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07

Después de lo sucedido el día anterior, Jungkook actuó como si nada hubiera pasado y hablaba más de lo normal con Jimin, generándole dudas a Park sobre su comportamiento.

Lo normal sería que no le hablara, lo ignorara o fuera cortante, pero en su lugar solo estaba el Jungkook que había conocido en un principio; ese que actuaba lindo, tierno y con mucho respeto.

No le creía nada.

Se levantó del sofá y se dirigió a su habitación.

Jungkook, quién ahora era el que intentaba aprender a coser, levantó la mirada.

─¿A dónde vas?

Jimin se detuvo antes de entrar.

─Voy a bañarme.

─Oh, bien.

Y volvió a lo suyo con una pequeña sonrisa en los labios.

Jimin frunció el ceño.

«Qué raro».

Entró a su habitación y cerró la puerta detrás para luego caminar hacia su maleta y buscar la ropa que se pondría.

Se dirigió al baño con total tranquilidad y dejó su ropa sobre la repisa. Cerró la puerta, se desvistió y se metió a la ducha en silencio.

─Si no fuera por las ridículas ideas de Minho ahora mismo podría poner música con mi celular ─refunfuñó.

Comenzó a enjabonar su cuerpo y a lavar su cabello luego de mojarse con abundante agua. Tarareó una canción con aburrimiento y cerró los ojos un momento para pensar con tranquilidad en lo que había pasado el día anterior con Jungkook.

Suspiró.

Quizás no estaba actuando correctamente.

Quizás solo debía dejar de jugar con sus sentimientos y actuar de acuerdo a lo que le estaba pasando realmente.

Tragó con dificultad y entonces pensó en ella.

─Aera.

Mordió su labio inferior.

Había besado a Jungkook y casi se había atrevido a hacer algo más teniendo novia.

Mierda.

Prácticamente había sido infiel.

No, alto.

Estaba en una relación abierta en contra de su voluntad, por lo que besar a alguien más no se consideraba infidelidad.

¿O sí?

Talló su cuerpo con fuerza con la esponja de baño para volver a enjabonarse y crear más espuma.

No, él no había engañado a Aera.

No lo había hecho.

Maldijo.

─¿Entonces por qué no me siento bien con esto? ─murmuró─. ¿Por qué tengo que pensar en ella si solo... me interesa él?

Talló nuevamente, tiñendo su piel de un vivo color rojo.

Recordó el tacto de los gruesos y hambrientos labios de Jungkook recorrer la piel de su cuello, creando un adictivo movimiento que le generó más que una simple reacción.

Cerró los ojos y llevó una de sus manos hasta su cuello para acariciarlo con delicadeza. Mordió su labio inferior y soltó un quejido casi inaudible al tocar una parte delicada que había sido afectada por una de las mordidas del azabache.

Sonrió.

«Bruto imbécil».

Intentó recordar cómo se había sentido pasar cada uno de sus dedos por el fornido cuerpo de Jeon, tocando algunas partes que jamás imaginó si quiera rozar. Recordó el sonido de sus respiraciones agitadas y el exquisito clap que hicieron sus cuerpos en más de una ocasión al chocar entre sí.

Entreabrió los labios y suspiró pesadamente, deseando volver a repetir la situación que lo había llevado a perder aún más la cabeza.

Se maldijo a sí mismo al recordar que por su culpa el momento no había llegado a concretarse en algo más, y abrió los ojos agotado al no entender todavía qué mierda le estaba pasando con Jeon Jungkook.

─Me hizo un amarre, es lo más probable ─afirmó con seguridad.

Sacudió la cabeza y abrió la llave para quitarse el jabón y el shampoo, pues el frío comenzaba a envolverlo de forma casi insoportable.

Pero algo pasó.

El agua no salió.

─¿Eh? ¿Qué pasa?

Movió la perilla y abrió la llave otra vez, pero sólo logró escuchar un ruido extraño de la cañería, nada más.

Apretó los dientes pensando que quizás podría ser problema del agua caliente, así que giró la llave hacia el otro lado con la esperanza de poder enjuagarse, pero tampoco salió agua de la regadera.

─No, no. No me puedes hacer esto.

Lo intentó una, dos, tres, cuatro y cinco veces, pero nada pasó.

─Vete a cagar llave de mierda.

Corrió la cortina de la ducha y agarró la toalla para envolver su cintura con ella, tapando la espuma del jabón que corría por su cuerpo. El shampoo sobre su pelo parecía un extraño gorro cubriendo su cabeza.

Salió de ahí y abrió la llave del lavamanos para ver si de ahí salía algo de agua, pero tampoco tuvo resultado.

─¡Agh!

Pensó en qué podía hacer para quitarse el jabón y el shampoo del cuerpo, y a los pocos segundos su mirada bajó hasta el inodoro.

