|C A P I T U L O 8
CAPITULO 8
Verlo llorar frente a mí mientras recordaba el pasado, me destrozaba por dentro, lo amaba desde que éramos niños y terminar con él es y será el peor error que cometí
—Solo... solo quería amarte y cuidarte y...
—Detente—suspiré y me acerque a él para rodearlo con mis brazos, sollozaba, y trataba de tranquilizarlo
—Tengo que irme, lamento haberte causado molestias
—Quiero disculparme yo...
—Elisse, no te preocupes—dijo con una sonrisa que parecía sincera
Al volver a la escuela, nuestros encuentros eran incómodos y todo el mundo lo notaba
—¿Algo pasó con Cris? O porque no te ha molestado en todo el día—no contesté y seguí caminando por los pasillos, pensando en los próximos exámenes
—¡EVANS!
—Es lunes ¿Qué haces aquí?
—Digamos que empiezo a disfrutar un poco más mis clases
Voltee los ojos y suspiré, entre al salón de clases y me olvide de todo por unas horas, a la hora del almuerzo decidí ir al campo de futbol, quería distraerme un poco. Mientras caminaba recordé como Nik estaba tan despreocupado de la vida, recostado y quería experimentar un poco de esa tranquilidad. Al paso de unos minutos sentí la presencia de alguien
—Evans...
—No tengo tiempo para tonterías, vete de aquí—Se recostó a un lado mío y cubrí con mi brazo mis ojos
—Vaya, al parecer eres muy impredecible, nunca sé qué esperar de ti Ev
—¿Ev? — giré la cabeza para encontrarme con sus ojos
—¿No te gusta? Te acabo de poner ese sobrenombre, pero seré la única persona que te lo diga
Sentí algo extraño mientras lo miraba, ¿Era normal? No había sentido algo así por mucho tiempo y era extraño que él, pusiera a latir mi corazón
—Hoy comenzaremos con tus clases de natación, no quiero volver a preocuparme porque no sabes nadar
—Espera, yo no...
—No quiero excusas, hicimos un trato—estiro su mano hacia mí y caminamos hasta la piscina de la escuela
—No tengo mi bañador
—Toma, y ya no pongas excusas es muy molesto—de su mochila sacó un bañador hermoso, de pies a cabeza
—¿Y de dónde sacaste esto? Es demasiado lindo
—Vamos, ve a cambiarte y date prisa, soy un hombre ocupado
—Está bien, ahora regreso
Al salir y verme al espejo, me sentía tan cómoda en él, era justo d mi talla, pero lo que me acomplejaba, era que me sentía casi desnuda.
—Daté la vuelta —grité desde los baños
—Date prisa, no tengo todo el día
—Solo date la vuelta —acepto a regañadientes y aceptó —Listo
—Vaya, Evans, me dejas sin palabras—no dejaba de verme —Te vez
—Espantosa
—Hermosa
Nik me hizo caminar alrededor de toda la piscina, hasta llegar poco a poco a la orilla. Me detenía cada vez que un frío intenso recorría todo mi cuerpo —No tengas miedo, solo sigue avanzando
—No eres un profesional de natación, ¿por qué tengo que hacerte caso?
—Yo aprendí de un profesional, hazme caso
—¿Y ahora qué hago?
—Bueno, ahora viene la decisión más difícil ¿Lista para nadar?
Me temblaban los pies y me sudaban las manos, tenía mucho miedo
—No tengas miedo, ven aquí, no dejaré que lo hagas sola—se sentó en la orilla y yo hice lo mismo, mis pies sentían el agua tibia y jugueteábamos un poco
—Sé que es algo tarde para decirlo, pero, lo siento
—¿Lo sientes?
—Llegue tarde, para rescatarte, seguramente tuviste mucho miedo
—Si lo tuve, pero llegaste y no pensé en nada más
—Terminemos por hoy, mañana antes de mis tutorías haremos el mismo entrenamiento ¿De acuerdo? —dijo nervioso
Mi rutina era totalmente otra, por las mañanas corría hasta la siguiente parada de autobús, así tomaría condición, al llegar a la escuela tomaba mis clases, a la hora del almuerzo comíamos Sam y yo con Nik, era muy divertido, siempre tenía alguna tontería que decir o hacer. Después nos íbamos a la piscina y hacíamos los mismos ejercicios, para finalmente terminar con las tutorías
—Hoy estoy muy cansado, quiero reunir fuerzas para el fin de semana Ev
—No seas llorón, vamos te falta estudiar solo un poco, los exámenes comienzan la siguiente semana
—¿Nunca te diviertes?
—¿De qué hablas?
—Vamos, haré que te diviertas
—No quiero ir a una ridícula fiesta
Soltó una risa y me llevó en su motocicleta a una tienda, como de costumbre usaba su casco—Este casco me queda enorme
—No te quejes, agradece que lo usas
De pronto llegamos a una tienda entró y salió rápidamente con un casco más pequeño que el suyo
—Toma, úsalo de ahora en adelante, ya me cansé de que solo uses el mío—me quité el casco y al segundo él me puso el nuevo, era justo del tamaño y de un color amarillo muy lindo
Sonrió y dio un golpe al casco—Como lo imaginé, te queda perfecto. Su sonrisa me inquietaba un poco, constantemente hacía acelerar mi corazón y no sabía si dejarme llevar por mis sentimientos o apagarlos como agua al fuego.
—Llegamos
El lugar estaba al otro lado de la ciudad, era un parque de diversiones, había mucha gente y algunas filas largas para algunos juegos.
—Vamos, te mostraré algo
Todo el día estuvimos jugando, con pistolas de agua, montaña rusa, carritos chocones y muchos otros juegos más. Cuando estaba a punto de meterse el sol, fuimos corriendo a la orilla de un mar que estaba cerca del parque de diversiones
—Mira, lo lindo que se ve—nunca había visto un atardecer tan lindo
—No exageres A caso tú...
—¿No es lindo? —dijo admirando el atardecer, toda la luz le daba en el rostro iluminándola de manera perfecta
—Sí, es muy lindo
Por la noche contémplanos el mar y el reflejo de la luz de la luna en él, era tan lindo y por primera vez me sentí libre
—¿Cuándo haremos esto de nuevo? Tengo una lista de lugares que quiero visitar
—Dios te he convertido en un monstruo
—Solo quiero... Volver a sentirme así de bien
Cuando llegué por fin a casa, mis padres ya estaban dormidos, así que, entré sigilosamente a mi habitación, no paraba de sonreír o sonrojarme al pensar en todo lo que Nik y yo pasamos en el día, aunque pensaba que debía detener ese sentimiento, mi corazón no dejaba de latir ni podía dejar de pensar en él. Pensar en su voz, sus ojos profundos y azules, sus largos y enormes brazos tatuados, el olor de su perfume, todo me encantaba de él
—Creo que me gusta—susurré debajo de mis sábanas
A la mañana siguiente quería evitarlo a toda costa, mi tonto corazón no dejaba de acelerarse de solo pensar en él, y mi cara ¡Dios! Se ponía roja como tomate
—El, últimamente has estado más distraída de lo normal ¿Te pasa algo?
—No es nada, solo estoy nerviosa por los exámenes
—Por favor todos sabemos que eres un cerebrito
—Sam ¿Tú ya estudiaste?
