El tiempo transcurrió rápidamente entre ellos; su burbuja de amor personal parecía irrompible. A su vez, se volvía cada vez más evidente para quienes los rodeaban que no se trataba únicamente de una amistad, sino de algo más profundo que ambos encontraban difícil de definir con precisión.

Con la llegada de diciembre, también se sintieron descensos en las temperaturas; las noches se volvieron más frías y, en algunas ocasiones, hubo semanas en las que la lluvia no cesaba. A principios de mes, Jungkook se resfrió, no estaba familiarizado con un clima tan frío, por lo que no tomó precauciones al elegir ropa más abrigada para enfrentar las duras condiciones.Durante ese periodo, Taehyung visitaba a diario a su amigo después de sus clases en la universidad, llevándole caldo caliente que había preparado su madre y controlaba que tomara sus medicamentos correctamente ya que descubrió, gracias a Jimin, que a él no le agradaba seguir las recomendaciones del médico.

En menos de una semana, Jungkook se sentía mucho mejor. Había regresado a sus clases de manera normal y, además, había vuelto a echar una mano en el negocio de la madre de Taehyung. Se acercaba la primera mitad del mes cuando la madre de Taehyung decidió hablar con Jungkook.

— Jungkook cuando termines de arreglar eso, ¿podemos hablar en mi despacho a solas?

— Claro sin problema, enseguida voy.

Se dio prisa Jungkook para terminar pronto de reponer los suministros para ir al despacho de la madre de Taehyung.

—Bueno Jungkook, has sido de gran ayuda. Llegas temprano para asistirme y después de tus clases siempre te presentas aquí. Aprecio sinceramente tu apoyo; eres un chico muy diligente que ha comprendido rápidamente cómo funciona todo el local, además de ser una persona honesta en quien se puede confiar. Eres la persona ideal, pero algo me intriga bastante.

— ¿Qué es? ¿Acaso hice algo mal o la decepcioné en algo?

— No, no se trata del negocio, solo tengo una pregunta personal; ¿no tienes casa?

— ¿Disculpe?

— Es importante que comprendas que si solo eres una amistad más de Tae, me sorprende que trabajes aquí de forma gratuita, que vengas a ayudar en días festivos y que, si cerramos, salgas a pasear con mi hijo. No sé, pero me pregunto cuál es la naturaleza de su relación y, más allá de eso, si no están casados, ¿por qué no pasas tiempo en tu casa? Pareciera que casi viven juntos.

— Disculpe, señora Kim, pero tengo un profundo amor por su hijo. Si usted piensa que debo pasar más tiempo en mi hogar o casarme con él para poder estar a su lado constantemente, le aseguro que pronto estaré pidiéndole la mano de Taehyung.

— Eso espero Jungkook, tendré bien presente esto y ya está, eso era todo lo que yo te quería decir.

— Entonces me retiro a seguir ayudando, con permiso.

A pesar de que Taehyung sentía gran curiosidad por la conversación entre su madre y Jungkook, decidió esperar a que alguno de ellos le revelara lo sucedido por su propia voluntad. Al momento de cerrar el local, como era habitual, Jungkook lo acompañó hasta su hogar y se quedó esperando a que entrara.

Al ser fin de semana Taehyung iría a yudar desde temprano en el negocio hasta el medio día, para su sorpresa al llegar Jungkook ya estaba faenando algo más callado que de costumbre, algo raro en él pero sentía que se debía a lo que ayer habló consu madre. Sintiendo que la curiosidad le ganaba fue al despacho de su madre para consultarle.

— Hola mami, ¿estas ocupada?

— Hola cariño, pasa para tí siempre estoy disponible; ni falta hace que preguntes.

— Bueno, se que es algo que no debería preguntar pero hoy noto algo extraño a Jungkook y quisiera saber si ocurrió algo ayer cuando hablasteis.

— No cariño, hablamos tranquilamente; pero ahora que me preguntas esto si que hay algo que quiero saber.

— Dime mami, ¿qué es?

— Tú y Jungkook, ¿qué tipo de relación tienen? No quiero ser entrometido, pero ese chico parece estar siempre trabajando aquí sin recibir nada a cambio, y cuando no lo está, lo veo a tu alrededor trayéndote regalos, dulces, invitándote a comer y a salir. Por eso, me genera curiosidad.

— Bueno, mami, me da un poco de vergüenza hablar de esto, ya que aún no hemos discutido en qué etapa de nuestra relación nos encontramos; pero puedo asegurarte que ambos nos queremos mucho.

— ¿Se quieren mucho? Tae, me dijiste que solo era un amigo, ¿cuándo empezaron a tener una relación?

— Pues, mami, empecé a darme cuenta de mis sentimientos por Jungkook y descubrí que él también sentía lo mismo por mí. Por eso, comenzamos a conocernos mejor, y así es como estamos en este momento.

— Son tus sentimientos y yo respetaré si él es tu felicidad; pero ten en cuenta que eres ya mayor de edad y debes cuidar tu intefridad y no apresurarte si no te sientes preparado. Sabes que por amor se cometen errores Tae, ahí tienes mi ejemplo. Yo no me arrepiento de haberos tenido ni a tí ni a tu hermano, pero si me hu biera gustado no fallarles con sus padres.

— No, mami, eres un verdadero modelo de superación y de esfuerzo constante para brindarnos un futuro próspero a Suho y a mí. Nunca fue tu error que esos dos hombres fueran unos desgraciados inmaduros, Has sido tanto padre como madre, nos has criado y has trabajado por un futuro mejor para tu familia. Nunca podremos expresar lo agradecidos que estamos por el orgullo que sentimos al ser tus hijos.

Ambos se abrazaron antes de salir del despacho, ese día como tantos otros Jungkook acompañó a Taehyung a su casa, se despidieron con un tierno beso antes de que este entrara. Ambos tenían mucho en lo que pensar y dejar sus miedos para dar un paso más en su relación. 

A pesar de que los días transcurrían con su habitual rutina, Taehyung percibía que Jungkook guardaba un secreto. Finalmente, llegó el 24 de diciembre, el día del cumpleaños de Taehyung. Esa mañana, lo sorprendió encontrar a de su madre y Jungkook conversando, y notó que ambos parecían serios. Sin embargo, cuando intentó averiguar de qué hablaban, ninguno le dio información.

A pesar de esa reunión secreta, todos festejaron a Taehyung como siempre. Su madre organizó una celebración familiar, donde Jungkook tampoco faltó, ya que ella lo consideraba como un miembro más de la familia. Más tarde, se unieron sus amigos para disfrutar de una pequeña fiesta en honor al cumpleañero. A medida que avanzaba la noche, Taehyung había celebrado su cumpleaños rodeado de risas y divertidos recuerdos que todos recordaban juntos.

Esa noche iba a ser inolvidable. Jungkook había llevado a Taehyung a un lugar apartado para entregarle su regalo. Al llegar, Taehyung no podía creerlo; Jungkook había preparado una cena privada solo para ellos. Disfrutaron de los platos favoritos de Taehyung, luego bailaron bajo las estrellas y terminaron la velada acampando. Fue la sorpresa más maravillosa, y ambos deseaban prolongar la noche aún más.

Entre besos y palabras de amor bajo las estrelas ambos empezaron a quitarse la ropa, Jungkook miraba con amor y adoración el cuerpo de Taehyung expuesto frente a él, aunque la noche era fría, nunguno de los dos lo sentía debido al calor que sus pieles al unirse desprendían.

Jungkook era todo lo que Taehyung podía desear, le daba todo el placer y amor por partes iguales en cada encuentro; pero a diferencia de las anteriores esa magia que sentía esa noche era diferente, era más especial. Ambos cuerpos sudorosos se dejaban amar mutuamente, reconociendo el cuerpo contrario y llevándolo al momento más dulce y placentero, dejando pudor alguno y llemando aquel balcón de sus gemidos.

En el punto cumbre Jungkook puso un anillo en el dedo anular de Taehyung y finalizando su clímax haciéndole la pregunta más inesperada del momento.

— ¿Te quieres casar conmigo?