El tanque aún tenía agua.

─Ay, que asco ─murmuró, dudando de sus propios pensamientos─. Ahí cagué de todo el otro día cuando me cayó mal el pollo que me comí. Me dio diarrea explosiva.

Miró nuevamente el inodoro y pensó en las posibilidades que tenía.

─¿Habrán cortado el agua acá o fue en todo el hotel? ─se preguntó, pensando en si salir hasta la sala para ver si en la cocina de casualidad había un poco de agua aunque fuera en alguna botella.

Se miró a sí mismo.

─No quiero que Jungkook me vea así, qué vergüenza.

Pero bueno, no podía quedarse todo el día así esperando a que volviera el agua. Tenía que hacer algo.

Tomó la toalla que tenía enrollada en la cintura y la envolvió alrededor de todo su cuerpo, tapándolo desde el pecho hacia abajo. Suspiró y agarró otra toalla para colocársela en el pelo, cubriéndolo por completo.

Se miró en el espejo y gesticuló una extraña mueca.

─Parezco mi mamá.

Frunció el ceño y salió del baño, asujetando la toalla desde arriba para evitar que se cayera.

Tomó aire y abrió suavemente la puerta del dormitorio, buscando con la mirada alguna señal que le indicara que Jungkook estaba ahí.

Pero extrañamente no fue así.

«Qué raro».

Salió del dormitorio y corrió hasta la cocina para abrir las llaves del lavaplatos y confirmar si definitivamente se había cortado el agua en la habitación, pero al ver que del grifo empezaron a salir algunas gotitas teniendo la llave a todo lo que dá, sintió que la humillación ya no podía ser más grande.

─Que ganas de morirme ahora mismo.

Cerró los ojos resignado y pidió silenciosamente que el agua no tardara mucho en llegar.

El jabón se le estaba pegando al cuerpo y el shampoo le iba a provocar caspa.

Estaba a nada de tener una crisis.

Abrió los ojos cansado, dispuesto a ir a vestirse así como estaba. Se dio la vuelta para caminar hasta su dormitorio, pero entonces una figura acaparó su campo de visión.

─Que interesante vista.

Los ojos de Park se abrieron con fuerza, y sus mejillas se tiñeron de rojo por la vergüenza. Asujetó el borde de la toalla que cubría su cuerpo y frunció levemente el ceño mientras desviaba la mirada.

─Lo sé, todos me lo dicen.

Jungkook alzó una ceja con algo de gracia al escuchar la respuesta de Jimin y sonrió.

─Me gusta esa actitud, te queda bien ─comentó mientras se le acercaba. Jimin estaba listo para atacar si se le tiraba encima─. ¿Qué haces así? ¿No deberías, no sé, terminar de ducharte?

Jimin lo miró como si hubiera dicho lo más estúpido del mundo.

─Se cortó el agua ─contestó con obviedad─. No me pude terminar de bañar.

Jungkook borró su sonrisa y frunció el ceño.

─¿Se cortó? ¿En serio? ─preguntó confundido, y Park asintió nuevamente con obviedad─. Qué extraño.

Jimin lo miró con curiosidad.

─¿Por qué te parece extraño? ─preguntó, subiendo un poco la toalla que se le había bajado─. Que estemos en París no significa que acá no sean pobres o no tengan cortes. No solo en Latinoamérica es así, hay otros países, ¿ves?

Jungkook sonrió ligeramente.

─No me refería a eso.

─¿Entonces? ─cuestionó el mayor antes de abrir sus ojos con algo de exageración─. Capaz y el agua se cortó porque viene una invasión extraterrestre.

Jungkook apretó los labios sin saber cómo mantener una conversación normal con Jimin.

─Eres un paranoico.

Park chasqueó la lengua.

─Igual que tú.

La sonrisa volvió a apoderarse de los labios de Jeon.

─Si soy.

Jimin levantó ambas cejas al escuchar esa frase.

─¿Estás comenzando a ver memes y tiktoks?

Jungkook peinó su cabello hacia atrás y le guiñó un ojo.

─¿Se nota?

─Un poco ─contestó el castaño─. A ver, ¿sabes a qué me refiero cuando digo "Traka"?

Jungkook se quedó quieto en su sitio, y toda el aura de seguridad que poseía se esfumó en un instante.

─Tra-¿qué?

Jimin no pudo evitar reír.

─Aún te falta aprender cosas, pero descuida, vas bien... ─dijo, y discretamente murmuró:─, bien mal.

Jeon no alcanzó a escucharlo.

─¿Qué dijiste?

─Nada ─respondió de inmediato─. Ahora, ¿qué decías antes?

Jungkook seguía serio.

─¿Sobre qué?

Jimin rodó los ojos.

─Sobre el agua ─dijo en tono exasperado antes de cruzarse de brazos─. Bueno, no importa. Iré a abrigarme. Me siento incómodo con todo esto en el cuerpo.

Maldijo para sí mismo e intentó quitarse los restos de jabón pegados en su cuerpo mientras caminaba hasta su habitación, pero Jungkook entrecerró los ojos y se giró hacia atrás para agarrar el brazo de Jimin y detener su andar.

─Espera ─soltó. Jimin volteó la cabeza para verlo─. Te decía que me parecía raro que se haya cortado el agua porque en el baño de mi habitación había hasta hace poco ─explicó, y Park frunció el ceño─. Si quieres puedo ir a ver, y si hay puedes terminar de bañarte ahí, ¿qué dices?

Jimin se quedó callado por un momento antes de bajar la mirada hasta la fuerte mano de Jungkook que apretaba su brazo derecho como si no quisiera dejarlo ir.

Alzó la cabeza y sus ojos se encontraron.

─Debieron haberla cortado ahí también. Digo, no tendría sentido que en una parte de la habitación haya agua y en la otra no, ¿no crees?

Jeon lo pensó un momento antes de encogerse de hombros.

─No pierdo nada con ir a chequear.

Jimin estaba a punto de hablar otra vez para restarle importancia y volver a su habitación, pero Jungkook le sonrió ladinamente y lo soltó para dirigirse a su cuarto bajo la atenta mirada del mayor.

Suspiró y esperó impaciente a que el azabache volviera para decirle el típico 'Te lo dije', pero cuando la alta y dominante figura de Jungkook apareció por la puerta e hizo acto de presencia en la sala con una sonrisa triunfante; la postura engreída de Jimin comenzó a desaparecer lentamente.

─¿Qué? ─preguntó dudoso.

Jungkook se detuvo a su lado.

─Adivina quién tiene agua en su baño.

Jimin entreabrió los labios y arrugó su frente en señal de confusión.

Miró a Jeon por unos instantes antes de asujetar nuevamente el borde de su toalla y salir disparado hasta su cuarto para confirmar si el agua había llegado, pero cuando entró al baño y abrió las llaves del lavamanos y la ducha, su confusión aumentó aún más al no ver ni siquiera una mísera gota de agua salir de ellas.

Se devolvió hasta la sala con todas las dudas presentes en su rostro. Pasó por al lado de Jungkook y abrió la llave de la cocina, pero tampoco salió agua de ahí.

Volteó a ver al menor con extrañeza.

─Es una broma, ¿no?

Jungkook negó rápidamente.

─Te juro que en el baño de mi cuarto hay agua.

Jimin se acercó a él con lentitud.

─¿Cómo puedes tener agua? ─preguntó─. No tiene sentido.

El contrario se cruzó de brazos y suspiró.

─No sé, yo tampoco entiendo ─contestó, intentando sonar lo más creíble posible─, pero deberías aprovechar de terminar de bañarte por si se llega a cortar acá también.

Jimin frunció el ceño.

─Me sigue pareciendo raro ─dijo, y sus ojos inspeccionaron a Jeon de pies a cabeza─. Dime la verdad, ¿compraste la compañía del agua?

Jungkook entrecerró los ojos.

─¿Piensas que soy capaz de hacer algo así?

─Sí.

Jimin ni siquiera lo pensó.

Jungkook desvió la mirada y se echó a reír.

─No cago plata ─aclaró─, y si así fuera... ─Inspeccionó al castaño de arriba a abajo con la cabeza un poco ladeada, deseando para sus adentros tirar la toalla que cubría su cuerpo─, la ocuparía para algo mucho, mucho mejor.

Los ojos de Jimin conectaron indecentemente con los de Jungkook al sentir la necesidad de acercar un poco más su rostro y ver de qué era capaz al tenerlo tan vulnerable frente suyo.

─¿Cómo qué?

Park lo estaba retando, y Jeon sabía perfectamente que estaba a punto de entrar en el juego del gato y el ratón con él, solo que no sabía quién haría el papel del gato y quién haría el del ratón.

Mordió su labio inferior y se acercó un poco más al mayor, teniendo claro que no debía dejarse llevar tan fácilmente por él si quería vengarse de forma adecuada por lo ocurrido el día anterior.

Aún tenía mucho que hacer.

Sonrió.

─Imagínatelo ─contestó finalmente, elevando su mano con cuidado y pasando su dedo índice descaradamente por los apetitosos labios del más bajo─. A veces la imaginación es más fuerte y tentadora que la realidad, así que... imagínatelo, nene.

Y dicho esto, se alejó de Park y volvió a su posición original mientras se cruzaba de brazos y dejaba a la vista su musculoso pecho, el cuál había trabajado con mucho esfuerzo.

Jimin acomodó su toalla y mordió su labio inferior con cierta decepción, más no iba a demostrar que el tonto ─Buenísimo, por cierto─, que tenía en frente podía hacerlo temblar con una sola mirada.

Alzó el mentón con orgullo y rodó los ojos.

─Como sea, no tengo por qué imaginar nada ─dijo, comenzando a caminar directo hacia él mientras lo esquivaba─. Me voy a bañar, así que ni se te ocurra entrar al cuarto, ¿bien?

Jungkook alzó las cejas y juntó sus labios mientras volteaba hacia atrás, mordiendo el interior de su mejilla.

«Está para comérselo».

Jimin se golpeó mentalmente al pensar eso.

─Yo puedo entrar a mi habitación cuando quiera, nene.

─No mientras yo esté ahí.

─¿Y por qué no, eh?

Jungkook otra vez comenzó a acercarse a él, pero esta vez Jimin empezó a caminar hacia atrás lentamente para no tropezar y crear un espacio adecuado entre ambos.

─Porque quiero privacidad.

─Y lo entiendo, pero, ¿y si quiero ir a buscar algo? ¿Tampoco puedo entrar?

Jimin notaba el tono divertido y pícaro que poseían las palabras de Jeon.

Estaba jugando con él.

Pero él también sabía jugar.

─Entonces entra ─respondió, aún retrocediendo mientras estiraba el brazo hacia atrás para toparse con la puerta de la habitación del menor sin chocar─, pero si te encuentras con algo que te gusta, desde ya te digo que no vas a poder hacer nada. No lo voy a permitir. Si quieres hacer algo, te lo vas a tener que 'imaginar', 'nene'.

Su mano se topó con la perilla de la puerta y su cuerpo se estampó contra ella mientras Jungkook avanzaba hasta él y lo acorralaba como un cazador a su presa.

─¿Usas mis palabras para atacarme?

Jimin sonrió y volvió a subir su toalla.

─Uso tus palabras para poder ir a bañarme y dejar que te imagines qué hay debajo de esta toalla.

Y dicho esto, con la mano que tenía apoyada sobre la perilla, la giró y la empujó hacia atrás, quedando pegado a la puerta mientras Jungkook, sin preverlo, cayó hacia adelante mientras él se aguantaba la risa.

─Oops, fue un reflejo, lindo. Perdón ─canturreó antes de entrar a la habitación de Jeon para empujarlo como pudo hacia afuera y cerrar la puerta mientras se apoyaba de espaldas contra ella─. Vaya, qué fuerte. Casi me arranco la toalla yo mismo.

Negó con la cabeza antes de reír y se dirigió rápidamente al baño para terminar por fin su ducha de mierda que tenía como objetivo relajarlo pero que terminó haciendo todo lo contrario.

Abrió la llave de la ducha y se deshizo de ambas toallas.

Por un momento recordó que Jungkook lo vio así; con una toalla envolviendo su pelo y la otra, en vez de cubrir sólo su cintura, cubriendo todo su pecho tal y como lo hacían las chicas.

Suspiró y se metió a la ducha.

─Con razón los chicos me consideran el pasivo.

Se mojó todo el cuerpo para quitarse el jabón que tenía pegado como si fuera chicle y se sacó todo el shampoo seco de la cabeza con fuerza.

Cerró los ojos y pensó en cómo las cosas iban cada vez subiendo más de nivel con Jeon, haciéndole caer en sus tontas y atractivas trampas que lo hacían querer más. ¿Pero estaba mal querer más? Tal vez solo debía dejar de pensar y, por fin, actuar como deseaba.

Tal vez Minho había notado algo más y por eso los había obligado a pasar más tiempo juntos.

─Qué ganas de una buena pelea que termine en algo más ─murmuró para sí mismo.

Siguió deleitándose con el agua caliente, que aún no entendía por qué carajos sí salía de la llave del baño de Jungkook y del suyo no, cuando, de imprevisto, escuchó una puerta cerrarse a la distancia.

Abrió los ojos pero le restó importancia.

Ya casi estando listo se agachó un poco para cerrar la llave e ir a vestirse por fin, pero el ruido de la cortina de la ducha moviéndose lo hizo detenerse.

─¿Qué mier...?

─No te lo dije, pero por lo de ayer me las vas a pagar, nene.

Jimin se paralizó en su lugar, y las manos de Jungkook se posaron de forma dominante sobre su cintura.

─Jungkook...

─No quiero sólo tu cuerpo ─murmuró, metiéndose junto a él a la ducha. Y Jimin, sin mirar, supo que él también estaba desnudo─. Te quiero a ti.

«Santa mierda hija de puta».

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