Capitulo 4: Memorias del ayer
Siempre que tenía ocasión me dedicaba a observarlo desde la lejanía; clavaba mi mirada en él y suspiraba por poder decirle todo lo que sentía; llevaba años enamorado de Genzo Wakabayashi, imaginando como sería estar a su lado, que me dijese palabras bonitas y me demostrase su amor de diferentes formas.
Aunque no me acercaba a él, me daba mucha vergüenza, pues cada vez que lo tenía cerca me ponía de los nervios y no era capaz de articular palabra alguna, la timidez me vencía.
Tenía por ese entonces 9 años, era solo un niño inocente que apenas sabía controlar las descontroladas emociones de su inexperto corazón, un alma frágil, amable y leal.
Mis amigos se burlaban un poco de mí por mi "absurdo enamoramiento" asegurándome que jamás me aceptaría.
Yo no les escuché y seguí ilusionándome cada vez más por él, el cual me hacía pasar variadas noches en vela pensando en lo hipnótico de su mirada.
Estaba enamorado hasta las trancas.
Todo empezó a cambiar, cuando, a la edad de 10 años me animé a apuntarme al mismo equipo que Wakabayashi para así conocerlo mejor, y, con la anhelada esperanza de, quizá, llegar a ser algo más para mi amor platónico.
Me recibieron bastante bien, disfruté mucho con mis compañeros; Wakabayashi apenas me había dirigido palabra, ni siquiera un triste saludo.
No fue hasta que no hubo nadie en el campo, cuando se dirigió a mí y me dijo:
-oye, tú, el nuevo, ¿no nos hemos visto antes?- Sonrojado, asentí con la cabeza-
-¿de dónde?- Volvió a preguntar-
-soy tu compañero en clase de lengua- respondí tímidamente-
-ah, si, claro- murmuró escueto-
-yo, bueno, me voy...-dije nervioso y muy rápidamente, si embargo, me quedé en el sitio cuando sentí que la mano de Genzo Wakabayashi me agarraba de la mía, me puse aún más colorado y traté de normalizar los latidos de mi corazón alborotado-.
-Espera un momento- dijo contra mi oído, poniéndome muchísimo más nervioso-
-¿s-si?- Balbucee-
-Tsubasa Ozora, ¿verdad?-Solo asentí-.
-Me han hablado muy bien de ti, y, por lo que veo, no estaban mintiendo, te deseo toda la suerte del mundo para que consigas tu sueño-
-m-muchas g-gracias-con las mejillas rojas, me di la vuelta y salí corriendo, con una sonrisa de un bobo enamorado-.
Poco a poco nos fuimos acercando más, llevándonos cada vez mejor, eclipsando así algunas de las otras amistades de Genzo por la mía, a ellos nuestra cercanía no les gustó en absoluto...
de hecho, algunas veces, se acercaban y me apartaban de tal forma, hablando sobre temas de los que yo no tenía ni idea, que me quedaba a un lado, contemplándolo con admiración y cada vez más amor.
Sim embargo, en ocasiones en las que Genzo y yo estábamos juntos, me daba la sensación de que deseaba irse y hablar con personas más interesantes; yo trataba de conservar sobre temas que le pudiesen resultar más llevaderos, pero se hacía el loco y no me escuchaba.
Ese desinterés me dolía, pero nunca se lo reproché, con que estuviese a mi lado era más que suficiente, no necesitaba que me prestase atención si no quería, no podía obligarlo.
De pronto, esa época en la que estábamos juntos, compartíamos gustos y aficiones, íbamos de un sitio a otro, quedábamos de vez en cuando en la casa del otro, o las ocasiones en las que organizamos fiestas de pijamas y hacíamos guerras del almohadas se esfumaron por completo.
Su frialdad era notable, y su distanciamiento hacía mí me dolía; ya no me conformaba con solo mirarlo: quería estar ahí para él, ayudarle en lo que fuese, consolarlo de los problemas que sufriese, ser su todo...
ya no podía estar lejos de Genzo, eso no me hacía bien, lo necesitaba, como el aire que se ruega por respirar; era una tortura los días que permanecía en ese silencio constante, me ignoraba por completo y, mi tonto corazón cada vez más enamorado...
y un día cometí el grave error...
Wakabayashi llevaba unas semanas acercándose a mí, mostrando interés en todo lo que le decía, mirándome muy profundamente, haciéndome sentir querido.
Así que esa semana no lo pensé mucho y me acerqué a él.
-W-W-Wakabayashi- comencé a preparar mi declaración- ¿tienes un moment-?- Fui interrumpido por unas risas maliciosas a la lejanía, me acerqué y vi a Genzo con sus amigos; esos no eran del equipo, eran los que se consideraban unos "macarras" la verdad no me caían muy bien, pero, si eran sus amigos no le iba a decir nada-.
-¿Estás seguro de lo que dices, tío?- Dijo en ese momento Wakabayashi, parecía muy confundido y se veía a plena luz sonrojado-
-pues claro que si, ¿acaso no te das cuenta de como te mira?- Me quedé a espiar, sentía curiosidad, pero, eso fue lo peor que pude hacer... aunque, si se piensa de otra forma, fue mejor para mí saberlo y dejar las ilusiones lejos; ojalá se hubiesen quedado bien alejadas de mí...-
-no lo creo, somos amigos- siguió diciendo Wakabayashi-
-Tsubasa no quiere ser solo tu amigo, Wakabayashi, se nota demasiado que pierde la cabeza por ti- sentí que empezaba a marearme...-.
En ese instante Genzo tenía una expresión confusa y todavía seguía rojo
-¿qué pasa? ¿El gran Genzo Wakabayashi ha resultado ser un gay?- Dijo con burla unos de sus amigos, entonces el semblante de Genzo cambió por completo: de golpe estaba muy enfadado, y gritó:
-¡Y UNA MIERDA! ¡YO NO SOY EL PUTO GAY DEL GRUPO! ¡ ME GUSTAN LAS MUJERES, COMO A CUALQUIER HOMBRE, ASÍ QUE DEJAOS DE GILIPOLLECES!-
-¿Qué te apuestas a que Tsubasa está aquí mismo, escuchando todo, y venía hacía aquí todo ilusionado él, dispuesto a declarar su amor por ti, que le dirías?-
-Que se puede ir por donde ha venido, por que yo, al contrario que él, no estoy enfermo-.
Me alejé de allí, aguantando las lágrimas, sintiéndome devastado y asqueado conmigo mismo,
soy,
un jodido error...
POV WAKABAYASHI:
Hacía varios meses que Tsubasa no me miraba ni a la cara, iba a su bola y pasaba de cualquier cosa que le dijese, me ignoraba por completo...
cada vez que esquivaba mis miradas o las palabras que le dijese me dolía terriblemente el pecho, ¿por qué?
Todo era tan raro sin Tsubasa...
no me acostumbraba a que no estuviese presente a mi lado, hablándome con su característica sonrisa, tratando de ganarse mi atención, cuando, realmente, siempre la ha tendido...
nunca lo admití, pero me gustaba, y mucho, sería estúpido negarlo, lo sé, pero eso fue lo que hice en aquella época: esconder mis sentimientos por él, taparlos con una buena base de frialdad e ignorarlo los días que más ganas lo necesitaba.
¿Por qué?
Porque mi jodido orgullo me hacía alejarme de él, me gritaba que no estaba bien lo que estaba experimentando, y el distanciamiento me demostró que no podía seguir sin mi amuleto de la suerte, mi Tsubasa, mi chico feliz, entusiasta y amante del fútbol, leal, honesto, mi brújula para encontrar mi destino.
Tanto lo busqué,
y al lado estaba,
deseando él ser esa persona
que su corazón me entregara.
Fui un completo imbécil; lo alejé con mis actitudes dignas de una persona detestable, y, lo peor de todo, es que, verlo más cerca de otras personas me ponía celoso.
¿Qué derecho tenía?
Un tiempo después Tsubasa y yo tuvimos una discusión muy fuerte, todo por una estupidez, uno de mis "amigos" me aseguró que Tsubasa le había pegado, y yo como un verdadero gilipollas me lo creí.
-¡¿De verdad me crees capaz?!- Me increpó muy alterado el pequeño castaño que tenía ante mí-
-¡ya no sé ni que creer!-
-¿¡Nos conoces de hace mucho tiempo!?-
-¡Pero apenas hemos hablado!-
-¡¿Y QUÉ CULPA TENGO YO?!- Me espetó Ozora-
-mis amigos tenían razón-
-¡¿ahora de que hablas?!- Exclamó agobiado y muy enfadado-.
Me acerqué a él, mucho, Tsubasa se me quedó mirando sin decir nada, confuso, pasé mi mano por su mejilla, era tan suave como la había imaginado, la acaricié con cariño; Tsubasa solo infló levemente los mofletes y se dejó acariciar sin quejas.
Después dirigí mis labios a su mejilla y me hechizaron las ganas de acortar más la distancia; sin pensármelo dos veces acabé besando sus labios con insistencia y un deseo que ya no podía controlar, el efecto del beso me consumía por completo y nublaba mi razón, Tsubasa también me besaba con ardor; pasé mis manos a su cintura, para acercarlo más a mí mientras lo besaba, y, a su vez, Tsuby pasaba sus manos por mi cuello, ampliando la pasión del beso.
En ese momento se oyeron risas y voces asqueadas.
Nos separamos,
todavía atrapados en el embrujo de la boca del otro.
-¡Muy buena Wakabayashi, has cumplido con el reto de conseguir que Tsubasa te besara, aquí tienes la parte del dinero que te corresponde!-
-¡Si, que ha tenido que ser horrible besar a ese puto gay! ¿Verdad?-
Las palabras de todos ellos me dejaron sorprendido,
¿de qué estaban hablando, que reto ni que nada?
Antes de que pudiese decirle algo a mi acompañante, fui consciente de que se había soltado de mis brazos, traté de encontrarlo, pero ya se había dispersado por entre la gente.
No se veía,
por ninguna parte...
lo busqué, llamé y grité a los cuatro vientos su nombre,
pero no apareció,
había desaparecido....
semanas después me enteré de que se había ido del centro Shutetsu, y que iba a cambiarse al Nankatsu.
Sufrí muchísimo con esa noticia.
Mi todo, el chico que me hacía ser feliz, el que siempre había estado apoyándome en innumerables ocasiones, ya no estaba...
lo había perdido
para siempre....
solo espero que...
alguna vez....
el destino se apiade de mí, y me permita volverlo a ver....
"vuelve, te lo suplico, juro que no puedo sin ti,
por favor, perdona a este idiota y a sus errores...
y volvamos a empezar de nuevo...
tú y yo otra vez...
pongámosle nosotros el final que queramos a nuestro cuento...
nosotros somos los creadores de esta historia...
que nuestro amor no termine por toda esta mierda...
superemos los baches...
y salgamos adelante...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro