Dong-hua Zen'in hija única de una familia adinerada y de mucho poder en el gobierno, ella desde un principio se le enseño a ser una persona educada y responsable logrando así tener el primer lugar cada año en su escuela; pero en la perfección siempre debe de a ver algo malo, ¿no?

Sus padres nunca le prestaron atención ni mucho menos la querían, se podría decir que solo la tuvieron para un heredero a la empresa familiar; lo malo de todo esto ella se empezó a sentir insuficiente (incluso al sacar buenas notas) gracias al poco afecto amoroso por parte de sus padres y del mundo ella empezó a salir con chicos que no la querían por sus sentimientos sino por su físico, pero a ella eso no le importaba; ella empezó a generar dependencia emocional a la primera persona que le hablara bonito (mujeres u hombres)

Esta chica que se la pasa riendo, diciendo bromas, sonriendo, pasándola bien con sus amigos... Pero se estaba muriendo por dentro. Estaba cansada, cansada de ser perfecta, cansada de no ser amada como ella quisiera, cansada de su vida tan recta y buena, pero no quiere decirlo por el hecho de que le digan "eres una dramática" así que decide guardárselo para ella misma, actuando como si todo estuviera bien, pero ojo... ella llora todas las noches sin que la escuchen y.... así ella logra engañar a las personas con una sonrisa y bromas, pero sin tan solo supieran como se siente...

Nuestros 3 protagonistas caminaban por los pasillos de su escuela esperando la hora de la salida para poder ir a su salida planeada desde hace 1 semana.

-Están listos para nuestra salida? - habló con emoción Dong-hua

-Siii, no espero la hora de ir al cine - le contestó Murata - y tú que sientes pato?

-Eehh, pues... - sé quedo pensando en que contestar, ya que ni ella sabía que sentía - creo que emoción.

-Pero cuanta emoción - dijo en burla Dong-hua

-Lo siento.

-No te preocupes!! ¡¡Se que apenas somos tus primeros amigos y ustedes los míos!! -Finalizó Zen'in con una sonrisa.

Al final de día los tres chicos fueron a la salida topándose con la mirada del chico de la semana pasada que estaba peleándose, este solo los vio y se dio la vuelta para irse de ahí, ellos simplemente no le dieron importancia y se fueron a una cafetería cerca de la escuela.

La cafetería era pequeña, pero bonita sus adornos eran pinturas y recortes de periódicos enmarcados por todas las paredes, el lugar tenía estantes de libros

-Esta cafetería es muy bonita -Habló Kinju

-Verdad que sí! - le contestó

-Y que hay de comer? - preguntó Murata apenas vio el mostrador.

Los chicos pideron lo que quisieron, pero llegó la pregunta que nadie quisiera contestar llegó.

-Y como es su familia?