"No pude evitar perderlo."

Es la anterior, una frase que una joven perra dalmata cuyo cachorro que acaba de tener, fue robado, sin que ella lo hubiera podido evitar.

Nuestra historia toma lugar en dos diferentes lugares, y con personas en cada uno de ellos, las personas de cada lugar diferente tienen cosas en común, pues todos están muy emocionados, ambas partes están ilusionadas por que empezarán a vivir cada uno el inicio de su propia vida, y también cada uno de los dos lados tiene muchos planes para el futuro, ambos tienen grandes proyectos y ambos se sienten completamente seguros de que ya nada malo les podrá pasar a partir de ahora.

En conclusión, cada uno empieza su nuevo comienzo, después de lo que para ambos fue un pasado tormentoso.

En el país de Francia :
Nos encontramos con la localización de París, tenemos a uno de nuestros protagonistas.

Y tenemos en primer lugar a Balto

El es un perro mestizo de origen, mitad lobo y mitad perro.

Es un macho, con unos 18 años perrunos de edad.

Y está es su historia :
Hace dos años años el había huido de la que fue su tierra natal, debido a que allá se dio cuenta que de decidir quedarse toda su vida en ese lugar, las cosas para el no se mejorarían nunca, todos lo discriminaban, lo maltatraban, la chica que el consideraba el amor de su vida estaba misteriosamente desaparecida y allá también nadie nunca le permitiría trabajar para poder ganarse la vida de forma honesta.

Por lo que llegaría el día, en el que el se canso, y decidiría irse de ese lugar, pues recientemente se entero de que en el país de Francia algo muy grande lo estaba esperando, y es que uno de sus familiares lejanos, para ser más exactos, sus tíos, hermanos de su padre Kitok, al no tener hijos, le han heredado a él toda una compañía de perfumes franceses, debido a lo ya mencionado y al hecho de que ellos habían decidido retirarse, por lo que querían retirarse y dejarle todo lo que tenían a alguien de la familia, aunque fuese mitad lobo, de hecho querían que el se hiciera cargo de la empresa, por que no querían que alguien de la familia viviera de esa forma tan miserable.

Es por eso que cuando los abogados de sus tíos, llegaron donde el para llevárselo a Francia y que el dirigiera la empresa, aprendiendo mucho en el proceso.

En el país de Londres :
Tenemos a continuación a una también joven dalmata, que se dispone a aceptar un gran compromiso, en la ciudad de Londres, Inglaterra

Y ahora conoceremos a la pareja dalmata que en estos momentos, esta a punto de casarse y vivir juntos, tenemos a Delilah, una dalmata doctora y a Doug, un dalmata bombero.

Ambos eran una pareja que recientemente acababa de casarse luego de que se conocieron y se enamoraron el uno del otro.

Ambos ya tenían la característica de ser padres viudos y divorciados a la vez, trayendo consigo a hijos de sus anteriores matrimonios, aunque no tantos y pensaban seguir teniendo hijos entre sí, los más mayores de los hijos que tenían cada uno eran unos cachorros de un par de meses de edad ambos, Dolly, una cachorra hembra y Dylan, uno macho, más el resto de pequeños cachorros que aún no habían adquirido la suficiente conciencia como para recordar las cosas.

Delilah y Doug ya tenían un par de semanas de haberse comprometido, tenían una situación económica más que buena, como para mantener a todos sus hijos y habían logrado conseguirse una casa bastante grande, por lo que ambos estaban emocionados de poder empezar a vivir todos juntos y hacer que sus hijos convivieran y se llamaran hermanos entre sí, especialmente Dylan y Dolly que al ser los más mayores, se decidió que ellos serían los jefes de su familia y se llevarían muy bien, el uno con el otro, haciendose cargo de sus hermanos más pequeños.
Incluso Dolly ya se había logrado conectar muy ampliamente con Dylan y ella no tampoco podía esperar para pasar mucho tiempo con él.

Pero el destino que suele ser caprichoso no quería que Dylan creciera en compañía de todos ellos.

Cuando Delilah y Doug aún vivían por separado a causa de sus hijos, algo inquietante se estaba dando en la tranquilidad de la ciudad de Londres, una pandilla de perros delincuentes, recién escapados de prisión, rondaban la ciudad por las noches y ellos se dedicaban a secuestrar cachorros pequeños e incluso recién nacidos, para poder venderlos como esclavos, o para ser explotados sexualmente o bien, solo para dárselos a parejas de perros o a perras ricas que quisieran tener hijos y no puedan, por lo que la policía pidió de la forma más atenta que no nadie dejara a sus hijos solos en la calle hasta el anochecer para evitar catástrofes.

Y desgraciadamente, ese fue el caso de Dylan, que aunque sabía las advertencias de las autoridades y de su madre, como todo niño curioso y travieso quiso salir al parque de la ciudad para contemplar las estrellas con su telescopio casero, y es que se había aprovechado de esa noche su madre tubo que hacer una guardia nocturna y le había pedido a él, únicamente dormir a sus pocos hermanos bebes, pero Delilah no creía que su hijo fuera capaz de salir a la calle y desobedecerla.

No estaba equivocada. En el último momento al pie de la puerta, el pequeño Dylan lo pensó mejor y decidió ya no ir, por que aún con el alumbrado público la oscuridad de la noche resultaba inmensa para el niño.

Pero su precaución de poco le sirvió, pues la pandilla que estaba representando una amenaza para el vecindario lo pudo ver desde lejos y querían comprobar si estaba solo, así que uno de ellos, con cautela se acerco a la puerta de la casa y toco el timbre.

Dylan creyó que era su mamá que ya había vuelto por lo que sin preguntar abrió la puerta y ahí lo tenía al perro enorme maliante cara a cara, quien le preguntó si había algún adulto en la casa, y cuando Dylan por supuesto dijo que no, el asaltante lo cargo, lo sujeto de los brazos se lo llevó de ahí rápidamente. Pues los gritos de Dylan habían acabado por llamar la atención de los vecinos y todavía Delilah que había vuelto de su trabajo más temprano de lo que se espero, y llego para encontrar la puerta de su casa abierta, por lo que asustada, se apresuró a la casa mientras y una vez que llegó llamó a su hijo a gritos, despertando en el proceso a sus demás hijos, pero al no hallarlo por ningún lado, salió atemorizada a la casa y en ese momento alcanzó a ver a aquel perro malvado que  con su hijo en brazos  huía del lugar, Delilah lo persiguió todo lo que pudo al mismo tiempo que llamaba a la policía a gritos pero no pudo seguirlo por mucho tiempo ni mucho menos evito que lograrán llevarse a su hijo con ellos.

La policía llegó demasiado tarde y Doug  luego de que Delilah lo llamara, cuando ella entre lágrimas le dijo lo que pasó Doug lloro con ella, y más tarde cuando Dolly se entero quedó completamente devastada, y aunque presentaron la denuncia y la policía ahora tenía muchos más motivos para encontrar a la pandilla, jamás lograron dar con ellos, puesto que para ese momento ellos ya ni siquiera estaban en el país.

El lugar al que ahora habían decidido huír pasaba por Francia.