Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capítulo cinco

JungKook afiló una vez más su lanza. Si quería cazar un jabalí, debía tener mucho filo.

─ Señor, no lo entiendo. ─ JungKook volteó a ver a Alectrión, quien había dejado su cuchilla a un lado.

─ ¿Qué cosa no entiendes?

─ El hecho de que usted esté con el dios Afrodita, el está casado, ¿eso no hiere de alguna forma su orgullo?

El pelinegro volvió a ver su lanza, continuando su labor.

─ Él no lo ama, y Hefesto es lo suficientemente superficial para estar con alguien como Afrodita. ─ Dijo, dejando a un lado su piedra y viendo la punta de la lanza.

─ Ya veo, ahora lo entiendo. Con razón ayer ustedes dos se veían muy unidos. Afrodita lo ama tanto como tú lo amas a él.

JungKook rió, levantándose del duro piso.

─ Amar es algo muy grande Alectrión, estoy seguro que lo que sentimos es atracción, pero algo mucho más fuerte que eso, no al grado de amor. Pero si te digo con certeza que es mi amante favorito.

Alectrión oculto su expresión de confusión. Sí, no entendía muy bien a los dioses.

TaeHyung gemía contra la almohada mientras JungKook aumentaba más las embestidas.

El dios de la guerra impacto una de sus manos contra la nalga derecha de su amante. El dios del amor ahogó un grito contra la almohada.

Sentir a JungKook tan dentro de él era una sensación inigualable. Amaba lo rudo que podía ser el pelinegro en la cama.

Pronto, JungKook se corrió dentro de él, y lo sintió tan profundo que causó su propio orgasmo.

Ambos se quedaron quietos, regulando su respiración después de tan agitada ronda. El menor salió del interior del rubio, tomando el pañuelo que había traído para limpiar a TaeHyung.

─ Gracias. ─ Expresó, sentándose en la cama y alargando su brazo para tomar una de sus prendas holgadas. Mayormente las usaba en casa.

─ No hay de que, ¿qué tan van tus días por cierto? ─ JungKook se acostó boca arriba, mirando el techo.

─ Umm, mucho mejor contigo pasando los días aquí. Aunque, he perdido una de mis sandalias, me preguntó dónde estará.

JungKook se alzó de hombros, levantándose de la cama.

─ Espero la encuentres, ya me tengo que ir de igual forma, hoy es día de caza. ─ Ares le guiño un ojo, y TaeHyung negó con una sonrisa.

─ Vale, aprovecha que la tarde se va acercando.

─ Sí, ah y... no voy a poder venir mañana, tengo algo que hacer.

TaeHyung asintió.

─ Entiendo, no te preocupes, despídete de Alectrión de mi parte, voy a dormir un rato.

JungKook sonrió de lado, besando la frente de TaeHyung antes de salir de la habitación.

Cuando llegó a la sala, Alectrión volteó a verlo.

─ Maestro, se acerca Helios, lo mejor será escondernos antes de irnos.

JungKook tomo el brazo de su alumno, ambos agachándose para que el sol no les reflejase y que no los vean.

─ ¿Mañana vendrá otra vez?

─ Mañana no, tu, yo y los demás tenemos trabajo que hacer.

Tres meses habían pasado y TaeHyung sonreía feliz ante su hijo.

Había crecido mucho, tuvo que acelerar mucho el embarazo para que Hefesto no sospechara, pero haber traído a la vida a Hermafrodito. Lastimosamente, no podía criarlo.

Cuando Hefesto se fue, no espero a Ares cómo en las otras ocasiones, sino que se fue volando ocultando al bebé en su pecho hacia el monte Ida.

A lo lejos vió a unas ninfas del monte, y vio su solución ahí.

─ Lo siento mucho mi niño. ─ Susurro al bebé, quien movía sus manitas hacia la cara de su padre. ─ De verdad lo siento.

Aterrizó en el monte con cuidado para no llamar la atención de las ninfas. Con precaución dejo al niño arropado.

La culpa lo invadía. Amaba a Hermafrodito, pero odiaba el hecho de haberse metido con Hermes.

Hermes solo vino a él con su sandalia y se había salido de control. Lastimosamente, esto tenía el nombre de Zeus por todas partes.

─ De nuevo lo lamento.

TaeHyung se oculto, viendo cómo las ninfas encontraban a su hijo.

Las ninfas quedaron encantadas con el niño, y todas se fueron con su hijo entre risas.

TaeHyung tocó su vientre con dolor, haberse despedido así de su hijo no era su cosa favorita.

─ Otra vez lo siento. ─ Lamentó por última vez, antes de irse, volviendo a su "casa".

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro