Siempre nos habíamos detestado con toda nuestra alma;

nuestra rivalidad y deseos de destruir al otro era de lejos;

siempre habíamos tratado de ridiculizar al otro de la forma más humillante posible.

No teníamos piedad con cualquier idea cruel de herir al otro.

No sé como soportábamos tan siquiera vernos;

a mí en esos tiempos me daba tanto asco que no dudaba en dirigirle palabras que lo dejasen por los suelos.

¿Lo conseguía?

No mucho,

la verdad,

a él nada le afectaba...

sin embargo,

a mí si,

y,

de hecho,

fueron sus despiadadas palabras que me provocaron tanto dolor

 las que hicieron que abriese los ojos de par en par 

y me diese cuenta de que Genzo Wakabayashi no valía la pena.

Y,

si,

durante MUCHO tiempo estuve enamorado de él.

¿Cómo pasó?

Ni yo aún a día de hoy lo sé...

simplemente quiero considerarlo un tonto capricho que me dió,

en lugar de considerarlo mi primer amor y el dueño absoluto de mi corazón.

¿Por qué le dije lo que sentía?

Todo fue una pérdida de tiempo...

y,

lo peor de todo,

es que,

no sé como,

pero,

creo que,

todavía

le quiero...

maldita sea...

Wakabayashi y yo nos llevábamos peor aún que el perro y el gato.

Pero,

todo cambio

por ese accidente,

podría decirse que,

eso nos unió,

involuntariamente nos fuimos acercando más,

y,

en el momento menos pensado,

allí estábamos,

labios con labios,

piel con piel;

nuestro corazón ahora solo hecho uno.

Porque,

si,

esta es nuestra historia,

tan surrealista,

tan tonta,

tan caótica.

Pero,

por supuesto

ESTE FUE NUESTRO COMIENZO
♥️