31. •Calma, solo verifico la temperatura de su cuerpo•
Camino alejándome de la empresa.
Salgo al estacionamiento y me introduzco al Lamborghini azul aparcado en el centro del lugar, enciendo su motor y suspiro. Peino mi cabello con las manos viendo por el retrovisor, arranco. Pero no alcanzo a salir completamente cuando mi persona menos favorita se atraviesa en medio de mi camino tal cual miércoles.
Bajo la ventana pasando mi lengua por los dientes cuando él se acerca rasgando sus uñas con el vidrio.
-Creí que un rayo te había partido a la mitad.
-Mas bien pártem...
-No. -le detengo con mi mano tapando su boca. -No con tus respuestas de doble sentido. No ahora.
-Agh, aburrido.
-¿Qué quieres moradito? -pregunto ya impaciente.
-Aventón, duh. -dice con obviedad.
-A ver, déjame pensarlo. -llevo una mano a mi mentón. - Hmmmn, nop. Gracias pero no gracias. Sorry but not i'm sorry.
-Ay vamos YoonGi. Nada te cuesta, ¿Si? -suplica meneando su cuerpo de un lado a otro.
Ha Ha. Ahora suplica. Se le cruzaron los cables.
-Eeeh si. Me cuesta entender que nunca me caerás bien. Ensuciarás mis asientos, dejarás tu hedor a perro mojado en mis asientos y mira, ¡Me caes mal! Si te soy sincero, sino fueras tan estúpido e insoportable me agradarían tus chistes y respuestas de doble sentido. Entonces, si me permites. Tengo cosas por hacer.
Dispuesto arrancar el auto piso el acelerador y siento un repentino peso en mis piernas acompañado de un sonidito de "Poff"
-No cree que me dejará con las palabras en la boca después de su clara declaración, D.
-Por una mierda. ¿Es enserio JiMin? ¿De qué declaración hablas?
Estaba en mi regazo siendo el tan conocido gatito violeta de dos colas. Bueno. Que sorpresa, ¿No? Ya nada me sorprende, de verdad.
-Puedo dejar de ser molesto si usted deja de tratarme como un extraño. -conduzco saliendo del recinto sin prestarle atención. Mi vista está fija en la carretera.
-Eres un extraño. -afirmo viendo por los retrovisores.
-¿Le parece seis meses viviendo juntos ser extraños?
-No digas la palabra juntos conmigo allí minino. No somos equipo. Y si, prácticamente no convivimos lo suficiente. No conozco nada de ti ni tú de mí. Solo que eres un irritante gato y yo un rapero genial. En conclusión: extraños. Además, ¿Porque de repente no me tuteas?
Otro puff se escucha y JiMin ya está en su forma humana tomándome de los hombros.
-Joder JiMin. Quítate de encima. Nos harás matar.
-Siendo formal me toma en serio, ¿No? -no respondo pero en cierta parte tiene razón. -Y bueno, ya te di vista, mira, mi cabeza está hacia un lado. Puedes ver perfectamente.
Pero mis nervios por alguna extraña razón, no.
-Solo quítate o no te muevas ni un centímetro.
-Lo que usted mande, D.
Paro el auto en un semáforo en rojo. Aprovecho para hablar
-Ya que no tengo opción, ¿Al menos podrías ser tan amable de sentarte en el asiento de al lado?
-Estoy cómodo aquí, gracias.
Por un carajo.
-Me gusta tu cabello. ¿Cómo logras que quede en ese tono menta?
-No es un color. Solo está decolorado, utilizo tizas en ese tono para que se torne así.
-Oh. Es atrayente. Te queda muy sexy.
-Porque soy Agust D. Lo sé. -me mofo.
Ah, ¿Porqué de repente siento mi cara caliente?
-Porque eres YoonGi Min. Y, antes de que refute quiero proponerle algo. ¿Me deja hablar?
El semáforo pasa a verde y doblo en una esquina.
-Ya lo estás haciendo, animal.
-Bien. Como diga. ¿Que tal si empezamos de cero? Y dejamos esta guerra de humano/híbrido, solo por tonterías.
-No son tonter...
-Déjeme hablar -me frena con su índice en mis labios -. Me lo permitió. -¿Me acabo de...? -Como decía, empezaremos a trabajar juntos le guste o no. Ya escuchó a su manager y jefe. Esto va para rato, le prometo que si no funciona en un mes, me largo de su apartamento y tal vez me devuelva a Japón.
-Aún no me has dicho la verdadera razón por la cual sigues invadiendo mi privacidad y, en este país.
-Larga historia. Se la cuento después y no me desvíe el tema.
¿Que dice?
No. Obviamente no. ¿Aceptar los términos y condiciones de un aparecido? Y por si fuera poco un animal. Ja, menudo chiste. Ni de coña, sería como meterme yo solito a la boca del lobo, o bueno, gato.
-Definitivamente n... -paré de golpe mis palabras al sentir las manos frías de JiMin bajo mi camiseta. -O-oye... JiMin, no me toques. ¿Qué haces...?
-Cálmese, quería verificar la temperatura de su cuerpo.
-¡¿Y cómo para qué?!
Se encoge de hombros acariciando mi abdomen con extrema suavidad y trago duro. Un cosquilleo se envía por mi espina dorsal y acaba en mi vientre bajo.
Mierda no.
-Ya bájate o te lanzo del carro. Hoy no estoy para tus estupideces.
Y hablaba en serio. Esto se está tornado raro.
Mi respiración se acelera cuando JiMin saca sus uñas y marca un camino desde mi pecho hasta mi vientre sin llegar a lastimarme con su filo. Jadeo y me obligo a parar el auto de golpe.
-¡Basta JiMin! Deja de toquetearme. -golpeo el volante y le tomo brusco por los hombros, haciendo contacto visual. - Estamos conduciendo. No quiero morir por la culpa de un estúpido gato que no controla sus hormonas y es un extraño molesto de primera. ¡Joder cálmate! Me sacas de quicio.
No dice nada. Solo atina por bajar la cabeza aún sentado en mi regazo con las manos en mi pecho.
-¿Ahora qué? ¿No dirás nada? -cuestiono viendo como su respiración se vuelve pesada. - ¿Que tienes ahora? ¿Llorarás? Pues entonces quitat...
Sí me van a creer y supongo que ya se lo esperaban. Pero como yo jamás estoy preparado ni para cantar obvio que no me lo esperaba.
Ah. (Hagan como si suspiro muy muy cansadamente con un vodka en mi mano pues me arrepentiré después de esto)
El híbrido sin esperarse mucho me tomó del mentón y por segunda vez en lo que ha llegado a mi vida, se atrevió a estampar sus labios en los míos con un fervor y una fogosidad tan intensa que me hizo jadear. Me quedé en shock con los ojos muy muy abiertos. Lo tomo de la cintura para con fuerza tratar de separarlo pero él enterró sus afiladas uñas en mi cuero cabelludo. No tanto para hacerme daño pero si como para dejar de insistir.
Mi respiración pronto se tornó errática en medio del salvaje beso que compartíamos justo ahora. Era desordenado, desesperado. JiMin se frotaba contra mí creando una fricción bastante placentera que me hizo estremecer.
Es diferente esta vez. No es... asqueroso.
Jadeé por segunda vez y extrañamente le seguí el beso. Dejando que él dominara pues se sentía por alguna extraña razón, desesperado. Él suspira en mi boca más que embriagado. Me dejé llevar después relajándome al tacto y él mordió mi inferior cuando nos separamos a falta de aire.
El sonido de nuestras respiraciones su pecho subiendo y bajando y sus pupilas completamente dilatadas me hicieron estremecer. Parecía... Salvaje...
¿Acaso él...?
Solo podía ver sus labios brillosos y rojos por lo que acaba de pasar. Trago saliva tratando de digerir lo que acabo de hacer y de paso seguir.
De la nada abrió la puerta del piloto, bajando del auto y se tiró al suelo jadeando adolorido.
-N-no me toques... -me dice con una mano tomando su vientre y la otra en frente cuando trato de acercarme. -Y-yo mgh... Yo me voy atrás. Ábreme la puerta s-solo... Eso.
Confuso, caliente y alterado obedecí temeroso.
-¿Qué te sucede? ¿Qué fue eso? -cuestiono viéndolo por el retrovisor aún nervioso. Mis manos temblaban, mi amiguito se despertó y solo podía relamer mis labios mientras mi pierna se movía en un tic nervioso. Cabe destacar que me sentía mareado. -¿Qué te pasa? ¡Contéstame carajo!
-¡Cállate la maldita boca YoonGi y conduce!
Grita quejándose y señala al frente. Sí, algo le dolía.
-P-pero...
JiMin muestra sus diminutos colmillos echando sus orejas hacia atrás a la vez que sus pupilas se dilatan a tal punto de no verse su iris. Abro mi boca para decirle que se calme pues tal parece va atacarme por algo ¡Que yo no empecé! Pero él vuelve a gruñir y dice:
-¡Es mi puto celo!
Y una mierda.
Y es aquiiiiiiii... (Redoble de tambores) ... ¡Es dónde empieza lo bueno! AAAAAA aún no me creo que YoonGi se haya dejado. *Gritito*
¿QUE PIENSAN? SAQUEEEN TEORÍASSSSS
COMENTEN O SE MUERE UN CONEJITO.
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