Luego de estar 24 horas en el hospital recuperándose del agotador parto, Jimin ya había regresado a casa y no podía estar más que feliz.

Por fin tenía a su hija entre sus brazos.

Se encontraba recostado en su cama cargando a la recién nacida y el pequeño Liam se encontraba sentado a su lado haciéndole jueguitos a su nueva hermanita menor.

-¡Papi, esh helmoshaaaa!- el menor estaba muy emocionada al ver a la pequeña- Shu ojito, mila- le tocó el ojito derecho- esh pequeño.

-Sí, cariño, su ojito es pequeño- Jimin miró con total ternura al pequeño Liam- ¿Te parece bonita tu hermanita?- los ojitos de Liam brillaron de emoción.

-¡Shi! Pelo.. ¿Po qué esh tan pequeña?- un puchero de confusión se formó en sus rosados y pequeños labios formando la trompita de pato.

-Porque recién a nacido, cariño, pero mientras pasen los meses ella crecerá mucho y será como tú- con su mano libre le tocó la nariz como si fuera una varita mágica.

-¡Yei! ¡Podle juga con mi helmanita!- el menor bajó de la cama y se fue corriendo de la habitación.

Jimin soltó una carcajada al ver la emoción burbujeante del pequeño, estaba ansioso por ver crecer a su hija y que corretee por ahí, ver crecer al amor de su vida.

Minutos más tarde, la cabeza de John se asomó por la puerta como pidiendo permiso para poder ingresar.

Jimin había hecho un pequeño nido con algunas de sus prendas y no dejaba que nadie, a excepción de su hija y del pequeño Liam, se acerquen.

-Amor ¿Puedo pasar?- Jimin asintió con la cabeza- ¿Me puedo sentar en la cama?.

-No, jala una silla y siéntate en ella- la mirada recelosa de Jimin hizo retroceder al mayor.

El beta jaló una silla y se sentó al lado de la cama, mirando a la pequeña que descansaba en los brazos de su pareja.

-Es hermosa, se parece mucho a ti- acercó con cuidado su mano acariciando la aterciopelada piel- sus cachetitos y sus labios son idénticos a los tuyos, apachurrables y redonditos, su nariz es un botoncito tierno como el tuyo- miró al omega transmitiéndole todo el amor que sentía por él.

-Sí, se parece bastante a mí y realmente me alegra que tenga rasgos míos- Jimin miraba fascinado al pequeño ser que cargaba, como se removía despertando por el llamado de su hambriento estómago.

El llanto de la pequeña criatura rompió el silencio de la habitación coloreando su rostro de un gracioso rojo por el esfuerzo que hacía al llorar.

-Creo que los dejo solos, te daré privacidad para que alimentes a la bolita- El beta se acercó para darle un beso a Jimin- nos vemos luego, bolita hermosa- se acercó a la menor y le dio un beso en la frente.

El beta salió dejando a un Jimin con el corazón acelerado y derretido ante la ternura y amor que el beta demostraba no solo hacia él, sino también a su pequeño motor.

-Mi amor, él realmente te quiere como su propia hija- las lágrimas de emoción se desbordaron de aquel océano bicolor que poseía Jimin.

Estuvo un buen rato alimentando a su pequeña hija hasta que esta quedó totalmente dormida entre sus brazos, un pucherito adornaba los esponjosos belfos con rastros de leche causando ternura en Jimin.

La puerta sonó y se abrió dejando ver el rostro emocionado de HoSeok.

-¿Puedo pasar, Minnie?

-¡Claro, Hobi!- el omega pasó y con sumo cuidado se sentó en la cama.

-Hobi ¿Podrías sentarte en aquella silla?- el menor señaló con su cabeza- No me gusta que alguien, a parte de Liam y mi pequeña, estén cerca del nido.

HoSeok, comprendiendo lo que decía su amigo, se sentó en la silla que este había mencionado.

-Lo siento, no me había percatado del nido, pensé que ya no lo tenías- HoSeok miró apenado al omega.

-No te preocupes, Hobi, hay algo que quería preguntarte desde que llegaste- HoSeok hizo un sonido dándole entender al menor de que podía preguntar- ¿Y tu bebé? ¿Dónde está?

-Oh lo dejé con unos amigos los cuales deberías conocer sí o sí, son geniales- el omega se emocionó al mencionar a sus dos amigos.

-¿Amigos? ¿Quiénes?

-Son una pareja de esposos, son alfa, uno se llama SeokJin y el otro NamJoon, son un amor de personas y creo que te haría bien conocerlos.

-¡Sí, quiero conocerlos! ¿Crees que querrán venir?- Jimin miró suplicante al mayor.

-No creo, la mejor opción sería que vayamos nosotros, SeokJin es maestro de canto y no creo que le den días libres, NamJoon está en la universidad y conociéndolos no creo que quiera perderse alguna clase.

-Oh... sabes, extraño a JungKook y Taehyung a pesar de lo que este último me hizo así que... supongo que no estaría mal darme una vuelta por Seúl, igual y YoonGi no está allá.

-¡Sí! ¡Es una excelente idea! Pero... Se supone que para JungKook y Taehyung tú estás muerto- HoSeok miró asustado a Jimin cuando este hizo una sonrisa malévola.

-Espero no les de un infarto al ver a un muerto salir de su tumba- Jimin hizo una sonrisita que a ojos de cualquiera parece tierna, pero tras esa sonrisa había maldad oculta.

Agarró su celular y marcó a su mejor amigo, necesitaba despejarse urgentemente o colapsaría.

-¿Bueno? ¿Channie?

Manila - Filipinas 

-Buenas tardes, señor, su padre ya llegó ¿Le hago pasar?- la secretaria ingresó a la oficina de Yoongi luego de recibir el permiso de este para poder avisar la llegada del padre del alfa.

-Sí, por favor.

-Está bien, señor, con su permiso- la joven hizo una venia y se retiró.

Yoongi suspiró con cansancio, en ese tiempo que llevaba administrando la filial de la empresa de su padre había sido una completa tortura.

El estrés al que estaba sometido a diario le estaba afectando en gran manera, había tenido fuertes crisis de ansiedad ya que demasiado seguido tenía sus cambios de personalidad.

Yoonnie era la personalidad que más salía y eso le causaba demasiada vergüenza "El formal Min Yoongi de la nada es el tierno CEO que regala galletitas y dulces a quien se le cruce"... Eso es lo que escuchaba de sus trabajadores cuando los espiaba de vez en cuando.

El sonido de la puerta lo sacó de sus ansiosos pensamientos.

-Pase- se acomodó el traje y se sentó bien en su silla para poder recibir a su padre.

-Hijo, buenos días- el hombre se sentó en la silla frente al escritorio de su hijo.

-Buenos días, padre ¿Para qué querías verme?

-Bueno, necesito un favor- el hombre tenía una mirada fría que causaba terror en YoonGi.

-¿En qué puedo ayudarte, padre?

-Bueno, hay unos problemas en algunas filiales de la empresa y en la sede de Seúl, muchos de los trabajadores están renunciando a sus puestos y están causando una fuerte desestabilización en la empresa así que tendrás que cambiar.

-¿Cambiar? No entiendo, estoy bien acá ¿Por qué tendrías que cambiarme?- a Yoongi no le gustaba hacia donde se dirigía la conversación.

-Esta es una de las pocas filiales más estables hasta ahora, así que pondré a cargo a otra persona y necesito que vayas a una desestabilizada ya que he visto tu desempeño y es lo suficientemente bueno- el padre notó el nerviosismo en el menor y creyó que era por no sentirse lo suficientemente bueno.

-Y ¿A cual me piensas mandar?- Yoongi rogaba en su interior no ir a aquel lugar de donde huía.

-Lo estuve conversando con los dos socios principales... y ellos desean que vayas a Seúl... Regresarás, hijo.

YoonGi se sintió desfallecer

-¿En cuanto tiempo tendré que partir allá?

-En dos días como mucho así que tienes este tiempo para poder dejar todo en orden y resolver las dudas de tu sucesor.

-Está bien, padre ¿Cuándo vendrá el otro hombre para tomar mi puesto?

-Mañana vendrá así que te sugiero que te pongas a trabajar en eso desde ahorita- el mayor no quería mandar a su hijo a la sede Seúl, pero tenía que hacerlo para poder satisfacer a sus socios.

-Está bien padre, entonces ahorita mismo me pondré a trabajar en ello- el hombre asintió.

Cuando este se retiró, Yoongi pudo soltar las lágrimas que tanto estaba reteniendo, no quería regresar a Seúl puesto que aún no superaba el hecho de haber asesinado a alguien, estaba totalmente arrepentido y no creía tener la cara de mirar a los ojos a los padres de su difunto esposo.

Agarró el celular y marcó a su mejor amigo, necesitaba salir a despejarse urgentemente o en cualquier momento colapsaría del estrés.

-¿Bueno? ¿Channie? 

-¡Gato! ¿Qué milagro me llamas?- Chanyeol estaba emocionado al recibir la llamada de su amigo.

-Deja de decirme gato o la próxima vez que te vea te daré un buen zape- la voz enojada de Yoongi causó gracia en el contrario.

-Tranquilo, gatito rabioso ¿Para qué me llamabas?

-Oh, sí ¿Estás libre esta noche?

-No, anoche le tocó a Baekkie cuidar a la bebé y esta vez me toca a mi, nos turnamos para poder cuidarla y no tirar la carga a uno solo.

-Oh, entiendo... debe ser hermoso tener entre tus brazos a tu pequeña- un sentimiento de melancolía se instaló en su pecho oprimiéndolo causándole dificultad para respirar.

-Es lo mejor que te podría pasar- un llanto se escuchó de fondo y a BaekHyun haciendo soniditos para poder calmar el llanto- escuchar su risa, darle de comer, ver su mirada pura y brillante, verlo crecer día a día, tenerlo entre tus brazos y sentir su calor corporal... es algo difícil de explicar, un sentimiento hermoso.

Las lágrimas se acumularon en los ojos de YoonGi... y pensar que él también pudo tener entre sus brazos a esas pequeñas vidas, que pudo escuchar sus risas o ver su mirada pura pero que por sus errores se le fue arrebatada de sus manos la oportunidad.

-Oh, entiendo, bueno creo que hablamos luego porque tengo algo que hacer.

-Está bien, cuídate.

-Tú también, saludos a Baekkie- luego de un sonido de afirmación, cortó.

La puerta sonó impidiéndole sumirse en su miseria, impidiéndole odiarse más a sí mismo.

-Pase- la secretaria ingresó.

-Señor, ya es la hora del almuerzo, me retiraré- YoonGi asintió sin ganas de hablar- cualquier cosa solo me llama y vendré en seguida.

-Está bien, puedes retirarte.

La joven salió de la oficina luego de una venia, cuando la puerta sonó indicando que había sido cerrada, Yoongi se permitió derrumbarse.

Lloró en silencio, soltó gritos que fueron acallados por las paredes insonorizadas impidiendo que alguien vaya al rescate de su naufragante alma, de su destruido y entristecido ser.

Lloró porque perdió la oportunidad de abrazar, besar y ver crecer a tres seres que no tuvieron la culpa de sus errores, de cargar entre sus brazos y enorgullecerse de aquellos tres seres que, a pesar de no haber sido hechos de la mejor manera, no merecían haber tenido el final que tuvieron.

Lloró por la mierda de persona que se sentía.

Canadá - Vancouver

-¿Ya sacaste los pasajes, Hobi?- Jimin miró a HoSeok mientras alimentaba a su pequeña.

-Sí, nos vamos en dos días así que alista esas maletas, haremos una parada en otro lugar al que quiero ir desde hace varios días- la emoción de HoSeok contagiaba a quien lo miraba.

-¿Dónde iremos? ¿Crees que sea oportuno sacar a mi hija tan pronto? No quiero exponerla- Jimin miró a la pequeña en sus brazos y una sonrisa se formó en sus labios.

-Tienes razón, pero podemos sacarla bien abrigada.

-No lo sé, depende de a dónde me quieras llevar... a penas tiene un día de nacida; además, pensaba quedarme un buen tiempo en Seúl, quiero que mi hija crezca allá y luego venir acá para sus estudios.

-Oh... supongo que entonces iremos a Seúl sin hacer otra parada- HoSeok hizo boquita de pato haciendo reír a Jimin.

-Sí, no puedo permitirme exponer mucho a mi hija- Jimin levantó a la menor recostándola sobre su hombro para poder sacarle "chanchito" sobándole la espalda- cuando esté más grande prometo ir contigo a ese lugar que tanto deseas.

-¡Sí! ¡Eres lo máximo, Minnie! Realmente quiero ir a Manila.

-Vale, pero ya no hagas bulla que por fin pude hacer dormir a la nena- cuando esta eructó, Jimin la acostó boca abajo en su cunita.

-Lo siento- HoSeok susurró- por cierto ¿A que hora irás mañana a registrarla?

-Oh, iremos con John en la tarde ¿Puedes quedarte con Liam en lo que vamos?

-¡Claro! Podría tomarlo como una oportunidad para poder arreglar nuestra relación.

-¿Algún día me contarás qué pasó con ustedes dos? No es normal que tu propio hijo te tema de esa manera, Hobi- Jimin estaba preocupado por la dañada relación entre su amigo y su hijo.

-¿Sabes? Es raro que digas "tu hijo" siendo que actualmente también es el tuyo ¿Por qué siempre nos metemos en estos embrollos? Primero con Yoongi y ahora con John, la vida se empeña en ponernos el mismo hombre a los dos.

-¡Cierto!- una carcajada salió de sus labios- No me había dado cuenta.

-¡Papi, papi!- el pequeño Liam ingresó corriendo- ¡Papá eshtá en el suelo! ¡Sangle!

Jimin y HoSeok se miraron preocupados.

¿Qué rayos había pasado?

¡Wenas Wenaaaaaaaaaaaaaas!~ jsjs

¡Ahhh! Joooohn :c

Bueno, espero les haya gustado el capítulo, como siempre discúlpenme los errores de ortografía, ni bien termine el libro los corrijo todos, si ven un error por ahí solo díganmelo y trataré de corregirlo en la brevedad de tiempo posible :3

¡Nos leemos pronto! Cuídense muchooooooooo ^^