Yang Jeongin

↷24 años
↷Pelirrosa
↷Menta

Kim Seungmin
↷20 años
↷Rubio
↷Coco

∩⑅∩
∩⑅∩
∩⑅∩

Algolagnia: Anomalía del impulso sexual, con tendencia a las sensaciones dolorosas, ya en forma activa como el sadismo, ya pasiva como en el masoquismo.

Omegaverse

∩⑅∩
∩⑅∩

∩⑅∩

Otro día de vacaciones.

Ya estaba harto del suplicio llamado universidad.

No se parecía en nada a las películas estado unidenses donde todo era fiestas, sexo y alcohol.

Aunque del sexo no me puedo quejar.

Hablando de eso, lo único bueno que me había traído la universidad era el sexy alfa Yang Jeongin.

Tenía aroma a menta, tan varonil e hipnotizante que ni yo ni mi omega nos pudimos resistir. Y no tan solo era su olor el atractivo, su linda piel blanquecina, los músculos bien marcados de su cuerpo, su aura oscura, los tatuajes y las perforaciones eran sumamente calientes.

Un dios griego.

Nos conocimos porque es uno de los chicos encargados de los nuevos en la institución.

Todo comenzó bien, me trataba como a todos los demás, pero a las semanas después comenzó a evitarme y ser tosco en particular conmigo.

Se tapaba la nariz cuando pasaba a mi lado, era desagradable, no respondía cuando pedía su ayuda en algún tema universitario y toda clase de cosas por el estilo.

Mi omega y yo nos deprimimos bastante al no sentir el olor a menta alrededor de mi, así que un día decidí enfrentarlo.

Resultó que todo era porque mi aroma a coco le provocaba cosas, bastante impuras a decir verdad, por lo que prefirió evitarme para no generar situaciones incómodas.

En ese momento supe que la suerte estaba a mi favor, le conté que nos encontrábamos en la misma situación. Así que, como los adultos que somos, acordamos conocernos y controlar nuestros instintos.

Esto no resultó un gran problema hasta el día en que al alfa se le adelantó su celo, lo que provocó el mío.

Como puede resultar evidente tuvimos sexo muy duro, lo que me encantó.

Sus fuertes nalgadas, penetraciones, cuando me mordió, todo lo que hacía se sentía increíble.

Sí, me marcó, pero resulta obvio que no era una simple atracción.

Percibía las sensaciones y el aroma de Jeongin a cierta distancia, varias veces mi omega lo reclamó como su alfa, me deprimía si no recibía su atención, además no suelo ser sumiso pero él simplemente podía tenerme en sus manos, aunque nunca se aprovechó de ello, y finalmente, la coordinación de nuestros celos confirmó lo obvio.

Somos destinados.

Volviendo al tema que nos llevo a Yang, el sexo.

Amo como combina el dolor y el placer de una manera tan única, adoro su rudeza al hacerlo, como me complace y logra llevarme al cielo con sus duros toques, además de partirme cada vez que lo hacemos porque mi lindo chico es un alfa puro con un miembro por muy sobre la media.

-Pequeño- me sobresalte al escuchar el suave llamado. -¿Qué piensas tanto?– Jeongin se acercaba a la cama a paso de modelo.

Aún era temprano.

Cuando establecimos oficialmente nuestro noviazgo me mude a su departamentos ubicado en un edificio cerca de la universidad, eso fue hace poco menos de un año.

—Nada Innie- respondí cuando se sentó a mi lado.

El aroma a menta llenaba mis pulmones, él solo tenía el bóxer puesto y a mi me cubría la suave tela de las sabanas.

—¿Seguro?— me sonrió socarronamente.– Te veías muy distraído- tomó mi cuerpo para ponerme sobre su regazo.

Sentí su miembro por sobre la tela mientras me acomodaba quedando a horcajadas sobre él, pose mis manos en el cabello de su nuca dándole suaves caricias, él llevó sus falanges a mi cintura con suavidad, la atmósfera era tranquila y cálida.

-Solo recordaba viejos tiempos– frunció el ceño al no comprender totalmente.– Cuando me odiabas— gruñí y entrecerré los ojos tratando de darle una mirada asesina.

-Eres tan tierno bebé- supe que falle en el intento de parecer amenazante.— No te odiaba, solo te evitaba— sus manos empezaron a acariciar mi espalda baja para meterse entre las sabanas y finalizar en mis caderas apretándolas con un poco de fuerza.

Sentí como poco a poco se mojaba mi entrada debido al suave tacto.

-Es lo mismo- hice un puchero sonrojandome cuando sus manos pasaron a mi trasero mientras su polla comenzaba a crecer en la ropa interior.

-Lo hacía porque te veías demasiado caliente Seung– sentía como tomaba mis nalgas con fuerza separandolas para que su erección encajara entre ellas.— Pensaba en como follarte, escuchar tus gritos y suplicas- susurraba en mi oído con su voz aún más grave.

El fuerte olor a menta y coco llenaba la habitación creando un ambiente lujurioso, el color de ojos de Jeongin oscilaban entre el gris y el rojo, su lado animal estaba deseoso de tomar el control de la situación.

-Innie- comencé a mover instintivamente las caderas.

-Seungmin para– su voz de mando resonó en el cuarto haciendo que me detuviera de inmediato, pero mi lubricante salió en gran cantidad al escucharlo.– ¿Qué quieres bebé?- dos de sus dedos rozaban mi hendidura sin cuidado, no pude formular oración al sentir el fuerte agarre en mi cadera y sus falanges penetrándome con rudeza.– Responde Omega.–

Joder Yang.

-To-tócame- mi voz era casi un susurró sintiendo como dilataba mi interior.

-¿Dónde cariño?- llevó sus labios a la marca en mi cuello para pasar su lengua sobre ella, mientras movía sus dedos bruscamente en mi interior.

—¡A-ahí alfa!— gemí cuando tocó mi próstata.

Movía mis caderas sobre su gran erección dejando lubricante sobre su ropa interior, no quería cerrar los ojos porque era fascinante observar como In luchaba con su lobo.

Me dio una fuerte nalgada mientras sacaba sus falanges de mi interior. Tomó mi cuerpo sacándome de su regazo para quitarse el bóxer dejando su gran polla a la vista, volvió a su lugar dejando su espalda en la cómoda.

-Ven cariño- me ofreció una de sus mano para volver a su regazo.– Estas tan mojado Seungmin– gruñó cuando mi trasero rozó su polla sin ningún obstáculo.

Alzó sus caderas fingiendo penetraciones logrando que gimiera.

-Ha-hazlo Jeong- movía mi pelvis logrando lubricar parte del falo.

-¿Cómo me dijiste bebé?– tomó mi cabello con fuerza para alzar mi rostro y ver su iris casi por completo rojo.

—Al-alfa– gemí cuando posó su mano libre nuevamente en mi entrada.

—Así está mejor— soltó mi cabello para tomar mi mentón y acercar nuestros rostros con brusquedad.-¿Qué estabas diciendo pequeño?— tomó mi labio inferior entre los dientes haciendo presión hasta sentir algo del sabor metálico.

-Follame alfa— lamí la sangre de mi labio para después pasar la lengua por sus belfos. -Te necesito- me seguía moviendo sobre su erección.

-Chupalos-ordenó poniendo dos de sus dedos empapados de mi lubricante frente a mis labios.

Los dirigí a mi boca para lamerlos con lentitud mirando como Jeongin llevaba la mano libre a su erección. Al introducirlos por completo en mi boca sentí su glande en mi cavidad.

-Jo-joder-gemí dejando los falanges de lado al sentir como me llenaba.– ¡Alfa!— sollocé cuando su palma chocó con mi trasero con suficiente fuerza como para dejar marcas.

-Nada de malas palabras Seungmin -tomó mis caderas para entrar por completo.

Gemí al sentir como parte de mi vientre se levantaba marcando su polla, alzó mi cuerpo para comenzar con estocadas lentas pero duras.

Sentía sus venas rozando mis paredes, el fuerte agarre en mi cuerpo dejando pequeñas marcas, llevó su boca a mi cuello succionandolo y mordiendo pero sin romper la piel.

-Mgh...al-alfa más- supliqué para que acelerará el ritmo.

Salió de mi interior tomando mi cuerpo para ponerme sobre mis rodillas, quedó detrás de mi en la misma posición y volvió a penetrarme dejando su mano en la parte de mi estómago que se levantaba con cada estocada.

-¿Te gusta omega?- lamió la marca en mi cuello.-Dime Seungmin- susurró en mi oído para después morder el lóbulo.

-Me-me encanta-sollocé con las lágrimas cayendo por mi rostro al sentirme totalmente extasiado por su polla.

Los movimientos de sus caderas eran rudos y rápidos, tiré mi cabeza hacía atrás dejándola en su hombro. El sudor cubría nuestros cuerpos y su aroma a menta en lugar de calmarme lograba que me excitará aún más.

El dolor y el placer me tenían en el paraíso.

Caían chorros de pre-semen por mi polla, gracias a la tensión en mi interior supe que estaba cerca de mi orgasmo, por lo que llevé mi mano a mi erección con la intención de liberarme.

-No te toques Seungmin– gruñó mientras tomaba mis falanges y las llevaba a los cabellos de su nuca.

Alejó su cuerpo del mío escuchando como sacaba algo de una de las mesitas de noche.

Que no sea lo que pienso

Nuevamente sentí su marcado pecho en mi espalda, tomó mi polla para masturbarme al ritmo de las duras estocadas, vi el anillo rosado frente a mi glande.

—Al-alfa— no pudo salir nada más de mi garganta pero mi expresión era suplicante.

Odio esa cosa

-Silencio bebé- besó mi cuello bajando el objeto por mi falo hasta la base.

Las penetraciones volvieron a su ritmo mientras el alfa rozaba la hendidura de mi polla con su pulgar para sobre-estimularme, sentía la presión en mi vientre pero el objeto en mi falo no me permitía eyacular.

-¡Po-por favor sácalo!— mi gemido resonó en toda la habitación.

Me estaban desesperando la sensaciones que pasaban por mi cuerpo. Jeongin moviéndose con brusquedad, el no poder llegar a mi clímax, las mordidas en mi cuello y hombros, la mano en mi erección, el aroma en el cuarto.

Pero también era el paraíso.

-¿Te encanta, verdad?- no respondí porque no pude formular frase alguna.—Amas que te folle así— susurró en mi oído.-Adoras que te parta— mis paredes ya ardían por las estocadas.– Quiero escucharte omega— su voz de mando hacía aún más estragos en mi.

—¡Si-si alfa!...por favor– sollocé cerrando los ojos.

-¿Qué quieres bebé?- su tono era grave y suave.

-Sa-sacalo sabía perfectamente a que me refería.

No dijo nada pero sentí como la mano que me masturbaba me liberaba del anillo.

-Correte omega- mi cuerpo simplemente colapso al correrse.

Parte de los chorros de mi semen quedaron en su mano y la otra en la sabana, mi cuerpo casi cae en la cama pero los fuertes brazos de Jeong lograron que me mantuviera en la misma posición.

Jeongin seguía con las penetraciones buscando su orgasmo, tomó mi cuello para poder succionar mi cuello sin impedimentos.

Mi clímax era perpetuado por las bruscas estocadas, mi cuerpo estaba sumamente sensible, por lo que volví a sentir tensión en mi interior.

—¡Jeong!— gemí cuando sus colmillos se clavaron en la marca de mi cuello.

Sentí como me corría nuevamente pero en menor cantidad, esta vez me sentí desfallecer y simplemente cerré los ojos tratando de calmar mi corazón.

-Mgh...Seungmin– gruñó para después lamer la marca mientras se liberaba en mi interior.

Mis paredes comenzaron a expandirse gracias al nudo del alfa.

Yang tomó con delicadeza mi cuerpo para sentarse conmigo en su regazo, nos acomodó para pasar el rato en que se mantendría en mi interior de mejor manera.

-Innie-susurré logrando obtener su atención.

-¿Qué bebé?- también habló en voz baja pasando su nariz por mi cabello y haciendo у suaves caricias en mi espalda.

-Tengo sueñito- hice un puchero poniéndome de lado para esconderme en su cuello.

-Si te duermes te dolerá cuando salga cariño— su tono era suave, como si hablara con un niño pequeño y su cuerpo enviaba feromonas para relajarme.

Lo miré somnoliento para convencerlo.

-Por favor alfita— mi ternura lo desarmaba totalmente.

-Bueno bebé- acarició mi rostro dejando que mis ojos se cerrarán y me acomodara en su pecho.

Porque, a pesar de que el sexo rudo nos encantaba, Yang Jeongin me cuidaba como si fuera la cosita más delicada del mundo. Gracias al alfa entendí que a veces el destino nos da la oportunidad de conocer a alguien que encaja perfectamente con nosotros.

ᨵ Algún error o alguna corrección favor de dejar un comentario. ᨵ