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18. Términos y condiciones

"... si soy yo la que siente que ama más,

¿soy la que pierde o la que gana?"

Caos, Magalí Tajes.



















Términos y condiciones









SeokJin miró el rostro del hombre que lleva amando desde tanto y no halló en él una pizca de enojo. Lo que vio fue simplemente tristeza y, tal vez, alivio. Porque la verdad es dolorosa, pero un bálsamo para cualquier preocupación.

—Estabas con el chico ese ¿no? —repite la pregunta YoonGi, mientras están sentados frente a frente en la cocina.

Entre ellos, dos tazas de café y un par de pastelitos que ninguno probó.

—No como piensas —aclara SeokJin inútilmente, sin arrepentirse.

—Lo sé.

—Okay —Volvieron a quedarse en silencio.

Esta vez es un miércoles cualquiera, casi un mes después de que SeokJin hubiera sido espiado por el desconfiado Min YoonGi.

Antes, ese mismo día, SeokJin había ido a visitar a JiMin. Bueno, no a JiMin, sino a su compañero de departamento, JungKook, ya que era el cumpleaños de este y de algún modo los dos se llevaban increíble como para celebrarlo juntos. Los chicos le dijeron que no festejarían sino hasta el fin de semana, pero SeokJin se pasó por allí de igual forma a llevar un pastel. Disculpándose adelantado por no poderlos ver en la fiesta que darían.

A ellos les llevó un pastel; los pastelitos se los trajo a YoonGi porque eran los favoritos de este y, también, eran una discreta disculpa.

Aunque SeokJin tenía completa tranquilidad de saber que no estaba involucrándose con JiMin, quien le había dicho incluso que estaba viendo a alguien. Un tal ¿TaeYang? ¿TaeHyung? O parecido. Le sorprendió tal comentario y más que no se sintió celoso por ello. JiMin le gustaba, mucho. Pero no caería en la tontera de mendigar otra vez. Y, por suerte, Park JiMin no se haría eso tampoco.

—Creo que... ya no da para más —Se atrevió a decir YoonGi.

Recordó que había sido él mismo el que sugirió seguir viendo a SeokJin años antes. Había sido muy poco inteligente demostrarle a SeokJin que lo deseaba, que lo quería y que se negaba a perderlo. Porque SeokJin no era de los que tuviera reparo en ir por lo que quería tampoco. Una mala combinación, por muy placentera que fuera.

—¿No vale siquiera luchar por ello? —cuestiona SeokJin sin convencerse a él mismo de querer hacerlo.

Porque entre los dos se agotaron, el uno del otro, el uno al otro. Y peor aún, buscaron creer que no.

—Tú vales la pena, yo lo valgo —suelta YoonGi, moviendo las manos nerviosos—. Solo que no estamos yendo a ninguna parte.

—Te amo ¿sabes? —dice SeokJin un tanto desesperado de querer ser honesto y a la vez no sabiendo cuál verdad era más urgente.

—Y yo. Mucho. Tanto que sé que desenamorarme va a ser difícil —YoonGi se ríe de lo raro que resulta hablar así—. Nunca me diste motivos fuertes para tener que dejar de amarte y ahora soy yo el que se va.

—Te vas porque quieres. No estoy seguro de participar de tal decisión. Entiendo que... que no estemos ya como antes. Que nos amemos con menos intensidad, que sean más grandes las peleas que los instantes bien, pero YoonGi, yo te amo —repite inseguro—. Lo he hecho por tanto, y de tantas formas, siendo tu amigo, tu amante, tu pareja, tu consejero, que sin ti yo no sé qué hacer con tanto amor.

—¿Crees que yo no siento miedo? Pero es lo más sensato.

—¿Desde cuando ser sensato va de la mano con el amor? —Se encapricha SeokJin, poniéndose de pie y yendo hasta la ventana.

El sol no es en absoluto acorde a lo que siente, patéticamente recordó que los escenarios de la vida real nunca estaban en sintonía con los estados de ánimo. No es una película, es el adiós.

Le estaba diciendo adiós a quien es el amor de su vida, al que ama como a nadie. Y a pesar de ver tan terrible realidad, está en paz. Porque es lo correcto, toma aquellas palabras que le supo decir JiMin y las re-significa en esta situación.

Permanecer con YoonGi solo hará que acaben odiándose debido a que jamás aprendieron respetar los límites. Y si los límites existen —pese a que puedan romperse— veces están para protegerse, veces para no dañar al otro.

—Jinnie, voy a extrañarte ¿uhm? Y no sé cuánto nos tome dejar de amarnos, pero prometo no dejar que esto nos arruine —YoonGi abraza a SeokJin, pegando su rostro en la espalda del otro haciendo que sus palabras se oyen amortiguadas—. Jamás podría perdonarme si te vuelvo un enemigo en mis recuerdos cuando todo lo que has hecho por mí ha sido hermoso.

SeokJin se deja caer hacia atrás, siendo sostenido por YoonGi, y cierra los ojos. Un peso en su pecho, pero, a la vez, parece vacío. Hueco. Silencioso. Quizá si se concentra oirá el eco de sus palabras. Te amo, te amo, te amo. Sentirse así es interesante, debe admitir. Porque es liberador aunque sufre, y se encanta con la idea de ser lo suficientemente maduro de no armar un gran revuelo por esto.

Porque él deseaba, en el fondo, en aquel rincón inseguro suyo, gritarle a YoonGi que si esto acabó de esta manera es por su culpa. Por haber llegado tarde a todo; a la confesión primera, a dejar a quien se interpuso sin ninguna mala intención entre los dos, a pedirle que fuera por fin su pareja. Al parecer, lo de los dos era llegar tarde. A destiempo, y queriéndose mucho como si con eso se compensara la falla.

Y le hubiera permitido a YoonGi golpearlo, así como él quería soltar sus propios puños en el rostro que ahora se niega a ver. Porque en este adiós la responsabilidad que cargaba es la misma que la del otro: nunca se apartó, no le dejó a YoonGi la libertad de hacerse cargo de sus decisiones porque sabía que de darle esa chance no hubiera estado con él. Por eso se quisieron tan egoístamente, de manera bruta y desgastante. Porque no había una base sólida en la que apoyar los pies y simplemente verse a la cara, sin tener que esconder desde sentimientos hasta verdades.

Y luego, simplemente ya no era el mismo SeokJin del principio, ni YoonGi era el que lo supo enamorar con su tímida manera de quererlo.

Le dolía ver que hasta era un cliché. Querer lo que no se puede obtener y una vez obtenido perder el interés. No obstante, al diablo cualquier pensamiento superfluo como la "clicheicidad" de la vida y el amor. Las cosas no se dieron de tal modo, pero sí que lo habían intentado. Cada quien por su lado y simplemente no funcionó. Inevitable, tal vez.

—¿Podemos vernos en un tiempo? —SeokJin se estaba jugando demasiado.

¿Para qué? Quiere preguntar YoonGi, que se aleja y piensa en ello. ¿Qué bien haría eso? ¿Qué mal?

—No —responde rotundo y añade una condición que SeokJin no puede negarse a aceptar.

Y la sonrisa de SeokJin es media, y otra media completa la sonrisa de YoonGi antes de irse.

Porque esto es todo lo que pueden hacer por ellos. Establecer los términos de un amor que ha llegado al punto final.

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