01
─¡Me cago en todo!
Jimin caminaba de un lado a otro en el departamento que compartía con Aera, su novia.
Estaba nervioso, estresado, confundido y, para ser honesto, ni siquiera sabía cómo se sentía.
Tener el papel de Dal en "Como La Primera Vez" era un sueño que le hacía ver que todo su esfuerzo había valido completamente la pena, e interpretar un papel homosexual ya no era nigún jodido problema porque lo podía hacer con la mayor naturalidad posible si así se lo pedían. Estaba feliz de tener esa oportunidad en sus manos, pero, carajo, que su compañero de escenas fuertes fuera Jungkook le llegaba a descolocar la mente.
Y lo que realmente le irritaba era no saber por qué.
─Amor, tranquilízate ─habló Aera mientras lo observaba desde el sofá de la sala─. ¿Qué pasó? ¿No te dieron el papel?
Jimin se detuvo para mirar a su novia con expresión cansada.
─No, es todo lo contrario.
Y continuó con su caminata de aquí para allá mientras pensaba en Jungkook y su lindo rostro.
Se detuvo.
«¿Qué? ¿Yo dije eso?»
Aera lo observó confundida sin saber qué hacer o decir, pero cuando vio a Jimin acercarse rápidamente hasta ella para robarle un corto beso en los labios, toda su confusión se esfumó.
«Vamos, piensa con claridad. ¡Piensa!»
─Perdona, no es nada. Estoy feliz por haber obtenido el papel, eso es todo ─dijo, con una sonrisa totalmente forzada.
Aera le devolvió la sonrisa, sin notar la mueca en sus labios, y le dio un nuevo beso a Park, el cuál este le devolvió apenas.
─¿Así que ahora eres gay? ─bromeó.
─Un gay bastante sexy.
Kim rió juguetona.
─¿Y quién es el afortunado que te va a comer la boca en el rodaje?
La pequeña sonrisa de Jimin se esfumó en un instante al recordar a Jungkook.
Era imposible tener cierta curiosidad por saber cómo besaba, ¿verdad?
Sacudió su cabeza rápidamente.
─¿Por qué no mejor te como yo la boca en este mismo momento y nos vamos al cuarto?
Aera se sorprendió ante el repentino atrevimiento y cambio de su novio, pero no dudó ni un segundo en seguirle la corriente.
─¿Y qué esperas para hacerlo?
Ambos se besaron sin una pizca de delicadeza mientras se dirigían con torpeza al cuarto, pero en la mente de Jimin no estaba presente ni su novia ni el momento que estaba viviendo, sólo pensaba en Jungkook y en todos los besos que se tendrían que dar cuando comenzaran las grabaciones.
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
Jimin llegó a eso de las nueve de la mañana a la oficina del director para hacer la entrega del guión y recibir ciertas indicaciones para él y Jungkook con la finalidad de que ambos tuvieran un mejor desenvolvimiento en la película.
Pero al parecer había llegado muy temprano, porque Minho ni siquiera estaba ahí.
Chasqueó la lengua.
─De haber sabido habría dormido un poco más.
Se sentó en una silla y apoyó sus pies sobre el escritorio con aburrimiento.
─Minho me ve así y no vuelvo a ver la luz del día ─dijo, y una pequeña risita salió de sus labios.
Cerró los ojos e intentó disfrutar del corto momento antes de que alguien interrumpiera su paz.
«Que nadie me moleste, por favor».
─¿Disfrutando de la mañana?
«Ah».
Abrió los ojos de golpe al escuchar una voz masculina detrás de él, y por instinto bajó los pies rápidamente temiendo que se tratara de Minho, pero en el fondo ya había reconocido a la persona que estaba en la oficina con él.
Volteó hacia atrás y apoyó una de sus manos sobre su pecho, sintiendo su corazón repentinamente agitado.
«Por el susto debió ser, tranquilo».
─Me asustaste.
Jungkook sonrió de lado antes de cerrar la puerta a sus espaldas. Caminó hasta quedar frente a Jimin y se sentó a su lado.
─¿Sabías que si te hubiera sacado una foto te jodía por completo?
Ambos se miraron a los ojos por varios segundos en silencio.
Jimin intentó sonreír con normalidad para no demostrar el nerviosismo que Jungkook parecía provocarle cada vez que lo veía.
Rodó los ojos.
─Da igual, no lo harías.
─¿Qué? ¿Sacarte una foto? ─preguntó el menor divertido.
─Joderme.
La sonrisa de Jungkook desapareció casi al instante al escuchar aquella palabra, y su mirada se volvió más intensa bajo los ojos de Jimin, quién se arrepintió al instante de lo que dijo.
«Basta, que tonto, por Dios».
─Yo... Quiero decir... ─tartamudeó, sin saber qué decir.
Quería que la tierra se lo tragara en ese instante.
Jungkook enarcó una ceja y se inclinó hacia Jimin lentamente.
─¿Y quién dijo que no? ─preguntó, y su voz se fue perdiendo en un provocativo y lento susurro.
«Santa mierda».
─Deja de bromear ─pidió, intentando soportar la repentina tensión que había surgido entre ambos dentro de esa pequeña oficina.
─¿Quién dijo que estoy bromeando?
Inconscientemente, Jungkook pasó la punta de su lengua sobre sus carnosos labios, provocando que la mente de Jimin se alborotara por completo.
«¿Qué carajos está pasando?»
─No jodas ─susurró, algo cohibido.
Y ni siquiera sabía por qué reaccionaba así.
─¿Seguro que quieres que no lo haga?
La voz de Jungkook cada vez era más grave y dominante, como si de alguna forma esa situación le gustara más de lo que se atrevía a admitir.
─Va a llegar Minho y...
Jimin fue interrumpido al instante por Jeon.
─Escúchame bien, quiero que tengas algo bien en claro, nene ─dijo, y su rostro quedó a escasos centímetros del rostro de Park─. Yo puedo joderme a quién quiera, cuando quiera y cómo quiera, y nadie podría detenerme. Que no te quepa ninguna duda de eso, lindo.
La perilla de la puerta giró de repente, y Jungkook se acomodó nuevamente sobre su asiento actuando como si nada hubiera pasado, muy a diferencia de Jimin que parecía dentro de alguna especie de shock en ese momento.
«¿Qué mierda acaba de pasar?»
─¡Minho!
Jungkook se levantó de su asiento con alegría e ignorando el momento de antes para saludar al hombre que entraba a la oficina.
─¡Hola, Jungkook! ─Lo saludó, y ambos se abrazaron─. ¡Hola, Jimin!
Jimin seguía con la cara petrificada mientras miraba un punto fijo sin percatarse de la presencia de Minho.
─¿Jimin?
Minho chasqueó los dedos frente al rostro de Park para que este reaccionara.
─¿Qué? ¿Qué pasó? ─preguntó confundido antes de mirar a ambos y detenerse en el director─. ¿Cuándo llegaste, Minho?
El hombre lo miró con extrañeza.
─¿Todo bien, Jimin? Te noto raro.
Jimin se levantó inquieto.
─Sí, sí, es sólo que...
─Estábamos ensayando ─Lo interrumpió Jungkook.
Jimin frunció el ceño.
«¿Ensayando? Ensayando cómo volverme gay».
─¿Cómo que ensayando? Si todavía no les he pasado sus guiones.
Jimin miró brevemente a los ojos a Jungkook.
─Llévame, señor, pero llévame ya ─susurró.
─No estábamos ensayando el guión ─respondió Jeon después de un rato. Minho no entendía nada─. Estábamos practicando diálogos al azar para hacer crecer nuestra química antes de los ensayos y el rodaje.
─Ah, sí, sí ─Lo apoyó Jimin sin saber qué decir─. Química gay, ya sabes.
Jungkook ocultó una risa al escuchar esto y Minho entrecerró los ojos en dirección a ambos.
─No les creo nada ─dijo el hombre, caminando hacia su silla bajo la mirada de Jeon y Park─, pero cada vez me convenzo más de que no me equivoqué al elegirlos para este proyecto.
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
Jimin salió del edificio que manejaba la compañía de Minho hecho un rayo para no cruzarse con Jungkook. Aún estaba algo nervioso por lo ocurrido hace un rato, y si lo veía cara a cara otra vez estando solos, era capaz de lanzarse hacia un auto en movimiento para no volverse a sentir tan intimidado.
Tan intimidado por un hombre.
Por un hombre que está bueno.
Muy bueno.
─¡Ay, basta! ─gritó en mitad de la calle─. ¿Por qué pienso esas cosas? ¡Basta ya!
Tomó un poco de aire y cerró los ojos para intentar calmarse.
─Oye, Mimi, ¿sabes que pareces un loco hablando solo?
Jimin se dio la vuelta sorprendido al escuchar esa conocida voz detrás suyo.
─No inventes ─murmuró. Sonrió y se acercó al chico de sonrisa cuadrada y cabello castaño─. Tae, ¿qué haces acá?
Taehyung y él se abrazaron con alegría, ya que no se veían desde hace un tiempo.
─Eso mismo me pregunto yo ─dijo, alejándose de Park para golpear su brazo como siempre solían hacer─. ¿Cuándo pensabas decirme que ibas a protagonizar una nueva película?
Ambos se alejaron.
─¿Y tú cómo sabes eso?
─Ah no, el que hace las preguntas acá soy yo. Contéstame.
Jimin rodó los ojos.
Taehyung siempre lo abrumaba con sus preguntas, pero eso no quitaba el hecho de que le gustaba que se interesara en él.
─¿Y ni un "Hola, ¿cómo estás?" antes? Qué maleducado eres ─dijo, y Taehyung comenzó a reír mientras posaba su brazo alrededor de los hombros del más bajo.
─Eres un exagerado.
─Ya me conoces.
─¡Bueno, pero cuenta! Si no me dices nada sobre tu papel, no te volveré a saludar nunca más en la vida y mañana vas a despertar sin ni un pelo, ¿me oíste?
Al escuchar esto, Jimin le picó las costillas a Taehyung con su dedo índice y este último, involuntariamente, se alejó por las cosquillas que este acto le provocó.
─¡Ya, tonto!
─También te quiero.
─Eres tan...
Una voz a sus espaldas interrumpió al castaño.
─¿Tae? ¿Eres tú?
«No puede ser, tenía que aparecer justo el chico que me hace actuar más raro que de costumbre».
─¿Jungkook?
Taehyung volteó hacia atrás y observó a Jungkook salir del mismo edificio que había salido Jimin minutos antes.
Se veía igual de elegante y atractivo que siempre.
─El mismo.
─¡Tanto tiempo! ─exclamó, y se acercó rápidamente a él para compartir un breve abrazo─. ¿Cómo estás? ¿Qué tal todo?
«Já, ¿y a mí no fue capaz de saludarme así? Esto ya es personal».
Jimin intentó no prestarle atención a la conversación de esos dos para irse lo más pronto posible de ahí con tal de no tener que verse otra vez cara a cara con Jungkook, quién cada vez parecía ponerlo más nervioso.
Debía irse ahora que estaba distraído con Tae. Ya con su amigo se disculparía luego y le compraría algo por ahí para que no lo amenazara con funarlo como hacía cada vez que metía la pata, pero bueno, el asunto en ese momento era evitar el mayor contacto posible con Jeon Jungkook.
Tanto visual como físico.
Caminó rápido hacia cualquier lado para perder de vista a esos dos que aún seguían conversando muy animados, y pidió a todo lo existente para que ninguno se diera cuenta de su ausencia tan pronto.
«Que gallina soy».
Siguió avanzando hasta que estuvo algo lejos del edificio de Minho, y tomó aire cuando notó que su respiración se encontraba algo agitada por tal huída que no hacía más que dejarlo como un cobarde.
─Pero un cobarde muy lindo ─Se dijo a sí mismo con una sonrisa engreída.
─¡Jimin!
«¿Es en serio?»
─Jungkook...
Jeon llegó a su lado algo despeinado y trotando para alcanzarlo. Jimin intentó no hacer contacto visual con él, y con una mínima pizca de esperanza buscó a Taehyung para sentirse más tranquilo, pero Kim no estaba ahí.
Ahora estaban ellos dos solos..., otra vez.
─¿Por qué te fuiste sin despedirte?
─No, por nada ─respondió Park, rascando su cabeza nervioso─. Es que tengo que hacer algunas cosas y...
─¿Y por eso nos dejaste solos a mí y a Taehyung sin decir nada?
─No quería molestarlos.
─Jimin, ¿qué te pasa? ─preguntó, con cierto tono curioso mientras lo miraba de pies a cabeza─. Entiendo que quizás me quieras evitar, ¿pero a Tae también? No tiene sentido, nene.
El cuerpo de Park tembló ligeramente al escuchar ese apodo.
─No me digas así.
Jungkook entrecerró levemente los ojos.
─¿Cómo? ─preguntó, y se acercó lentamente hasta el mayor─. ¿Nene?
Para Jungkook, ver a Park Jimin tan nervioso e indefenso ante su presencia y su mirada, no hacía más que alterarle de alguna forma la cabeza. Ni él sabía por qué se comportaba así con él, pero no le incomodaba para nada; es más, le gustaba y mucho.
Ver a Jimin reaccionar de manera tan sumisa, sabiendo que cuando lo conoció actuaba de una forma totalmente diferente tanto por su verdadera personalidad como dentro del papel de Hwan en la primera película que grabaron juntos, era extraño pero muy reconfortante.
Atractivo, incluso.
─Dime la verdad ─La voz de Jungkook se volvió grave nuevamente. Jimin, al escuchar ese tono, quiso lanzarse sobre él, y ni siquiera sabía por qué. Resopló─, ¿te pongo nervioso?
Jimin tragó saliva casi sin poder creer que le hubiera hecho esa pregunta.
«Si fuera mujer tendría algo por ahí temblando, idiota».
─Me voy.
Y dicho esto, se dio la vuelta e intentó irse de ahí lo más pronto posible para ya no sentirse tan tonto, pero Jungkook agarró su brazo antes de que avanzara más.
─Déjame, porque sino no me voy a contener, Jungkook.
Esta vez, fue Jeon quién se sintió nervioso.
─¿Contenerte a qué?
No lo hagas.
No lo hagas.
No lo hagas.
No lo hagas.
No está bien.
No está bien.
No está bien.
No está bien.
─A esto.
Y su mano se estrelló contra su mejilla.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro