T R E I N T A Y S I E T E | P R O B L E M A S 🎭
«Tenía miedo de lo que había comenzado. Tenía miedo de que acabase todo mal o que le hicieran daño a alguien que quería»
Milly.
Hacía mucho tiempo que Milly no sonreía de aquella manera. Apenas se podía recordar la última vez que ella había mostrado sus increíbles dientes de manera natural y no de forma artificial, como ya se había acostumbrado a hacer.
Sabía que tenía problemas, pero dentro de la tormenta, habían pasado cosas buenas en su vida. Como volver a tener aquella relación de amistad con Julianne, o empezar algo con Maverick. Sin duda, eran pequeñas cosas que la hacían enriquecer y sentía que ya no se obligaba a caerle bien a personas que no deseaba tener de amigos. Era como si alguien la obligase a ser de cierta manera.
Aquel lunes fue tranquilo, demasiado incluso. Ella sabía que pronto Lewis volvería a la ciudad. La noche del baile de invierno era ese fin de semana y volvería un día antes. Si hacía un mes le dijesen a Milly que hubiese ocurrido todo aquello, no se lo habría creído.
Ella pensaba perder su virginidad con Lewis la noche del baile, seguir con él y quizás estar rodeada de los amigos de ese joven que no la trataba bien. Pero en menos de un mes, conoció a Maverick, discutió y más con su ex mejor amiga, vio como su hermana empezaba a salir de su caparazón, y se enamoró de verdad de ese joven rubio que era todo lo contrario a Lewis. Por no hablar que perdió su virginidad con él en el momento menos esperado y a la vez que más deseó hacerlo.
Pasó tantas cosas en pocas semanas que la Milly del pasado jamás se lo habría creído. Y ahí estaba, sonriéndole a la vida por las oportunidades que le estaba dando.
Caminó hacia el salón del teatro, aun vacío para preparar los ensayos de ese día, cuando 3 amigos de Lewis la increparon en ese lugar con las manos en los bolsillos.
La sensación que le dio fue de todo menos positiva.
No le gustó para nada tener a esas personas en ese lugar, acorralándola en poco espacio, sin saber por donde huir por si ocurría algo.
Faltaba casi media hora para que los alumnos y la profesora pisaran el teatro, por lo que en menos de 30 minutos podría pasar cualquier cosas y eso, para Milly, era una idea horrenda.
—Hola, Milly... Hace tiempo que no vienes a vernos... —dijo uno de ellos acercándose a ella, mientras la joven caminaba de espaldas, hasta chocarse con uno de los asientos del teatro.
Asustada, mirando hacia la gran puerta de salida que daba hacia los pasillos, rezó porque un profesor pasara por casualidad en ese mismo instante para hacer que los separasen de ella. Pero para su desgracia, no pasó nadie.
—He... He estado algo ocupada —susurró con la voz temblorosa.
—Eso no es motivo para que no estés con nosotros —contestó otro sin moverse de su sitio, con los brazos cruzados sobre su pecho.
Ella trataba de alejarse, pero ninguno la dejaba ni le daba espacio. Ese era el objetivo de ellos, no tan solo asustarla, sino aprovechar aquella situación de vulnerabilidad de ella en un sitio que estaba desierto a esa hora.
—¿Que tal si después en el descanso nos vemos con vuestras novias? —aclaró, no queriendo tener ningún tipo de roce con ellos, ni menos cumplir con su palabra.
Uno negó, mientras que los otros 3 rieron ante la frase de la joven rubia.
—Lewis nos ha dicho que le has estado poniendo los cuernos con el fracasado de Maverick.
La mandíbula de Milly se apretó de tal manera, que podía escucharse como rechinaba los dientes del estrés que se estaba presentando en ella.
Apenas sabía por donde salir, pero, aunque tuviese un solo hueco, su miedo la tenía completamente bloqueada. Era como si pudiera moverse y su cuerpo se había quedado clavado en el suelo. Solo deseaba que aquello acabase rápidamente, que pudiese marcharse de allí y volver a su casa a llorar.
Pero, por alguna extraña razón, en ese momento no pudo llorar. Solo miraba con los ojos completamente abiertos a esos chicos que la miraban con deseo.
Sabía que aquello era cosa de Lewis. Milly se imaginaba que Lewis le había dicho a sus amigos que la intimidasen, pero sus amigos harían eso y más, aprovechándose de aquella situación tan vulnerable.
Fue ahí cuando el líder la agarró del antebrazo y empezó a hacerle daño a la joven, atrayéndola hacia él.
—Me haces daño —contestó desesperada, fallando su voz y ahora sí notando el horrendo terror de estar indefensa, con 3 chicos que solo la miraban con deseo desde el primer día.
Odió aquello, odió todo eso que le estaba pasando y deseó por todo que viniera alguien a sacarla de allí. Lo pedía a gritos en su mente.
El joven que la agarraba del antebrazo, pegó sus labios al oído de la joven rubia y susurró;
—No debiste haberle hecho eso a Lewis. Cualquiera que le haga daño, pagará las consecuencias...
Los otros 2 se acercaron a ella y mientras el líder la agarraba con fuerza, otros empezaron a tocarla de manera asquerosa, haciéndola llorar en ese instante.
Milly trató de zafarse del agarre de ellos, pero no tenía ni la mínima fuerza contra 3 personas que estaban claramente en mayoría.
—¡Ayuda! —gritó, llorando fuertemente mientras todos se reían de ella. —¡Por favor! ¡Dejadme!
Milly, de alguna extraña forma, consiguió tomar todas las fuerzas que jamás creía que tendría para empujar al joven líder que la agarraba del antebrazo empezando a hundir sus uñas en su piel delicada. Y, al empujarlo, consiguió que este cayese al suelo, chocándose contra la silla que había tras él y dándose en la cabeza, quejándose en voz alta y llamándola "zorra" por defenderse de unos abusadores.
Se dirigió al joven que empezaba a tocarle el trasero y le propinó un fuerte gancho de izquierda, haciendo que este se le rompiera la nariz y empezara a sangrar y de que manera. Pero no tuvo nada de suerte con el tercero que la agarró por detrás para evitar que esta se moviese.
Milly siguió gritando fuertemente, tratando de llamar la atención de los alumnos y profesores, pero uno de los que había tumbado se levantó y la tapó la boca para que no gritase.
—Cuanto antes te dejes más rápido será, asquerosa.
Milly lloró sin poder hacer nada más, cuando alguien empezó a apretar la cerradura del extintor que había fuera del teatro y esparcir la espuma entre ellos, haciendo que soltasen a Milly, cayendo al suelo por ello.
Despistaron a los 3 agresores de su víctima y, cuando Milly pudo salir corriendo, se encontró con Julianne quien sujetaba aquel extintor.
—¡Vámonos, Milly! —gritó su mejor amiga, tirando el extintor hacia uno de ellos, haciéndole daño en el estómago.
Empezaron a correr, pero 2 de ellos eran más rápidas que ellas, parándolas al instante.
—Putas. Nos las vais a pagar por esto.
—El que las va a pagar aquí serán ustedes —contestó un joven a escasos metros de ellos.
Todos miraron hacia el joven que habló y arrugaron la frente los 3 agresores al ver de quien se trataba.
Mientras, tanto Milly como Julianne se le iluminaron los ojos al ver que Maverick estaba frente a ella con rostro de pocos amigos, analizando a Milly para saber como se encontraba y si le habían hecho algo más grave de lo que su mente ya estaba indagando.
La furia en los ojos de Maverick se hizo más que evidente ante esos 3 jóvenes que ahora ya no estaban en mayoría, sino en condiciones iguales.
Empujó al chico que sujetaba a Milly para separarla y lo agarró de la chaqueta con asco en su mirada.
—¿Que cojones se creen que hacen? —cuestionó, mirando a ese chico, pero refiriéndose a los 3.
Sabía muy bien que estaban haciendo ahí, pero sus nervios, su odio en ese momento, le hizo hacer aquella pregunta a un joven Maverick que tan solo quería vengarse por lo que le estaban haciendo a Milly y por lo que podrían hacerla a su amiga por defenderla.
No, no iban a salir de ahí victoriosos, como si nada hubiese pasado.
Pero al ver que uno de ellos estaba sangrando por la nariz, se alegró de que al menos se llevarían un interesante recuerdo de esa asquerosidad que quería hacer y que estaban haciéndole a Milly.
—Aquí está el motivo número 1. Lewis no quiere verte cerca de su novia —contestó el líder.
Maverick soltó al que tenía sujeto, dejando que la fuerza de la gravedad le hiciera el daño que se merecía y se dirigió hacia ese joven.
—Ya no es su novia —contestó el rubio.
—Eso es decisión de nuestro amigo Lewis, no tuya —respondió le líder.
Él negó, apretando los puños con más fuerza de la normal, deseando darle algún recuerdo a ese joven.
—No, no es mía, es decisión de Milly y ella ya no quiere saber nada de él. Aléjate de ella, no querrás terminar lo que has empezado.
El joven sonrió de manera asquerosa y agarró a Milly por detrás, tocándola delante de Maverick, suficiente para enfurecerlo como nunca. Pero el codo de Milly el hizo fastidiarle un ojo, quejándose en voz alta por ello.
Una batalla campal empezó en ese teatro, con Maverick empezando a pegarse con el líder, Milly y Julianne defendiéndose, esperando poder encontrar a algún profesor que las sacase de esa situación.
Y las plegarias de Milly fueron escuchadas, cuando un profesor vino corriendo a parar la pelea y enviándolos a todos al despacho del director.
🎭
Una cancioncita típica de ascensor, sonaba en la sala de espera del despacho del director.
Ya conociendo ese rincón como la palma de su mano, los 3 jóvenes, Milly, Maverick y Julianne, se encontraban sentados uno al lado del otro esperando a que el director los recibiese.
Mientras, el secretario del director masticaba el chicle de una manera tan alta y haciendo burbujas que ya empezaba a ser algo molestoso.
El teclado por lo rápido que escribía, se escuchaba por encima de la canción de ascensor y, de vez en cuando, sin dejar de escribir, miraba de reojo hacia el rostro amoratado de los 3 alumnos. Elevó la ceja mientras esperaba poder poner el oído y saber que es lo que había ocurrido.
Al rato, salieron los 3 agresores, llenos de golpes en el rostro y miraron hacia los 3 que estaban sentados de una manera llena de odio, pero los jóvenes protagonistas tampoco se quedaron atrás mirándolos.
—Rapidito, no quiero más números. —El director habló saliendo de su despacho y mirando con decepción hacia aquellos 3 agresores.
Colocándose las manos en las caderas, miró a ambas chicas y aquel chico. No hizo ningún gesto, solo les miró al rostro viendo el golpe que tenía cada uno en el rostro y negó con la cabeza, suspirando.
—Maverick... Hacía tiempo que no te pasabas por mi despacho —susurró, haciendo que Maverick asintiera por ello. Se dirigió a las mujeres que Maverick tenía a su derecha y continuó. —Milly, Julianne, me alegro de que se lleven mejor. Entren.
Se metió en su despacho y los 3 entraron al lugar, cerrando la puerta.
El teclado de secretario, que había parado unos segundos al ver salir a los agresores, volvió a escucharse antes de que se cerrase la puerta del despacho.
Los 3 miraron al director con un rostro completamente distinto.
El hombre de unos 50 años miró a los jóvenes en silencio, se guardó tanto silencio mirándolos que pasó como 5 minutos escalofriantes, cuando se escuchó su teléfono móvil personal el tono de unos pedos y con la voz de Siri diciendo "bruja".
Suspiró el director y contestó;
—¿Que hermanita? —Silenció, escuchando como la persona que había tras el teléfono hablaba. —Ya... Mira, tengo que hablar con unos alumnos, te llamo más... Vale. ¿Yo? Y yo que sé que le gustaría a tu marido para su cumpleaños. Yo no estoy casado con él... Ya... Ya... —Maverick miró a Milly rápidamente ante la conversación del director. —Te llamo luego... Te digo que te llamo luego... —Colgó, dejando el teléfono personal a un lado con estrés y miró a sus alumnos.
Carraspeó.
—Ella me tiene puesto en su móvil "saco de estiércol" —contestó.
Miró nuevamente a sus alumnos y, tras tomarse unos segundos, contestó;
—No puedo permitir que esto suceda en mis instalaciones. Sé muy bien que empezaron ellos e hicieron algo muy grave, que es acosar a una alumna, en este caso a ti Milly... —Se preocupó por la joven rubia que estaba bastante distante y continuó—. Han tenido un grave castigo. Pero por injusto que sea, debo castigarles a ustedes también por continuar con la pelea.
Ninguno dijo nada y Maverick solo tenía ojos para Milly, quien lo observó brevemente. Maverick solo esperaba que ella se encontrase bien y, cuando se miraron, sonrieron de esa manera, pero ella no estaba bien y él lo sabía.
—Vayan a casa ahora y mañana no vengan, estáis castigados 1 día —contestó con voz pausada y no como habló con los 3 agresores que se escuchaban algunos gritos desde fuera.
—Director... Esos chicos... —habló Milly preocupada y asustada.
—No vas a verlos nuevamente en este lugar, Milly. No te preocupes porque no te van a volver a hacer nada mientras tu estés dentro de aquí. He hablado con los agentes para advertirles sobre el tema. Pero vas a denunciar a Lewis —contestó, tras sonsacar información a los otros chicos. —Su padre es un empresario bastante apoderado y la directiva no me dejará expulsarlo, pero al menos vamos a hacer lo posible para que no te haga daño.
Ella asintió y carraspeó.
—Lo siento mucho, Milly... No puedo hacer más.
Ella asintió, notando la mano de Julianne que se la sujetó con dulzura mientras Maverick le echaba un mechón de cabello tras su oreja.
🎭
Los 3 jóvenes volvieron al piso de Milly. Estaban algo magullados y Milly tenía el susto en el cuerpo después de lo que había sucedido.
Julianne miró como Maverick curaba a Milly, quien no paraba de temblar después del susto. Ella no quería ir al hospital y tampoco a la policía. Le tenía terror a Lewis y posiblemente terminaría restringiéndose a salir por culpa de él. Pero Maverick y Julianne estaban a su lado y no querían dejarla sola cuando más la necesitaban.
Lewis pagaría por lo que estaba haciendo, pero mientras solo podían hacer eso.
Todo era tan complicado.
La joven Milly sacaba alguna lágrima de sus hermosos ojos y Maverick se las limpiaba con sus pulgares. Luego limpiaba la sangre que empezaba a salir de su frente con cuidado.
Miró a Julianne y dijo;
—No sé como darte las gracias por ayudarme, Anne.
Ella negó con la cabeza.
—Ni me las des. Aunque no he servido de mucha ayuda...
Ella miró a Maverick y lo vio bastante mal con su ojo.
—Odio que les hayan hecho daño.
Julianne negó con la cabeza y Maverick contestó;
—No es la primera vez que me he pegado con otros.
Ella se dejó curar por él y tuvieron una mirada de enamorados que notó Julianne. Por ello, dijo enseguida;
—Utilizaré el baño si no te importa.
Milly la miró y asintió, para dejarlos solos.
Mientras Maverick estaba a su lado, tratando de que se calmase un poco tras el horrible suceso que había vivido, contó;
—El día que nos conocimos... Te dije que me castigaron en el aula de teatro por llevar una camiseta que enseñaba mucho... En realidad fue por meterme en peleas.
—Lo sé. Me lo dijo la profesora de teatro —contestó ella, sacando una suave sonrisa.
—Odio que te hayan hecho daño...
—Estoy bien —murmuró Milly sin querer decir nada más.
—Odio lo que te han hecho... Me preocupó la idea de que te pudiera pasar algo cuando te vi a ti allí...
Él estaba tembloroso al verla y ella lo acarició con suavidad.
Y entonces le confesó;
—Estoy muerta de miedo, Maverick.
Él negó con la cabeza.
—Te prometo que no te va a hacer nada. No mientras esté aquí.
Fue ahí cuando la puerta del piso se abrió y entraron Jamie y Colson de la mano, con una sonrisa hermosa cada uno que se hacía imaginar a cualquiera que eran pareja. Pero en seguida, la sonrisa de ambos se borró, haciendo que Jamie corriese hacia su hermana al verla.
—¡Milly! ¿Pero que te ha pasado?
La joven tenía los nudillos dañados tras el puñetazo que dio hacia uno de ellos, y una herida en la frente que Maverick le había curado.
Jamie la acarició mientras Colson se acercaba a Milly preocupado.
—Los amigos de Lewis me hicieron una emboscada. Gracias a Julianne y Maverick que me ayudaron. El director los expulsó pero a nosotros nos castigaron también al menos 1 día sin ir a clase... —Jamie escuchó todo con temor y preocupación, mientras besaba a su hermana en la cabeza con dulzura, acariciándola delicadamente—. Jamie, estoy muerta de miedo —susurró con la voz entrecortada.
Jamie la abrazó, cuando Julianne salió del baño al escuchar la voz de más gente.
—¿Lewis? ¿Tu novio? —preguntó Colson arrugando su frente, anonadado de ver la escena.
—Ex novio —aclaró Maverick.
Colson elevó la ceja al ver a Maverick que conocía de verlo en el restaurante donde cantaba con su grupo y donde se había fijado que ese chico observaba de lejos a Milly algo enamorado. Ahora que lo tenía frente a frente, vio la preocupación en ese chico y en lo enamorado que estaba de Milly, quien era una amiga suya.
—Me llamo Colson.
—Maverick.
Colson se dirigió hacia Milly, echándole el cabello rubio hacia atrás para verle la herida y, preocupado por la hermana de su novia, preguntó;
—¿Que ha pasado con ese cabrón?
—Que es un maltratador —contestó Jamie. —Ella lo dejó la semana pasada pero envió a sus amigos a hacerle daño a ella.
Colson preguntó;
—¿Lo has denunciado?
Milly se mordió el labio y negó.
—No...
Colson suspiró. Al ver que había mucha gente alrededor de la joven, Colson sabía que la estarían poniendo más nerviosa y más angustiada, por lo que pidió que le diesen algo de espacio y todos lo hicieron.
—Milly, sé que estás asustada, pero no estás sola. Nos tienes a todos nosotros y vamos a estar ahí para evitar que te ocurra algo con ese joven —contestó Colson con dulzura.
—¿Cuando vuelve de Europa? —preguntó su hermana, a punto de salirle una vena de su cuello.
—Iba a venir un día antes del baile.
—Por tu bien, será mejor que no vayas a ese baile, Milly... Habrán más fiestas, pero ahora mismo Lewis te tiene entre ceja y ceja —respondió Colson.
Milly miró a Maverick y dijo;
—No pensaba ir después de todo lo que ha estado pasando.
Maverick se acercó a ella, tomándola de la mano para darle cariño y dijo;
—Me aseguraré de traerla y llevarla a casa.
Todos asintieron mientras trataban de ayudarla a que no le ocurriese nada.
El plan sería que, por el momento, no saliera sola, ni mucho menos tarde, al menos, hasta que todo se fuese solucionando. No iba a ser fácil y menos tener que privarse de esa libertad que tenía, aunque antes tenía mucho menos con Lewis como pareja. Pero debía tomar ciertas decisiones que no le gustaban, como tener que salir acompañada hasta que se fuesen solucionando las cosas.
No estaría sola, tenía un grupo de personas a su alrededor que la apoyaría y la protegería como fuese posible.
Y Milly lo agradeció por completo.
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