Estaba frente al espejo que teníamos en el dormitorio, observando la pequeña mancha morada en mi pómulo. Tenía mis productos de maquillaje para comenzar a cubrirla aunque la zona estaba muy sensible y apenas ponía las yemas de mis dedos comenzaba a doler.

Pansy estaba detrás de mi terminando de acomodar su corbata pero sus ojos permanecían en mi a través del reflejo. No estoy muy segura pero precia entre molesta y preocupada.

Sin embargo, yo tomé el maquillaje y comencé a cubrir la marca lo mejor que pude. Ya tenía un poco de experiencia, así que no fue realmente complicado.

—No deberías permitir que Nott te trate de esa manera— me dijo Pansy con molestia.

Había terminado de hacer el nudo de su corbata y se estaba poniendo el suéter. La miré a través del reflejo, tenía el ceño fruncido y los brazos cruzados. Desvie la mirada y me encogí de hombros tratando de no pensar en ello.

En general no me gustaba hablar sobre eso, era incómodo y nunca estaba muy segura de qué decir.

—No es para tanto, además... ya sabes que estamos juntos —estoy consciente de que esa era la misma excusa de siempre. No podía evitarlo.

Se golpeó la cara con la palma de su mano y dejó salir un suspiro de frustración. Ahora se estaba irritando y entendía la razón.

—¡No lo defiendas!— dijo enfadada— está mal lo que hace, puedes encontrar a alguien mejor.

Me enderecé y la miré fijamente, esta vez no fue a través del espejo. Buscaba las palabras adecuadas que me ayudaran a salir de esta incómoda conversación.

—No lo estoy defendiendo— negué mientras lentamente bajaba la mirada— No quiero imaginar lo que me harán mis padres si les digo que no quiero a Nott o si me niego a obedecerlos, de todas formas... es más que obvio que le creerán a él antes que a mi. Prefiero evitarme más problemas.

La miré de nuevo y ella me miró directamente a los ojos tratando de encontrar qué estaba mal conmigo. Probablemente ella no entendía del todo lo que estaba ocurriendo.

—Es un idiota, si no te quieres separar de él, al menos deberías defenderte.

No esperó a que contestara y salió de la habitación dando un portazo. La miré alejarse y dejé salir un poco de aire antes de volver a verme en el espejo y terminar de colocar el maquillaje.

Pansy y Blaise eran quienes más me defendían cuando Theodore tenía sus extraños ataques de ira, pero sabían que debían hacerlo con precaución o yo sería la que tendría un gran moretón un mes. Ellos también se incomodaban cuando eso ocurría.

Por otra parte, Nott se comportaba muy tranquilo cuando estaba Draco. No estoy segura de la razón exacta pero tal vez es porque le tiene un poco de miedo o lo respeta de alguna extraña manera. Pero es raro que estemos cerca de Malfoy y tampoco es que me encante su presencia, es un tipo bastante extraño.

Y con lo que Pansy mencionó sobre defenderme, no es que no quiera o no pueda, la cosa es, que no sé cómo hacerlo. Me aterra que me vaya peor por levantar la voz o impedir que su puño impacte sobre mi. Lo más probable es que enfade aún más conmigo y prefiero evitar eso.

Terminé de hacer mi maquillaje y continué con la corbata. Una vez que estuve lista y tomé mi mochila con las cosas para el día, salí de la habitación rumbo al comedor. Si mucha prisa y sin fijarme en nada más que el suelo frente a mi.

Detestaba parecer la víctima dentro de todo este asunto, no me gusta que me vean débil o incapaz. Pero de alguna u otra forma sé que lo soy. Sé que Nott me hace cosas horrible que no debería hacer pero no sé qué puedo hacer al respecto sin sufrir las consecuencias.

En una ocasión intenté hablar con mi madre sobre ello pero me dijo que con el tiempo me acostumbraría y lo superaría. Sus palabras me dolieron aún más, porque entendí que ni siquiera podía confiar en mi madre para esto. Que ni ella ni nadie me ayudarían de ninguna manera y tendría que enfrentarme a esto yo sola.

Eso era lo que menos me gustaba de estar sola, estar únicamente con las compañía de mis pensamientos a veces era aterrador y no me gustaba pensar demasiado en las cosas.

Sólo deseaba que esto acabara. Que todo acabara. Que mi vida acabara.

Estaba tan sumergida en mis pensamientos mientras caminaba y de pronto sentí que alguien me acorralaba contra una pared. Al principio me asusté pero fui incapaz de moverme y lo primero que vi fue un pecho subiendo y bajando con prisa.

Tragué saliva con fuerza tratando de controlar mi propia respiración por el susto. Finalmente me animé a levantar la mirada, encontrándome con el perfil de un pelirrojo. Mejillas ligeramente sonrojadas y llenas de unas bonitas pecas. Él aún trataba de controlar su respiración, mira más allá de mi, hacia el pasillo pero luego de un momento me miró con una gran sonrisa.

Se llevó un dedo a los labios en señal de silencio, pero su sonrisa nunca se esfumó. Yo fruncí el ceño pero él volvió a mirar hacia el pasillo. Él me aplastó un poco más contra la pared y fue cuando me percaté de lo cerca que estaba mi rostro de su cuerpo.

Cerré los ojos un segundo al sentir un agradable aroma llegar a mis fosas nasales. Algo dulce pero hogareño. Me gustaba su olor.

—Lo siento— me susurró luego de un momento y dando un pequeño paso atrás. Sus ojos se dirigieron a los míos— por poco caes en una de nuestras bromas y te acorralé para que no nos vean. Mi hermano está al otro lado del pasillo.

Lo mire sin comprender. Sabía de la pequeña reputación del par de pelirrojos pero nunca había visto de cerca ninguna de sus travesuras.

—Claro— fue lo único que logré decir luego de tratar de procesar sus palabras. Aún estaba ese aroma en mis fosas nasales.

Y entonces me percaté de que el pelirrojo me miraba fijamente con los labios ligeramente abiertos y ojos brillantes.

Sentí que mi rostro comenzaba a arder, aunque para ser sincera, aquella posición no me parecía incómoda. Al menos el tener las manos pegadas a la pared y sentir la fría piedra me hacía mantenerme en la realidad.

Y fue cuando me di cuenta de que su cercanía y tacto no me hacían sentir incómoda. De hecho, no quería que su calidez me abandonara.

Escuché un fuerte grito y el pecho del pelirrojo vibró al soltar una fuerte carcajada. Se separó de mi y antes de irse corriendo, me guiñó un ojo.

Lo vi alejarse por el pasillo a toda prisa junto a su hermano. Su hermana estaba muy bien oculto pues no lo había visto hasta que salió corriendo pese a que me había dicho que estaba al otro lado del pasillo.

Entonces miré hacia donde había escuchado el grito y me lleve las manos a la boca en forma de sorpresa mientras ahogaba una risa al ver a Theodore lleno de algo que parecía moco y muchas plumas. Volví a ocultarme para que no me viera pero continué tapando mi boca para que no me escuchara.

Lo escuché quejarse mientras se marchaba y aunque luego de unos minutos no escuché nada, permanecí en ese lugar un momento más.

Mi corazón latía con fuerza y mis mejillas quemaban. Pero la sensación no me desagradaba en lo absoluto.