𝆺𝅥 𝘼𝙨𝙛𝙞𝙭𝙞𝙤𝙛𝙞𝙡𝙞𝙖 𝆹𝅥
Yang Jeongin
𔘓 27 años
𔘓 Azabache
Kim Seungmin
𔘓 21 años
𔘓 Rosa y rubio
人
人
人
Asfixiofilia: Es una manera de obtener satisfacción sexual a través de la disminución de la respiración durante la actividad sexual.
Hyung Kink
人
人
人
Joder sus manos.
Ser el guardaespalda del modelo más reconocido de Corea es un trabajo difícil, en especial si ese hombre es Kim Seungmin.
¿Qué lo hacia especial?
Casi todo el mundo, muchos de ellos envidiosos debido al éxito del chico, se hacían la misma pregunta.
Y debo admitir que yo también me cuestionaba lo mismo antes te trabajar para él, pero ahora puedo responder perfectamente esa pregunta.
¿Qué lo hace tan especial?
Hay muchas formas de describirlo y hacer evidente la razón, pero esta es la más clara. Su piel canela sumamente exótica en una sociedad donde se deseaba ser lo más pálido posible, sus ojos grisáceos que hacían sentir como si estuvieran juzgando tu alma, su cabello ligeramente rizado de dos tonos pasteles que resaltaba sobre cualquiera, finalmente, lo más especial para mi, sus grandes y delicadas manos.
¿Cómo se sentirán sobre mi cuello mientras lo follo?
Además de que lo que nombre antes es solo parte de sus atributos físicos y no profundice en su personalidad encantadora.
Pero estos pensamiento deben quedar de lado para cumplir con mi labor.
Proteger a Kim Seungmin.
Me encuentro en la habitación de un hotel en París organizando todo para que el joven cuente con el suficiente resguardo durante la Fashion Week. Hago llamadas para terminar de coordinar con los directores del evento, contacto al staff para aclarar horarios y demás, mientras investigo a los sasaeng que han estado hostigando a Kim los últimos meses, con la intención de resolverlo apenas volvamos a Corea.
¿Qué es eso?
Escuché ligeros toques en la puerta, por lo que dejo de lado mi móvil para dirigirme hacia ella. Poso uno de mis ojos en el pequeño circulo para observar al responsable de los sonidos.
Kim Seungmin.
Antes de abrir acomodo mi cabello, que está algo húmedo aún, y subo las mangas de mi camisa, tratando de mejorar mi aspecto.
Abro al sentir otro pequeño golpe en la entrada.
-Hola hyung- saludó casualmente el modelo, el mismo me hace a un lado para entrar al departamento.
El chico tiene la costumbre de llamarme así, supongo que es por respeto al ser mayor que él.
Y aunque sea mi jefe los primeros meses traté de corregirlo, pero jamás cambió, así que me rendí.
-Hola Seungmin— me di vuelta encontrándome con la penetrante mirada de Kim, estaba sentado en la cama.
-Ya hemos hablado de esto, dime simplemente Seung– sonreía como si estuviera ocultando algo, solo asentí. —Venga hyung- palmeó la parte del colchón a su lado, su expresión se mantenía igual.
-Hoy tienes el día libre– hablé sentándome a su lado.
-A eso mismo venía-dijo con una mirada juguetona.– Quiero recorrer la ciudad– sus ojos se dirigían hacia mi como buscando una respuesta.
Me tomó desprevenido que pasara sus delicadas manos por su cabello bicolor acomodándolo detrás de su oreja.
—Hm— aclaré mi garganta antes de hablar.– Bien, te espero abajo en 10 minutos– me levanté de la cama tratando de alejar la imagen mental de sus suaves dedos acanelados en mi cuello.
-Nos vemos hyung-se dirigió a la salida.—Deja tu celular aquí- eso sonó más como una orden, la cual debo obedecer por claras razones.
Al escuchar la puerta cerrarse solté el aire que estuve reteniendo sin darme cuenta y volví a lo que estaba haciendo.
Apenas terminé tomé mi chaqueta para dirigirme al primer piso.
Seungmin ya se encontraba en el lugar, estaba sentado en un sillón esperándome con ropa casual. Caminé hacia él, apenas me vio se levantó nuevamente con esa sonrisa como si supiera algo que yo no, volví a ignorar la expresión.
Salimos del hotel sin destino alguno, Kim quería recorrer mientras tuviera la posibilidad porque al empezar la pasarela no tendría tiempo de hacerlo y al día siguiente del termino del evento volveríamos temprano a Seúl.
-Hyung- llamó mi atención frente a una cafetería, lo mire amablemente, a veces olvido que es mi jefe.-¿Quieres comer algo? - preguntó mirando los dulces en el ventanal.
Asentí suavemente observando como lamía sus labios rojizos mientras admiraba los alimentos, asumiendo que solo preguntó por cortesía.
Entramos al lugar y compró todo para llevar, se veía como un niño pequeño en navidad, era tan diferente al modelo de pasarela que todos suelen ver en revistas y eventos.
Seguimos caminando por las calles de París mientras atardecía, compartíamos cortas conversaciones y noté su mirada en mi cuerpo varias veces, por lo que miré mis prendas buscando alguna macha o algo por el estilo, pero nada.
Comenzó a anochecer cuando ya estábamos de vuelta en el hotel, él aún traía los dulces en la bolsa y pasamos por unos cafés antes de volver.
-Hyung coma conmigo– dijo al mismo tiempo que el ascensor subía.
Nuestros cuartos se encontraban en el mismo piso, no vi nada raro en su propuesta, prácticamente soy su única compañía y parte de la comida que compró fue gracias a mi.
-Bueno-soy una persona de pocas palabras, en especial con él.
Siento una fuerte atracción hacia Kim.
Cuando me contrató fue prácticamente inevitable caer a sus pies, y aun así tengo bastante claro que jamás traspasaré la barrera de lo profesional.
Pero mi subconsciente lo sigue trayendo a mis sueños de diversas formas, teniendo sexo, en alguna cita, de la mano, con sus manos en mi cuello, gritando mi nombre, llamándome amor, entre muchas expresiones.
Llegamos a su cuarto, abrió la puerta y me dejó espacio para entrar.
-Hyung, póngase cómodo– dijo mientras dejaba la bolsa en la cama.
Me senté en el colchón con la espalda en la cómoda esperando que volviera del baño, ya que había entrado con algo de ropa, supongo que para ponerse más cómodo.
Salió con un short negro que apenas llegaba al final de su trasero y una camiseta del mismo color que dejaba sus clavículas al aire. Las prendas contrastaban perfectamente con su piel canela, su cabello estaba desordenado y tenía una expresión relajada.
Se sentó a mi lado tomando la bolsa con los dulces, sus largos dedos sacaban el nudo con delicadeza.
Joder...sus dedos.
-Hyung...- nuestros rostros se encontraban a pocos centímetros.
Kim tenía los labios perlados gracias al caramelo que cubría uno de los postres que había comido.
-¿Qué Seungmin?- mi respiración estaba algo errática debido a la cercanía.
-¿Escuchaste algo de lo que dije?— se reía suavemente.
-Lo siento, me distraje– mire hacia la bolsa sacando un dulce.
Posó una de sus manos en mi muslo derecho.
-Últimamente está muy distraído Hyung— alejó su mano para dirigirla a mi rostro logrando que nuestras miradas se encuentren.-¿Qué te trae así?- nuevamente sus ojos grisáceos parecían mirar mi alma.
-¿A qué estás jugando?– la pregunta salió como un susurró de mis labios.
Sus manos se dirigieron a mi mentón delineando mi quijada sin quitar su mirada de mi para después pasar a las venas de mi cuello apenas rozándolas logrando que mi miembro comenzara a ponerse duro.
—¿Qué tan tonto cree que soy hyung? - cuestionó con un tono que no pude distinguir en su voz.
—¿De qué hablas?- sus falanges seguían en mi cuello mientras nos mirábamos fijamente desafiándonos.
-¿Crees que no lo noto?- se puso de rodillas para acortar la cercanía, sus labios quedaron en mi oído.-Hyung— susurró con su voz más grave.— ¿Cuánto me desea?— mordió en lóbulo.
-Yo-yo no sé de lo que hablas - estoy transgrediendo la linea de seguridad que demarqué.
-No se haga- se puso a horcajadas sobre mi, su lindo trasero rozaba con mi polla casi dura por completo.– Me mira con deseo, pero no lo hace como otros hombres- su nariz rozaba la mía.-Usted es diferente hyung- sus labios casi tocaban los míos.
No pude aguantar la tentación, agarré sus caderas y tomé su belfo inferior entre mis dientes, salió un ligero gemido de su garganta, lo que me dio espacio para introducir la lengua en su boca logrando que ambos músculos bailaran lujuriosamente.
-Seungmin...- jadee apenas nos alejamos para respirar.– Esto está mal— susurré en sus labios deteniendo su pelvis que iniciaba ligeros movimientos sobre mi erección.
—¿Por qué estaría mal hyung?– sus manos se encontraban en mi nuca tirando mi cabello suavemente.– Somos adultos, usted y yo queremos hacerlo, no veo problema alguno– sonreía juguetón.
-Trabajo para ti- hablaba bajo sin querer decirlo realmente.
-Olvide eso, por favor– nuevamente posó sus dedos sobre mi cuello acelerando aún más mi respiración.– ¿Le gustan mis manos hyung?– sus ojos brillaban al escuchar gruñidos de mi parte gracias al roce, solo asentí.—¿Por qué?— besó mi quijada pasando por mi cuello mientras abría mi camisa.
-La-las imagino en mi cuello...mgh- sus caderas se movían hacia adelante y atrás creando ficción sobre la ropa.
-Siga hyung-terminó de sacar los botones de mi prenda tirándola de mi cuerpo.— Es tan perfecto- susurró observando mi cuerpo marcado gracias a los años de entrenamiento.
-Mi-mientras te follo Seungmin-tomé su mentón para quedar frente a frente. —Quitame el aire mientras te jodo pequeño- volví a besarlo bruscamente, esta vez mis manos pasaron a su trasero agarrándolo con fuerza.
Los falanges de su derecha estaban en mi cuello tomándolo con suavidad mientras su izquierda se encontraba en mi hombro para no perder el equilibrio.
—¿Sabe cuanto tiempo esperé esto hyung?- dijo entre besos.
Negué con la cabeza mientras mis dedos se colaban en la pequeña prenda que cubría sus nalgas para bajarla, tomé sus caderas para alzar su cuerpo y sacar el short por completo.
-No traes ropa interior- mi voz estaba más grave gracias al tacto del menor, su polla rozaba su abdomen totalmente duro.— Seungmin— llamé su atención, sus ojos grisáceos estaban casi negros gracias a la lujuria.—¿Quieres que tu hyung te folle?- mi tono era firme mientras mantenía los movimientos de su pelvis sobre mi.
-Si-si hyung— bajó sus manos al cinturón para sacarlo.
-Yo me encargo de eso— saqué sus dedos de la prenda para quitar el resto de mi ropa.
Ambos estábamos desnudos, con una erección y pre-semen en el glande, las mejillas del menor estaban sonrojadas, su cabello despeinado y sus labios hinchados gracias a los besos.
Me acomodé dejando mi espalda sobre la cama con el trasero de Kim sobre mi polla, nuestros cuerpos sudaban logrando que mi cabello se pegara a mi frente, mis manos tomaban con fuerza las caderas del acanelado dejando pequeñas marcas que pronto estarían violetas.
-El-el lubricante— señaló hacia la mesita de noche a un lado de la cama.
Estiré el brazo alcanzando el cajón y sacando el pequeño bote color rosa.
—¿Estás seguro Seung? - volví a ver su expresión algo desesperada gracias al roce.
-P-por favor ha-hazlo hyung— era una suplica.
Kim Seungmin estaba suplicándome.
Con ese pensamiento eché una buena cantidad de liquido en mis manos juntandolas para distribuirlo bien.
Volví a posicionarlas sobre sus pomposas nalgas, rocé mis dedos con la pequeña entrada palpitante gracias a la incertidumbre, al escuchar quejas de parte del menor metí un dedo en su interior.
Sus manos se encontraban en mi pecho dándome una espectacular vista cuando introduje el segundo falange, hizo su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados y su boca abierta dejando salir algo de saliva por la comisura de su boca.
Parecía un jodido ángel.
—¡Ma-más hyung!— gimió cuando abrí los dedos haciendo el movimiento de tijeras para dilatarlo correctamente.
—Que lindo de ves rogándole a tu hyung pequeño-confirme que el menor tenía un sucio secreto al sollozar apenas dije esas palabras.
Le pone decirme hyung, ahora todo tiene sentido.
Metí un tercer dedo para llevarlo al límite con la intención de llegar a su punto dulce, los movía con brusquedad abriéndolos para rozar las apretadas paredes de su interior, los sacaba casi por completo para penetrarlo de una vez.
—¡Si-si a-ahí!...mierda hyung - gimió cuando encontré su próstata.— Fo-folleme ya por favor-mordía sus labios moviéndose al ritmo de mis falanges logrando estocadas más duras.
-Aún no— dije metiendo el cuarto dedo penetrándolo sin parar.
-No-no puedo más...- sollozó con lágrimas cayendo por su bello rostro.—¡HYUNG!— gritó corriéndose en densos chorros blanquecinos que quedaron en mi abdomen.
-Ahora sí pequeño—su cuerpo se mantenía equilibrado con algo de esfuerzo.
Llevé mis dedos al semen del menos para lubricar mi polla, me masturbe con su esencia dejando principalmente en mi glande combinándolo con mi pre-semen.
Posicioné mi erección en su entrada penetrándolo de inmediato, me quedé quieto observando el cabello revuelto de Kim y su sonrisa juguetona llevando una de sus manos a mi cuello.
-Mu-muévase hyung— dijo para después darme un pequeño beso en mis labios.
Alcé mis caderas al igual que las suyas para hacer la estocadas certeras dando en su punto, las grandes y delicadas manos canela me asfixiaban sin tanta fuerza por el momento.
-Me to-tomas tan bien pequeño...— gemí sintiendo como sus paredes aprisionaban mi polla.
-Mgh...más hyung-jadeó haciendo más fuerte el agarre quitándome algo de aire.
Movió sus caderas con la intención de auto-penetrarse, bajó su cuerpo haciendo que nuestros pechos chocaran dándome pequeños besos entre los que gemíamos, tomé su trasero con fuerza y le di у una nalgada cuando comenzó a saltar sobre mi acelerando el ritmo de las embestidas.
Los movimientos eran bruscos, salía casi por completo de él entrando con fuerza a un ritmo frenético, mis pulmones comenzaban a arder al obstaculizar el paso del aire, los dedos de Seungmin hacían un maravilloso trabajo al privarme del aire, amaba la sensación que me generaba.
Bajo con sus labios a mi pecho succionando lentamente para dejar manchas violáceas, mientras mis falanges hacían lo mismo en sus caderas.
¿Me está marcando?
Dejé de lado la pregunta al escuchar los fuertes gemidos que el menor largaba sin vergüenza alguna.
Vi su polla nuevamente erecta, por lo que decidí masturbarlo al ritmo de las embestidas buscando ambos orgasmos. Mi mano se movía frenéticamente con mi pulgar en el glande mientras las manos de Seung cortaban casi por competo la entrada del aire.
Joder si.
Sentí la tensión en mi vientre al mismo tiempo que las paredes del menor prácticamente abrazaban mi polla.
—¡Mgh si!- sentí un líquido caer en mi vientre bajo.
La tensión aprisionando mi polla y la obra de arte montándome, mientras tomaba mi cuello con la suficiente fuerza como para cortar totalmente el paso de aire, lograron que eyaculara en su interior.
Soltó mi piel al sentir el semen en sus paredes internas, se recostó sobre mi pecho alzando las caderas para sacar mi polla.
No salió palabra alguna de nuestras bocas, pero el silencio no era incómodo. Las respiraciones estaban calmándose mientras nos acariciábamos suavemente.
-Pequeño-susurré tomando su cabello con delicadeza.
-Hyung-respondió alzando su rostro para mirarme, sus ojos no eran los calculadores de siempre, sino que expresaban calidez.
-Debo limpiarte- mi tono era alegre, me sonrió y se hizo a un lado tomando las colchas para cubrir su desnudez.
Me levanté para ir al baño, tomé una toalla y la humedecí, regresé a la habitación viendo un pequeño bulto en la cama. Levanté las sabanas para observar a un somnoliento chico, limpié su cuerpo y a continuativo el mío, dejé la tela junto a nuestras prendas para después acostarme a su lado.
-¿Puedo quedarme? - pregunté pegándome a su cuerpo como dos cucharas, yo siendo la más grande.
-Hyung—dijo mientras se daba vuelta así quedando frente a frente.—Quédese todos los días por favor— sus brazos tomaron mi cuello y se escondió en mi pecho.
Asentí separandome un poco para ver su bello rostro y besar su frente.
No es algo de una noche, ambos sabíamos que al traspasar la línea estaríamos perdidos en el otro.
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Hola, ¿Cómo se encuentran? Espero que bien, como ven ya este es el penúltimo capítulos de esta serie de os, mañana o al rato publicó el último capítulo ya que ahorita tengo tiempo libre, eso sería todo, cuidense mucho ❤️
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