16. Molly y Choi
Capítulo 16.
Miro por la ventana, viendo el cielo nublado, blanco y sin vida. Suspiro mientras apoyo mi cabeza en la pared de mi habitación. Un nuevo día había comenzado, pero sentía que era igual al resto. Bostezo mientras me doy la vuelta para caminar hasta mi cama, en donde mi teléfono descansaba. Lo desbloqueo y un mensaje de Bambam aparece.
"Alen! De verdad, perdón por no haber hablado contigo ayer, es solo que estuve ocupado con algunas presentaciones. En fin, puedes conectarte a Skype? O ya te tienes que ir?"
Le contesto con un rápido "de acuerdo", pero un mensaje de Jungkook me impide bloquear el celular.
"De acuerdo... Lo siento y espero que tengas un buen día."
Decido no contestarle, pues no sabía que responderle.
Me senté en la silla que esta frente al escritorio y encendí mi computadora. Si tenía tiempo todavía. Me limpio las molestias de los ojos y bostezo para volver a cerrar mis ojos aún sentada. El sonido de la llamada entrante en skype me desconcentra y doy un pequeño salto. Acepto la llamada y espero a que cargue la cámara para ver a Bambam del otro lado sonriéndome.
–¡Tu, cara de bebe!–Es lo primero que hago al ver su rostro sonriente, pero luego se borra y hace una fingida cara ofendida.–¿Sabes lo aburrida que estuve ayer? ¡Fue lo peor!–Dramatizo para después apoyar mi espalda en el respaldo de la silla giratoria e irme un poco hacia atrás.
–Lo siento, enana.–Dice sonriendo. Por alguna razón, últimamente tenía la manía de llamarme enana por mi estatura. Frunzo el ceño y lo miro mal, pero él solo se ríe. –Oye, ¿que...? –Va hablar pero alguien se pone de golpe frente a la cámara. Un ojo es todo lo que veo y escucho la voz del chico.
–¡Hola!–Se aleja y puedo ver que es Jackson. Si, había investigado un poco.
–Hola.–Saludo tímidamente pero con una sonrisa. Este ríe y mira a Bambam.
–¿Es tu novia? ¡Este niño ya tiene novia!–Apenas termina de decir esas palabras, agarra los cachetes del tailandés y lo mueve hacia los lados, pero este se aleja y se acaricia las mejillas.
–¡Hyung!–Le reclama para luego darle un golpe en la nuca mientras yo solo me río observando la escena. Estábamos bromeando cuando la alarma de mi teléfono suena. Veo la hora y eran las 6:30. Ellos me miran y se ríen.
Y como no si mi alarma es nada más ni nada menos que su canción "Follow me".
–¡En mi defensa...!–Digo levantando mi dedo índice. –Es mi alarma y he de admitir que es una canción pegadiza. –Digo y comienzo a cantar el coro de la canción. La alarma se apaga y yo me salto toda la canción para llegar a la parte del rap, en la cual ellos se burlan de mí.
Y como no si intentaba hacer las profundas voces de Jackson y Mark, y digamos que era un desastre fingiendo voces.
Después de aquello, seguimos hablando y haciendo bromas hasta que me tuve que despedir, pues debía de ir a la escuela. Apagué la computadora y fui al baño dejando mis cosas en el sofá. Luego de una hora, ya estoy en la escuela, sentada en mi puesto, con mis audífonos puestos y mirando por la ventana.
Siento que alguien corre la silla que está a mi lado, así que me doy la vuelta y descubro que es Molly, la fan de Jungkook. Esta me está mirando con el ceño fruncido, analizándome, y mirándome de mala manera. Me saco los audífonos para mirarla con incomodidad.
–¿Qué?–Le pregunto, algo incomoda por su mirada molesta. ¿Y a esta que le picó?
–Tu eres la chica... –Dice más para sí misma que para mí. –Tu eres la perra que salía con Jungkook y Bambam.–Dice elevando un poco la voz y enojada. Pero que chica más educada. Aunque bueno, no diré nada, a veces hago lo mismo.
–Cuida tu vocabulario, estamos en la escuela. –Le digo de forma educada mientras pongo mi dedo índice entre mis labios, haciéndole una seña de que se calle. Volteo mi rostro y me vuelvo a colocar los audífonos, esta vez, sin música.
