C U A T R O | A N T A G O N I S T A 🎭
«Me intrigaba esa mujer, aunque me caía mal esa vida de popular que llevaba»
Maverick.
Un joven rubio, apoyado en una de las columnas, esperaba fuera del teatro a cierta rubia que saldría dentro de unos minutos.
Con sus manos en los bolsillos y una camiseta holgada sin mangas, que dejaban pocas cosas a la imaginación y toda su musculatura estaba reluciendo frente a todas las mujeres que lo observaban con deseo, miraba con indiferencia el lugar.
Fue ahí cuando, una joven rubia llena de carpetas que se apretaban en uno de sus pechos, salió con elegancia del teatro, despidiéndose de sus compañeros para verse al día siguiente para las audiciones de la nueva obra.
Milly, la cual observó desde lejos a ese joven, fingió ignorarlo caminando recto hacia su destino. Aunque por el rabillo del ojo no pudo evitar mirar la musculatura de ese chico.
—Sé que me has visto, doncella.
Ella frenó al escucharlo y lo miró, elevando una de sus cejas.
Y, esta vez, sin ninguna vergüenza, lo miró de arriba abajo para luego pararse frente a los ojos de ese joven. Su altura hizo que Milly estirase más la cabeza para observar los ojos azules de ese muchacho, tan atrayentes como traicioneros.
—¿El director no te ha prohibido la entrada con esa camiseta? —cuestionó ella con un tono suave.
Maverick se miró su camiseta, como si la misma no tuviese culpa alguna sobre lo que pensaban otros y movió sus hombros, sin sacar sus manos de sus bolsillos.
—Por eso me envió al teatro hoy —respondió con mirada intensa y chulería en su tono de voz.
Milly negó con la cabeza para susurrar;
—Espero que eso no sea una costumbre.
—Quizás me guste esa costumbre —respondió.
Ella caminó, ignorando a ese joven, pero Maverick no quería alejarse de ella tan rápidamente, poniéndola de los nervios por ese joven tan engreído.
—¿Podrías dejar de seguirme? —cuestionó ella, frenando en medio del pasillo y mirando los ojos azules de ese joven.
La sonrisa de Maverick le hizo entender lo contrario y sus perfectos dientes no tardaron en aparecer.
—Me intrigas.
Aquello la intrigó a ella, más de lo que él podría imaginar.
Quitándose la carpeta y dejándola fuera del alcance de su camiseta blanca, sonrió, no pudiendo evitarlo.
—¿No era la doña popular?
—Por eso me intriga. Sobre todo, me intriga porqué te enfadaste con tu ex mejor amiga.
Milly silenció, arrugando su frente por aquello y no queriendo ahondar más en ese tema tan escabroso y doloroso. Sabía de quien era la culpa en esa historia y no quería señalar con el dedo a nadie, menos cuando podría dañarle la autoestima. Milly no quería pensar en ello, sabía muy bien lo que ocurrió aquella noche y lo mal que lo pasó, pero a la vez la venda que tenía en sus ojos no era capaz de resbalar por sus mejillas y hacer ver las cosas como eran realmente.
No, no quería pensar en ello.
—Aparte de estúpido, chismoso —respondió con un tono de odio que algunos alumnos miraron para aquella extraña pareja.
Maverick, lejos de arrepentirse por lo que acababa de decir, lo animó a continuar al verla enfurecida por ese tema y quería verla mucho más furiosa de lo que nadie podría imaginar.
El joven rubio era de los primeros que juzgaban a la gente por su portada, por como eran y él se la tenía jurada a Milly por cosas del pasado que ni ella sabía exactamente. Para ella era la primera vez que lo veía, para él era todo lo contrario.
—Lo admito, adoro un buen chisme —bromeó, cruzándose de brazos.
Milly, deseando deshacerse de él y alejarse, miró por última vez a ese chico y respondió;
—Maverick, ¿verdad?
—Veo que no has perdido el tiempo en el escenario.
Ella se acercó a él y murmuró;
—Déjame tranquila.
Maverick no hizo ningún movimiento, pero sí dijo;
—Porque tu quieres.
Milly suspiró con fuerza e hizo todo lo contrario a lo que Maverick creía que haría. Lo último que haría.
Giró todo su cuerpo hacia él para decir;
—Te voy a dejar algo en claro para saciar tu hambre por conocer que ocurrió entre mi mejor amiga y yo... —Lo miró con una intensidad que hizo temblar a ese joven, el cual miró los labios carnosos de ella, mordiéndose el labio para evitar pensar en otras cosas que no debía pensar hacia ella—. Yo soy la antagonista de la historia —clausuró Milly, cerrando el tema.
