es muchísimo más sencilla este año? ¿Porque puede que la tenga fácil en este caso?"

"¿Está mal...?" ChanYeol siguió, BaekHyun no le dio una respuesta. Al menos no inmediata. Cuando ChanYeol extendió su mano para acariciarle la mejilla, se vio reflejado en esos ojos de lunas invertidas, tan llenos de amor por el hombre a su lado. "Yo solo quiero que cumplas tu sueño. Creo que pasaste por una muy mala racha en el pasado, la verdad, si te veo, no dudo que tengas toda y más de capacidad para hacerlo. Eres un elfo creador, BaekHyun, solo la gente tiene que entender tu estilo."

"¿Cómo es que piensas que soy un elfo creador? ¿Cómo es que sabes? Incluso si esto es más sencillo y yo paso... ¿qué ocurre si vuelvo a fallar? ¿Qué si lo arruino?"

"No vas a hacerlo, si lo haces, bueno, puede pasar. Pero no es tu caso. De los malos resultados se aprende, de los buenos, poco. Creo que tienes mucho conocimiento por lo mismo, y aunque puedas fallar, hay muchas más cosas que ganar de ello. Eres un elfo creador no por las veces que te has equivocado, sino por seguir creyendo."

"Tal vez yo no sea lo que el puesto necesita, ChanYeol. No soy un elfo creador de regalos."

"¿Por qué? ¿Solo porque no puedes armar bien una muñeca?" Apretó sus labios. ChanYeol bajó su mano en esa moción, y al llevarla detrás de su cabeza, alborotó un poco su cabello corto, de hebras marrón puestas por todos lados. "Si de eso dependiera ser un elfo creador, créeme que yo tampoco habría logrado el puesto. Hay mucho más de ser un elfo creador que solo armar o hacer algún juguete de la lista."

"Pero en la evaluación..."

"Por algo ha cambiado tanto la evaluación en los últimos años. Los elfos creadores no nos dedicamos solo a armar, confeccionar o hacer juguetes como antes se creía. Somos ingenieros, constructores, filósofos, analíticos. Piensa tan solo lo que yo hago en mi puesto, tengo un máster en Matemáticas Aplicadas, mis manos no se usan para armar un juego, las uso para revisar la probabilidad de juguetes a elaborar. Ni siquiera sé cómo pasé mi examen de Selección, de verdad, ese año tú debiste pasar en lugar de yo. Te mereces ser un elfo creador porque sé que tienes mucho potencial para el puesto. Más de lo que ya haces en el área de administración revisando las listas de niñas y niños..."

El labio le tembló al oír eso. Sin importar el bocado que todavía no tragaba en la boca, BaekHyun se lanzó a abrazar a ChanYeol, y lo rodeó incluso con tenedor en la mano.

Fue así cómo llegamos al punto donde estábamos.

BaekHyun se había inscrito al Programa de Selección, y al estar (como en toda ocasión) en el curso de preparación para su evaluación final a solo dos semanas (dos antes de la navidad para entrar de lleno en el trabajo de quedar seleccionado), ahí lo tenían: pensando cuál era ese deleite alegre y auténtico que debía hacer para convencer a su elfo evaluador.

Les habían dicho que podían hacer manualidades ese día para probar, que buscaran algo que les interesase o les gustara, porque lo que sus emociones evocaban era justo esa autenticidad y alegría que requería su evaluación. Aunque esto fuese a escala pequeña, podían inspirarse para hacer algo mayor y entonces sí ir con ello a su evaluación final.

No estaba funcionando. Su Cascanueces... por más bonito que se viera (en idea), la creación iba mal, y así como que dijeran alegre deleite auténtico, pues, tampoco lo sentía mucho.

Volvimos al BaekHyun que suspiró. Aunque siguió armando su Cascanueces, porque sabía que necesitaba terminar algo para la sesión del curso, no se convenció de ver en él eso.

La evaluación era en dos semanas. Dos semanas que él debía aprovechar para ver qué hacía que mostrase toda esa felicidad.

Sin presiones, ¿no?

¿Saben qué fue lo peor de irse preparando para su evaluación como elfo creador?

No fue exactamente que sus creaciones no salieran tal como las estaba planeando. Aunque sí era estresante y más por la comparación de ver lo que diseñó y el resultado, esa no era la mayor molestia.

Tampoco la forma en la que todo mundo lo veía, con obvia interrogación de por qué estaba ahí (un elfo tan viejo que todavía presentaba como si estuviera en sus 20 años), sin ver las habilidades por las que era tan galardonado como sus diplomas en casa decían.

Nada de eso era tan malo, BaekHyun se las había apañado. Sí, sus creaciones no eran lo mejor, talento era todo lo que le faltaba, y quizá la juventud se le había ido si se ponía a comparación con los mocositos de veintitantos como para pertenecer a este grupo y hacerse amigos. Pero podía lidiar con cada situación similar si tenía suficiente apoyo, seguridad y motivación en lo que estaba haciendo.

Dijo, y claro que lo hizo, al menos... hasta que en esa penúltima semana de su preparación para el examen final descubrió que había un chico con todas las habilidades que él no tenía.

"Creo que este Cascanueces que has hecho no estuvo tan mal, BaekHyun. Le pudiste meter un poco más, ya sabes, si hubieras tenido cuidado con el silicón al pegar las cosas, quitándole estas telarañas y evitando pegar y despegar las piezas cuando ya las pusiste de alguna forma..."

"Sí, eso había pensado, pero cuando vi cómo quedaron los ojos del Cascanueces primero, no sentí que se vieran muy lindos. Entonces, los tuve que despegar y jalé un poco el foamy, pero... ¿no se ve tan mal? Creo que le da un toque lindo, como es un viejito, estas partes quemadas parecen sus arrugas... ¿no?" BaekHyun resolvió, mientras entregaba parte de su segundo proyecto semanal pasado. JongDae, como su instructor, no dijo mucho. Sentado en el escritorio frente a la fila de donde BaekHyun estaba para presentarle la tarea, lo observó con cierto ojo crítico.

"Puede aparentar, pero creo que, si lo dejas para la evaluación final de esta forma, los jueces no van a pensarlo igual. Hay que ser muy cuidadoso con lo que estás haciendo, no puedes usar ese tipo de excusas, se nota que no fue a propósito sino accidental, y eso te bajaría puntos en la evaluación."

"Sí, pero aún si yo—"

"¿Puedo colocar mi segundo proyecto por aquí ahorita?" Una vocecita detrás dijo, y aunque BaekHyun no esperaba que lo interrumpieran, ver al chico que tenía de junto con su inmenso Cascanueces de metro y medio en brazos lo dejó mudo. Ese sí era un Cascanueces de verdad, no ninguno... como el suyo, que había hecho de cartón, foamy y pegamento. No se suponía que tuviesen el mismo proyecto, aunque no había ningún problema de hacer cosas parecidas, cada uno debía realizar su propio resultado.

Hoy, como el día de revisión de la semana dos de cuatro que juntaba todo el curso de preparación, la temática era Creación de Juguetes Antiguos con cierto significado de la Navidad que les viniera a la mente de esa idea.

De inmediato BaekHyun pensó en el Cascanueces porque había sido una parte de su infancia. Aunque nunca jugó o tuvo alguno, las películas relacionadas al tema que también vio en su tiempo de la época lo inspiraron, y muchas personas más en su grupo hicieron lo que les inspiraba. Que alguien hiciera un Cascanueces como él... de madera, metro y medio, con manos, piernas flexionadas, un bastón y pintura hecha a mano no debía ser como una competencia. Cada uno tuvo su idea, ¿por qué sintió como si alguien quisiese mostrar lo mala que fue la suya y la forma en la que debió hacerlo?

No lo dijo, pero en las cejas impresionadas hacia arriba de JongDae lo oyó. Ese era el resultado que los jueces querían para su evaluación final.

"Disculpen, tengo que hacerlo descansar. Es que está muy pesado, y tener que cargarlo mientras siguen retroalimentando el proyecto de otros es difícil. Si no les molesta, voy a..." ahí lo dejó, al borde del escritorio junto al suyo, tan pequeñito. Era una baratija si lo ponían de esa manera, ¿cómo no esperaba que JongDae le diese una perorata si recibía este tipo de cosas? "Listo. ¡Oh! Mira, tú has hecho un Cascanueces igual. ¡Qué lindo! ¿No te parece esta toda una coincidencia?"

"Pues, sí, lo es un poco. No sabía que nadie más haría—"

"¿Puedo verlo?" Sin esperar respuesta de ninguno de los dos, el chico ya estaba tomándolo en sus manos, igual que después de haber dejado su Cascanueces sobre el escritorio. Si hubo un poco de fuerza o agresividad por cómo lo hizo, BaekHyun no supo, lo único que vio fue cómo en las manos del chico, un ojo de su Cascanueces se había caído..., tal como su tapita. "Oh, ¡lo siento! No sabía que tenía que manejarse con cuidado. Pero creo que debiste ponerle más silicón. Bueno, usaste mucho silicón, por lo que veo, pero siento que no lo dejaste calentar demasiado, por eso se cayeron tan fácil estas piezas, se secó muy pronto y no alcanzaron a pegar en serio. ¡Ah! También pudiste usar silicón frío, eso hubiera ayudado un poco para no dejar todas estas telarañas, sé que tarda más en secar y por la prisa con la que debiste pegar esto tal vez no habrías querido intentarlo, pero tu resultado habría quedado más pulcro si hubieras..."

La recomendación se acabó ahí, quizá porque el chico se dio cuenta de cómo él lo estaba mirando de ceño junto y JongDae (su verdadero instructor que merecía tener toda esa palabra) quedó con ceja arriba. En su rostro ovalado vio su vergüenza, antes de entregarle su Cascanueces que (por qué no) dejó caer una de sus chapitas.

"¡Perdona! No sé qué estaba pensando, yo solo estaba..."

"No, sí, en realidad, KyungSoo tiene mucha razón, BaekHyun. Todo lo que te está recomendando son buenas ideas. Tal vez deberías tomarlas en cuenta," JongDae señaló, por más que KyungSoo se halló agachando la cabeza. Con molestia, BaekHyun apretó los labios, y oyó ahí el inicio de lo peor que había cuando alguien se estaba preparando para una evaluación. "Y seguir un poco de sus pasos, si quieres aprobar el voto de los jueces dentro de dos semanas."

"Claro," al mirar por otro rato a ese chico... un poco más bajo que él, más robusto, de ojos amplios, labios llenos en boca chiquita, que usaba su mismo uniforme de elfo en preparación y de alguna manera le quedaba tan bien como si fuera una especie de modelo tímido navideño que había en los calendarios vendidos al por mayor, se fue sin decir mucho más.

Solo porque pensó que era cosa de nada. Una coincidencia, sin más, algo que no repetiría para no quedar otra vez en vergüenza.

Estuvo equivocado. Aunque deseó que el asunto con KyungSoo no fuese más que un inconveniente en su evaluación, lo cierto fue que se volvió recurrente. Después de la tercera semana, ahora que tenían tres proyectos por entregar como reto, descubrió que, si había algo que de verdad podía ser tan malo para desmotivarlo, quitarle su apoyo y seguridad era la presencia de alguien que tenía mucho más talento.

Y aun si BaekHyun sabía que en todas las ocasiones donde estuvo concursando para el puesto de elfo creador siempre hubo personas que tenían mejores habilidades que las que él había demostrado, como para pensar que se fuera a preocupar por una más, la verdad fue que la existencia de KyungSoo en esta ocasión le movió el suelo por completo.

Era tan bueno que lo hacía sentir envidia. KyungSoo no competía contra él, por supuesto. Incluso cuando sabían que los dos buscaban el mismo puesto y básicamente sí era una competencia (ganárselo), no parecía que KyungSoo hiciese las cosas (como darle toda esa explicación de qué tipo de silicón usar y cómo para su Cascanueces adecuado) con la intención de molestar o hacerlo sentir un perdedor.

Era un alma buena y pura que solo iba haciendo lo suyo con toda la mejor habilidad. Talento innato. Si tenía la oportunidad de darle alguna crítica constructiva al ver lo que estaba haciendo, ¿cómo no iba a darla? Era tan bueno para dársela, claro que no lo hacía para dejarlo en ridículo.

"Mm, pudiste ponerle un poco más de cinta a la envoltura, de esa manera tal vez no se habría derramado por aquí su interior como ha hecho..."

"Si hubieras metido antes los dulcecitos, quizá no tendrías el problema de tener que abrirlo y destrozar su forma..."

"Yo habría mejor usado un pegamento líquido para esta tarjeta. Y así no tendrías los manchones o la suciedad del papel por cómo lo pintas..."

"¿Por qué no buscaste un recipiente más grande, BaekHyun?"

Pues, BaekHyun ya se estaba hartando de la pureza y amabilidad de KyungSoo. No quería oír más recomendaciones suyas, por más adecuadas que fueran, lo tenía harto. Se sentía un mediocre cada vez que KyungSoo le daba una solución a su problema, sin importar cómo lo ayudase, pensar claro, ¿por qué no hice eso? al momento de entregar las cosas, le traía un enojo tan grave de vuelta en su casa.

"BaekHyun, ¿qué pasa?" ChanYeol lo notó. Como el buen novio que era, cuando lo encontró en su casa mientras intentaba arreglar el desastre de su casita de jengibre que no había colocado en la plataforma indicada (como KyungSoo le dijo), se sentó junto a él. BaekHyun no le contestó, molesto todavía, apenas le hizo caso. ChanYeol insistió al ponerle una mano en su hombro. "Amor, ¿estás...?"

"¡Quítame las manos de encima!" Gritó, con un manotazo. ChanYeol alzó ambas manos, mas, no lo dejó pasar. Ensimismado en su trabajo, no vio cómo ChanYeol fruncía el ceño ante su gesto.

"Cielo," lo llamó con su dulce voz, llena de todos los bonitos nombres que le podía dar. BaekHyun aún no le prestó atención, de cualquier forma. "¿Quieres decirme qué te pasa?"

"¿Qué me pasa de qué?" Murmuró, medio por lo bajo, muy ocupado en arreglar los estúpidos muñecos que no se paraban por más betún que hubiera puesto para pegarlos. Su casa era un desastre de betún; de alguna manera, no se había caído el tejado, pero eso no decía que tuviese el mejor acomodo, tampoco decoración. En la mente de BaekHyun, las tejas y ventanas en forma de gomita se veían mejor de lo que todas las chuecas en su casa. "A mí no me pasa nada, ¿a ti te pasa algo?"

"Estás haciendo lo de murmurar entre labios," ChanYeol remarcó, lo que le cerró la boca. Odiaba cuando hacía cosas sin darse cuenta. A veces, enojado como ahorita, murmuraba palabras inentendibles su molestia, en ese lenguaje que solo él se entendía. No era para que nadie más lo escuchara, pero a veces subía el tono de más, y ahí estaba gente tan atenta como su mamá y ChanYeol para notar que algo lo molestaba. "Y digo, no sé quién sea KyungSoo, pero no me gustaría estar en su lugar si vas a hacerme todas esas cosas que has dicho por lo bajo."

"No es que vaya a hacerle algo de verdad, yo solo..." el hombrecito de jengibre se cayó una vez más. Derrotado, BaekHyun dejó la galleta en su desastre de plataforma antes de voltearse hacia ChanYeol. Su novio, todavía en su uniforme del trabajo hasta para traer su gorro de punta (no como él que ya se había puesto algo más cómodo para estar en casa, con suéter y pantalón holgado), lo miró, lleno de devoción para decirle cuánto estaba ahí para escucharlo. No se podía negar, con alguien tenía que sacar su molestia. "Creo que voy a ser rechazado de nuevo en la evaluación de este año, ChanYeol."

"¿Por qué dices eso?"

"Porque no estoy haciendo mi mejor trabajo, yo estoy..." si quería más pruebas, el que finalmente se venciera una de las paredes de su casa de jengibre, y con ella cayese toda la construcción, tuvo. BaekHyun repasó su cara con las manos llenas de betún, y aunque se manchó hasta los rizos de su pelo, no quitó su tristeza. "Soy un fracaso, no sé ni por qué lo estoy intentando. Hay tanta gente más exitosa que yo, ¿cómo estoy esperando que me escojan sobre ella? ¿Cómo...?"

"¿Sobre gente como KyungSoo...?" ChanYeol terminó, y en su tristeza, lo miró casi al borde de las lágrimas que él no limpió. Las vio a la distancia. "Cielo, ¿qué hablamos sobre tener o no la oportunidad de ser un elfo creador?"

"Pero es que no lo entiendes, ChanYeol, yo no soy un elfo que sepa—"

"Eres el elfo más creativo que haya conocido en mi vida, BaekHyun," esa confesión lo enmudeció. Contuvo hasta su aliento, con boca abierta ante una sonrisa auténtica de ChanYeol. "¿No me crees? Entonces, ¿debería mencionarte la de veces que me lo has demostrado? Esa vez que hiciste el mejor funcionamiento de la lista de regalos es una."

"¿Qué con mi funcionamiento de la lista? Eso no está—"

"A nadie se le había ocurrido hacer la fórmula que tú has hecho. Con todo lo que nos quebrábamos la cabeza para saber si las acciones de una niña o niño eran buenas o malas, la fórmula que hiciste para clasificarlos mejoró todo. Ahora redujimos el tiempo que nos tomaba."

"Pero no está completamente verificada. Aún creo que hay algunas cosas que se pasan por la fórmula. Si un niño ayuda a un perrito a cruzar la calle, pero ocasiona un accidente vial, no sé si esté bien que la fórmula considere buena su acción..."

"¿Y recuerdas esa ocasión en la que hiciste el intercambio en la oficina más divertido? Tu idea de intercambiar regalos, mientras se camuflaban de algo más fue fantástica. Nadie sabía a quién le ibas a dar, todo regalo estaba disfrazado de otra cosa, fue una gran sorpresa adivinar de quiénes eran los regalos y saber lo que en verdad tenían."

"Es una tradición familiar, yo no fui el de la idea, mi papá tenía la misma, solo... no la dijo hasta ahora."

"A ti se te ocurrió que disfrazaran el regalo de algo relacionado a la persona que les tocaba, ¿no? Eso no era de tu tradición familiar..."

"No, pero... no creo que fuese la mejor idea. Cuando la supervisora Kang recibió ese regalo disfrazado de dedo mocho sabiendo que le falta uno por accidente de fábrica... creo que fue un poco pasado."

"¿Y la vez que me hiciste una cena divina para nuestro primer aniversario juntos? Nunca había visto decoración más hermosa."

"Yo no hice nada de eso, le pedí al elfo constructor..."

"Sí, le pediste, tú, con tu diseño, con tu idea. Pusiste todo tu ingenio y lo que tienes en esta hermosa cabecita para que hicieran esta mesa rodeada de todas las cosas que me gustaban. Como una mini villa navideña, con un carrusel miniatura de nuestra música favorita, un marco de nuestras fotos juntos, un trenecito con regalos que simbolizaban cada mes juntos, y las casitas que se prendían con videos de nuestras citas..."

"Tanta luz casi quema la casa. Si los elfos bomberos no hubieran llegado a tiempo, quizá..."

"Incluso el que pienses en todas las mejoras que pudiste hacerles a tus ideas anteriores demuestra qué tan buen elfo creador eres, BaekHyun," lo interrumpió, y en esa seguridad de sus palabras, BaekHyun lo vio con ligera duda. "No me mires así, tú sabes que es cierto. Porque un elfo creador no solo hace juguetes y cosas, también inventa, diseña, piensa e imagina sus creaciones, y cuando las hacen, aprende, revisa, checa, busca errores para renovar e innovar. Eso eres tú, BaekHyun, eres un elfo creador con muchas ideas magníficas que el mundo no ha visto solo porque se enfoca en los resultados y no en todo lo que hay detrás."

"¿En serio crees todo eso, ChanYeol?"

"Creo eso y más, pero no porque te ame o seas mi novio, sino porque lo sé. Eres maravilloso, BaekHyun."

"Tú también, ChanYeol," soltó, más lleno de emoción que de otra cosa.

Al irse sobre su novio esa noche para abrazarlo (y ser abrazado), ignoró su desastre de casita de jengibre y pensó seriamente en sus palabras.

Tal vez tenían algo de razón, porque al final, BaekHyun tenía ideas fabulosas en todos sus proyectos. Siempre había creído que lo que había en su cabeza estaba genial, solo sus manos y su cuerpo no cooperaban para ayudarlo a entregar lo que su mente pensaba.

Tenía que encontrar un punto medio, uno donde la grandiosidad de sus ideas llegase al resultado debido, sin estropearlo por sus manos de estómago o su torpeza de armar cosas.

La última semana le vino de esa manera. Era aquí donde ya no había lecciones por tomar. Al final del curso tenían su evaluación final, debían enfocarse ahora en aplicar todo lo aprendido para hacer su regalo que les daría el pase. Tampoco había sesiones que asistir en esos días, y fue un alivio, una semana más comparándose con los resultados de KyungSoo y oyendo cómo le iba tan bien, con sus comentarios feedback lo volvería loco.

Seguro KyungSoo no tenía culpa de nada, en realidad, si BaekHyun se ponía serio, sabía que lo que KyungSoo hizo y dijo nunca fue con intenciones negativas, siempre para ayudar; si él lo veía con otros ojos era más por enojo y envidia, camufladas en su verdadera inseguridad que traía debajo. Ya no debía pensar mucho en él, sino en lo que iba a entregar.

Y aunque sí se preguntó qué tipo de regalo alegre, bonito, feliz, auténtico y genial traería la mente maestra de KyungSoo para su evaluación final, se dijo que lo mejor que podía hacer era pensar solo en el suyo.

¿El conflicto? BaekHyun no sabía qué hacer sin un tema.

"¿No deberían decirnos algo más? Es que la idea de hacer un regalo alegre y auténtico es demasiado amplia. Hay muchas cosas que uno puede pensar que provoquen eso mismo, ¿cómo se supone que voy a hacer mi regalo y pensar que sea suficiente para los jueces?"

"Esa es la parte que tú debes pensar. ¿Qué es lo que realmente crees que sea auténtico, BaekHyun?" JongDae le dijo en una de sus tutorías, por más que faltasen solo dos días para su evaluación final (y él no tenía aún nada; cómo no enloquecer de esta forma), todavía los citaron en diferentes horas al taller un día para ver cómo habían avanzado y si iban por un buen camino. A diferencia de muchos de sus compañeros que seguro vinieron con sus creaciones escondidas para no mostrarlas al público en general (posiblemente KyungSoo lo hizo, vio en la lista que él venía unas horas antes de la suya por la mañana), BaekHyun vino de manos vacías. A JongDae no le causó nada, poco impactado porque BaekHyun trajese nada para revisar, le dio su consejo, que en realidad no ayudó mucho. BaekHyun seguía perdido en la idea.

"¿Quieren que invente un nuevo juguete o cuál es su idea de autenticidad? No soy tan creativo para hacer algo nuevo, menos con el tiempo, JongDae..."

"Y nadie te está pidiendo que lo hagas o lo seas. BaekHyun, la idea de un regalo auténtico no tiene ninguna relación con la originalidad o la creación de nuevas cosas," apretó los labios, abierto uno por el frío y lo mucho que los había maltratado en los últimos días. Se había acabado hasta sus uñas, por algo traía guantes, mejor que nadie viera el desastre de ellas. "Oye, ¿no has pensado siquiera a quién le darías tu regalo?"

"¿Huh?"

"A veces un regalo auténtico no tiene nada que ver con la forma en la que lo haces o lo muestras, sino la persona a la que se lo das. Todo ese sentimiento y lo que evoca..." JongDae explicó, con cierta tranquilidad, como si la respuesta estuviese ahí mismo, oculta en plena luz del día. Y tal vez lo estaba, BaekHyun apenas la veía. "Eso es lo que hace un verdadero regalo."

Se lo dijo todo de esa forma.

BaekHyun ya no tuvo duda. Aunque sí estuvo inseguro sobre cómo comenzar—y si tenía tiempo suficiente para hacer lo que pensaba—, se puso manos a la obra.

Les pidió a todos que nadie lo viera en esos dos días en su casa. Se encerró por completo, sin ir al trabajo y lejos del mundo exterior para hacer su regalo.

Pensar en la persona a la que quería regalarle algo en esa Navidad le hizo las cosas más sencillas, porque solo un regalo le vino a la cabeza, y estaba seguro de saber cómo lo haría.

El día de la evaluación final, con su simple cajita entre manos, portó sus mejores elegancias: de pantalón beige liso, suéter rojo, camisa blanca abajo, corbata y un gorro que, a diferencia del picudo que lo tomaría ya como elfo creador, fue plano solo para cubrir su pelo con el fleco a la vista. Las suelas de sus grandes zapatos negros resonaban sobre las baldosas ante cada errático movimiento nervioso que hacía de pierna.

Nada lo desmotivó. Incluso cuando vio cómo hubo muchas de sus compañeras y compañeros por igual que en la fila de asientos tenían increíbles e inmensos regalos en sus brazos, él se enfocó en lo propio.

Vio cómo uno a uno fue pasando. Iban del menor al mayor, por supuesto que él iba a ser el último. Y así, mientras iban entrando, denotó cómo algunos de sus compañeros salían de la sala de evaluación llorando, desanimados, con la peor de las caras que eran bienvenidas por sus familiares y amigos que hubiesen venido junto a ellos para recuperarlos; otros, serios, sin ninguna emoción, y aunque hubo pocos, sí vio a algunos seguros con una gran sonrisa en sus caras. Ninguno tenía el resultado final, BaekHyun mejor que nadie sabía que hasta más tarde en ese día publicaban la lista de quiénes habían sido aceptados.

Nada quitaba que supieras algo a la hora del juicio. Con las caras que veías en la evaluación, llenas de molestia, incomodidad, vergüenza y pena, sabías cuándo era posible que no entraras. Era distinto para todos, a veces algo creías y era el resultado contrario.

Saber que KyungSoo hubiera salido con cara espantada... en el supuesto de tener un increíble regalo en esa gran caja envuelta que aún traía entre manos (ya abierta), lo sorprendió, y estuvo la pregunta de si en serio era tan mala esa evaluación para creer que en realidad no había sido tan sencillo como el mundo imaginaba.

KyungSoo ni siquiera lo vio, ido junto a otro alto chico que lo alcanzó tan pronto salió de la puerta, lo dejó pasar. Las horas se fueron... de 50 muchachos que estaban en esa evaluación, solo 10 eran seleccionados. Y finalmente, cuando a BaekHyun le tocó ser llamado con la sala vacía y la noche en puertas...

"Byun BaekHyun," no hubo nadie que lo despidiera, él no lo quiso. Esta vez no le pidió ni a su mamá ni a su papá que vinieran. Nadie le dio suerte o palabras de aliento. Tomó su cajita y fue a la sala para plantarse frente a la única mesa horizontal donde tres jueces (JongDae incluido) estaban. "Bien, ¿qué es lo que tiene para nosotros?"

Se veían cansados. BaekHyun los reconocía: JongDae era uno, y como su amigo y tutor, mejor notaba la pereza en sus ojos de ese largo día; a su izquierda tenía a dos jueces más, JunMyeon y JooHyun, uno su antiguo supervisor que ya se había jubilado, y la otra su nueva supervisora en colaboración de ChanYeol.

Hablando del novio, él también estaba. No en la mesa de jueces, porque no era uno de ellos, incluso si tenía alto potencial. Si fue porque su pareja iba a participar en la evaluación o porque no lo creían listo para el trabajo, ahí lo tenían como asistente o el chico de las notas. El que hacía el reporte del juicio final y publicaba la lista de quienes sí pasaron.