–¡Tu eres la perra que salió con ellos dos hace más de dos meses! –Me grita con el ceño fruncido.
–No sé de qué me estás hablando. –Miento. Coloco la música pero ella rápidamente me quita los audífonos, tirándolos al suelo. Mi ceño se frunce y me levanto de la silla y me pongo frente a ella.
–Eres tú, no mientas más, maldita puta.–Tira unas fotos hacia mi mesa y descubro que son las de la página, en donde salgo yo con Bambam y una en donde yo corro lejos de Jungkook. Eran un poco borrosas, pero si me conocías, podías reconocer mi rostro.–Por eso sentí que te conocía de otro lugar... –Murmura.
–Tu vocabulario no es muy avanzado, que digamos.–Murmuro. La rodeo y me agacho para recoger mis audífonos. Me paro y me vuelvo a sentar en mi puesto.– Si, no mentiré, soy yo. ¿Algún problema con eso?–La observo con mi expresión aburrida y ella me mira ofendida.
–¿Como te atreves...?
–Si es todo, vete.–Ella me levanta de un tirón. Me va a dar una cachetada pero detengo rápidamente su mano.–Ve-te. Ahora.–Tiro bruscamente su mano lejos y me siento. –No sé porqué vienes ahora y me dices esas cosas. –Río y la volteo a ver. –¿Me ves en Corea del Sur? ¿Me ves en alguna portada de alguna revista, siendo famosa? –Le pregunto y ruedo los ojos.
–No, pero...–La interrumpo.
–Entonces no tienes por qué venir a gritarme y quejarte. –Digo doblando mis audífonos. –A demás, solo te basaste en rumores. No sabes lo que pasó en realidad para que vengas aquí a gritarme "puta" o "perra" que, a mi parecer, es lo único que sabes decir. Y también, esto es solo una ocasión. Aparezco con ellos en dos escenarios distintos y no en más. Si apareciera en más, te creo que quieras venir a quejarte conmigo para decir que están enamorados. Pero no es así, fue solo una ocasión, no veo el por qué ellos deberían de estar enamorados de mi si solo nos vimos en una ocasión, ¿no crees? –Digo lo que pienso y miento al mismo tiempo. –En fin, adiós. –Le hago un ademán para que se valla y yo me quedo sentada en mi puesto, jugando con los audífonos.
–Me caes mal. –Murmura, mirándome con odio. Sonrío y la volteo a ver.
–¿Y? ¿Quieres que te aplauda? –Doy un aplauso y volteo hacia otro lado. –¿O tal vez una medalla? Bueno, no es como si me importase demasiado si me odias o no. –Me encojo de hombros y ella golpea el piso con su zapato para marcharse de allí.
Recojo las fotos bajo la mirada de algunos de mis compañeros. Escuché algunos de sus murmullos y también sentí sus miradas fijas en mí. Frunzo el ceño mientras guardo las imágenes en mi mochila, sin prestarles atención.
Siento mi teléfono vibrar en mi bolsillo del abrigo, por lo que lo saco rápidamente y veo que es un mensaje de un número desconocido. Lo abro y, si antes quería sacarle un solo diente a Molly, querré quemarle el cabello a Choi.
Ella estaba sonriendo con maldad, mientras que a un lado de ella dormía un Jungkook sin camiseta. De la cadera hacia abajo estaba ocultado por las blancas mantas de la cama. Mi ceño se frunce al ver aquello.
Siento mis ojos cristalizarse pero parpadeo varias veces para evitar que alguna lágrima caiga. Estaba furiosa y triste al mismo tiempo, mezclada con mis instintos asesinos. Y estos aumentan sus ganas al ver el mensaje adjunto a la imagen.
" No sabes lo bien que lo pasamos anoche! Estuvo increíble! ÉL es un DIOS! Espero que te duela, perdedora! ;)"–Definitivamente la bestia en mi interior quería asesinar a alguien.
Cálmate, Alen. Respira... No, no pienses en asesinatos. ¡No! ¡Deja de pensar eso! Así es. ¡No! ¡Deja de pensar en cómo matar a Choi y Molly y por último como castrar a Jungkook... ¡No! Eh... Piensa en... Solo piensa en otra cosa.
Mi teléfono vuelve a vibrar y era otro mensaje de Choi. Esta vez era la imagen de su ropa, incluso la ropa interior aparecía en ella.
Este estúpido. ¿Amigos? ¡¿Quería que fuéramos solo amigos?! ¡Amigos mi estúpido trasero! ¡Todo mi trasero! Estaba furiosa. Trate de volver a tranquilizarme. Pase de tener una mañana alegre y feliz a tener una mañana y día amargado. Genial.
Yo y él no somos nada. Nunca existió un "nosotros". Cálmate Alen. No te enojes por nada. Solo quiere hacerte enojar. Cálmate, no te enojes. Vamos, sonríe. Nada malo ocurre. No pasa nada.
El día pasó sin ningún otro inconveniente, a excepción de las miradas matadoras de Molly y el mensaje de Choi. Llegué a casa y corrí a mi habitación. Estaba enojada y no iba a golpear a mi hermana. Estaba enojada con Molly, con Choi y Jungkook. Tiré mi mochila al suelo y empecé a golpear al estúpido oso de peluche.
–Estupido... Jeon Jungkook.–Decía mientras golpeaba con toda mi fuerza al muñeco.–Malditos sean ustedes tres.–Otro golpe.–Ni siquiera cantas bien. –Otro golpe y una risa sarcástica sale de mis labios. Claro. –Espero que se caigan de una maldita escalera y se rompan la cabeza.–Patee y golpee con mis puños al oso.–¿Amigos? ¡Ni me vuelvas a hablar!–Mi volumen de voz subió un poco.–¡Maldita Choi! ¡Ya lo tienes! ¡¿Ahora qué es lo que quieres?!–Lo golpee más fuerte.–¡Todos son unos malditos imbéciles!–Di el último golpe y luego me apoye en el oso, dando suaves golpes.–Ojala que cuando coman kimchi, este demasiado picante, que se quemen la boca y nada les alivie el dolor.–Reí suavemente. Era estúpido.
Mi teléfono vibra en la cama. Me acerco y veo que es un mensaje de Jungkook.
"Podemos hablar? Estoy aburrido y quiero hablar contigo, puedes?"–No, no puedo.
Me siento en el suelo y apoyo mi espalda en la cama mientras sostengo mi teléfono entre mis manos. Releo el mensaje, una y otra vez, debatiéndome en si responder o no.
"No. Estudio."–Mentira, lo que menos hago es estudiar, pero aun así tengo buenas calificaciones. Recibo otro mensaje de su parte.
"Entonces te ayudaré a estudiar :D Que estudias?"–Ruedo los ojos. No capto el 'no quiero hablar contigo, idiota'.
"No, gracias. Adiós."–Era mejor ser fría. Lo envié y no me respondió. Me levanté del suelo y me siento en la silla del escritorio. Mi teléfono empieza a sonar con la canción determinada que tenía. Era Jungkook, así que sin pensarlo dos veces, corté.
Estuvo 10 minutos insistiendo. Ya eran las 8:35 de la noche y aún intentaba llamar. Decidí contestar.
–¿Qué quieres?–No lo saludo.
–¿Qué te ocurre?–Pregunta desde el otro lado preocupado.–Y se saluda primero.–Bromea, más yo no me río.
–No me llames más. Desde ahora somos completos desconocidos. Solo olvida que nos conocimos, ¿sí?–Le pido seriamente.– Adiós Jungkook, y espero que seas... feliz con Choi.–Va a hablar, pero lo corto apenas termino de decir esas palabras.
Suspiro. No quería que me olvidara, y yo tampoco quería olvidarlo, ¿pero que podíamos hacer? Él no vendría a Estados Unidos por arte de magia, y yo no iría a Corea del Sur a vivir una vida feliz con él. Somos unos extraños, desde el inicio lo fuimos. No debí encariñarme con él, de todas formas, nada podría ocurrir entre nosotros.
Mi teléfono suena por dos horas seguidas más. El sonido del teléfono se empezó a escuchar con menos frecuencia, hasta desaparecer. No se escuchaba nada, a excepción de la televisión en el comedor en donde mi familia estaba. Me acosté en la cama mientras miraba al estúpido oso de felpa.
Y dormí, deseando poder despertar de este sueño que poco a poco se convertía en una maldita pesadilla.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro