capítulo trece
TaeHyung arreglaba su cabello mientras sus hijos hacían un escándalo detrás de él.
─ ¡Niños ya! ¿Están listos? La boda empieza en nada. ─ Se quejo TaeHyung, volteando para ver a sus hijos.
Armonía, quien ya estaba lista, terminaba de alistar a Deimos y Fobos, ya que era la única que sabía reconocerlos aparte de TaeHyung.
Eros y Anteros discutían sobre que peinado llevar, y TaeHyung negó.
─ Bien, para mí ya están listos, así que vamos rápido, no queremos llegar tarde. ─ TaeHyung apuro a sus hijos, quienes empezaron a salir emocionados por aquella boda.
La boda era del héroe griego Peleo con Tetis, que era una ninfa marina. La celebración se llevaría a cabo ese día y todos los dioses habían sido invitados.
— ¿Papá estará allí? — Pregunto Armonía, de camino hacia la boda.
TaeHyung volteo a ver a su hija, y le sonrió cálidamente.
— Por supuesto que sí cariño, ya lo verán ahí.
Pasaron un par de minutos hasta que llegaron, y por supuesto captaron la atención de todos. TaeHyung alzo su mentón en alto en señal de orgullo. Él y sus hijos eran muy bellos, y además admirados y respetados, eso lo llenaba de orgullo.
— Bienvenido joven Afrodita, y jóvenes Anteros, Eros, Deimos y Fobos y señorita Armonia, su mesa está por aquí.
Siguieron a la ninfa, quien amablemente los llevó a su mesa, dónde se pusieron cómodos hasta que llegarán los novios.
TaeHyung miro bien a todos los lados, no veía a JungKook para nada.
— ¿A quien buscas tanto con la mirada? Me voy a poner celoso. — TaeHyung volteó de inmediato, pero sus hijos se adelantaron cuando se lanzaron hacia él.
— ¡Papá! Deimos robo mi lanza.
— Mentira padre, yo no hice nada. — Deimos rápidamente se defendió, mientras Eros admiraba el traje de su padre.
JungKook solo soltó una suave risa, besando la cabeza de sus hijos, para luego fijar su mirada en TaeHyung.
— No me respondiste cariño.
TaeHyung rodó los ojos divertido, sintiendo sus mejillas enrojecer.
— Te buscaba a ti, los niños querían verte.
— ¿Solo ellos?
TaeHyung mordió su labio inferior, mirando a otro lado avergonzado.
— Tal vez yo también en cierta parte.
JungKook acercó su mano derecha a su mejilla, acariciándola con ternura.
— Nos vemos en un rato, acompañe a mi padre y sabes cómo es. — TaeHyung arrugó su nariz de solo recordar lo que le había hecho pasar por BoGum.
— Entiendo, vé.
JungKook beso la cabeza de TaeHyung, despidiéndose de sus hijos, marchándose a los segundos.
La fiesta continuo con tranquilidad. Nadie de daba cuenta de que faltaba alguien en ese lugar.
— Tengo hambre. — TaeHyung murmuró, levantándose mientras se aseguraba de que sus hijos estarían bien.
En la mesa de bocados vió una espléndida manzana dorada, se leía algo. Se acercó rápidamente, y pudo leer.
"Para el más bello o la más bella."
TaeHyung sonrió complacido, alguien había pensado en él. Cuando estuvo dispuesto a tomar la manzana, vio dos manos con las mismas intenciones que él.
Cuando alzó la mirada se encontró con Hera y con Atenea, quienes también estaban dispuestas a tomar la manzana.
— ¿Cómo se les ocurre? ¿No ven que es para mí? — TaeHyung les comento ofendido, mientras apartaba a las dos diosas para tomar su manzana.
— ¿Cómo te atreves tú insolente? Esta manzana obviamente es para mí. — Irene miro mal a ambos, sin quitarse del lugar.
— Estan locos los dos. Esta manzana está dirigida a mí, la belleza y la inteligencia van liadas de la mano. — Comentó esta vez Hani, quien no daría su brazo a torcer.
Los tres compartían miradas severas, y todos rápidamente se dieron cuenta.
— ¡Zeus! Eres el único que puedes cerrar este asunto. — Irene volteo a ver a su esposo, quien ajeno a todos paso saliva nervioso.
Darle la manzana a uno de ellos sería declararle la guerra a las otras dos.
No podía hacer eso.
Sus ojos viajaron por toda la sala, hasta que se fijó en un joven a un lado. Era Paris de Troya.
— Que lo elija Paris, él tomara una buena decisión sin lugar a duda. Dejo está manzana en sus manos. — Suho tomo la manzana y la dejo en manos de aquel joven, quien tembló ante la presencia de las tres diosas.
JungKook veía todo de una esquina, relamiendo sus labios.
— Bueno, yo... no sé que decidir.
Los tres voltearon a verse, y supieron que tenían el mismo plan.
— Si me das la manzana. — Empezó Irene, relamiendo sus labios. — Te daré poder, todo un reino.
Paris pestañeo incrédulo ante esa noticia.
— Yo te ofrezco sabiduría y fuerza, la mejor arma es la inteligencia joven Paris. — Siguió Hani, tratando de persuadir al joven, esperando que no cayera en las trampas de Hera.
El joven Paris quedó impresionado, y volteo a ver tímido a TaeHyung, quien sonreía seguro.
— Yo, Paris, te ofrezco a la mortal más hermosa, Helena de Esparta, haré que se enamore de ti. — Paris se quedó sin aire, y con sus piernas temblando se acercó a TaeHyung, poniendo la manzana en sus manos.
El rubio sonrió feliz, mordiendo la manzana con total placer, mientras veía a Paris.
— Cumpliré mi palabra, no te preocupes joven Paris.
Mientras tanto, Hera y Atenea estallaban en llamas.
Esto era el comienzo de una guerra.
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