Una alma, un cuerpo y dos corazones entrelazados por el amor.
Al salir de clase debía llegar al negocio de su madre para ayudarla, mientras su cuñada se recuperase del parto, su hermano no asistiría por lo que debía estar ahí obligatoriamente todas las tardes. Taehyung no se qujaba, solo se encargaba de responder las llamadas del teléfono, de revisar la página web y de vez en cuendo de atender en el mostrador si su prima entraba adentro a ayudar. Esa tarde Jungkook tenía entrenamiento, pero le prometió pasarse después de este, por lo que esto lo animaba a esperarlo; aún no terminaba de pasar los nervios y la vergüenza de la noche anterior, pero quería verlo otra vez más.
Dejó de lado sus pensamientos al tener que atender en el mostrador. Al ver de quién se trataba, frunció el ceño. Chan había llegado con sus amigos y se encontraba allí, esperando ser atendido.
— Hola bonito, ¿estás trabajando aquí?
— Buenas tardes, ¿qué desean?— trataba de ignorarlo, Taehyung lo trataba como un cliente más
— Que desagradable que me tratas, sin un poco de amabilidad cuando yo solo deseo que tengamos una conversación. Ha pasado un tiempo desde la última vez que lo hacemos, y me refiero a hablar, claro.
Las risas y murmullos de sus amigos resonaron en el aire, mientras las mejillas de Taehyung se tornaban rojas y la ira comenzaba a invadirlo; hasta que sintió un fornido brazo rodear su cintura y, acercándolo más a su cuerpo, depositaba en su cabellera un beso que dejó al grupo del otro lado del mostrador boquiabierto.
— Yo me encargo de atenderlos, osito, no te preocupes.
La cercanía de ese apodo, combinada con el gesto afectuoso de Jungkook, le brindó a Fernte la tranquilidad y serenidad que tanto necesitaba frente a esos individuos.
— ¿Quién eres tú?
— La persona que los atenderá, ¿hay algún problema?
— No, mejor nos vamos.
Una vez que se marcharon Taehyung se acercó a Jungkook, quien estaba arreglando unos suministros que había traído del almacén; sin decir nada, tomó su cara entre sus manos y depositó un casto beso que inmediatamente el contrario continuó gustosamente, Solo se separaron cuando el sonido de la puerta comunicante con el almacén sonó.
— Pensé que había llegado alguien. Oh, chicos estais por aquí.
Suran había irrumpido en medio de su beso, pero afortunadamente parecía no haber notado nada; aun así, ambos se sentían avergonzados. Jungkook regresó al almacén para continuar ayudando, mientras que Taehyung se concentraba en la computadora como si estuviera ante algo de vital importancia.
Al finalizar la jornada, Taehyung y Jungkook regresaron solos, ya que la madre de Taehyung se quedaría organizando algunos asuntos para el día siguiente. Durante el camino, pasearon lentamente con las manos entrelazadas, un gesto que se había vuelto tan habitual entre ellos que lo realizaban de forma automática. Al llegar a la entrada, Jungkook se despidió con un breve beso en los labios antes de marcharse.
Taehyung entró a su casa y, de repente, alguien salió de las sombras; Chan lo estaba esperando en la puerta. Aunque al principio se asustó, ahora Taehyung se sentía irritado por estar siendo acechado en la entrada de su casa.
— ¿Qué haces aquí?
— ¿Quién es ese tipo?
— ¿Qué te importa? No te debo explicaciones.
— Yo te quiero Tae, no pienso dejar que ese tipo venga de la nada y se quede contigo.
— No soy un objeto imbécil; no soy tuyo ni de nadie, son de mi mismo y de mi propiedad.
— No me vuelvas loco, aléjate de ese tipo y acepta ser mi novio de una maldita vez Tae.
Dicho esto Chan trató de sujetarlo para besarlo mientras que Taehyung no paraba de tratar de zafarse.
— ¡Suéltalo!
El grito de Jungkook ayudó a que Taehyung pudiera alejarse de Chan.
— ¿Quién te crees que eres para meterte?
— No me creo nada, no voy a dejar que dañes a Tae.
— Él y yo estábamos tratando un tema privado, no te metas.
— Lárgate ya Chan, tú y yo no debemos hablar nada.
— Tae por favor, vamos a hablar tranquilamente.
— No te quiere ver amigo, vete antes de que llamemos a la policía.
— Esto no queda así. Taehyung, tú y yo tenemos un tema pendiente, ya nos veremos.
