capítulo catorce
Feliz San Valentín mis lectores y lectoras. Aquí traigo su regalito de San Valentín.
Capítulo dedicado a: MabelHeredia , gracias por apoyar la historia y comentar. ♡
TaeHyung miro desde el cielo hacia donde se encontraba Paris y Helena, quienes reían como los jóvenes enamorados que eran.
─ Que lindo es el amor, ¿verdad YeonJun? ─ Eros, quien jugaba con el arco asintió.
─ Si padre, es un sentimiento muy boni- ─ YeonJun calló repentinamente, y TaeHyung se sintió confundido.
─ ¿Por qué te quedaste callado de repente cariño? ─ TaeHyung miro hacia donde miraba su hijo, sintiendo su garganta seca al ver barcos. ─ Oh por el oráculo, ha iniciado una guerra.
─ Padre, ¿qué es lo que haremos?
─ Tu nada, no te metas en esto Eros, yo debo porteger a Paris y... ─ TaeHyung se sintió mareado cuando recordó algo importante.
Su hijo estaba en el ejército troyano.
─ ¿Y que papá?
─ Y a tu hermano. ─ Murmuró, temblando cuando Hermes llegó.
─ Zeus anuncia reunión, todos deben estar en el Olimpo en menos de diez minutos. ─ Y tan rápido como vino se fue.
TaeHyung inhaló y exhaló repetidas veces, asintiendo.
─ Ya vuelvo cariño, cuida de tus hermanos y que Deimos y Fobos no peleen ni se involucren en esta guerra. Esos niños aman el caos tanto como su padre. ─ TaeHyung salió, mirando a las aves que lo llevarían al Olimpo.
─ Los mortales acaban de iniciar otra guerra, y no quiero que nadie se involucren directamente. ─ Suho miro a todos, en el fondo sabía que no le iban a hacer caso.
─ Una guerra, que grata coincidencia. ¿Helena no estaba comprometida? ─ Irene sonrió ladinamente, viendo de reojo a TaeHyung quien mantenía el menton en alto.
─ No importa como inició, ni como acabará, lo que importa es que no deben interferir. El poder de un Dios es batalla es descomunal y puede desequilibrar la balanza entre un bando y el otro. ─ Suho reafirmó su punto, mirando nada disimulado a JungKook, quien mantenía la mirada de reojo en TaeHyung. ─ ¿Entendiste JungKook?
El pelinegro volteo a ver a su padre, y se encogió de hombros.
─ Como digas padre.
─ Bien, cómo ya aclare todo, pueden irse, y recuerden mis palabras. Aquellos que desobedezcan mis órdenes, serán castigados.
TaeHyung sabía que si bien no se iban a implicar directamente, no se podía quedar de brazos cruzados.
El rapto de Helena es solo una excusa para la guerra, los Aqueos solo esperaban una excusa para atacar Troya. Y el rapto de Helena fue la oportunidad perfecta.
Debía porteger a Paris, y a Eneas, su hijo.
No iba a interferir directamente, no le iba a dar el gusto a Zeus de castigarlo.
─ Padre, ¿por qué no podemos ir? Es una guerra, es nuestra naturaleza, debemos estar ahí. ─ TaeHyung volteo a ver a sus gemelos, quienes lo miraban con una expresión de pena.
Se agachó un poco, acariciando la mejilla de cada uno.
─ Son órdenes, esta guerra es especial para los humanos, ellos deben emprender sus conflictos solos.
Sus hijos asintieron de duras penas, sin duda no les gustaba seguir órdenes. Cómo su padre.
Apretó sus labios, tomando las llaves de su casa y arreglando rápidamente su cabello.
─ Lia, quedas a cargo, que no destruyan la casa, trataré de volver rápido. ─ Dijo, y su hija asintió mientras él salía de casa.
Debía ir a ver a JungKook.
Tomo su vehículo de palomas, quienes lo llevaron sin ninguna complicación.
En cuanto llegó tocó rápidamente la puerta. El tiempo pasó y nadie abrió. Empezaba a ponerse nervioso.
Al final optó por entrar así nada más.
La escena que vio sin duda no la esperaba.
─ JungKook, ¿qué estás haciendo?
El pelinegro volteo a verlo, sonriéndole cómo habitualmente lo hacia.
JungKook vestía su armadura y tenía sus armas. Armas que usaba para la batalla.
─ Hola lindura, no esperaba verte aquí. ¿Tocaste? No te escuché, lo lamento. ─ JungKook se acercó rápidamente, dejando un casto beso en los labios del rubio.
─ ¿Estás planeando ir a la guerra?
JungKook asintió, mientras terminaba de alistarse.
─ No me digas que no lo esperabas.
─ No, en realidad venía a verte para evitar que hicieras esto mismo. Pero recordé que no le haces nada de caso a tu padre. ¿Seguro que vas a ir?
JungKook le sonrió cálidamente, su mano se acercó a la mejilla de TaeHyung, acariciando sutilmente.
─ Volveré, lo sabes bien. Y no le temo a mi padre. ─ JungKook sonaba tan seguro, que TaeHyung se sentía igual.
─ ¿Y para que bando lucharas?
─ Para los Aqueos por supuesto.
TaeHyung apretó sus labios, alejándose sutilmente.
Si JungKook luchaba contra Troya, podría ser más complicado para Paris y para Eneas.
─ Está bien, nos veremos más tarde.
─ Espera, ¿dije algo mal? ─ TaeHyung negó. ─ ¿Entonces?
─ Solo necesito pensar cariño, no te preocupes por mí.
El dios del amor pronto se marchó. Esto en parte era su culpa, esa maldita manzana y su orgullo le habían traído esto.
─ Eh, TaeHyung. ─ El rubio volteó a ver, parpadeando algo confundido al ver a los mellizos hijos de Zeus. Artemisa y Apolo. ─ Tienes nuestro apoyo total, nosotros te apoyamos y a los troyanos, cuenta con nosotros.
Los ojos azules del rubio brillaron con emoción, sonriendo tan carismatico cómo siempre era.
─ Muchas gracias a los dos.
TaeHyung no era idiota, sabía que las diosas que estaban de lado de los Aqueos no eran nada más y nada menos que Atenea y Hera. Las dos buscaban venganza por la manzana.
¿Habría hecho lo mismo? Tal vez, pero ese no era el punto.
─ ¿Así que por eso estabas mal? ─ TaeHyung dió un pequeño salto en su lugar. Aquello lo había tomado por sorpresa. ─ Haberlo dicho lindura, combatiré a tu lado.
TaeHyung miro de reojo a los mellizos, a quienes se notaba su confusión.
─ JungKook cariño, que lindo, pero quizás te expresaste mal. Que lindo que quieras apoyarme.
El pelinegro entendió rápidamente, asintiendo de inmediato.
─ Por supuesto, apoyaré a TaeHyung aunque me cueste un castigo enorme.
Apolo y Artemisa se miraron de nuevo, ambos alzando sus hombros.
─ Sabes que cuentas con nosotros en cualquier caso TaeHyung. ─ Termino de decir Apolo.
Ambos mellizos se despidieron, terminando por irse a quien sabe dónde.
─ Casi metes la pata. ─ TaeHyung se cruzó de brazos, mirando severamente a JungKook quien soltó una pequeña risa.
─ Lo lamento. Pero te daré la información que necesitas saber. ─ JungKook se acercó al oído de TaeHyung para susurrarle (algunos chismosos pasaban por ahí). ─ Quienes están de lado de los Aqueos están Irene, Hani, Hermes y Poseidon. Ellos los apoyan. Prometo luchar a capa y espada por tu victoria.
TaeHyung suspiro, abrazando a JungKook, quien correspondió rápidamente, pasando sus brazos por la cintura del rubio.
─ Cuídate mucho.
─ Por supuesto que lo haré, soy el dios de la guerra, ¿lo olvidas? Prometo que cuando esto acabe no saldré de tu cama en mucho tiempo.
TaeHyung sintió sus mejillas arder de inmediato, mientras su corazón palpitaba con fuerza.
─ Con eso me has convencido, ve y muestra lo mejor de tí.
JungKook tomo el rostro de TaeHyung, dándole un último beso sin importarle que alguien los viera.
─ Volveré sano y salvo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro