«Estaba más hermosa que nunca»

Colson.

6 años después;

Una joven pelirroja se encontraba nerviosa en su cuarto mientras se miraba al espejo.

Su pelo bien recogido, espectacular, mostrando su hermoso cuello, demostraba lo hermosa que se había puesto para ese día tan especial. Y no era para menos.

Se encontraba tan solo unos segundos sola en ese cuarto, mirándose, viendo como iba a dar un paso mucho más importante en su vida. Algo completamente distinto donde empezaría de cero.

Si, estaba mucho más nerviosa que ni siquiera su primera vez con un chico, o en su graduación en la universidad hacia 1 año tras especializarse en diseño. O como cuando su hermana había dirigido su primera obra teatral importante en Broadway. Si, estaba mucho más nerviosa que todas esas cosas juntas.

Carraspeando, esperando que todo el maquillaje no se le empezara a resbalar por su rostro por el sudor que amenazaba por caer de su frente, se observó al espejo, donde algunas fotos de Colson y ella se encontraban colgadas tras la pared.

6 años increíbles que habían pasado ambos.

6 años inolvidables, llenos de viajes al extranjero, citas increíbles, conciertos y vivencias. Si, ambos habían tenido una relación de 6 años magnífica en aquella ciudad donde se conocieron. Y ahora ambos vivían juntos en un edificio distinto, algo más amplio y con unas vistas hermosas.

Atrás había quedado su agorafobia, su ansiedad apenas estaba ahí y ya no le tenía miedo a vivir. Gracias al apoyo de todas esas personas, al apoyo de Colson, pero sobre todo al apoyo a sí misma. Si ella no se hubiese ayudado, no estaría donde estaba ahora, quizás encerrada en su cuarto, sin salir a tomar la luz solar.

Si, la vida de Jamie había dado un gran hueco, incluso vivía la vida más que antes, tenía una familia que había elegido increíble y, aunque habían momentos malos, vivía su vida como siempre había deseado.

—Oh... —murmuró Milly tras ella.

La joven Jamie observó desde el espejo como su hermana estaba en la puerta del cuarto donde compartía con Colson, con un vestido blanco. Y a su lado, estaba una hermosa Julianne con un vestido negro que encajaba perfectamente con su atlética figura.

—Joder... —continuó Julianne observando de arriba abajo el vestido que llevaba Jamie.

—¿Que pasa? Ya me habéis visto con este vestido puesto en las pruebas... No me vengáis ahora  con que mis damas de honor hayan cambiado de idea —respondió con un tono de enfado la joven pelirroja.

Tanto Julianne como Milly se miraron entre ellas y se guiñaron el ojo antes de volver a mirar a la protagonista de ese día.

Y Milly decidió hablar;

—Eres la novia más hermosa que he visto.

Jamie se mordió el labio y volvió a mirarse al espejo.

Su vestido de boda, veraniego, con sus hombros al aire y que caía en cascada aquel blanco vestido hasta llegar al suelo, hacía ver a cualquiera lo hermosa que se veía. Por no hablar de como ahora, a sus 27 años, se veía mucho más adulta, hermosa y atractiva de lo que ya era.

Julianne se acercó a su amiga Jamie y, tocándole el hombro, le contestó;

—No sabes la suerte que tiene Colson de haberte conocido.

Ella sonrió y luego no pudo evitar mostrar sus hermosos dientes. Fue ahí cuando apareció Bambi con una copa en la mano, vestida elegantemente pero a su propio estilo con su cabello rosa inmaculado y dijo;

—¿De verdad vas a casarte? ¿No te apetece tener una despedida de soltera conmigo? —bromeó.

Todas rieron y Jamie negó con la cabeza antes de girarse y mirar a todas las mujeres que estaban con ella.

—Antes que nada, quiero darles las gracias por estar aquí, conmigo... Habéis sido un gran apoyo para mi, en todos los ámbitos.

Bambi negó rápidamente.

—Tu has sido la pieza crucial de este rompecabezas.

Jamie se acercó a su hermana tras darle las gracias a Bambi y la besó en la frente antes de que todas se subiesen al mismo coche para irse hacia la ceremonia donde se celebraría la boda.

La playa no estaba muy lejos y el novio ya estaría esperándola allí, junto con el padrino y sus amigos.

Mientras, por el otro lado, un Colson bastante nervioso, colocándose cada 2 por 3 su americana, observaba a Elijah, quien era su padrino y estaba a su lado con el mismo cabello de color rosa que llevaba teniendo desde hacía años.

Elijah se lo iba a cambiar, pero le prometió a una persona muy importante de su vida que si conseguía sus sueños, tendría un tiempo más ese cabello. Y lo cierto es que no le quedaba para nada mal.

—Colson, tranquilízate. Esto es un momento muy importante de tu vida —respondió Elijah mientras los invitados se sentaban en las sillas que habían frente a la playa.

—Si fueses tu estarías peor que yo.

Elijah rio y negó con la cabeza.

—Eso te lo puedo asegurar —contestó el joven de cabello rosa.

Colson se había convertido en un hombre con bastante fama por sus tatuajes. Tanto era así que ya había aumentado su local y se ganaba la vida por ello. Esos 6 años habían ocurrido muchas cosas, increíbles, tristes... Pero las había pasado al lado de sus amigos y su futura mujer, esa familia que habían creado.

Sin duda había sido una de las mejores cosas que había vivido. Irse al edificio donde vivía Jamie fue una de las mejores cosas que le ocurrió y tocar su puerta fue todavía mucho mejor.

Quería compartir su vida con ella, pero estaba completamente nervioso, mucho más de lo que podía imaginarse.

—¿Como está el espléndido novio? —preguntó Maverick acercándose a ambos con un esmoquin perfecto.

Si bien a nuestro protagonista Maverick odiaba los trajes, sabía que lo había hecho por 3 personas. Uno por Colson, que era su mejor amigo; otra por Jamie, quien era la hermana de su novia; y por Milly, porque la amaba.

Ambos habían vivido una serie de cosas que, tras la graduación, Maverick fue trabajándolas. Primero, sus miedos e inseguridades. Las fue trabajando y poco a poco se fue haciendo un hueco en el corazón de Milly, volviendo a recuperarla tras haberla fastidiado. Si bien no fue tarea fácil, Maverick consiguió encontrar su camino en la vida, creando un taller en Nueva York, yéndose a vivir con Milly en esa gran manzana, lejos de que vivieron baches, problemas y el amor a distancia que vivieron antes de que él se fuese a vivir a Nueva York.

Fue difícil, pero ahí estaban, dándolo todo en esa relación que llevaba ya unos años.

Luffy, su perro que estaba en la boda, parecía echar de menos a cierta joven rubia, por lo que Maverick lo acarició y le susurró;

—Sé que tu favorita es Milly, pero tendrás que aguantarme un poco más —bromeó—. Ella viene ahora.

En ese instante, el sonido de la canción que solían poner siempre cuando la novia hacía su entrada, empezó a sonar, consiguiendo que los invitados se levantasen de su asiento y mirasen el vestido que llevaba aquella joven.

Julianne se puso en su sitio, de pie al otro extremo de Elijah, quien a su vez la miró por lo hermosa que estaba. Ambos se miraron fugazmente de aquella manera, para luego observar a la novia caminando de la mano de su hermana.

Tanto Milly como Jamie fueron las que se ganaron la mirada de todos los presentes. Aquellas hermanas que estuvieron para lo bueno como para lo malo, a pesar de que las cosas se complicaron durante el camino. El destino las llevó a ese sitio con su nueva familia.

Julianne, Elijah, Bambi y Maverick, miraban a ambas con felicidad, mientras que Colson juraba que jamás había visto persona más hermosa y sobre todo, vestida de novia, que su futura mujer Jamie.

El rostro que puso Colson al verla fue de lo más sorprendente, como si nunca hubiese visto nada más hermoso que ella, como si fuese una Diosa saliendo del Olimpio para poder verlo. Si, sin duda esa era la mirada más descriptiva que Colson estaba teniendo frente a Jamie.

Maverick, quien observaba a su novia Milly, ambos se miraron de esa manera. Lo que lucharon y lo que consiguieron juntos.

Y Maverick le susurró a Milly mientras esta lo miraba en aquel pasillo de arena.

—Te amo.

No era la primera vez que lo decía, porque cuando Maverick lo dijo fue cuando Milly se iba a subir al avión, para marcharse en su primer año a Nueva York, 3 meses después de la graduación. Se lo dijo y ella casi no quiso subirse al avión tras escuchar esas palabras. Pero entonces él la besó y le prometió que esa relación iba a salir bien. Sin duda, estaba cumpliendo su palabra.

Jamie llegó hacia Colson, el cual le susurró cuanto la quería y todos se quedaron callados mientras el hombre que estaba entre ellos, empezaba a hablar.

El destino era caprichoso.

Quizás tu lo ignorarías, pero la vida te llevaba por un camino que muchas veces te sorprendería. Ambas hermanas vivieron eso, se encontraron con un camino que no esperaban tras tener un suceso horrendo.

Milly conoció a Maverick estando en otra relación, una relación tóxica que casi la terminó matando. Y se enamoró de ese joven rubio que la miraba con amor, deseoso de bailar con ella y olvidarse de lo demás durante esa noche.

Jamie, quien había pasado un horrible trance, estancándose en el pasado y con una fuerte agorafobia, ¿quien le diría que terminaría conociendo a su futuro marido frente al piso de ella? No solo por eso, sino por superar aquella horrible época que vivió.

Si, el destino era caprichoso y mucho. Y gracias al destino, todos teníamos un camino por recorrer. Quizás muchos no aceptasen o no seguirían ese camino. Pero las hermana Russell si lo hicieron y ahora se encontraban allí, disfrutando de aquella boda mientras pasaban ese camino junto con sus amigos, quienes eran su familia.

Y todo lo que vivieron en esos años, fue perfecto para ellos y nadie podía borrarlos de sus memorias.