Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

『 18 』



A veces, el tiempo se va tan rápido como un parpadeo. Pasaron tantas cosas en tan poco tiempo que apenas me dio tiempo de asimilarlo y aún así, estoy casi segura de que mi cabeza es un completo lío.

Después de que expulsaran a Nott, fui repudiada por los de mi casa por comenzar a salir con un traidor a la sangre, aunque ese fue el menor de mis problemas. Si antes no hablaba con nadie, ahora no cambiaba mucho, sólo me ganaba miradas de desprecio y asco cuando antes eran de pena.

Poco después, los gemelos se escaparon del colegio. George prometió que me mandaría algunas cartas cuando tuviera tiempo, pero aún así, él había sido mi mayor compañía durante algún tiempo pero al menos seguía siendo amiga de Neville y eso aliviaba un poco mi tristeza.

Tres días después de la marcha de los gemelos, mi madre me informó que mi padre fue llevado a Azkaban luego de que lo capturaran en el ministerio de magia. No dio muchos detalles al respecto pero dijo que podía regresar a casa ahora que no estaba mi padre.

El hombre me había prohibido volver pero ya que no estaba, supongo que no habría tanto problema. Mi hermano es un cabezota que dudo que le importe algo que no sea seguir comiendo. Sin embargo, tal vez mi madre no me acepte de regreso si sabe que estoy saliendo con un Weasley y no dudo que Gregory se lo diga.

Pero yo no pienso ocultar mi relación con el pelirrojo, él me salvó de muchas maneras como para esconder lo que hay entre nosotros. Nunca lo podría traicionar, no a él.

Cuando mi quinto año concluyó y regresé a casa, todo fue relativamente normal. Mi madre se la pasaba en su alcoba llorando todo el día por la partida de mi padre y mi hermano casi nunca estaba en casa, tampoco es como que me importara mucho.

Yo me dedicaba a perder el tiempo haciendo algunos deberes o preparando postres, descubrí que cocinar es algo que me gusta y cuando no estoy en la cocina, el jardín es el mejor lugar del universo. Recolecto nuevas plantas para estudiarlas y agregarlas a mis libros.

George manda cartas de vez en cuando, en la última mencionaba que la tienda estaba por abrir y quería que fuera a la inauguración. Claro que de inmediato respondí diciendo que estaría encantada de asistir.

Había elegido un vestido bastante casual pero elegante. Era color rojo quemado, con un cuello barco y de mangas cortas; la falda llegaba poco abajo de mis rodillas y tenía bastante vuelo. Adornado con un moño del mismo color en la cintura

Escogí unos zapatos bajos color negro y el cabello lo dejé suelto.

Salí de casa sin mucha prisa, ni a mi madre ni a mi hermano les importaba qué fuera de mi por lo que podía ir a donde quisiera y ellos ni lo notarían.

Debo admitir que moría de los nervios, las multitudes de gente no son lo mío pero además conocería a los padres de George y no estoy muy segura de estar lista para ello. 

Al llegar al callejón Diagon tuve que permanecer escondida junto a un puesto varios minutos, tenía miedo y estaba más que nerviosa ahora que había llegado. ¿Y si sus padres no me aceptaban?

Respiré profundamente tres veces y cuando me sentí lista di un paso al frente, pero enseguida me arrepentí. No estaba ni un poco lista, quería regresar y ocultarme debajo de mis cobijas... pero le había prometido a George que asistiría.

Limpié el sudor de mis manos en mi falda y caminé casi sin pensarlo, si pensaba, sólo me ganaría el miedo y lo más probable es que regresaría a casa.

Cuando menos me di cuenta, ya estaba frente a la nueva tienda y había muchas personas impacientes por entrar. Tomé mi tiempo para apreciar la magnífica construcción, sonreí ampliamente antes de comenzar a caminar a la puerta trasera.

George había dado específicas indicaciones de que debía llegar diez minutos antes y que lo vería en la puerta trasera.

Caminé a paso lento y apenas di vuelta a la calle cuando lo vi recargado en la pared. Miraba con atención el suelo, una de sus manos estaba en el bolsillo de su pantalón y la otra en su nuca; aún usaba aquel listón verde como pulsera.

Sentí mucha emoción y una gran calidez en mi corazón. Me acerqué hasta estar frente a él.

—Ya casi es la inauguración, debes esperar enfrente— habló sin dejar de mirar el suelo y como si ya lo hubiera dicho muchas veces.

Reí un poco.

—Lo siento, creo que me perdí un poco.

Levantó con rapidez la cabeza y sonrió mostrando los dientes cuando me vio. Me abrazó con gran fuerza y yo hice lo mismo.

—Creí que no vendrías— murmuró sin separarse.

—Siento llegar tarde, estaba un poco nerviosa.

Nos separamos y lo miré directamente a los ojos.

—Lo importante es que ya estás aquí.

Me tomó con suavidad y dejó un beso en mi frente, enseguida tomó mi mano y muy emocionado me llevó al interior de la tienda. Miré con gran emoción y sorpresa el interior

—Mis padres y mis hermanos ya están aquí. Sólo te estábamos esperando para comenzar con la inauguración— volvió a hablar el pelirrojo con rapidez mientras me llevaba hasta quien sabe dónde— más tarde te daré un recorrido, ahora es tarde.

—En serio, perdón por llegar tarde— dije muy apenada.

Él se limitó a negar mientras dejaba salir una suave risa. Yo también sonreí pero mi expresión cambió por completo cuando vi muchas cabelleras pelirrojas.

Estoy segura de que habría terminado en el suelo si no fuera porque George me tomaba con fuerza de la mano.

—Llegó Ivette— habló mi pelirrojo y todos nos observaron.

Las piernas me temblaron y deseaba que la tierra me tragara. Respiré un poco y sonreí.

—Hola— saludé, al menos mi voz salió normal— soy Ivette Goyle, es un placer conocerlos.

Ron, Fred, Ginny y Harry miraron expectantes a los dos mayores, George me tomó con mayor fuerza de la mano y también miró con nerviosismo a sus padres.

—Ivette es mi novia— habló el chico, su mano tembló por un momento— es la chica de la que les estuve hablando.

Miré a la señora Weasley esperando algún tipo de reacción, la mujer me miró ligeramente sorprendida y sin entender del todo lo que estaba pasando. Caminó a paso rápido hasta estar frente a mi y me abrazó con gran fuerza.

—Pero si eres tan hermosa— se separó de mi y me tomó de las mejillas— me alegra tanto que mi George esté con una chica tan linda como tu, me han hablo tanto de ti. Lamento mucho lo de tu padre.

—Gracias— dije apenada y con las mejillas ardiendo— y lo de mi padre... en realidad ni siquiera me importa.

Enseguida me dirigí al señor Weasley y estreché su mano.

—Es un placer conocerte, Ivette— habló el hombre con una pequeña sonrisa.

—El placer es mío, señor Weasley.

Sentí que el aire regresaba a mis pulmones y pude sentirme mucho más tranquila luego de saber que la familia de mi novio no me odia.

La inauguración fue todo un éxito, muchas personas asistieron y para haber sido el primer día, hubieron muchas ganancias. Se tomaron muchas fotos de la inauguración, aunque George le pidió al fotógrafo que nos tomaran una sólo a nosotros dos.

Los padres de George se marcharon una hora después de abrir y cuando mi pelirrojo se cercioró de que Fred podría hacerse cargo solo un rato, fue a darme un rápido recorrido.

Primero fuimos al almacén, el cual estaba repleto de cajas con mercancía, luego a la oficina y finalmente al pequeño departamento arriba de la tienda. Era muy básico pero práctico.

—Esta es mi habitación—habló mientras abría la puerta— Fred y yo decidimos tener cuartos separados por lo que son muy pequeños.

Entré con precaución, era cierto que era muy pequeña la habitación. Una cama, un armario y una mesita de noche. También había una pequeña ventana de donde entraba bastante luz. Pese a que era muy pequeño, habían ya varias cosas por todas partes, parecían alguna clase de prototipos para productos.

—Es muy tú— dije mirando al chico, que había permanecido recargado en el marco de la puerta.

Dejó salir una larga risa mientras se acercaba a mi y me abrazaba por la cintura, mis manos recorrieron sus brazos hasta llegar a sus hombros.

—Eres bienvenida siempre que quieras— era raro escucharlo hablar con seriedad— sé que no es la gran cosa ni la mansión donde tu vives pero...—

—Es perfecto— lo interrumpí y dejé un fugaz beso en sus labios— me encanta.

Asintió con una pequeña sonrisa. Lentamente se inclinó para besarme y yo acepté gustosa ese beso.

Sus manos hicieron más presión sobre mi cintura y sin poder evitarlo lo empujé.

—Lo siento, lo siento—abracé mis brazos y miré el suelo.

—Oye, tranquila— me habló con suavidad. Tomó mis mejillas entre sus manos e hizo que lo mirase a los ojos.

Mordí nerviosamente mi labio inferior.

—George... yo no... hay cosas que aún no supero. Lo siento.

—No te disculpes— besó mi frente— tu no tienes la culpa de lo que te hizo. No haré nada que no quieras, nunca.

—Te quiero, George— lo abracé con fuerza, hundiendo mi cabeza en su pecho.

Acarició mi cabellos con suavidad, dejando un beso en mi cabeza.

—Yo te quiero a ti, Ivette.

No pude evitar sonreír y desear que ese momento fuera eterno.









Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro