(Re)conocer los errores

SeokJin miró de nuevo el asiento copiloto y meneó la cabeza. Supo intuir que esto ocurriría.

No es como que YoonGi fuera a cambiar, pero no le vendría mal admitir que estaba equivocado, de vez en cuando.

Volvió a llamar y dio la casilla de mensajes por lo que, diciendo un par de groserías, cortó y dejó de intentar contactarlo. La luz del semáforo dio el verde y avanzó despacio buscando el sitio ideal para estacionar. Cuando halló un espacio vacío dejó el auto y corrió a la tienda cercana que estaba a punto de cerrar. Compró y salió con el gran paquete en sus manos, un regalo tan incómodo de llevar que mejor se apresuró a volver al coche.

Desbloqueó la puerta trasera del auto, pero lo pensó mejor y cambió al asiento copiloto. De todos modos, estaba solo. Corrió hasta el lado conductor y antes de arrancar volvió a llamar a YoonGi. Pero, como las millonadas de veces anteriores, este siguió sin atenderlo.

—¿Por qué me hace esto? —Le pregunta a nadie y un bocinazo lo hizo volver en sí y arrancar para regresar a su hogar.

Esperaba que al menos el otro estuviera allí y no...

No. Iría a buscarlo. Como prometió. Si volvía a su departamento sabía que se deprimiría si nada salía como lo planeado. Un tonto esperanzado de que no le fallaría.

Pero ¿podía culparse a SeokJin por ser así? Él no se medía en sus acciones. Aunque con YoonGi había aprendido que tal vez era tiempo de que sí, de que dejara de darle tanto margen a que lo lastime.

Sin embargo, pese a todo, le dio un voto de confianza y lo invitó a una reunión de su empresa. Lo que parecía simplemente un gesto cortés era más que eso. Si YoonGi se mostraba con él, diciendo o no que están juntos, le daría la perspectiva real de compartir una relación real, pero por sobre todo, pública. Sin esconderse.

Se rio por tener que enseñarle algo tan sencillo al hombre que ama. Es que, y otros incluso le reprochaban esto, SeokJin no se quería rendir con Min YoonGi. Porque él lo conoce, más que todos los que hablan de que lo que le hace está mal, que lo está usando. ¡Claro que SeokJin es consciente de esto! No es tan ciego, pero es adulto y entiende que a veces las cosas no se dan del modo que se espera. Y no por ello va a tirar todo por la borda, arrancar la página y escribir en otra. No.

¿Que si esto lo hace más propenso a desilusionarse? Obvio, pero en tanto asuma este riesgo no tendría de qué preocuparse luego, no habría arrepentimientos. Tantos, espera.

Llegó hasta la casa donde YoonGi estaba con su ex esposa y estacionó. Había tardado más de la cuenta, pero no iba a dejar de traer un regalo.

Llamó nuevamente y al obtener respuesta decidió bajarse y esperar fuera del coche. Respiró hondo, los nervios consumiendo su estómago. Sonrió al cerrar los ojos y cruzarse de brazos. Buscaba estar tranquilo, pero no funcionaba. Sus amigos estaban hartos ya de intentar convencerlo. Él no se dejaba convencer.

Debería meditar si esta situación podría tratarse meramente de un castigo, un revés del destino que le repite una y otra vez que SeokJin no puede pretender un buen final. ¿Cómo puede terminar bien lo que mal ha iniciado? Tal como el refrán.

Esperó. Los minutos parecían burlarse de él mientras tarareaba, pero cuando ya estaba por irse la puerta de la casa se abrió.

Y SeokJin, sin acercarse siquiera, supo que algo andaba mal.

Nota:

Bye :)

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