09: El conejo en el sombrero
Los personajes no me pertenecen, todos los derechos a los respectivos creadores.
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Donna se quedó allí sentada, atónita por un momento, intentando procesar lo que acababa de oír. No podía creer que Dick, su viejo amigo y compañero vigilante, con fama de mujeriego, acabara de decirle que se había acostado con alguien.... de otro mundo. Y ese alguien era un hombre.
-Dick, ¿eres... gay?- preguntó al fin, tratando de asimilarlo.
-No lo sé, Donna. Quiero decir, siempre me han atraído las mujeres y he estado con varias, pero luego pasó esto y no sé qué pensar- respondió, con la voz llena de incertidumbre.
Donna se acercó y le puso una mano tranquilizadora en el brazo-. No pasa nada, Dick. No tienes por qué tenerlo todo resuelto ahora mismo- sabía que la cultura actual del mundo era complicada, en su isla sólo se sentían atraídos por la belleza y ya está.
La miró con gratitud en los ojos-. Gracias, Donna. Siempre sabes qué decir.
Se sumieron en un cómodo silencio, el único sonido era el suave susurro de las palmeras fuera del complejo. Era un lugar precioso, con playas de arena blanca y aguas cristalinas. Pero ahora mismo, ninguno de los dos prestaba mucha atención a lo que les rodeaba.
Al cabo de unos minutos, Donna habló-. Entonces, ¿qué vas a hacer ahora?
-No lo sé. Supongo que voy a ... ver a dónde van las cosas con este tipo. Quiero decir, ni siquiera sé si él está interesado en mí de esa manera- admitió, bajando la mirada a su bebida.
Donna le dedicó una sonrisa alentadora-¿Te dijo que era de su propiedad?- su amigo le dirigió una mirada confusa, pero acabó asintiendo-. A mí me dijo lo mismo, pero creo que sólo hay una forma de averiguar adónde va esto, ¿me entiendes?
Asintió-. Todo un dilema, ¿verdad? Y pensar que sólo estaba patrullando y acabé en este lío- suspiró-, ¿pero te arrepientes?
-No- respondió, ambos se sonrieron sutilmente.
Permanecieron allí sentados un rato más, charlando de los viejos tiempos y poniéndose al día de la vida de cada uno. Finalmente, el sol empezó a ponerse y decidieron dar por terminada la noche.
Mientras volvían a sus asuntos, Donna no pudo evitar sentirse orgullosa de su amigo. Hacía falta mucho valor para confesar algo así, sobre todo en un mundo en el que ser diferente podía hacer que te mataran.
Pero Dick era un héroe, y los héroes siempre encontraban la forma de superar sus miedos y dudas. Donna no dudaba de que él haría lo mismo en aquella situación y saldría fortalecido.
Al despedirse, Donna no pudo evitar sentirse agradecida por su amistad. No importaban los retos que tuvieran por delante, sabía que siempre estarían ahí el uno para el otro.
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Goku estaba intrigado, no por el espectáculo de magia que acababa de presenciar, eso sólo asombra a los ingenuos. Sino porque no podía evitar preguntarse cómo aquella mujer era capaz de hazañas tan increíbles, era algo más que ciencia y por supuesto quería investigar más.
Se dirigió a su camerino, decidido a aprender más sobre el mundo de la magia. Le fascinó la sensación de magia que impregnaba el ambiente. El espacio estaba repleto de atrezzo reluciente, desde la baraja de cartas esparcida desordenadamente sobre la mesa de maquillaje hasta el sombrero que yacía en el suelo, rebosante de conejos.
Y allí estaba ella, la Señora de la Magia en persona, de pie junto a la ventana, ataviada con su característico sombrero de copa y medias de rejilla. Se dio la vuelta cuando entró Goku, con una sonrisa traviesa en los labios.
-Vaya, vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí?- dijo con voz divertida-, lo siento, cariño, pero los autógrafos ya los he dado.
Goku no pudo evitar sentirse un poco sorprendido por su presencia. Nunca antes se había topado con un mago, y la idea de que alguien tuviera poderes tan increíbles era a la vez estimulante e inquietante.
-Yo... vi tu espectáculo- tartamudeó, sintiéndose un poco tonto, nunca lo había hecho en su vida.
-¿Te gustó?- preguntó, con los ojos brillantes de diversión.
-Fue increíble- respondió Goku, sintiéndose ahora un poco más seguro de sí mismo-. He visto muchas cosas en mi no muy larga vida, esto fue de lo más impresionante.
La mujer soltó una risita-. Eso es porque soy la mejor- dijo, con la voz llena de confianza.
Goku tuvo que admitir que era la persona más carismática con la que había hablado hasta el momento. Había algo magnético en ella, algo que le hacía querer quedarse y hablar más con ella.
-Soy Son Goku, no me había presentado- le dice formalmente.
-Peculiar nombre- murmura la mujer-. Me llamo Zatanna.
-Esperaba que pudieras enseñarme más sobre magia- dice con voz fría, pero en sus ojos había emoción.
-Más despacio, velocista- dice la mujer levantando la mano-. Apenas me conoces y ya me pides que te enseñe mis trucos, ¿no sabes que la ley básica de un mago es no revelar nunca sus secretos?
-Decir nuestros nombres ya ni para entrar en confianza- dice Goku seguro de su argumento.
Zatanna se rió-: Eres muy peculiar, lo admito, pero dudo mucho que entiendas cómo funciona la magia.
-Lo entenderé, tenlo por seguro- dice inclinándose con una sonrisa pícara en los labios.
Por alguna razón, eso hizo que a Zatanna le recorrieran escalofríos por la parte baja de la espalda, se dio cuenta de que no estaba interactuando con alguien corriente, había algo más abajo.
-Si eso es lo que dices...- dijo Zatanna, cogiendo su varita-. La magia consiste en aprovechar el poder del universo y usarlo para crear cosas asombrosas.
Con un movimiento de muñeca, Zatanna hizo aparecer un ramo de flores de la nada y se lo tendió a Goku, que se quedó mirando los pétalos.
-Con magia puedo crear algo hermoso de la nada-:dijo el ser en voz alta y el azabache asintió, ya comprendiendo la lógica-. Esto no es muy diferente a las cosas que ya conozco, dime, ¿cómo has dominado esto?
-Todo es cuestión de concentración e intención- explicó Zatanna-. Tienes que creer en el poder de la magia y concentrar tu energía en el resultado que quieres conseguir.
Hizo una demostración haciendo levitar un libro de la mesa con unas simples palabras y un movimiento de su varita. Goku observó con expresión indescifrable cómo el libro flotaba en el aire.
-Pero no se trata sólo de hacer trucos- continuó Zatanna-. La magia puede usarse para curar, para proteger, para crear... las posibilidades son infinitas.
Goku estaba intrigado. Nunca había pensado que los humanos adquirieran tales habilidades sin alguna mutación, tal vez debería ver la magia como algo más que un mero entretenimiento-. Eso es asombroso- dijo-. Pero qué hay de la ciencia, ¿pueden coexistir la magia y la ciencia?
-Por supuesto- respondió Zatanna-. La magia no es más que otra forma de energía, y puede aprovecharse y comprenderse como cualquier otra forma de energía. De hecho, algunos de los mayores avances científicos se han logrado mediante el uso de la magia.
Goku se quedó un poco sorprendido. Nunca había pensado que la magia y la ciencia pudieran estar entrelazadas. Zatanna le había abierto los ojos a todo un nuevo mundo de posibilidades.
-Dime, ¿puedo hacer magia contigo?- preguntó con curiosidad.
-Perdona, ¿podrías repetirlo? Creo que no te he oído- le devolvió ella la pregunta.
El ser se acercó a ella y le quitó un candado del hombro, sus respiraciones chocaron-. Sí que me has oído.
Zatanna enarcó una ceja, ligeramente sorprendida por la repentina proximidad de Goku- No estoy segura de lo que me preguntas -dijo, tratando de mantener la voz firme.
Goku se inclinó más hacia ella y susurró-: Quiero aprender el tipo de magia que hace que mis enemigos tiemblen de miedo- en realidad no tenía enemigos ni necesidad de magia, pero era alguien muy curioso.
Zatanna se apartó ligeramente, sintiendo una sensación de inquietud. No estaba segura de si Goku bromeaba o hablaba en serio, pero su mirada le hizo creer que hablaba muy en serio.
-La magia nunca debe usarse para el mal- dijo con firmeza-. Es una herramienta que debe usarse para el bien, para traer alegría y asombro a la vida de las personas, no para hacerles daño.
Goku la miró, y su expresión se suavizó-. Lo siento- dijo, bajando la voz-. Tienes razón. No quería decir eso. Sólo quiero proteger a mis amigos y seres queridos.
Zatanna asintió, comprendiendo sus intenciones-. Puedo enseñarte a usar la magia para protegerte- dijo-. Pero debes prometerme que nunca la usarás para el mal.
-Lo prometo- dijo Goku, con los ojos llenos de sinceridad, la carta de la manipulación siempre hacía efecto.
Zatanna sonrió, sintiendo alivio. Sabía que Goku era un ser poderoso y que, con la orientación adecuada, podría convertirse en un gran mago.
-Empecemos por lo básico- dijo, cogiendo una baraja de cartas de la mesa-. La magia comienza con la manipulación de objetos. Fíjate bien.
Empezó a barajar las cartas a una velocidad increíble, sus dedos se movían como un borrón. Goku observó asombrado cómo las cartas volaban por el aire, retorciéndose y girando de formas imposibles.
-Ahora inténtalo tú- dijo Zatanna, entregándole la baraja a Goku.
Goku cogió la baraja e intentó barajarla, pero cometió un error y se le cayó al suelo.
Zatanna se rió-. No te preocupes, se necesita tiempo y práctica para dominar el arte de la magia- dijo-. Pero con paciencia y dedicación, puedes convertirte en un gran mago.
Goku asintió, decidido a aprender todo lo que pudiera sobre la magia. Le entusiasmaba explorar este nuevo mundo de posibilidades, y sabía que, con la guía de Zatanna, podría divertirse más con sus experimentos.
Zatanna siguió enseñando a Goku los fundamentos de la magia, mostrándole cómo manipular objetos, crear ilusiones y controlar los elementos, cosas que el otro conocía por naturaleza, pero había una combinación diferente. Goku aprendía rápido, demasiado rápido, y pronto fue capaz de realizar esos trucos con facilidad.
Mientras continuaban sus lecciones, Zatanna notó algo inusual en la energía de Goku. No se parecía a la de ningún otro usuario de magia que hubiera conocido antes.
-Tu energía es única- dijo, examinándolo de cerca-. Es casi como una combinación de magia y algo más.
Goku la miró, curioso-. ¿Qué quieres decir?
-No estoy segura- admitió ella-. Pero creo que hay algo especial en ti, algo que te diferencia de los demás usuarios de la magia.
Goku frunció el ceño, sin saber qué pensar de sus palabras. Siempre había sabido que era diferente, pero nunca lo había considerado algo mágico, su creador era un científico.
Zatanna se dio cuenta de su confusión y decidió cambiar de tema-. Sigamos adelante- dijo-, son sólo cosas mías, nada alarmante.
Goku asintió, aceptando sus palabras, y continuaron con su lección. Zatanna le enseñó técnicas más avanzadas, como invocar criaturas y lanzar hechizos.
Mientras practicaba estas nuevas habilidades, Goku se dio cuenta de que podía sentir la energía fluyendo a través de él de una forma que nunca antes había experimentado. De nuevo descubrió que sus poderes volvían a aumentar, esta vez no le molestó demasiado.
