Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

3

— ¿Podés dejar de pensar en el idiota de Kremble? — Érika mencionó al estúpido gerente del banco Buena Vista, uno de los clientes de la agencia.

— Mmm...si si...el idiota de Antonio...—mentí. Era menos patético que decir que estaba arrepentida de haber venido hasta acá y estar al borde de la borrachera.

— Che, chicas, miren a esos flacos que acaban de entrar —poco disimulada, Gisela me codeó señalando a un trío de chicos que caminaban con prestancia, de vozarrón grueso y que pedían unas cervezas en la barra —. ¡Dale Eri!, ¿nos hacemos las lindas para que nos inviten algo para tomar? — la más morena de las dos le guiñó el ojo a mi otra amiga y chocaron sus vasos de trago alto.

— Yo mejor me voy a casa — osé decir para cuando al unísono, ambas me dieron la siguiente orden: "vos te quedás acá".

Yo, con poco juicio les hice caso, al menos hasta que pegaran buena onda con los pibes y yo ya no les importara, disfrazando de ideal ese mismo momento.

Aún en mi mesa, revolví la cartera en busca de mis llaves para volar del bar y tomarme un taxi. Me daba seguridad tenerlas a mano y no hacer estas peripecias en la puerta del edificio de 10 plantas donde vivía, en plena madrugada y sin un alma (pura al menos) que caminara por la vereda.

— ¿Hay alguien acá? — una voz masculina hizo su mejor esfuerzo para sobresalir por sobre la música estridente de los Rolling Stones.

Yo elevé mi mirada, ya vidriosa, distinguiendo a uno de los jóvenes a los que mis amigas le habían echado el ojo.

— Ahora no, pero antes estaban esas impresentables de allá — las señalé con el dedo y poco disimulo. Tanto Érika como Gisela ya se habían ganado a los amigos de este muchacho que, en apariencia, era menor que yo por al menos, cinco años.

— Creo que ya encontraron otro lugar para sentarse, ¿no? — indicó con buen tino el chico de ojos azules y pelo bien recortado, en relación a mis amigas, quienes se contorneaban en torno a las banquetas de sus amigos y chocaban un largo vaso unos con otros. Su misión parecía cumplirse.

Yo solo sonreí de lado, me froté las sienes y di un bostezo de muy mal gusto.

— Perdón, soy una grosera — me rectifiqué al instante. Era una vergüenza andante.

— ¿Mucho trabajo? — evadió mi torpeza. Empinó una cerveza de la cual me ofreció un trago y me negué.

— Si, bastante. Además, no estoy acostumbrada a salir a estas horas — con ese comentario acababa de envejecer diez años.

— Para serte franco, a mí tampoco me gusta salir demasiado, pero mis amigos se pusieron densos.

Chin chin — celebré la coincidencia chocando mi vaso casi vacío contra el vidrio de su botella.

Él se echó a reír con una carcajada contagiosa.

— Que conste que es cansancio. No estoy en pedo — aclaré bebiendo hasta el último sorbo de mi trago.

— ¿Tenés ganas de irte de acá...?

Pestañé ante su propuesta.

Mi corazón comenzó a repiquetear con fuerza.

¿Me estaba proponiendo sexo casual? ¿A mí? ¿La reina de las torpes y chinchudas?


******HASTA AQUÍ LLEGAMOS CON LOS CAPÍTULOS GRATUITOS*****


Si quieres saber cómo continúa la historia, próximamente a la venta !!!!!


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro