El estudio estaba casi vacío, salvo por el tenue zumbido de un proyector encendido al fondo y el clic constante de los dedos de Jisung sobre el teclado. Parecía absorto en su trabajo, pero Minho sabía que era solo una fachada. Podía notar los hombros tensos, la manera en que sus ojos evitaban todo lo que no fuera la pantalla frente a él.

Minho lo había estado observando desde lejos, esperando el momento adecuado para acercarse, aunque en realidad no sabía si ese momento existía. Desde la fiesta, Jisung se había convertido en un extraño. El chico que solía reír a carcajadas con él, que lo provocaba con miradas traviesas y comentarios descarados, ahora era una sombra.

Minho no podía más. Su paciencia, siempre limitada, había llegado a su límite.

"Jisung..." dijo Minho, acercándose y sentándose frente a él. "Necesito que me expliques algo."

Jisung no levantó la vista. Siguió escribiendo como si Minho no estuviera allí.

"¿Qué quieres, Minho?" su tono era apagado, distante.

Minho suspiró, apretando los puños bajo la mesa. "Lo que dijiste en la fiesta... sobre estar asfixiado, sobre no poder seguir así. ¿Qué querías decir con eso?"

Jisung dejó de escribir, cerró su laptop con cuidado, como si cada movimiento fuera un esfuerzo calculado para mantener el control. Minho esperó, creyendo que finalmente obtendría una respuesta.

"No es nada importante, Minho. Déjalo."

Jisung finalmente levantó la vista. Por un momento, Minho creyó que lo miraría como solía hacerlo, con esa mezcla de confianza y calidez que siempre le hacía sentir que todo estaba bien en el mundo. Pero lo que encontró fue otra cosa: dolor.

"Déjalo." La palabra hizo eco en la mente de Minho, encendiendo una chispa de frustración que apenas logró contener. "No voy a dejarlo. Tienes que explicarme lo que quisiste decir con eso."

Jisung desvió la mirada, luchando contra el nudo que se formaba en su garganta. Finalmente, habló, pero su voz era casi inaudible.

"Es que... estamos tanto tiempo juntos, Minho. A veces siento que es demasiado. Todo se vuelve pesado."

Minho frunció el ceño, sorprendido por la confesión. "¿Demasiado para ti? ¿Estás diciendo que soy una carga?"

"No es eso, Minho." Jisung suspiró, intentando calmarse. "Es solo que... no sé, lo que siento no me deja pensar con claridad. Estoy confundido."

"Y entonces, ¿qué haces? ¿Me alejas? ¿Es así como solucionas las cosas?" Minho se acercó, buscando en los ojos de Jisung alguna respuesta.

Jisung no pudo sostener su mirada. En lugar de eso, sus palabras salieron sin control. "No quiero ser reemplazable, Minho. No quiero quedarme esperando el día en que te aburras de mí y encuentres a alguien más."

Minho sintió como si le hubieran dado un golpe en el pecho. Reemplazable. La palabra le quemó como si fuera veneno. ¿Cómo podía pensar Jisung algo así? Quiso gritarle que estaba equivocado, que nadie podía ocupar su lugar.

"¿Reemplazable? Jisung, tú eres..."

"No lo soy." Jisung lo interrumpió, y esta vez no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas. "No lo soy, Minho. Y no quiero quedarme esperando el día en que te aburras de mí y encuentres a alguien más para hacer todo esto."

Minho se quedó sin palabras. Todo lo que hacía, cada mirada, cada gesto, era por Jisung. Pero ¿cómo podía decirlo ahora, cuando parecía que cualquier cosa que dijera solo lo alejaría más?

Jisung respiró profundamente, intentando calmarse. Cada segundo en esa conversación era una lucha para no romperse por completo.

"Solo necesito tiempo" dijo, su voz apenas un susurro, antes de levantarse y salir del estudio.

Minho no pudo detenerlo. Se quedó allí, inmóvil, con las palabras atrapadas en su garganta y el eco de los pasos de Jisung alejándose.

Por un momento, todo pareció detenerse. Minho respiró profundamente, pero el aire no llenó sus pulmones como debería. Todo lo que había querido decir seguía ahí, acumulándose como un peso insoportable.

"No lo entiendes, Jisung." Quiso gritar. "No hay nadie más. Nunca lo habrá."

Minho cerró los ojos y apoyó la cabeza en la mesa. Por primera vez en mucho tiempo, se sintió completamente perdido.

Jisung, mientras tanto, caminaba por los pasillos con los ojos fijos en el suelo. "Hice lo correcto." Se repitió una y otra vez, como un mantra. Pero el dolor en su pecho decía lo contrario.

Había esperado que alejarse de Minho sería difícil, pero no imaginó cuánto. Cada paso que daba lo sentía como un peso que lo hundía más y más. Y aunque intentaba convencerse de que era lo mejor, una parte de él deseaba desesperadamente que Minho lo siguiera, lo detuviera, le dijera que estaba equivocado.

Pero los pasos de Minho nunca llegaron.

Entonces, ¿como va? ¿Les está gustando?  ¿Que ship les gusta más? ¿Cual les gustaría que desarrolle más?