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El felino mitad humano, se quedó allí observando la ropa en sus manos como si fuera la cosa más interesante en su vida. Logré divisar un atisbo de carmesí en sus mejillas y chasqueé la lengua antes de salir por la puerta.

-Híbrido. -me detuvo en seco. -Soy un híbrido de gato.

Volteé suavemente encarándolo.

-Pues felicitaciones, pulgoso.

-Uh, que indiferente tratas de verte, en serio.

-Que te valga mier...

-Da la casualidad que tú orgullo es similar a la de un felino. ¿Curioso, no? -sonrió lascivo y mis dientes chocaron entre si.

-Vaya dato innecesario que acabas de darme. ¡¿Te felicito nuevamente?! ¡Hurra! Eres un maldito gato que sigue irrumpiendo mi sueño y que si no me dejas en paz en este preciso momento acabaré con lanzarte por la ventana.

Mi respiración se había acelerado y una vena brotaba en mi frente. Estaba sacado de mis casillas y solo quería dormir. Él me veía fijamente sin ninguna expresión en su rostro, segundos después soltó una carcajada tomando con sus manos su estómago. Cuando se calmó limpió una lágrima que resbalaba por su mejilla debido al esfuerzo que había hecho por reírse.

-Imaginé que serías así, pero no pensé que tu genio y paciencia fueran tan extremistas. Eres un poco... -se acercó hasta mí quedando nuestros rostros a centímetros e hizo una seña con su mano -Ávido. -y golpeó mi frente con sus dedos regresando dos pasos atrás.

Bufé y él deslizó el short por sus muslos. Minutos después pregunté.

-¿Un híbrido? ¿Acaso existen aún?

-¿Los conoces?

-He leído algo sobre ellos. Creí que solo eran un mito.

Quiero decir, ¿Un híbrido? ¿Porqué me suceden estas cosas a mí?

-Eso es lo que creen. En este país no son tan comunes criaturas como nosotros. Pero realmente existimos. -terminó por decir después de ponerse la polera. -Puedes llamarme Jimin, humano.

-Ah, ¿Es que también utilizan nombres y todo? -dije de brazos cruzados -Y yo que pensaba en buscarte uno como; pulgas, o... Minnie, tal vez Mochi porque me gusta el arroz o tal vez...

-En serio que eres irritante. Agust D, ¿No? Bonito seudónimo te hace ver más rudo. -rio con burla

Gruñí dándole la espalda y saliendo de la habitación.
Sentí como seguía mis pasos. Llegando a la cocina serví café en una taza, necesitaba esto o de lo contrario terminaría por matarlo.

¿Qué se supone que haga ahora? Ayer solo tenía un pulgoso gato y ahora es un caliente y guapo chico con orejas y cola. Mi plan era despertar y llevar al felino con Seokjin lo antes posible, pero que se convirtiera en humano no estaba dentro de esos planes.

No. No me creería. Si se lo digo pensaría que estoy demente. ¿Tal vez Namjoon? Él no parece tan desalmado como su novio, claro está.

Podría ser...

-Hey, felino. ¿Cómo llegaste al país?

-Tu amigo me trajo. -escupí el café en su cara. - ¡Eres un idiota! - recriminó limpiando su cara.

Pero es que, entiéndanme.

-¡¿SeokJin?! ¡¿Él qué?!

-Puedes preguntarle tú mismo, aunque es seguro que si le dices que yo te dije te tomará por demente, ja. -Un tic, si. Eso tengo ahora mismo en mi ojo. -Tu decides, luego me dirás.

¡Es demasiado arrogante! No lo soporto.

-Por lo general todos los de tu especie son así de estúpidos?

-Los humanos nos ganan. Aunque bueno, ustedes no son tan geniales como un animal que se convierte en humano, literalmente.

-Eres tan idiota como pulgoso.

-Uh no me ofendes humano, si es lo que quieres lograr y respondiendo a tu pregunta, no. Los humanos son los descerebrados en estos tiempos. Digo, ¿Que especie se destruye entre si? Aunque, si te molesta la idea de que no sea un perro que esté lamiendo tus pies, discúlpame, soy un gato, no sé si lo habrás notado ya -movió sus orejas al compás de su cola-No me importa si eres humano, animal o híbrido. Si no me agradas, jamás seré dócil contigo. Así de simple -su lengua se movió mojando sus labios y sentí una gota de sudor bajar mi cien. -Depende de ti si te acepto o no. -y dicho eso cambió a su forma animal caminando tranquilamente hacia el sofá.

Estoy jodido.