«Estaba enfadado con ella después de que me hiciera sentir usado. Pero al mirarla a los ojos veía miedo y sabía cual era el motivo. Sabía quien la hacía sentir así y quería ayudarla»

Maverick.

Una joven se encontraba sola en la mesa de la cafetería. No solía mostrarse así en público, ya que las veces que quedaba en la cafetería era con Lewis y los amigos de este. Esta vez, aquella joven estaba muy lejos de aquellos supuestos amigos de su novio.

Incluso ellos la ignoraban para hablar de sus cosas delante de otras chicas.

Milly le daba exactamente igual aquellas personas. Más aquel día que no paraba de pensar en las cosas que había ocurrido aquella noche. En lo que vivió con aquel joven, en las cosas que hicieron juntos. Su primera vez...

La joven recordó cada detalle, cada sentimiento que pudo sentir a su lado y su cuerpo gritaba que quería volver a repetirlo. Su piel volvía a erizarse de tan solo recordarlo.

Estar sola, en aquella mesa solitaria y rodeada de gente no era fácil, pero lo prefería mil veces antes que compartir su tiempo con gente como los amigos de Lewis.

Algo o alguien, hizo que dejase de pensar en sus cosas para fijarse en la persona que tenía frente a ella.

Maverick se sentó frente a esa mesa de cafetería, en la silla que la joven tenía frente a la suya y tan solo la presencia de él, tan solo una simple mirada, la hizo temblar de mil formas.

Todas las cosas que se le vinieron a la mente, todo lo que habían vivido en tan solo un simple día, fue más. Y Milly, la cual lo había dejado solo aquella noche después de compartir una tórrida noche entre ambos, no supo que decir. Se quedó estática, mirando a ese chico que parecía que solo tenía ojos para ella.

Maverick, en cambio, estaba enfadado, se le veía a lo lejos que lo estaba, pero en su mirada no solo se veía enfado, sino desilusión y algo más que Milly no supo descifrar. Ahí, la joven, supo que había cometido un grave error al alejarse de ese joven aquella noche, tras dejarlo solo.

Milly no encontraba las palabras para ello.

Maverick, quien se había retirado sus auriculares para tener toda su atención en el rostro de aquella chica, observó como Milly observaba con nerviosismo hacia la mesa donde se encontraban los amigos de Lewis. Y él no pudo evitar suspirar al sentirse usado y ahora peor por como ella se avergonzaba de verse frente con él frente a otros.

—Diría que te avergüenzas de mí, pero conociendo a tu novio me atrevería a decir que le tienes miedo —contestó, siendo el primero en hablar.

Milly bajó su mirada, sintiéndose peor por cada minuto que pasaba a su lado y no quería sentirse así. Quería pedirle perdón, pero eso no borraba lo que había sucedido entre ellos.

¿Por que el ser humano se complicaba tanto?

—Maverick, por favor...

El joven silenció unos minutos, mirando las manos entrelazadas de ella, notando incluso que se apretaba demasiado y preguntó;

—¿No puedo sentarme contigo?

Milly no quería responder, pero conociendo a los amigos de Lewis, lo hizo;

—No es buena idea.

O eso era lo que decía en voz alta, porque en voz baja decía todo lo contrario.

—Si dices eso deberías replantearte quien es tu novio realmente... —murmuró Maverick antes de entrar en aquel tema tan peliagudo de ambos. —Hoy me desperté y no estabas. Mentiría si dijera que no me lo esperaba, pero tenía una pizca de esperanza de que te quedases.

Sus ojos, tan azules como el océano, no se separaron de los de ella, que lo miró con un rostro completamente arrepentido.

—Lo siento.

Él negó.

—¿Que sientes? ¿Acostarte conmigo, utilizarme o haberle puesto los cuernos a tu supuesto novio? —hablaba con una voz bastante brusca.

Cualquiera que pasara por delante de ellos, diría que sería una pelea de enamorados, sobre todo por la reacción de ambos, más la de él.

Maverick no dejaba de mirar a esa joven rubia y no podía evitar pensar en lo que había pasado la noche anterior entre ellos. Sobre todo cuando despertó temprano y no la encontró a su lado.

Milly empezó a sentir un delicado dolor de cabeza, quizás por los nervios, por la ansiedad que ha estado pasando con Lewis, mezclado con lo que estaba viviendo con ese joven rubio que tenía frente a ella.

Tragó costosamente saliva y no esperó ni un segundo más.

—Hacerte daño.

Maverick se sorprendió por la respuesta, sobre todo por el rostro de culpabilidad que tuvo ella y que parecía completamente cierto. No estaba mintiendo y Maverick lo supo, por la sinceridad en sus palabras, por lo dulce de su voz, por sus ojos suaves y sin parpadear que lo miraban como si le hubiese hecho el más terrible de los daños.

El joven carraspeó sin esperárselo.

—De todas las respuesta, admito que esa no me la esperaba.

Milly bajó su mirada, analizando la situación, sin importarle lo que los amigos de Lewis pensaran. Ya le daba igual que se lo contasen directamente a Lewis, Milly se estaba preocupando por ese chico y lo demás pasó a un segundo plano.

—Anoche... Anoche quise hacerlo contigo, de eso no me arrepiento. —Tragó saliva para continuar—. Pero Lewis...

—Le tienes miedo —siguió él sin dejar que ella acabase.

Milly no contestó enseguida. Tardó unos largos minutos antes de que Maverick hallara una respuesta por su parte.

—No, claro que no.

Mentía y Maverick lo supo porque ella dejó de mirarlo, angustiada, colocándose el cabello tras su oreja y parpadeando demasiadas veces. Milly volvió a mirar a los amigos de Lewis de tan solo pensar en él y Maverick supo que le tenía pavor a su propio novio. Y odió saberlo.

—¿Por eso no dejas de mirar a los amigos de Lewis? ¿Temes que ellos les digan que estuviste hablando conmigo hoy en el descanso?

Milly lo volvió a mirar y se excusó de la siguiente manera;

—No soy la única mujer con la que te has acostado.

Él asintió, apretando su mandíbula sin dejar de mirarla a los ojos.

—No, pero sí la única a la que he deseado conocer más.

El corazón de Milly parecía que se le iba a salir de pecho, sus manos empezaban a temblar y su respiración comenzó a ser irregular de tan solo escucharlo.

¿Que les estaba pasando a ella con ese hombre? ¿Por que la hacía sentir de esa manera? ¿Por qué quería más de él?

—Maverick, lo nuestro no es posible —susurró con la voz temblorosa.

Si, dio igual todo lo demás, porque Maverick solo tenía ojos para ese chica.

—¿Por qué? ¿Porque yo soy e invisible y tu la de buena reputación?

El rostro de desconcierto de ella fue tan obvio que Maverick creyó que había dicho algo malo.

Milly arrugó su frente y puso un rostro de lo más confuso por lo que acababa de preguntar Maverick.

—No es por eso. No digas esas tonterías.

Y aquello hizo que Maverick le hiciera otra pregunta;

—¿Saldrías conmigo de no tener novio?

La voz de él sonaba débil, incluso tímida por esa simple pregunta.

El joven miraba a esa joven, dejando de lado sus diferencias, más después de lo que había pasado entre ellos, más después de sentir cosas por esa chica tras lo que habían hecho juntos.

Apenas se conocían, pero la conexión que hubo entre ambos anoche no la encontraban con cualquier persona y eso, ambos, lo sintieron. Por eso, cuando Milly se tomó su tiempo en responder, Maverick se ponía cada vez más nervioso por su respuesta.

—No deberías saber la respuesta.

Él arrugó su frente.

—¿Por qué?

—Porque no quiero darte ilusiones.

La respuesta era que "si" y él lo supo enseguida.

Empezó a ver que a ella le daba exactamente igual su reputación, que saldría con él de no tener novio. Que no todos eran iguales y que él hubiese pasado por cosas negativas en el pasado con personas reputadas, no significaba que Milly fuese una de ellas. Y su comportamiento, su manera de ser, su manera de hablar con él, le daba a entender que ella era distinta a esas personas.

—Anoche traté de pensar que solo sería un rollo de una noche para ti —murmuró Milly, mirándolo sinceramente. —Me dolería, pero prefería pensar que solo fui un juguete más para ti, Maverick. Porque así podía pensar que no te había hecho daño. —Y ella, inocentemente, por solo conocer a un hombre como Lewis, dijo—. Todos los hombres solo quieren una cosa de las mujeres.

Maverick vio que ella no conocía sino a Lewis, que se había creado una imagen de todos los hombres reflejado en Lewis y así no era. Maverick no era así, fue una persona que sufrió mucho y por ello no quería vera nadie sufriendo por personas más fuertes que las demás. Él nunca había hecho daño a nadie, solo quienes se peleaban con él y por eso se metía en muchas peleas, pero para defenderse de esos matones.

Él negó.

—No todos somos iguales que el idiota de tu novio.

—Maverick...

Él solo se sentía utilizado por mujeres, no era la primera vez que ellas lo utilizaban para pasar una noche sin más. No querían hombres complicados con un pasado trágico como el suyo. Disfrutaban de una noche de placer y ya. Maverick creía que ella era diferente en ese sentido, que no le haría eso, quizás si se arrepentiría por tener novio y lo hubiese comprendido... Pero irse sin decirle nada... Aquello le hizo sentirse utilizado como siempre.

Él se levantó y dijo;

—A diferencia de otros, las mujeres se aprovechan de mi... Como hiciste tu anoche —concluyó con un tono muy débil y se alejó de ella.

Milly volvió a quedarse sola y se sintió horrible por no haber hecho las cosas de diferente manera. Y lo observó, deseando ir tras él, pero supo que era mejor dejar calmar las aguas. Aunque su corazón le dijese que hiciera lo contrario a lo que supuestamente era lo correcto.