Un sorprendido Maverick por la sinceridad de Milly, le hizo quedarse callado viendo como ella tuvo la última palabra, dándole la espalda para seguir su camino hacia la siguiente clase.
Pero él no quería que ella fuese la que tuviese la última palabra y cuando la vio ya delante de su novio, gritó;
—Nos vemos mañana, doncella.
Milly, que no sabía que su novio estaba frente a ella, se giró para mirarlo con furia cuando la voz de su novio sonó por el pasillo. Un joven atractivo se acercó a la joven rubia para besarla en los labios y colocar su brazo sobre los hombros de ella para alejarla de allí.
Pero ella, cuando pudo girar su cabeza para mirar nuevamente a aquel estúpido, ya el joven rubio no se encontraba.
Intrigándola y enfureciéndola más.
🎭
Una joven pareja se encontraba besándose en la cama de él, aprovechando que los padres del joven no se encontraban en ese momento en la casa.
Sus manos se encontraban completamente ocupadas frente a la otra persona, tocando sus cuerpos y dejando que el sentimiento del momento no se apagase por nada en el mundo. Sobre todo, porque Lewis era lo que más deseaba en ese momento después de tantos meses con ella.
Milly tocaba el cuello de su novio mientras él tocaba las piernas de ella, levantando lentamente su falda hasta llegar a su ropa íntima, pero no contento con ello, subió su mano hacia la camisa de ella, metiendo su mano dentro de la misma. Y cuando la mano de él rozó uno de los pechos de la joven rubia, Milly se apartó rápidamente, nerviosa por ese momento.
La joven se sentó de espaldas en la cama mientras que su novio, con solo los pantalones puestos, se acercaba a ella.
—Todavía no —murmuró ella, colocándose la falda mientras sus manos temblaban.
Caminó hacia el enorme cuarto de su novio mientras que él se acercaba por detrás para abrazarla y seguir besándola en el cuello.
—No pasa nada, Milly —susurró con delicadeza entre beso y beso—. No te haré daño.
Milly no dejaba de pensar que, a sus 18 años, todavía seguía siendo virgen. Sabía que la perdería alguna vez con su novio Lewis, pero todavía sentía que no estaba preparada, que cada vez que su novio la tocaba, sentía que su cuerpo quería huir y ya llevaban 7 meses juntos.
Quería perderla con él cuando estuviese lista, pero ese día todavía no había llegado. Y su novio a veces la agobiaba con ese tema.
—Pero, no estoy preparada.
Lewis la abrazó con dulzura por detrás, respiró hondo y dijo;
—Pronto será el baile de invierno, ese sería un muy buen día para nuestra primera vez.
El baile de invierno... Faltaban apenas 2 meses para esa noche, esa misma noche cumplirían meses de noviazgo y era el día perfecto para planear aquella primera vez. Milly sonrió, pero a la vez, su estómago se revolvía de los nervios por ese día.
Y le agradeció que fuese tan paciente con ella.
—Claro...
Lewis le dio otro beso en la mejilla y se alejó de ella para colocarse la camiseta.
La joven se quedó de pie, mirando a su novio con una sonrisa.
—¿Quién era ese tío con el que hablabas esta mañana al salir de teatro? —cuestionó Lewis.
Ella, arrugando su frente, recordó a aquel joven engreído que no paraba de meterse con ella. Tratando de guardar su rencor hacia aquel tal Maverick, contestó;
—Uno que castigó el director.
Las botas de ella al moverse hicieron un ruido elegante al caminar por el parquet, atrayendo la mirada del capitán del equipo.
Aprovechando que ella no lo miraba, él arrugó su nariz mientras se cruzaba de brazos para decirle;
—No me gusta mucho ese tío. No te acerques a él, ¿vale?
Milly, dudosa, lo observó.
—Sé cuidarme solita.
Milly vio el gesto de repulsa que acababa de hacer por la respuesta de ella y no le gustó, para nada, aquel gesto de su novio. Pero prefirió no decirle nada ya que sabía que podría acabar en una discusión como en otras ocasiones.
Aunque la discusión la empezaba y la terminaba siempre Lewis.
—No lo pongo en duda, nena. Pero no te acerques a ese, ¿vale? —continuó con una voz más suave pero que hizo extrañar completamente a su novia Milly.
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