Zatanna se dio cuenta de sus progresos y sonrió-. Te estás volviendo muy hábil- le dijo-. Pero recuerda que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Goku asintió, comprendiendo el peso de sus palabras. Sabía que tenía que usar sus poderes sabiamente, y no por motivos egoístas, mentira, en realidad quería divertirse y si alguien le molestaba sólo con un parpadeo se encargaría de ello.
-Creo que eso es todo lo que puedo enseñarte por ahora- dijo Zatanna, agotada porque llevaban allí quién sabe cuántas horas.
-Gracias, la verdad es que no sé cómo agradecertelo- dice él, tratando de sonar humilde incluso un fajo de billetes apareció en su mano.
-No te preocupes, sólo recuerdo lo que te dije- dice rechazando el efectivo.
-Igual sé una forma de pagar- responde Goku acercándose un poco más.
De repente, Goku se inclina y presiona sus labios contra los de Zatanna, robándole un beso rápido pero apasionado. Al principio, Zatanna se queda desconcertada, pero luego es incapaz de resistirse a la intensa energía y poder que irradia de él.
Cuando se separan, el corazón de Zatanna se acelera y siente un cosquilleo de energía por todo el cuerpo-. Yo... no esperaba una recompensa así.
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Black Adam estaba sentado en su sala del trono, con la mente consumida por la misteriosa energía que había sentido antes. Era un poder que nunca antes había experimentado, y había venido de muy cerca de su amado Khandaq. Inmediatamente voló hacia la fuente, donde encontró un grupo de insurgentes muertos en el suelo. No había rastro de la energía que había sentido, ni señal de nada fuera de lo normal. Era como si la energía se hubiera desvanecido en el aire.
Frunció el ceño y sus pensamientos se volvieron hacia su interior mientras intentaba comprender lo que había sucedido. No era propio de él que le pillaran desprevenido, y no apreciaba la sensación de incertidumbre que ahora le corroía. Era el soberano de Khandaq, una tierra por la que había luchado y defendido durante siglos. Era Black Adam, el otrora poderoso campeón de los dioses, autoproclamado señor del mal una vez Y, sin embargo, este misterioso poder le había eludido.
Sentado en su sala del trono, su mente vagaba por la historia de Khandaq. Había sido el protector de esta tierra durante siglos, mucho antes de que se le concediera el poder de Shazam. Recordaba las guerras, las batallas que había librado para defender a su pueblo de los invasores. Siempre había estado orgulloso de Khandaq, de su gente y de su historia.
Su sala del trono era un reflejo de ese orgullo. Era una cámara grandiosa, llena de ornamentos y símbolos de su poder. Las paredes estaban adornadas con tapices que representaban la historia de Khandaq, desde sus antiguos orígenes hasta su encarnación moderna como nación poderosa y próspera. El trono era una obra maestra de artesanía, tallado en una sola pieza de obsidiana y decorado con joyas y metales preciosos.
Pero incluso sentado en su trono, rodeado de los símbolos de su poder, no podía evitar una sensación de inquietud. Había algo ahí fuera, algo con lo que aún no se había topado. Era un desafío, un rompecabezas que estaba decidido a resolver. No descansaría hasta descubrir la fuente de aquella energía misteriosa, hasta añadirla a su colección de poder.
Por ahora, sin embargo, esperaría. Meditaría y pensaría. Esperaría la siguiente señal, el siguiente indicio de esa energía escurridiza. Y cuando llegara, estaría preparado. Black Adam, el otrora poderoso campeón de los dioses, ahora un autoproclamado antihéroe, no sería derrotado por un simple misterio.
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Zatanna gimió mientras echaba la cabeza hacia atrás, con la camisa blanca abierta y el sujetador levantado, dejando al descubierto sus perfectos pechos de copa C.
-No... para- murmuró mientras agarraba la cabeza de Goku y le hacía untar más su cara entre su coño, para ello le había roto las medias de rejilla y las bragas.
El hombre era bastante sensible al usar su lengua para explorar su cavidad y de vez en cuando le mordía el clítoris, lo que hacía que la hija de John Zatara se sacudiera.
-Ya...casi~...- susurró mientras gemía más fuerte, dos segundos después y gritó fuertemente al disparar un fuerte chorro de entre sus piernas.
Goku se echó hacia atrás y se limpió la cara, acababa de presenciar y saborear algo que nunca esperó que una mujer pudiera hacer, la palabra hipnotizante era lo único que se repetía en su mente.
Después de regular su respiración, Zatanna lo miró-:¿Dónde aprendiste a usar tan bien la lengua?
-Un buen mago nunca revela sus secretos- dice con una sonrisa pícara que es correspondida.
-Te he enseñado algunos de mis trucos- un pie suyo rozó la pelvis de Goku-, pero no todos.
El hombre de cabello plateado se acercó y la tomó de la cintura, Zatanna rió ante la pequeña brusquedad, todo el cansancio de las horas anteriores se había ido y ahora estaba con sus energías recompuestas y también excitada.
-Muéstrame- le dijo Goku al oído y luego sopló un aire frío que la hizo erizarse.
Dejó que Zatanna se bajara de la mesa y ella se colocó frente a él, compartieron un áspero beso y luego ella bajó por su cuello y simultáneamente desabrochó su camisa, repartió besos por sus bíceps y bajó por sus pectorales, sus labios eran cálidos lo que hizo que el otro sintiera un ligero cosquilleo.
Cuando ya estaba de rodillas levantó la vista y su mirada lila se encontró con aquellos enigmáticos ojos grises que brillaban de expectación, le guiñó un ojo y se desabrochó los pantalones.
Inconscientemente se mordió el labio al notar aquella polla palpitante que se marcaba exquisitamente en su bóxer, recorrió la plenitud de sus dedos.
-Date prisa- le dijo Goku mirándola con impaciencia.
-¿Ansioso?- preguntó con una sonrisa socarrona, el otro no contestó.
Reanudando su labor y bajándose lentamente el bóxer, se sorprendió al ver aquella maravilla de diez pulgadas, venosa y gruesa.
-Eres una caja de sorpresas- alabó ella, luego agarró su pene con la mano, su vagina goteaba de sólo ver que su palma no era suficiente para rodear completamente su circunferencia.
Goku sintió un escalofrío por la espalda cuando Zatanna empezó a besarle desde los muslos hasta el pene en un recorrido tan fino como la seda, luego gimió roncamente cuando le besó el glande y pasó la lengua por su falo como si fuera una piruleta. Era la segunda mamada que recibía y superaba con creces la inexperiencia de Dick.
Zatanna lamió de un lado a otro, y luego puso la guinda al pastel cuando se lo llevó a la boca, al menos la punta. Y empezó a mover la lengua en círculos y a alternar entre chupar y lamer.
Queriendo más velocidad Goku la agarró de la nuca y la hizo avanzar más, Zatanna jadeó ante eso, nunca en su vida había hecho una garganta profunda.
En aquel camerino resonaban aquellos sucios sonidos guturales como de ahogo, Zatanna tenía lágrimas en los ojos que movían su maquillaje. Un minuto, tal vez más, tardó Goku en correrse y la agarró con fuerza haciendo que recibiera todo su semen.
Cuando la soltó la joven maga luchaba por recuperar el aliento-. No- el otro sonó autoritario-.Trágatelo.
Hizo un pequeño esfuerzo ya que la cantidad era desmesurada, pero finalmente lo hizo y pasó aquel espeso líquido con fuerza, saboreando sólo lo que quedaba alrededor de sus labios.
-Estoy impresionado- la elogió Goku mientras la ayudaba a levantarse y la colocaba sobre la mesa-. ¿Continuamos?
Fin del capítulo 9.
Otro fic que no actualizo desde el año pasado, que mala costumbre.
No soy muy bueno construyendo o escribiendo Lemon, así que igual hay algún despropósito o una mala descripción de lo que pasa, lo siento.
Lo bueno es que ya se están formando subtramas aparte de las escenas donde aparece Goku, supongo que eso es bueno.
Voten, comenten, etc.
Adiós!
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