Planes de futuro
Al día siguiente, se despertó lleno de energía renovada. Su madre ya había salido a trabajar temprano, así que él era el único que permanecía en casa. Bajó corriendo con el uniforme medio puesto, ya que se había quedado dormido. Era consciente de que eso significaría que no podría ingresar hasta la siguiente hora, a menos que el conserje, que lo conocía, le hiciera el favor de abrirle la puerta si el profesor aún no había llegado. La suerte estuvo de su lado, ya que logró entrar justo a tiempo a clase. Al llegar, se sentó junto a sus amigos y sacó todo lo necesario para la lección. Su día transcurrió con normalidad; todos los profesores estaban ocupados preparando los exámenes finales y los supletorios. Así que las clases consistieron en repasar lo que ya había estudiado, con ejemplos prácticos y algunas dinámicas para resolver dudas sobre los temas teóricos. Estaba listo para los exámenes más importantes de su vida, así que no sentía nervios al respecto.
Al finalizar, se apresuró para salir a tiempo con sus amigos, pero tuvo que retrasarse debido a algunas dudas sobre la actividad final de la última clase que decidió preguntarle al profesor. Al salir, se topó con alguien a quien intentaba evitar. Chan, un chico de la misma edad que su hermano, había estado cortejándolo desde que se cruzaron por casualidad en una fiesta. Sin embargo, a petición de su hermano, debía mantener distancia, ya que la mala reputación de Chan con sus parejas lo precedía y Taehyung no quería relacionarse con alguien así, aunque Chan no parecía darse cuenta de la situación.
— Hola, hermoso, ¿cómo ha ido tu día?
— Hola, Chan, todo bien, gracias; si me lo permites, debo ir a casa, mi sobrino me está esperando para ver a mi hermano y ya voy tarde — Con un tono serio, Taehyung intentó apartar a Chan, quien lo había tomado de la cintura.
— Siempre eres tan distante conmigo, Tae, que te cuesta aceptar mis invitaciones para salir algún día. Sé que te divertirías y, además, seguro querrías repetir.
La risa de Chan, con un doble sentido, incomodó a Tae, quien decidió dejar a Chan hablando y aceleró el paso hacia su casa, que no quedaba muy lejos del colegio.
Al llegar, se sintió aliviado al ver que Yeonjung llegaba, así que se enganchó de su brazo y se dirigieron a la parada de autobús, supuestamente para ver a su hermano. Una vez allí, le explicó lo sucedido a su sobrino, quien prometió guardar el secreto. Cuando vieron que Chan se iba, regresaron a casa, donde comieron la comida que su madre había dejado preparada y estudiaron juntos para los exámenes.
Yeonjung era el hijo mayor de la esposa de su hermano, y ambos tenían la misma edad. Desde su primer encuentro hace once años, forjaron una gran amistad y solían pasar muchas tardes estudiando juntos. Aunque asistían a colegios distintos debido a que él pertenecía a otro distrito, esto no era un inconveniente, ya que casi todas las tardes las disfrutaban entre estudios, salidas y juegos.
— Creo que deberíamos hablar con mi padre; él puede ayudarte y poner en su lugar a ese tipo. No es la primera vez que te acosa, y mucho menos que intenta tocarte, Tae, por favor — intentaba convencerlo su sobrino, pero sin éxito.
— No insistas, Yeyo. Sabes que mi hermano ya lo amenazó la última vez para que me dejara en paz; además, si se lo decimos, seguro habrá problemas. Mejor terminemos de comer y luego estudiemos, hemos perdido demasiado tiempo.
Taehyung confiaba en su sobrino, sabía que no diría nada si no se lo pedía, pero también era consciente de que Chan se volvía cada vez más insistente y molesto.
— Como quieras, Tata, pero la próxima vez que vengas, hazlo con Nam y Yoon. Al menos estar rodeado de otras personas frena un poco su acoso.
Durante la tarde, hasta que llegó su hermano, se dedicaron a estudiar, resolver dudas entre ellos, escuchar música y bailar sobre la cama, olvidando el incidente previo y disfrutando de su tiempo juntos. La llegada de Jun Myeon, su hermano mayor, animó la noche, aunque decidió esperar a su madre para cenar con ella antes de irse a dormir; sin embargo, la verdad es que ya estaba muy cansado, por lo que se fue a la cama.
A la mañana siguiente, al despertar, su madre, como era habitual, no estaba en casa. Ese día era sábado, así que después de ver a su hermano jugar en un partido de baloncesto por la mañana, bajaría al local donde su madre trabajaba ese día para ayudarla y poder conversar con su prima, quien también colaboraba en el negocio los fines de semana.
La mañana había sido muy divertida, ya que su hermano había jugado un partido excelente. Él animaba junto a su sobrino y su cuñada, quien no se perdía ningún encuentro de su esposo, a pesar de estar embarazada de seis meses. Tuvo que soportar las bromas del molesto Chan, quien también jugaba en el mismo equipo que su hermano. Después, disfrutaron de una deliciosa comida en uno de los puestos cercanos al estadio. Amaba esos momentos, especialmente porque su madre no le permitía comer en esos lugares, alegando problemas de higiene, pero su hermano siempre le consentía y le dejaba elegir lo que quisiera.
Por la tarde, se quedó con su prima ayudando en el mostrador de atención al cliente, ya que los fines de semana el negocio familiar solía estar bastante concurrido. Su madre no podía manejar todo con el personal habitual, por lo que siempre era útil contar con algunas manos extras. Al acercarse la noche, su madre le pidió que se fuera a casa con su prima mientras ella y el resto del equipo terminaban el inventario y recogían todo para el día siguiente. Exhausto, subió al taxi y, mientras escuchaba a su prima hablar sobre su casi finalizada vida universitaria y sus planes futuros como enfermera, comenzó a adormecerse lentamente. Su prima lo ayudó a bajar del taxi y a entrar en su dormitorio para que pudiera descansar.
A la mañana siguiente, como era habitual, no le correspondía ayudar porque tenía clases al día siguiente. Por ello, su madre le daba permiso para salir con su madrina, una mujer mayor que lo quería y mimaba mucho. Pasaba los domingos con ella y su sobrino, quien lo acompañaba mientras sus padres trabajaban en el negocio. Disfrutaban las tardes jugando hasta que una de las empleadas de su madre llegaba a recogerlos y llevarlos a casa. Al llegar, cenaba, se cambiaba de ropa y se iba a dormir.
Durante el periodo escolar, sus semanas eran monótonas; asistía al colegio durante el día y por la tarde estudiaba con su primo, con amigos o solo. A veces, salía a pasear con sus amigos, tratando de regresar antes que su madre para que no se diera cuenta. Por las noches, mientras cenaban juntos, le contaba a su madre cómo había ido su día. Al llegar la época de exámenes, toda su atención se centró en ellos; no salía, no ayudaba a su madre y tampoco iba a ver a su madrina los domingos hasta que todo hubiera terminado. Todos sabían lo dedicado que era a sus estudios, siempre con la esperanza de obtener las mejores calificaciones para alegrar a su madre.
Cuando esas dos semanas estresantes concluyeron y se conocieron los resultados, se sintió feliz al ser nombrado summa cum laude de la institución. Podía elegir cualquier universidad y carrera, y tenía claras sus aspiraciones, así que rápidamente optó por contabilidad en la Universidad de Daegu. Sabía que la cuota era alta, pero con sus notas, no era un problema que su madre tuviera que enfrentar; además, su madrina ya había hablado con los rectores para facilitar su ingreso.
Solo quedaba su fiesta de graduación con amigos y familia para dejar atrás el estrés acumulado y disfrutar de las vacaciones antes de comenzar su primer año de universidad. La celebración empezó con una comida familiar; el negocio hizo una pausa y cerró sus puertas para el evento. Pasaría la tarde con su familia y disfrutaría de la compañía de su madre al máximo. Esa noche, su madre le dio permiso para salir con Yoongi y Namjoon a celebrar en una discoteca de la zona. Se quedarían a dormir en casa de Yoongi, ya que al día siguiente por la tarde iniciarían un viaje por la zona de Busan.
La noche terminó en un karaoke, donde Jimin, junto a sus dos mejores amigos y sus parejas, se divirtió cantando a todo pulmón canciones en idiomas que ni siquiera conocían. Como el más joven del grupo, Jimin era el encargado de asegurarse de que todos regresaran a casa sanos y salvos, ya que él no podía beber.
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