—No molestes, estoy más preocupada por mi pelirroja
Sam me había contado que la chica que le gusta últimamente no asistía como siempre a comprar sándwiches, su preocupación era tan inmensa y ridícula que se la pasaba merodeando por su casa y ver si algo nuevo sucedía por su casa, pero lo único que logro ver fue que ya estaba saliendo con un chico de la universidad
Estaba tan preocupada por los exámenes que ya ni siquiera pensaba en Nik, bueno, quizás solo un poco
—¡Ev! —Apareció de pronto detrás de mí
—Dios Nik, deja de aparecer de la nada
—Solo quería saber si hoy podemos suspender las tutorías
—Olvídalo, los exámenes serán pronto, no debes distraerte
—Tengo una idea, tengo que llevar a mi hermana de paseo por su cumpleaños, imagino que nada podría impedir que durante el camino estudiemos un poco
La idea me hubiera desagradado un poco e incluso molestado, pero, pasar tiempo con él era algo que disfrutaba mucho, no podía negarme, aunque quisiera.
—Te llamaré
—¿Y por qué harías eso?
—Para confirmar tu asistencia—de nuevo se despidió poniendo dos dedos en su frente, con una sonrisa que suele iluminar su cara. Sin darme cuenta, se perdió entre los alumnos y me puse a pensar en cómo obtuvo mi número, yo nunca se lo di
Cuando Salí de la escuela, corrí directamente al autobús y ni siquiera esperé a Sam. Busqué en mi closet como loca algo que se me viera lindo, pero no exagerado como para que note que me gusta. Vestidos, faldas, shorts, nada, no sabía qué usar
—Esto sí que es un desastre
—Papá, no sé qué usar
—¿Irás a una fiesta?
—Digamos que si
—¿Eso qué significa? —soltó una risa sentándose en la orilla de mi cama
—Es el cumpleaños de la hermana de un amigo, y quiere llevarla de paseo
—¿Amigo? Me sorprende que tengas amigos
—¡Papá!
—Es solo que nunca he conocido a otro amigo tuyo, que no sea Sam, o Christian
—Él no es mi amigo, papá—contesté en voz baja
—Bueno, sé que es tu novio, pero, me alegra que estés saliendo con más amigos—me sonrió y salió de mi habitación
Mi madre llegó a casa después de ir de compras y para suerte mía, algunas prendas no eran de su talla, así que entré para robarme algunas y encontré el vestido perfecto, era holgado hasta el tobillo, de un color amarillo hermoso. Decidí recoger un poco mi cabello, y no usar tanto maquillaje
—Enana ¿A dónde vas?
—Saldré un rato—mi hermano apareció detrás de mí y su reflejo en el espejo mostraba un interés por saber con quién saldría
—Pregunta de una vez
—Seguramente saldrás con Christian ¿No es cierto?
—No, te equivocas
—¿Sam?
—Nik—confesé
—¿Nicholas Cole? —el semblante de mi hermano no parecía de alegría precisamente
—¿Lo conoces?
—No saldrás con él, ¿estás loca? ¿Al menos lo conoces bien? ¿Sabes quiénes son sus padres? —el bombardeo de preguntas de mi molestó hermano me mucho. Me levanté y giré hasta él—¡Tú no lo conoces!
Mi respuesta me sorprendió a mí misma—sal de mi habitación—dije en voz baja esperando a que Tommy saliera para cerrar la puerta detrás de él. Más tarde mi teléfono sonó, era él lo sabía
—¿Hola?
—Ev ¿Estás lista?
—Lo había olvidado, dame unos minutos, buscaré que usar
Al salir de casa, Nik estaba recargado en un auto, su hermana pequeña se asomaba por la ventana y Nik no dejaba de sonreír
—¿Tan mal me veo? Usé lo único que tenía a la vista
—Yo no dije nada, anda sube
Condujo por varios minutos, no hablábamos, solo escuchábamos la música de su radio, y el sol era tan cálido que me recargué en la ventana y dejé que el sol me diera directo en la cara
—Parece que lo estas disfrutando
—Para nada, lo estoy detestando—contesté sarcásticamente, ambos reímos y nos dirigimos miradas, miradas que guardé en lo profundo del corazón y haber dicho "Tú no lo conoces" creo que en realidad lo estoy conociendo más que nunca
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