Comieron pasta con salsa verde y setas, Taehyung podía jurar que jamás había probado algo tan delicioso en su vida, para acompañar esa deliciosa comda decidió sacar un vino blanco dulce, no quería emborracharse pero sí que le diera una más seguridad para confesar sus sentimientos.

— WoW, no sabía que sabías cocinar tan bien. Esto está muy rico, desearía que me cocinaras toda la vida.

— Yo estaría encantado de hacerlo Taehyung, por verte comer disfrutando de tu sonrisa te cocinaría todos los días sin problema.

Taehyung se sonrojó sentía que el calor que sentía por esas palabras lo estaban haciendo beber mucho.

— Vaya, lo había olvidado por completo— Sacó una pequeño bulto envuelto con papel de regalo de su mochila y se lo entregó a Taehyung— es para tí, no sé si te gustará. Solo es una tontería, quise hacerlo por mí mismo para que fuera un regalo con mayor valor sentimental, para que nunca te olvides de mí.

Taehyung abrió el regalo, era un conejito rosa de llavero, llevaba un overol tejano que le recordaba mucho a Jungkook la primera vez que se vieron y una sudadera negra; se notaba que lo había hecho él mismo debido a las tiritas de los dedos de este. Sin dudarlo, Tehyung se acercó a Jungkook y sujetando su cara entre sus manos lo besó. No fue un beso brusco, sino uno lento sin prisa donde ambas bocas se comenzaban a reconocer y el calor de sus labios se igualaba; se separaron cuando les faltó el aliento a ambos.

— Yo..., no sé si te parecería bien que comenzara a cortejarte.

Ante las palabras de Jungkook, Taehyung no pudo frenar su risa, se veía tan tierno y, a la vez, se notaba la convicción de estas; que hacían que el corazón de Taehyung sintiera la veracidad de sus sentimientos.

— Si quiero— volvió a besarlo sin darle oportunidad de negarse— yo también quería pedirte lo mismo, este corto tiempo conociéndote me has gustado mucho y quisiera intentar tener algo contigo, si se da la oportunidad.

— Se dará, yo sé que estamos hechos el uno para el otro.

Ambos sonrieron ante esto y entre tiernos besos salieron en dirección a la feria, subieron a todas las atracciones hasta llegar a la noria. Cuando esta llegó al punto más alto y se detuvo, Jungkook tomó ambas manos de Taehyung y le pidió que cerrara los ojos y pidiera un deseo. Cuando este acató lo pedido, Jungkook colocó en su dedo un anillo, antes de pedirle que abra los ojos y besarlo como se habían besado anteriormente en la casa.

— Jungkook, yo...

— Tranquilo Taehyung este anillo solo es de promesa; con el te prometo ser fiel, estar siempre a tu lado y respetarte en cada momento. Cuando nuestra relación avance y nuestros sentimientos sean más fuertes lo cambiaré por el de compromiso y juraré ante todos que te amaré por siempre.

Taehyung notaba sus mejillas humedecerse por las lágrimas que caían sin permiso de sis ojos; sin dudarlo lo volvió a besar sin separarse de él hasta que abrieron la puerta de su cubículo ya que había terminado la su trayecto. Ambos bajaron soriendo algo avergonzados por ser pillados en aquellas circunstancias.

— Creo que es hora volver, ya es muy tarde.

— A mí me gustaría pasar más tiempo juntos...

— A mí también, pero quiero llevar nuestro cortejo bien y eso significa llevarte pronto de regreso a casa y respetar las normas de tu madre para que me acepte.

— Jeon Jungkook, quién debe aceptarte soy yo, los demás no importan.

La mirada de Taehyung fue severa, él no iba a dejar que los demás decidieran en sus sentimientos; le importaba lo que su familia opinara, pero era su vida y su corazón quienes debían importarle de verdad a Jungkook, nada más.

— Yo lo sé TaeTae, pero para mí que tu familia me acepte es importante ya que no quiero que te enfades con ellos; yo he sido criado por mi abuela y ella me ha inculcado unos valores que quiero respetar, por eso respetaré la opinión de tu familia y sus reglas.

— Bueno, ¿podemos quedarnos un poco más en mi casa para seguir hablando?

— De acuerdo, pero solo un poco ya que mañana tienes clases y no quiero que llegues tarde.

Ambos chicos volvieron a Taehyung abrazados, la charla fue tan amena que no se dieron cuenta cuando cayeron ambos dormidos; a la mañana siguiente el olor a cafédespertó a Taehyung, quien algo desubicado sentía su cuerpo aprisionado contra el sofá, ahí fue cuando se dio cuenta que él y Jungkook durmieron juntos en el sofá.

El ruido de la fruta siendo picada lo hicieron ponerse alerta, al levantar la cabeza vio a su prima en la cocina. Sin hacer mucho ruido se levantó y se encaminó a la cocina, con suerte su prima no los habría visto durmiendo abrazados.

— Hola noona, ¿qué haces aquí?

— Buenos días mi osito de algodón, he venido para hacerte hoy yo el desayuno ya que por las festividades mi tía necesita más personas en el local. Ayer me dijeron que ibas a cenar solo y que les preguntaste por el horno, ¿no te hiciste daño o quemaste nada?

— No noona, me las arreglé solo perfectamente.

Taehyung sentía que debía ser sincero, pero le daba miedo que Jungkook lo viera como un inútil por no saber cocinar, él hacía que todo se viera tan fácil que le daba pena que ni poner a calentar algo en el horno supiera hacerlo.

— Tú eres muy listo mi niño, yo sabía que podrías pero deja que lo calienten por tí, no quiero que cuando mi tía venga te encuentre sin con la mano cortada o quemado. Estás bajo mi tutela y debo cuidarte.

— Hablando de eso noona, cuando vendrá mamá; hace unos días me dijo que se retrasaría un poco más pero no me explicó nada.

— Mi tía siempre deja las conversaciones a medias. Mira, lo que ocurre es que tu cuñada ha tenido desprendimiento de matriz; por lo que no puede moverse para nada de la cama, tiene reposo absoluto y debe darle de lactar a la pequeña Damla y todo lo referente al cuidado de esta. Como no puede ni moverse de la cama, mi tía se queda con ella hasta que cicatrice todo y el médico le dé el alta. Bueno, basta de ser tan preguntón, vamos a desayunar y me cuentas que tal te fue el día de ayer con tu Romeo.

Ante estas palabras Taehyung miró hacia el sofá de la sala con miedo a que su prima lo viera, sentía que podría malinterpretar la situación.

— Que tal si comemos en la cocina, cuando mamá está aquí yo prefiero comer aquí.

— Como quieras cariño, pero primero debes arreglarte para ir a la universidad.

— Si, ya vuelvo.

Salió a pasos rápidos de la cocina sin apartar su vista de esta, se acercó al sofá donde dormía plácidamente Jungkook y lo desspertó.

— ¿Nos quedamos dormidos?

Fue lo que un desorientado Jungkook preguntó con una voz ronca de recien levantado, Taehyung sentía su corazón palpitar rápido quería despertar siempre viendo esos lindos ojos brillantes; pero volvió a la realidad cuando vio a su prima moverse preparando la mesa.

— Buenos días, nos quedamos dormidos aquí en la sala. Mi prima ha venido, no te ha visto pero no quiero que malinterprete las cosas.

Jungkook se quedó blanco ante lo dicho, no habían planeado dormir juntos y mucho menos que lo conocieran así; por lo que se levantó en dirección a la puerta para salir de ahí sin ser visto.

— Bueno, vendré a verte más tarde cuando termines tus clases.

Se despidió de Taehyung una vez llegaron a la puerta, le dio un beso corto en la mejilla y salió por la puerta. Esos gestos hacían que Taehyung sintiera que su cuerpo liviano flotando en el aire y miles sensaciones nuevas que no creía que las experimentaría jamás. Subiendo a toda prisa a su habitación se cambió de ropa y se preparó para ir a la universidad; tuvo un desayuno ameno con su prima a quien le contó todo lo ocurrido, salvo la parte donde durmieron juntos y la fuga de Jungkook de la casa debido a su presencia, eso se lo diría cuando pasara algo más de tiempo, tal vez.