Una vez que Chan se marchó, Taehyung abrazó a Jungkook en busca de refugio en sus brazos, permitiendo que las lágrimas fluyeran por su rostro, resultado del miedo que había experimentado en ese instante.
— Ey, ey mírame Tae. Ya pasó, ese tipo nunca volverá a acercarse a tí, ¿vale?
— Jungkookie, tengo miedo. Si no hubieras aparecido, él hubiera...
— Nada, no pienses en eso. Ya pasó y yo estoy aquí para que no te ocurra nada.
Sin soltarlo, Jungkook abrió la puerta de su hogar y ambos entraron; colocó a Taehyung en el sofá antes de dirigirse a la cocina para preparar un té que lo ayudara a relajarse. Volvió al sofá y se sentó a su lado, retomando su abrazo.
— Toma un poco de té Tae, debes relajarte que ahora mismo estás temblando.
— Jungkookie me siento mal, él quiso forzarme y no supe defenderme.
— No Tae, te tomó desprevenido y es normal que te sientas así porque tú no querías hacer esto.
Mientras acariciaba la espalda de Jungkook, Taehyung sostenía su té, intentando no pensar en lo que había ocurrido. Una vez que terminó, se acurrucó de nuevo entre los brazos de su amigo, buscando consuelo en su calor. Cuando sus lágrimas se detuvieron y se calmó, miró a los ojos de su compañero, quien también estaba llorando.
— ¿Por qué lloras, Kookie? ¿Qué te pasa?
— Nada, solo me duele verte así. Regresé porque tenía un mal presentimiento y no me arrepiento, pero creo que esto es culpa mía.
El torbellino de sensaciones que Taehyung sentía en su cuerpo lo hicieron reaccionar de una forma no planeada; se enderezó un poco para sentarse en las piernas de Jungkook a horcajadas y sin darle tiempo al contrario a reaccionar lo besó intensamente, mientras enredaba sus dedos en su cabello negro y sentía las manos crontrarias aferrarse en su cintura.
— Tae, yo...
— No quieres, lo entiendo. Perdona yo no debí...
Jungkook lo detuvo antes de que se alejara y lo volvió a besar con la misma intensidad que él lo besó anteriormente.
— Si quiero, contigo deseo hacerlo todo; pero no quiero que te sientas obligado a hacerlo.
— Jamás me he sentido más preparado en mi vida, quiero hacerlo contigo Kook.
Sin decir más ambos contiuaron besándose mientras sus manos recorrían el cuerpo contrario sin pudor alguno.
— Vamos a mi dormitorio, no quiero que mi madre nos encuentre haciéndolo en la sala.
Jungkook se levantó del sofá con Taehyung en brazos y subieron a la habitación. Una vez cerraron la puerta y se sentaron en la cama, continuaron con su sesión de besos; que poco a poco iban subiendo de intensidad al igual que la necesidad de sus manos de tener un contacto mayor con la piel contraria. Su ropa iba sobrando mientras que sus labios iban probando la piel contraria.
Una vez desnudos, con mucha delicadeza, Jungkook comenzó a recorrer lentamente el cuerpo de Jungkook con sus manos hasta alcanzar su entrada; humedeció su dedos con su propia saliva para no hacerle daño a Taehyung, lentamente introdujo un dedo, esperando a que este se acostumbrara a la intromisión.
Conforme Taehyung se acostumbraba con los movimientos de los dedos de Jungkook, los gemidos comenzaban a inundar la habitación de este, sintiendo su cuerpo llenarse de placer, Taehyung deseaba tanto tener su primera vez con Jungkook y estaba siendo tan especial la forma en la que él lo estaba tocando, la forma en la que besaba su cuerpo y la manera en la que lo veía hacían que el corazón de Taehyung latiera más rápido de lo normal.
Al llevarlo al clímax, Jungkook se colocó el preservativo antes de introducirse en su interior con mucho cuidado esperando que Taehyung se moviera para poder comenzar; una vez obtuvo la aprobación de este para empezar, dio estocadas lentas y profundas buscando el punto dulce de Taehyung. Esa noche querían que todo fuera especial para ambos y disfrutarlo como tal, por lo que ambos trataban de conocer el cuerpo contrario, en cada beso y en cada caricia; ambos cuerpos sudados y ardientes de pasión se mezclaban formando unos solo, en aquella noche en la que se convirtieron en amantes. Luego de compartir un baño, Jungkook y Taehyung se acurrucaron para dormir, envueltos en su burbuja de amor.
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