"Soñé un verano que se hiciera eterno
Desde el momento en que vi tu mirada
Me derretiste con esa mirada."

Punto de vista de Jenna.

En estos tres últimos días y tras haber quedado libre de exámenes extraordinarios, me había tocado evaluar a nuevos fichajes, entre ellos Sergio Reguilón, un apuesto futbolista que venía cedido por el Real Madrid con ganas de encontrarse con su fútbol, y ojalá, porque llevamos dos temporadas un poco...raras.

Por muy apuesto que fuese ese chico de veintidós años que acababa de instalarse en Sevilla, mi cuerpo ya había decidido quien le quitaba el aire con solo verle de reojo, y es que lo cierto que cuando tenia a Lucas de frente a mí se me olvidaba como respirar y como se formulaba algún tipo de palabra. Vamos que me había encoñado y bien encoñado. Tan rápido que me daba hasta miedo.

Nunca había sentido algo así tan rápido y tan intenso por nadie, y es raro.

En el bus de camino a Algarve, Portugal, iba concentrada en mi música. Soy psicóloga, no puedo perder la cabeza por un jugador, por muy atraída o encoñada que me sienta, pero a veces me entraba la duda sobre si él se sentiría igual porque en estos días no había dejado de buscarme.

La forma en la que me miraba y la dulzura con la que se había apoderado del diminutivo del diminutivo de mi nombre, hacía que sintiese escalofríos, y el no saber que significaba o tener una explicación que mi mente considerase adecuada, me ponía de los nervios.

—Jenna, hay un problema con tu habitación. —me habló Del Nido Jr en la recepción del hotel de Algarve.

—En un año no ha habido problema, ¿por qué ahora? —pregunté extrañada.

—Pues es que solo hay habitaciones para la plantilla y cuerpo técnico.

—Yo formo parte del cuerpo técnico.

—Lo sé, pero me refiero a entrenadores y preparadores físicos.

—¿entonces qué hago? ¿Duermo en el bus? —dije señalando la salida a la vez que mi cara se iba haciendo notoriamente enfadada.

—No. Podemos buscar una solución, pero ahora mismo creo que vas a tener que compartir habitación con alguno de los chicos.

Reí irónicamente. —Es coña ¿verdad? Cada jugador debe tener su privacidad al igual que yo, es un derecho.

—Yo lo sé, pero ahora mismo no podemos hacer nada.

—Una cosa voy a decir, de acuerdo que esté de prácticas, pero no soy un mono de feria y no me parece esto ni ético, ni que esté a la altura de un club como el Sevilla...

Fui interrumpida por un acento argentino y un brazo que se colocaba sobre mis hombros.

—No existe problema alguno, Jen puede dormir conmigo. —giré la cabeza suavemente a mirarle con los ojos abiertos como platos, un poco impactada. —La cama es lo suficientemente grande como para los dos, seguro.

—¿ves? Ya tienes donde dormir. —sonreí, un poco asustada, pero no me atrevía a decir ni una palabra. —Gracias, Lucas.

En cuanto Junior se fue, me separé de Lucas un poco a reclamarle. Si casi no puedo hablar cuando le tengo cerca, imagínate dormir.

—¿Se te va la olla? —dije poniéndome frente a él. —¿dormir contigo?

—¿preferís dormir en el bus? Venga va, te prometo que no ronco.

—Que no es eso... es que... —me callé antes de poder soltar nada que en un futuro pudiera ser utilizado en mi contra.

—¿es?...

—Nada...

Casi que salí corriendo hacia el ascensor, incluso dejé mis maletas con Lucas y huí. Es que me cago en mi vida. Este chico me tiene por la calle de la amargura.

Me encontraba intentando que mis pulmones se llenaran de aire, sentada en el suelo, inhalando y exhalando como si fuese una rara.

—¿Qué cojonazos haces en el suelo como una niña pequeña cuando le da una pataleta? —Escuché decir a Sergi.

—Pues respirar ¿no me ves? —respondí borde. El defensa se sentó a mi lado.

—¿Si digo que tienes ansiedad pueden quitarte las prácticas por ser una psicóloga cogida de la cabeza?

—Que no es ansiedad, Sergi. Es...Ay, no sé qué es.

—Bueno si concretas un poco más, igual te puedo ayudar.

—No recibo consejos de hombres. —le dije bromeando.

—Pues te vas a tener que conformar porque estás rodeada de ellos. —me sonrió.

—Es que, creo que me gusta alguien... pero es muy pronto.

—Dios, sabía que te gustaría Reguilón, es que es mono, y de tu edad casi, es normal...

—Sergi, que no es Reguilón.

—¿Entonces? —suspiré. —no me digas que es argentino...

Y tardó cero coma dos segundos en soltar la burrada que iba a soltar.

—¿Pero como te va a gustar Ever? Que te lleva tropecientos años y está casado y tiene tropecientos niños.

—Vamos a ver, Sergio. Deja de fumar eso que fumas porque hace que no te riegue el cerebro, con razón juegas menos que yo.

—auch, golpe bajo.

—Es Lucas Ocampos.

—Ay, dios... el tupé irresistible.

—Se acabó, no te aguanto.

Me levanté del suelo un poco indignada.

—Jenna, ven. No te enfades. Estaba de broma. No se te puede decir nada.

Y aunque la insistencia de dicho jugador sirvió de poco, me fui hasta la habitación sabiendo que había dicho en voz alta que me gustaba y que detrás de esa puerta él estaría esperándome.

Al entrar él estaba en el sillón mirando su teléfono y se me hacía irresistible, el tupé sobre todo, como había dicho Sergi.

—Hola. —dijo sonriendo cuando me vio. —Como corriste cual Forrest Gump me tomé la libertad de subir tus maletas, pero eso si, no coloqué la ropa.

—Gracias, no hacía falta.

Él soltó el teléfono y se puso de pie, parándose frente a mí y mirándome profundamente.

Ay Dios mío.

—Sí que hacía falta. Todo hace falta si es necesario para que estés bien.

Estaba cerca, muy cerca, otra vez tiemblo, si no llega a ser porque mi cuerpo igual marca noventa grados, diría que tengo frío.

—Gra...gracias por dejarme dormir aquí.

Él colocó una mano en mi mejilla y me acarició el mentón. Sentí una electricidad recorrerme todo el cuerpo, y aunque quería salir huyendo de ahí, estaba jodidamente deseando que se pegara aún más a mi.

—No las des. Será un placer verte despertar en mi cama.

HOLAAAAAAA.

Sabíamos que Lucas iba a saco por Jen, pero nunca que sería tan directo.

Pd: Felicidades al Athletic club y su afición por la copa de rey.

También reitero en que las papeleras existen y que por favor no dejen mi Preciosa ciudad hecha un asco. ❤️🫶🏼

Lo digo porque hoy la vi con mis propios ojos maltratada. 🥺💔