BaekHyun no habría querido en un pasado que estuviera, al menos no si era para ver su futuro rechazo, pero hoy...

Su cálida sonrisa le dio esperanza. Apretó más las manos en su cajita, y con seguridad, se dirigió a los jueces del día.

"Señores, señorita. Buena noche tengan ustedes hoy, como saben, mi nombre es Byun BaekHyun, y vengo a presentarles mi pieza..." dijo, y aunque esa debería ser la señal para que abriera su cajita, decidió que aún no podía. Necesitaba decir algo más, unas palabras que la explicaran. "En realidad, no sé si esto sea lo que ustedes pedían. Entiendo que la evaluación era un regalo alegre, feliz y auténtico, pero no sé si lo que he hecho entre en lo que ustedes considerarían de esa manera. Y pienso que digo todo esto porque la idea es muy subjetiva, ¿no? ¿Qué es realmente feliz y auténtico para una persona?, suena hasta pregunta filosófica. No me voy a poner a explicar mucho de esas cosas. Mejor, les diré lo que para mí cuenta y por qué he decidido hacer esta pieza."

Puso su caja contra su cadera, resguardada por su brazo al cargarla, vio cómo los ojos de cada juez cambiaban para estar un poco más curiosos y atentos de lo que antes podían. Seguro preguntaban por qué no solo acababa, mostrándoles lo que era para cerrar el día. Bueno, una disculpa, a BaekHyun le había tocado hasta el final y traía consigo toda una perorata.

"Creo que lo que es auténtico tiene mucho que ver con lo que es una persona. La belleza y sinceridad con la que uno actúa pueden describir esas ideas. ¿Qué me hace feliz? ¿Qué me gusta? ¿Qué deseo que me llegue de Navidad? Esas son unas de las cosas que toda niña y niño en el mundo también se pregunta, y creo que esa es también la razón por la que ustedes nos pusieron esta prueba, resolverlas es todo lo que tiene que ver con nuestro trabajo como elfo creador, ¿no?" Continuó, en medio vio una sonrisita subiendo por la esquina de JongDae y su boca. Sintió más esperanza, entonces, siguió su retahíla. "Por eso, tuve que pensar mucho en lo que a mí me gusta, me hace feliz y lo que deseo para esta Navidad para hacer esta pieza, pero, aunque tenía mis dudas sobre lo que eso era, un buen maestro me dijo que también debía pensar en lo que significaba para la persona a quien le llegaría mi regalo."

"¿Y vas a mostrarnos en algún momento lo que has hecho, chico?" La jueza JooHyun preguntó, cruzada de brazos, quizá no muy ilusionada por su discurso motivacional. Decidió que estaba bien, no los iba a hacer esperar mucho.

Tomó su cajita una vez más, y al abrirla reveló su contenido.

"¿Un anillo?" JunMyeon preguntó, BaekHyun dejó que lo pasaran. No era solo un anillo, por supuesto, era un anillo de cera que él mismo había labrado. Tenía sus desperfectos, BaekHyun se pasó un poco con la cocción y se quemó de donde lo iba a pegar, no estaba bien limado y quizá el diseño que le hizo de enredadera, flores y baby juliets no estaba fabuloso, pero lo hizo como mejor pudo en la creatividad de su cabeza. "Si a mí me pregunta, señor Byun, no creo que este sea un juguete para cualquier niña o niño en el mundo..."

"No, quizá, pero es ahí donde está la prueba, señor. Yo no hice este regalo para ningún niño. Si tuve que pensar en lo que me hacía más feliz, me gusta y quiero para esta Navidad, solo pude pensar en mi pareja, quien me ha motivado, seguido, apoyado y amado incluso en el peor momento de mi vida," ahí miró a ChanYeol, el mismo que lo veía con boca entreabierta, sin poder decir nada quizá por estar en medio de su evaluación, pero aún BaekHyun vio con una sonrisa. "Este es mi regalo. Espero lo tomen en su buena consideración para darme el pase adecuado. Muchas gracias."

Dio una reverencia al final. Cuando los jueces le entregaron de vuelta su creación, salió sin decir nada más. Y en la sorpresa de algo que ya nadie más vio, él fue de los pocos que se fue de ahí con alegría en su cara.

¿Cuál fue su resultado? Quién supo. En una hora saldría, igual estaba más satisfecho que las otras tres ocasiones que había hecho alguna evaluación final. Tal vez ese era el resultado que él necesitaba.

De vuelta en su casa, poco se preocupó por revisar su buzón al que le llegaría su carta de rechazo o bienvenida... o eso se dijo al llegar, pero ¿a quién estaba engañando? En realidad, estaba ahí muy al pendiente de su respuesta.

Tan al pendiente que se quedó afuera, en el frío infernal de ese invierno recién pegando con ventiscas junto a su buzón, todo para ver en qué momento llegaba la condenada cartera y le entregaba su carta.

No lo había pensado a profundidad. Después de quedarse con el supuesto de que las cosas no podían estar mejor ante lo que hizo en su evaluación final, creyó que no era necesario hacer ningún cambio de ropa o preocuparse mucho por su persona. Estaba ya de vuelta en su casa para tomar un descanso con chocolate caliente a la mano y listo para meterse a la cama en cualquier momento.

Quiso distraerse un tiempo, mientras veía la televisión con viejas caricaturas y especiales previos de Navidad. En cuanto sintió su pierna tamborilear de arriba abajo, lo supo. La ansiedad le iba ganando.

Entonces, creyó que podía irse a la cama, si tan solo se ponía su kigurumi de pijama, estaba para dormir y averiguar hasta el siguiente día cuál fue su resultado de la prueba. Lo hizo, cenó algo ligero con su bebida, cambió su ropa al kigurumi de ardilla que le hacía tan cómodo usar en casa, y dentro de su cama pensó que con cerrar los ojos dormía.

Fue un error, por supuesto. BaekHyun giró de un lado a otro y solo no halló descanso. Las probabilidades de lo que habría en su carta lo estaban carcomiendo. Cuando entendió que ninguno de sus videos para relajarse y dormir lo iban a llevar al sueño, se paró y (como dijo) sin pensarlo más, salió tal como estaba a la ventisca para quedarse junto al buzón que seguía vacío.

Era tarde, la verdad. Cualquiera pensaría que la cartera no iba a llegar y hasta el día siguiente vendría su carta, aunque era temprano para irse a la cama (como evidentemente BaekHyun había fallado, y tal vez era porque no le era usual dormirse como a las 9:30), la cartera aún venía porque era entrega especial que pasaba una vez cada año. Si eras elegido elfo creador, desde mañana debías presentarte a trabajar. La Navidad estaba cerca, no había tiempo que perder, cuantas más mentes y manos se abarcaran, mejor. Estaba seguro de ello, aun cuando no fuese su experiencia.

Lo que no sabía con exactitud era cuándo llegaba la cartera, esa siempre venía en diferente hora. Se suponía que los resultados salían en una hora, pero quizá variaba la entrega según tu resultado hubiera salido, y como él fue el último en hacer la prueba, llegaba más tarde de lo usual.

Nada le quitó el nerviosismo de saberlo. Se quedó ahí, plantado por la misma cosa, y esperó en el frío monumental que solo le permitió resguardarse con brazos cruzados sobre su cuerpo. Podía totalmente regresar a su casa por un abrigo o algo más cobijador, pero la suposición de que la cartera llegara cuando él no estaba lo abrumó, y aun si decía que era capaz de tomar la carta después de la cartera llegar, no se sentía tranquilo.

Solo debía soportar un par de minutos más este infierno helado para regresar a la comodidad de su casa.

No esperó ante ello que alguien le pusiera una cobija. Sobre la calidez que esta le embargó, apenas miró de dónde venía. Junto a él estaba ChanYeol en otra gran cobija. Solo tuvo que mirarlo un poco para notar que ambas eran de su casa. Pero ChanYeol no estaba con él allá adentro cuando llegó, ¿cómo...?

"Has estado tan ofuscado en tu buzón que ni cuenta te diste del momento en el que llegué y entré a tu casa. Supuse que, si estabas aquí, mirando con tanta enjundia el buzón, no me ibas a escuchar de meterte y tomar descanso, tampoco te obligaría. Sé cómo es esto de sentir la ansiedad de una respuesta."

"¿Te sentiste igual cuando recibiste tu carta de aceptación al trabajo?" Preguntó, con real curiosidad, por primera vez sintiendo sus labios resecos por el frío. Casi se le habían sellado con la ventisca, los quiso chupar, mas, hacerlo iba solo a quebrarlos peor de lo que ya los tenía. Se contuvo, y desde allí vio cómo ChanYeol asentía, abrigado igual en su cobija, aunque él sí traía un suéter más cálido debajo, aún con la ropa del día, sin pijama. "¿Cómo fue cuando recibiste la tuya?"

"Aterrador. Me sentía tan nervioso que ni siquiera pude comer nada. YuRa intentó que cenara, pero fue un fracaso total, acabé vomitando antes de entrar a la cama."

"Pobre de tu hermana, ella solo intentó ayudar..."

"Sí, pero es lo que pasa. A veces tienes que limpiar los desastres de tu hermanito detrás."

"¡¿Ella tuvo que limpiar tu vómito?!"

"Mi error, quise decir que yo vomité, pero en su cama. ¿Recuerdas que antes dormíamos juntos? En la vieja casa de mis padres."

"Pensé que YuRa ya vivía en otro lado para cuando recibiste tu carta. Tú te mudaste tan pronto empezaste a trabajar, ¿no?"

"Sí, cuando me hice algo de dinero, pero YuRa iba solo de visita. Por las fiestas, nos quedamos juntos en la casa de mis papás siempre que están cerca las fechas, y como la evaluación también está cerca de ellas..."

"Debió ser un terrible día para ella."

"No fue tan malo si después celebramos en grande mi entrada... o bueno, tal vez sí, considerando que me desmayé al leer la carta, fuera del modo supervivencia. Resulta que todo ese día apenas me estuve hidratando, y después de vomitar, perdiendo los líquidos que tal vez me quedaban..."

"Entiendo la parte de vomitar, yo tampoco he querido comer mucho ahorita."

"¿Y sí has estado tomando agua?" Lo pensó. ¿Contaba el chocolate caliente y el café cargado de la mañana? "Digo, para ver si me debo preparar y llevarte a poner suero al hospital ahorita."

"Estoy bien, solo... nunca me habías contado tu historia de cómo fuiste admitido," continuó, ante la realización del hecho. ChanYeol solo se encogió más dentro de su cobija. "Me sorprende, porque tal vez debería ser una historia que para el tiempo que llevamos juntos ya debería saber, en realidad."

"Nunca hiciste la pregunta. Y la verdad, yo tampoco quise comentar, sabía que el tema de la admisión y todo ese rollo te traía problemas," BaekHyun miró a ChanYeol sobre esa respuesta, con cierto amor y gran compasión por su delicadeza. No habría querido que su novio le guardase una parte de él por sus traumas, pero agradecía el cuidado que les daba, siempre como alguien que lo había procurado hasta ahora. "No sé qué me hizo traerlo hoy, como tú empezaste a preguntar..."

"Y estoy en la ansiedad tan obvia de recibir mi respuesta..."

"A veces, uno solo bota lo primero que le viene a la cabeza," añadió, con su asentimiento. "BaekHyun," entonces, lo llamó, pero solo hasta ese momento devolvió su mirada. "¿En verdad quisiste decir todas las cosas que dijiste en la evaluación?"

"Sí," dijo, sin dudas. Por más que no sabía con exactitud qué de todas las cosas, no importaba. Todo lo dicho era auténtico. No tenía que preguntarlo, solo era la verdad. "¿Por qué preguntas?"

"Bueno, yo solo pensaba que has dicho todas esas cosas tan bonitas sobre mí, y el cómo querías regalarme ese anillo tan hermoso, pero..."

"¿Creías que mentiría sobre las cosas lindas que digo de ti? En serio pienso en todas esas cosas," ChanYeol cerró la boca, otra vez esquivó su mirada al bajarla. BaekHyun no lo hizo. "Eres la persona que más amo, me gusta y deseaba agradecer todo lo que me has dado con ese anillo, como regalo de Navidad, al ser en quien solo pude pensar como destinatario..."

"Entonces, ¿era solo un anillo de regalo y no de compromiso?" ChanYeol alzó los ojos de nuevo ante esa pregunta, hasta lo interrumpió. Con mejillas arreboladas, quizá por el frío o quizá..., lo que BaekHyun mismo estaba sintiendo, lo vio. Y halló en él todo lo que quería. "Porque comienzo a sentirme ansioso también d-de esa respuesta."

"ChanYeol..." sonrió, listo para acercarse otro poco a su novio. "¿Qué dirías si te dijera que sí era un anillo de compromiso?"

"BaekHyun, ¿de verdad?" Asintió, y vio en su novio la emoción pura.

"Tú me pediste ser tu novio, creo que a mí me toca hacer la otra pregunta."

"Sí, sí quiero," ChanYeol respondió con su risita. "No tengo el anillo ahorita, pero igual sí, quiero que seas mi esposo."

"¡Eh! Yo debía decirte esposo primero."

"Muy tarde, ya me adelanté yo," se rio al verlo sacarle la lengua. "Ah, eso me tranquiliza tanto. La verdad, creo que esta noche no podría ser mejor para ambos."

"¿Lo dices porque te he propuesto—?" Antes de poder terminar, el sonar de una campanita se oyó. La cartera venía en su bicicleta, y aunque los vio a ambos con una ceja arriba, al final cuando les entregó su único sobre que a esa hora podía recibir, BaekHyun no pensó en decir nada más. Agradecido, dio una venia y la vio partir al igual que él regresó con ambas manos sobre la carta. ChanYeol lo vio con su sonrisa, sobre un asentimiento que le dio ánimos de abrirla.

BaekHyun no esperó. Estresado, abrió la carta hasta romper el sobre como un maníaco. Por suerte, el interior quedó intacto, y lo leyó todo de arriba abajo hasta detenerse en una palabra.

"Aprobado. He sido aprobado, ChanYeol."

"Felicidades, cielo."

"¿Tú lo sabías?" Preguntó, casi en la realización. Después de todo, ChanYeol estuvo ahí en su evaluación como asistente. El ciclo se repitió un poco. "¡ChanYeol!"

"Te dije que esta era una gran noche para ambos, ¿no?" Calló cualquier otra cosa que pensara decir después de eso cuando saltó a su cuerpo. De nuevo, como maníaco, se le amarró. Por suerte, ChanYeol fue rápido y pudo cargarlo. Adiós a sus dos cobijas, voladas por la misma ventisca y en lo ridículo que era cómo se veían, gritó su felicidad como verdadera ardillita.

ChanYeol se rio, y aunado a su emoción, le dio de vueltas en su mismo lugar. Cuando pararon, medio mareados, BaekHyun se bajó de sus brazos. Aún lo tomó de su rostro, y en coordinación, besó sus labios igual que ChanYeol los suyos.

Sí fue una gran noche para ambos, todo gracias a su magnífico y fabuloso regalo. A sabiendas de que desde aquí este iba a cambiar sus vidas, BaekHyun se rio separada su boca. Era todo lo que quería: estar aquí en este momento de su vida junto a una carta de aceptación para el trabajo de sus sueños, y ChanYeol, su mayor auténtico deleite y regalo.

F I N






















Y así es cómo les traigo la historia de Navidad que toca cada año, una más para la lista~

Me ha costado sacar esta historia más de lo que esperaba, un poco por falta de inspiración, aunque quería mucho escribirla (creo que me dio bloqueo). Pero finalmente aquí está, lista como regalito para ustedes 🤩

🔺 ¿Qué les pareció? ¿Fue lo que ustedes le pidieron a Santa? 🫣

🔺 ¿Qué dicen sobre el resultado de BaekHyun? ¿Era lo que deseaban? Esta vez siento no fue "esperar lo inesperado", pero no podía darle un final triste a esta historia 🥲

🔺 ¿Acaso no amaron a ChanYeol en esta historia? Aunque tuvimos mención especial de algunos otros personajes en la historia, así que díganme, ¿qué opinaron de sus participaciones? Juju~

Bueno, mil millones de gracias por todas sus lecturas, votos y comentarios. Saben que se aprecian infinitamente. Y como esto va a ser lo último subido antes de terminar el 2024, les agradezco más a todas esas personas que estuvieron aquí hasta ahorita, un año más leyendo mis cosas. Si llegaron después, igual se les agradece estar aquí y que sigan en el apoyo de este hermoso entretenimiento que yo adoro. Nos estaremos leyendo algún día en otra historia 💙🎄

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